Capitulo 9

Date un respiro. (TaenyVer)
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Tiffany entró en el recibidor, se giró y esperó a que Taeyeon encendiera la luz, cerrara la puerta y se agachaba a recoger el correo, haciendo caso omiso, por el momento, de los gemidos nerviosos que lanzaba Ginger desde la cocina. En el espacio relativamente reducido del recibidor, Taeyeon, de repente, se sintió nerviosa.

 

—Y bien, ¿esto es una visita de cortesía o qué? —preguntó—. ¿Puedo ofrecerte algo de beber? Tengo té, café..., pero no hay leche. También tengo cerveza, whisky o ginebra, pero tónica no. —Revisó los sobres que tenía en la mano—. ¡Vaya! Todo facturas. —Levantó la vista hacia Tiffany, que estaba callada—. ¡Oh! No tomabas alcohol, ¿verdad? ¿Sigues sin beber? Igual hay zumo de naranja o quizá...

 

Tiffany sonrió como respuesta y, dando un paso adelante, le quitó los sobres de la mano, los dejó caer al suelo y la atrajo hacia sí. Taeyeon  soltó una risita.

 

—Me gustan las mujeres que saben lo que quieren.

Tiffany la rodeó con los brazos y abrió su boca a la de Taeyeon, al tiempo que le decía, con ternura:

 

—Lo que yo quiero está muy claro —y la besó apasionadamente.

 

La lengua de cada una recorrió la boca de la otra. Después descansaron mientras se besaban con más suavidad. Taeyeon se apartó para tomar aire.

 

—Entiendo que sí que es una visita de cortesía —dijo alegremente.

 

—Muy graciosa.

Fanny volvió a taparle la boca con la suya y, mientras se besaban, le desabrochó los botones del abrigo y se lo quitó de los hombros, haciendo que las mangas le resbalaran por los brazos. Cayó al suelo. Sus manos se adentraron bajo el suéter de Taeyeon, le desabrocharon el cierre del sujetador y después dieron la vuelta para sostenerle los pechos, mientras el pulgar y el índice jugueteaban con los pezones. Taeyeon gimió e intentó quitarle a Tiffany la chaqueta, pero Tiffany, haciendo caso omiso de sus esfuerzos, le subió el suéter hasta las axilas. Taeyeon levantó los brazos. Sus bocas siguieron aferradas la una a la otra

hasta el último momento, cuando el suéter se interpuso entre ellas. Las piernas de Taeyeon apenas podía sostenerla. Cuando sus pechos quedaron al desnudo escuchó un gemido de Tiffany y después notó la cálida lengua sobre su pezón.

 

Fuera se oyeron voces y risas, y una llave sonó en la cerradura de la puerta de entrada. Las dos dieron un salto.

 

— ¡Mierda!

 

Tiffany le bajó el jersey a Taeyeon y se apartó, al tiempo que hundía las manos en los bolsillos de la chaqueta y se apoyaba con gesto despreocupado contra la pared.


 

Taeyeon se recolocó el sujetador desabrochado bajo el jersey para que no fuera tan incómodo y volvió a recoger el correo. Se enderezó justo en el instante en que Juniel y Lou entraban. Juniel, sorprendida, miró a Tiffany e sonrió a Taeyeon, y luego clavó la mirada en

el abrigo de Taeyeon que se encontraba tirado en el suelo.

 

—Lo siento. ¿Hemos...?

 

Ruborizada, Taeyeon se agachó para recoger el abrigo.

 

—No, no. Acabamos de entrar.

Miró a Juniel y a Lou de arriba abajo. Iban disfrazadas para la fiesta.

 

—Guau. —Observó la cara de Juniel—. ¿Es carmín?

Juniel asintió y se rió. Llevaba un vestido blanco, sin tirantes, ceñido al cuerpo y zapatos dorados de tacón de aguja. Hizo aletear sus pestañas cubiertas de rímel, mirando a Tae, y desplegó una gran sonrisa en sus labios pintados de rojo mientras doblaba una rodilla y se subía el bajo del vestido por encima de los muslos, para enseñarles las medias y el liguero.

 

—¿Qué te parece?

Antes de que Taeyeon pudiera responder, Juniel salió corriendo por el pasillo.

 

—Espera. Me he olvidado la peluca. Hemos vuelto a buscarla.

 

Entró en su habitación. Louise se quedó de pie, sonriendo a Taeyeon. Iba vestida con un traje gris que le iba un poco grande. Se alisó la parte delantera de la chaqueta y metió las manos en los bolsillos de los anchos pantalones. Se había hecho la raya al lado y llevaba su pelo rubio rojizo fijado con gomina y peinado hacia atrás.

