capitulo 2

MIA

Varias noches después taeyeon estuvo dando vueltas y cambiando de postura en su inmensa cama hasta que quedó tumbada de espaldas mirando el techo.

Se sentía frustrada y tenía los ojos abiertos de par en par cuando deberían estar cerrados para compensar lo que no había dormido los días previos.

Desde que Tiffany la había abandonado tan solo conseguía dormir unas pocas horas al día y, ahora que había regresado, seguía sin lograr conciliar el sueño.

«Te quiero».

La confesión que le había hecho en forma de susurro resonaba en su mente

Cada minuto del día.

¿Lo había dicho en serio?

¿Se estaba dirigiendo a ella?

¿A taeyeon?

En Urgencias Tiffany había estado tan confusa y desorientada que no tenía claro ni dónde se hallaba.

Taeyeon ni siquiera sabía si recordaba haber pronunciado esas palabras, así que ¿cómo iba a estar seguro de qué quería decir con ellas?

Quizá tan solo se trataba de un balbuceo inconsciente como consecuencia de la agresión.

Además, tampoco sabía si quería que esas palabras se dirigieran a ella.

« ¡Bueno claro que sí!».

Gruñó en voz baja, se puso otra almohada bajo la cabeza e intentó hacer caso omiso de su cuerpo excitado.

¿Es que no podía pensar en Tiffany sin que se le pusiera el cuerpo a mil?

En realidad, sí; sabía que sí podía.

Después de la agresión había estado tan asustada que se había olvidado por completo del o.

Verla tan frágil, pálida e indefensa en la cama de un hospital la había destrozado y le habían dolido partes del cuerpo situadas por encima de la cintura.

Durante varios días la apremiante necesidad que sentía de protegerla y defenderla había sido su principal motivación.

Esbozó una tímida sonrisa al recordar lo mucho que se había ofendido Tiffany al enterarse de que había llamado a la universidad para explicar la situación y había logrado que aceptaran que se ausentara durante una semana para descansar.

Lo había hecho para echarle un cable, para que no tuviera que preocuparse por nada y dispusiera de tiempo para recuperarse, pero la loca de su chica había dado por hecho que volvería a la universidad en cuanto le dieran el alta en el hospital.

Le había plantado cara y la había puesto a parir por interferir en su vida.

A Tiffany no le daba miedo decirle las cosas a la cara y a esa actitud le resultaba de lo más provocativa.

Quizá —solo quizá— a una parte incluso le gustara.

Jamás una mujer se había negado a obedecerle, ni le había cuestionado sus actos o su modo de comportarse.

Las mujeres siempre la habían utilizado y, a cambio, le habían dejado que usara sus cuerpos. A ninguna de ellas le había importado lo suficiente como

Para echarle nada en cara.

«Estoy coladita por ella. No hay vuelta atrás».

Sentía que algo se estaba revolviendo por dentro y no le parecía una sensación agradable.

«Follar. Pagar. Pasar a la siguiente».

Así es como se había relacionado con las mujeres desde que tenía uso de razón, pero Tiffany estaba cambiando todo eso y le estaba tentando a que se fiara de la rubia.

¡Y vaya si estaba tentado!

Aunque le resultara muy doloroso cuando la miraba como si fuera capaz de leerle el alma, saber que se preocupaba por ella como para hacerlo le cautivaba hasta la intoxicación.

A la rubia le importaban un bledo sus cicatrices, su dinero y su elevada posición social.

«Y piensa que estoy tan buena que me comería enterita».

Jessica le había contado todo lo que le había dicho Tiffany; entre otras cosas, que era la que estaba más bueno de las López.

Su hermana y ella nunca habían competido.

Todo lo contrario: siempre habían trabajado juntos; primero para sobrevivir y después para prosperar. Aunque discutieran a menudo taeyeon adoraba a su hermana.

Con todo su ser.

Vale, jessica era una capullo con las mujeres, pero no podía echarle eso en cara porque era igual. 

Puede que incluso peor.

Sin embargo, tenía que admitir que se había alegrado al enterarse de que Tiffany le había echado un jarro de agua fría a su hermana cuando tomaron un café antes de la agresión.

«Te quiero».

Le chirriaron los dientes y se tumbó de lado. Ahuecó la almohada para tratar de ponerse cómoda.

Tenía que olvidarse de todo eso, reprimir sus sentimientos y dejar de desear algo más que su presencia.

Debía contentarse con saber que estaba a salvo.

¿Acaso no era suficiente?

Al menos ya no se subía por las paredes por no saber dónde se encontraba o si se hallaba en peligro.

Un aullido desgarrador la hizo incorporarse sobresaltada con todos los músculos en tensión y el corazón a mil por hora.

« ¡Tiffany!».

