Gahyeon estuvo a punto de chocar con alguien que salía de la enfermería. Iba tan concentrada en no hacer movimientos bruscos que casi no vio a Yoohyeon a tiempo. Al darse cuenta de que era ella la detuvo.
-¿Te vas ya?
La expresión sería de la más joven se endureció aún más.
-Si. Ya he terminado mi turno. ¿Que haces aquí? Ya no queda ningún jugador de gryffindor en la enfermería.
Yoohyeon no pudo evitar girarse mientras hablaba para comprobar que, en efecto, la única cama ocupada era la de Minji. Todos los que habían pasado por allí ese día habían podido irse hacía horas.
-No venía a ver a nadie. Es que durante el partido me golpeó una bludger y me duele bastante.
Yoohyeon frunció el ceño.
-¿Y vienes ahora? El partido fue por la mañana, -señaló a un ventanal al final del pasillo donde podía verse que estaba anocheciendo- es casi hora de cenar.
A Gahyeon se le escapó una pequeña tos nerviosa.
-Si, bueno... -desvió la mirada con algo de vergüenza. -Es que todo el equipo iba a celebrar la victoria a Hogsmeade y no quería perdermelo. ¿Si tu te vas ya, al menos esta la señora White?
Yoohyeon suspiró mientras pensaba. Sabía que si la enfermera se enteraba de que la chica había tardado tanto en ir a que la curasen por irse de fiesta le caería un gran rapapolvo. La señora White podía incluso decírselo al profesor a cargo de la casa gryffindor y Gahyeon acabar siendo castigada.
-Será mejor que no te vea. Ven.
Una sonrisa apareció en la cara de la más pequeña al instante. Entraron intentando no hacer mucho ruido. La enfermera estaba en su despacho con la puerta cerrada, con un poco de suerte no se enteraría de que estaban ahí.
-A ver ese golpe.
Gahyeon se levantó la ropa lo suficiente como para que la otra pudiera ver su costado donde llevaba un gran moratón. Yoohyeon la miró sin poder creerlo. Ella se había imaginado algo mucho más pequeño. Una gran mancha púrpura cubría sus costillas y bajaba hasta su estómago.
-¿Me estas diciendo que has estado por ahi tan ricamente llevando esto así?
-Al principio no me dolía tanto y desde luego no tenía esa pinta...
Gahyeon no supo que más decir. Estaba claro que había hecho una tontería y no tenía caso discutir. Soltó el aire que estaba conteniendo y dejó escapar un pequeño quejido.
-Ni siquiera puedes respirar como es debido...
Yoohyeon chasqueó la lengua con disgusto.
-Dijiste que tu hermana a veces podía llegar a ser imbécil. ¿No? Creo que estoy empezando a encontraros el parecido familiar.
La paciente bajo la mirada avergonzada.
-Lo siento.
La ayudante dio un pequeño golpe sobre el moratón y la joven siseó intentando aguantar el dolor.
-Al menos parece que no llevas ninguna costilla rota o habrías gritado como una loca. Has tenido suerte.
Yoohyeon le indicó que se sentase, se recogió el cabello en una coleta alta y buscó lo que necesitaba para tratarla. Dio con un pequeño mortero en el que comenzó a mezclar diferentes ingredientes. Mientras tanto Gahyeon paseó la mirada por el lugar hasta que se dio cuenta de la cama ocupada al fondo.
-¿Es Sayre?
Yoohyeon levantó la vista para ver de que hablaba y asintió.
-Seguramente tenga que pasar aquí casi toda la semana. Depende de cuanto tarde en despertar.
-Uff... ¿Tan malo ha sido el golpe?
-¿Malo? Esa chica entró aquí hecha papilla. Lo que tuvo es suerte, si hubiera caído de otra forma podría haber muerto.
Yo