 

—¡Diablos! —dijo Taeyeon—. Es la primera vez que veo a Juniel con un vestido. Te queda bien el traje, cariño —añadió, dirigiéndose a Lou.

Lou se limitó a sonreír.

 

—Espera a ver la peluca de Juniel. Pensamos que podíamos hacer algo diferente.

Juniel reapareció en el salón con su pelo corto y rubio cubierto por una melena de rizos rubio platino.

 

—¡Tachan! —Posó para ellas con la boca curvada en una sonrisa amplia y artificial, y con una mano en la cadera.

Tae se rió.

 

—Marilyn. —Volvió a mirar a Louise y estudió su peinado y su corbata estrecha—. ¡Oh, Kennedy!

Lou seguía sonriendo. Se agarró los pechos con las manos.

 

—¿Ves? Yo no estaba hecha para hacerme pasar por Marilyn Monroe.

Juniel se les acercó, sacando pecho contra el ceñido vestido. Se colgó del brazo de Lou y se quedó a su lado con exagerada coquetería.

 

—¿Y bien? ¿Qué te parece? —dijo, arrastrando las palabras con un tono y y sensual.

 

—Fabuloso. Estás fantástica. —Taeyeon se giró hacia Tifany—. Lo siento. Esta es Juniel, mi compañera de piso, pero la próxima vez que la veas no la reconocerás. Y esta es Lou. Cuando vuelvas a verlas te darás cuenta de la gran transformación que han logrado. —Se dirigió a Juni y a Lou—. Esta es Tiffany.

Tiffany les estrechó la mano a las dos.

 

—La verdad es que no me imaginaba precisamente así a la compañera de piso de Tae.

 

—Encantada. —Juniel estudió a Tiffany con detenimiento. No hizo ningún comentario sobre si había oído hablar de ella antes, pero sonrió a Taie — ¿Y ustedes van a salir o se quedarán? —Miró los vaqueros y el suéter de Taeyeon—. Ya veo que has decidido no ir a la fiesta.

Taeyeon hizo caso omiso de la primera pregunta.

 

—Sí, estoy destrozada. Me he pasado todo el día con James y Cissie. Esta noche me quedo en casa.

 

—Lo entiendo. —La sonrisa de Juniel se ensanchó cuando ella y Lou se giraron para ir hacia la puerta—. Diviértanse Nos vemos mañana. —Se tambaleó sobre los tacones de aguja mientras cruzaba el umbral de la puerta—. ¡Maldita sea! Me voy a quitar los zapatos en cuanto todo el mundo me haya visto. Aun acabaré torciéndome un tobillo. Mi madre solía llevar estos tacones. No me extraña que tenga mal los pies.

 

Cerraron la puerta tras ellas y sus risas se oyeron una vez más mientras Lou ayudaba a Juniel a bajar las escaleras. Tae sonrió con timidez a Fanny.

 

—Venga. Te daré algo de beber.

Tiffany decidió esperar el momento adecuado.

 

—Me tomaré una cerveza, si tienes.

 

—¿Por qué no pones música?

Taeyeon le señaló la salita y ella se dirigió a la cocina. Ginger, nervioso, daba vueltas a su alrededor mientras ella abría la puerta de la cocina y lo dejaba salir fuera. Corrió disparado hacia el fondo del jardín.

Miró distraída dentro de la nevera, consciente de que Tiffany estaba en la habitación de al lado. Se sentía igual que un niño que descubre su calcetín de Navidad lleno de regalos a los pies de la cama. Sacó dos cervezas y las abrió, tiró las chapas a la basura y las llevó a la salita.

 

Tiffany había corrido las cortinas del ventanal y había encendido la lámpara que había junto al equipo de música. Se giró para ver a Taeyeon, que entraba en la habitación mientras Janis Ian sonaba por los altavoces.

Agarró las cervezas que llevaba Tae, las dejó sobre la repisa de la chimenea y la tomó con suavidad de

los brazos.

 

—Baila conmigo.

 

Bailaron lentamente, sin hablar. Taeyeon apoyó los antebrazos en los hombros de Tiffany juntó las manos detrás de su nuca, sin apenas hacer fuerza. Bailaron un poco separadas. A Taeyeon le impresionaba constatar, y no por primera vez, cuánto puede cambiar en cuestión de minutos la perspectiva que uno tiene de la vida. En aquellos momentos podía haber estado dentro de la bañera tomándose una copa. Sola. Y en cambio, ahí estaba. Se fijó en los ojos cafe e intensos de Tiffany, en su nariz perfecta. Exudaba tal aire

de confianza, estaba tan segura de sí misma, que resultaba casi desconcertante. Era una mujer fuerte y silenciosa. Taeyeon podía sentir el deseo contenido en la mirada de Tiffany. Resistió la tentación de besarla en la boca y se obligó a esperar y a disfrutar por adelantado. Movió una mano para apartarle a Tiffany el pelo de la cara, dejando que sus dedos se entretuvieron en el movimiento. Repitió el mismo gesto, mirando cómo el pelo caía lentamente hacia atrás.