Se quedó varios segundos paralizada por el pánico mientras los chillidos aumentaban en volumen e intensidad.

Apoyó los pies en el suelo y echó a correr hacia su dormitorio a oscuras por el pasillo mientras el instinto de protegerla enviaba adrenalina a cada centímetro de su cuerpo.

Encendió la luz sin detenerse un instante y frenó en seco a los pies de la cama.

Tiffany se estaba abrazando a sí misma como si tratara de protegerse de una amenaza. Las lágrimas corrían como ríos por su dulce rostro, tenía el pelo enmarañado y la cabeza gacha. Gimoteaba y respiraba con dificultad.

— ¿Qué ha pasado, cariño?—preguntó sentándose a su lado.

Las sábanas estaban revueltas en una maraña, como si la tercera guerra mundial se acabara de librar en ese colchón.

—Estaba soñando—susurró como si todavía no se lo creyera del todo y tuviera que convencerse a sí misma—He tenido una pesadilla.

Taeyeon la cogió en brazos y la sentó en su regazo, atrayendo el cuerpo sumiso y tembloroso hacia el suyo para transmitirle calor y serenidad. La estrechó entre los brazos con el corazón acelerado y le apoyó la cabeza en su cuello.

— ¿Con qué estabas soñando?—le acarició la melena deslizando las yemas de los dedos entre los sedosos mechones de cabello mientras ella respiraba hondo para tratar de apaciguar su alterado corazón.

—Con la agresión. Parecía tan real...—murmuró estremeciéndose junto a su cuerpo.

—Ya ha pasado. Estás a salvo. Siempre lo estarás.

«Aquí. Conmigo».

La apartó de su regazo y se dispuso a levantarse, pero los brazos de la rubia se tensaron alrededor de su cuello para sujetarla con todas sus fuerzas.

— ¡No! ¡No te vayas todavía, por favor!

Aquel grito de vulnerabilidad se le clavó en las entrañas como un cuchillo.

«Me necesita».

Y no dejaría de estar a su lado por culpa de las inseguridades.

—Tranquila. No me voy. No te dejo sola.

«Jamás te dejaré sola».

Tiffany siguió sujetándola del cuello mientras ella se reclinaba, la cogía en brazos y se ponía de pie, tratando de no prestar atención al diminuto camisón de seda rosa y encaje que apenas le cubría el trasero.

Contuvo un gemido y, al atraer su cuerpo hacia el suyo, sintió el encaje arañándole el pecho y la seda acariciándole la piel.

Salió del dormitorio y recorrió el pasillo para dirigirse a su cuarto con el ser al que más apreciaba en la vida entre los brazos.

Como Tiffany seguía aferrada a su cuello, taeyeon tuvo que agacharse para

Dejarla en la inmensa cama.

El pavor empezó a remitir y Tiffany relajó los brazos, de modo que taeyeon pudo taparla con las sábanas y el edredón. Se metió en la cama a su lado y la abrazó con todo su cuerpo, envolviéndola y protegiéndola con sus cálidos brazos.

Tiffany suspiró y se relajó en la calidez que le proporcionaba taeyeon, posando la cabeza en su hombro y saboreando la seguridad que ofrecía su cuerpo.

— ¿Te encuentras mejor?—preguntó con voz queda y, al hacerlo, la despeinó con el aliento.

—Sí. Siento haberte despertado. Volveré enseguida a mi cama.

Tiffany no quería irse de ahí, quería quedarse tal y como estaba —calentita y a salvo en sus brazos—, pero respetaba que taeyeon necesitara su espacio para dormir.

—No irás a ninguna parte —replicó haciendo volar su melena.

—Pero así no conseguirás dormir—protestó sintiéndose egoísta por querer quedarse.

—Al revés. No conseguiré pegar ojo si no estás aquí. Estas dos últimas semanas no he dormido un carajo—la atrajo cogiéndola por la cintura y, como no dejó ni un hueco entre sus cuerpos, Tiffany notó dos bultos en su espalda.

—Estás desnuda.

—Sí, siempre duermo desnuda. Tendrás que acostumbrarte, cariño—murmuró con sensualidad— ¿Quieres contarme lo que has soñado?

Aunque en realidad lo que quería era olvidar esa pesadilla, se dio media vuelta entre sus brazos, desesperada por abrazar aquel cuerpo cálido.

Tiffany no era una mujer pequeña ni frágil, pero, cuando enterró la cara en su pecho se sintió como tal.

—Estaba soñando con lo que pasó, pero en la pesadilla sí lograban meterme en el coche. Iban a violarme antes de pegarme un tiro en la cabeza. Me resistí con todas mis fuerzas, pero lograron arrancarme la ropa. Eran mucho más fuertes que yo. Lo único en lo que pensaba era en que quería morirme antes de que me violaran, pero el que logró escapar se me subió encima mientras el otro me apuntaba con una pistola en la sien—sacudió la cabeza tratando de no alterarse.

