-¿WiFi? No sé qué es eso.

Yoohyeon sintió que su espíritu salía de su cuerpo.

-¿Internet? Dime que sí por favor.

Siyeon no necesitó hablar, su mirada dejaba claro que no sabía de qué hablaba.

-¿Eso son artefactos muggles?

-Si. Bueno, no... -la pequeña Yoohyeon de 11 años no encontraba las palabras perfectas para explicarle internet a alguien con cero conocimiento en tecnología. -Es como una red que... Internet sirve para... buscar información y... -soltó un suspiro dándose por vencida. -Mira, da igual.

-Tengo entendido que la tecnología muggle no funciona dentro de Hogwarts.

-¡¿Que?! ¿Y cómo voy a hablar con mis padres? -La chica miraba su teléfono móvil preocupada. -Al menos no se estropeará. ¿Verdad?

-No lo sé. Pero tranquila, podrás hablar con tus padres por lechuza.

Yoohyeon la miró con aprensión, dudando seriamente de que tuviera si quiera valor para acercarse a uno de esos pájaros gigantes.

-Pero yo no tengo ninguna y desde luego mis padres tampoco.

-Creo que allí puedes tomar prestada alguna.

La chica asintió asimilando la nueva información. Sus nervios estaban desapareciendo gracias a Siyeon. Ambas masticaban chucherías sin parar mientras charlaban. La mayor había comprado algunas en el tren y las dos se habían divertido intercambiando dulces y comparándolos. Yoohyeon se sentía afortunada de haber encontrado a alguien tan agradable con quién compartir el viaje. Ella no t