Tiffany contempló a Taeyeon, asombrada por la fuerza de su propio deseo, asustada, por un momento, aunque las consecuencias de aquello no le importaban lo más mínimo. Volvía a estar en la montaña rusa. Miró el rostro de Taeyeon, tan receptivo y tan sensual. Le pasó un brazo alrededor de la cintura, le agarró una mano y se la apoyó contra el hombro, mientras se movían juntas al ritmo de la música.

Y cuando se acabe la fiesta, puedes enamorarte de mí.

Taeyeon apretó los labios para disimular una sonrisa al escuchar la letra de la canción.

Cuando se acabó la pieza, se quedaron paralizadas, aunque enseguida empezó el tema siguiente. Tiffany sentía sobre sus labios la respiración de Taeyeon y su propia boca se abrió en respuesta. Tae se abandonó al beso, a la pesada y lenta pasión del beso.

 

Volvieron a moverse al ritmo de la música, mientras se besaban, manteniendo sus bocas en contacto hasta el final de la canción. Tiffany se enderezó y clavó sus ojos cafe en los de Taeyeon durante la pausa entre dos canciones. Cuando la música volvió a sonar,

levantó el suéter de Taeyeon, sin dejar de mirarla. Taeyeon alzó los brazos y el suéter salió por encima de su cabeza. Se quitó el sujetador, que aún llevaba desabrochado.Tiffany sostuvo su mirada durante unos segundos más y, después, bajó la vista hacia sus pechos desnudos. Lentamente deslizó las manos sobre los brazos de Taeyeon para después desplazarlas hasta las costillas. Le tocó los pechos con las puntas de los

dedos y las agitó sobre sus pezones. Se sentía invadida por la emoción repentina de estar allí de pie, acariciando el cuerpo de otra mujer. Le resultaba muy extraño desear tanto a alguien. Sus manos resbalaron lentamente por la espalda de Taeyeon, subieron de vuelta a su nuca y, después, bajaron una vez más hasta llegar al cinturón de sus vaqueros. Levantó de nuevo los ojos hacia los de Tae.

 

—Tienes la piel tan suave...

 

La espalda y el cuello de Taeyeon se estremecían con el tacto de los dedos de Tiffany. Notó que la chaqueta de Tiffany rozaba su cuerpo y se la quitó de los hombros. En esta ocasión no hubo resistencia. Luego le desabrochó los botones de la camisa y sacó lentamente de dentro de los pantalones los faldones de la camisa. Tiffany dejó que cayera al suelo. Taeyeon entrecerró los ojos mientras buscaba a tientas el cierre del sujetador de Tiffany: siempre tenía problemas con los sujetadores. Tiffany se llevó las manos a la espalda

para ayudarla. Lanzaron a un lado el sujetador y Tae respiró hondo. Pasó las yemas de los dedos por los hombros de Tiffany y las deslizó hasta sus pechos, rozándole suavemente los pezones con los pulgares.

 

Tiffany volvió a atraerla hacia sí y sintió la suavidad d

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Comments

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LlamaAmerica #1
Chapter 12: No no no mejor que no se acerque más a Tiff vv :@
Rossetlar
#2
Chapter 12: bueno, esto indudablemente iba a pasar y hay que entender como se siente Tae
KazKaz18 #3
Chapter 11: Ojalá Tae no se acueste con esa tipa..... Vamos Fany ponte los pantalones
LlamaAmerica #4
Chapter 11: Si tae se llega a revolcar con esa tipa mejor que ya ni se acerque a Tiff :@
Joselyne300 #5
Chapter 11: I only call you when it's half past five
The only time that I'll be by your side
Rossetlar
#6
-pasanding por aquí-
Skyth06
#7
Chapter 11: Por un lado entiendo a tae
spaceandsol #8
Chapter 11: Me encanta ?
KazKaz18 #9
Chapter 10: Oh que reconexion :) que rico que vuelvas :)
LlamaAmerica #10
Chapter 10: Waaaaaah cuanto tiempo tuve que volverla a leer xd
Pero gracias por seguir!!!! Actualiza pronto!!!