Tan solo había sido una pesadilla.

No había ocurrido de verdad.

— ¡Parecía tan real! Sentía su olor corporal, veía sus ojos ersos... Me desperté justo cuando...—fue bajando de volumen hasta que su voz se redujo a un suspiro trémulo.

Taeyeon la meció y le acarició la espalda con una mano como si estuviera consolando a una niña pequeña.

—Chsss... Tranquila, cariño. Estás a salvo. Ya no pueden acercarse a ti.

La pesadilla la hacía estremecerse sin descanso, y lo único que le apetecía hacer en ese momento era olvidarse de todos esos agrios recuerdos, deleitarse en las sensaciones y disfrutar del increíble cuerpo que tenía la mujer que la estaba consolando.

La única mujer que, con sus sensuales manos, podía hacerle olvidar todo lo que había pasado los últimos días.

—Hazme el amor. Ayúdame a olvidar—susurró con una voz seductora y temblorosa.

La empujó con suavidad para que se tumbara de espaldas y notó cómo su cuerpo entero se tensaba. Recorrió su pecho con las manos, deleitándose con su piel tensa y caliente.

Palpó despacio cada centímetro de su cuerpo, desde los hombros, los pechos hasta el vientre.

— ¡No podemos hacerlo!—exclamó taeyeon frustrada agarrándole con fuerza las aventureras manos—No hay nada más agradable que sentir tus manos por todo mi cuerpo, pero acaban de darte el alta.

—Me la dieron hace días y ya no me duele nada. Me encuentro bien. Tan solo tengo un pequeño corte en la frente. La única parte del cuerpo que me duele está bastante más abajo.

Taeyeon no opuso resistencia cuando la rubia separó las piernas y la colocó entre sus muslos ardientes.

Puede que la estuviera presionando demasiado, puede que le estuviera pidiendo algo que no podía ofrecer, pero le daba igual; necesitaba que taeyeon la poseyera, necesitaba sentirla.

—Por favor—le rogó con desesperación mientras se zafaba de su mano y bajaba el brazo para coger su húmedo o.

— ¡No, por favor! Si me tocas, me corro—explicó con la voz entrecortada mientras cogía la mano de la rubia y la ponía entre sus pechos. Con la mano que tenía entre los muslos de la ojiazul apartó el elástico de su diminuta braguita y deslizó los dedos con facilidad entre sus pliegues mojados—Estás empapada. Estás muy excitada.

—Porque te necesito—gimió mientras sus dedos la exploraban, frotando sensualmente su clítoris y la mullida carne que lo rodeaba.

Un deseo frenético le mordía el cuerpo entero y no era capaz de pensar, solo de reaccionar a la acuciante necesidad que palpitaba en su interior, así que se quitó la braguita empapada, la abandonó entre las sábanas y se subió encima, sentándose a horcajadas.

Le puso las manos a ambos lados de la cara y la besó.

Estaba encima, besándola en los labios y lista para perderse en las sensaciones de su tacto, pero un instante después... se encontró tumbada boca arriba.

Taeyeon le había dado la vuelta y había arrancado su boca de la de ella.

—No. No puedo—se lamentó con aspecto atormentado—No puedo, joder—le sujetaba las muñecas por encima de la cabeza y la aplastaba para que no pudiera moverse.

Respiraba con gran dificultad y, al tratar de introducir y expulsar aire de los pulmones, emitía sonidos guturales.

Tiffany sacudió la cabeza para disipar la niebla erótica que la había cegado y miró a la figura que la sujetaba: una mujer que sufría un terrible tormento.

«Mierda. ¿Qué he hecho? ¿Le he forzado demasiado?».

La luz de la luna entraba por la ventana, pero no era suficiente para verle los

Ojos... aunque no le hacía falta vérselos.

La voz, la respiración, el cuerpo tembloroso y la manera de sujetarla por las muñecas le decían que acababa de enviarla de cabeza a su propia pesadilla.

—San, soy yo: Tiffany—trató de mover los brazos, pero no logró zafarse de

Sus manos—Háblame.

—Sé quién eres, pero no puedo hacerlo, joder.

A excepción de su pecho, que se hinchaba y deshinchaba, el resto de su cuerpo permanecía inmóvil.

—Bésame—seguía atrapada bajo su cuerpo, sometida a su dominio y sin saber qué podría mitigar su pavor.

No le estaba haciendo daño, pero quería devolverla al aquí y al ahora.

No sabía qué había hecho, pero la había herida sin proponérselo y eso había desatado un ataque de pánico.

Tenía el corazón a cien por hora y la sensación de que llevaban así una eternidad cuando por fin taeyeon agachó la cabeza y posó la boca sobre la suya.

La besó como quien acaba de recuperar la compostura y le metió la lengua en la boca como un látigo, conquistándola una y otra vez.

Su actitud salvaje y dominante despertó un instinto animal en ella, como si su cuerpo respondiera de manera instintiva.

Empujó la lengua contra la suya y se rindió a su sometimiento, permitiéndole ser la amo.

—Tiff—susurró su nombre tras separar la boca de sus labios y enterrar la cabeza en un costado de su cuello.

—Sí. Solo tú y yo, tae. Solo nosotras.

—Necesito follarte—su atronadora voz quedó amortiguada por el contacto con el cuello.

—Hazlo. Tal y como estamos.

Lo que había detonado esa extraña reacción era que ella se hubiera puesto encima y hubiera controlado la situación, pero el deseo seguía ahí.

—Lo siento, cariño. Me estaba gustando mucho, pero es que no pude...

—Déjalo. Da igual. Ahora solo quiero sentirte—separó las piernas y trató de mover los brazos— ¿Puedes soltarme?

Fue soltándola despacio a medida que se movía entre sus muslos.

—Sí, creo que sí—respondió con un tono que revelaba gran inquietud.

Tiffany tuvo sentimientos indecisos mientras liberaba las muñecas de sus manos, que prácticamente la habían soltado de todo, y le rodeaba el cuello con los brazos.

—Solo quiero abrazarte. Tú tienes el control.

—Contigo siempre lo pierdo—murmuró en voz baja mostrándose reacio a resignarse.

—Hazme el amor, tae.

Ya no le importaba rogarle.

El ataque de pavor y la vulnerabilidad de taeyeon habían acabado de un plumazo con sus instintos de protegerse a sí misma.

Tenía que ayudarlo a liberarse, a borrar ese secreto que lo tenía prisionero.

Era una mujer demasiado buena, una persona demasiado generosa como para permanecer atrapada en el pasado, incapaz de seguir adelante.

«Por no mencionar que la amo y que la deseo tanto que me duele».

Hacía tiempo que debería haber dejado de negar la realidad y haber aceptado que era incapaz de no involucrarse sentimentalmente con taeyeon.

Se había comportado con cobardía y egoísmo porque le daba tanto miedo acabar destrozada que había preferido negar el brutal magnetismo que ejercía sobre ella.

Y la sensación era mutua.

No era la única que se estaba resistiendo a esa tentación sin saber cómo enfrentarse a ella.

¡Por el amor de Dios!

Taeyeon llevaba más de un año detrás de ella, tratando de protegerla. La había sacado de la calle, literalmente, y le había puesto en bandeja todas las cosas con las que una mujer podría soñar, y no solo materiales.

La consolaba cuando estaba disgustada y se quedaba a su lado cuando se encontraba enferma.

La escuchaba como si todas sus preocupaciones, sus ideas y sus sueños fueran importantes para la morena.

Era obvio que sentía algo.

La pregunta era: ¿sería la misma atracción irresistible y fascinante que sentía ella?

Esa química mística y misteriosa que la había seducido había crecido a una velocidad vertiginosa hasta convertirse en un amor que le arañaba las entrañas, le cortaba la respiración... y le robaba hasta el sentido común.

—Tócame, preciosa. Por favor.

Más que una petición, su voz arisca y crispada expresaba una orden desesperada motivada por el deseo y el anhelo.

Las manos de Tiffany se movían despacio, acariciando sus hombros, palpando cada centímetro saboreando la fuerza que irradiaba su poderoso cuerpo.

Recorrió la columna vertebral con las manos hasta alcanzar la nuca. Le tiró del pelo para que inclinara la cabeza y le recorrió la clavícula con besos ligeros mientras lo peinaba con los dedos.

Gimió levemente antes de llevar la boca a su palpitante cuello y, al inhalar su aroma, una calidez erótica se propagó por todo su cuerpo. Respiró hondo para que su fragancia la consumiera mientras el sensual latido que galopaba bajo sus labios le aseguraba que sentía la misma necesidad que ella.

Taeyeon emitió un gemido antes de poner en marcha su cuerpo.

Se deslizó entre sus muslos para que sus os estuvieran unidos y se rozaran a la perfección.

Sintió que cada una de sus terminaciones nerviosas entraba en combustión en el momento en que Tiffany abrió más las piernas, rogándole en silencio que la saciara, que satisficiera ese anhelo acuciante que le arañaba por dentro sin descanso.

La morena se incorporó sin previo aviso y Tiffany gimoteó al sentirse privada del calor que desprendía, buscó el dobladillo de su ínfimo camisón, se lo quitó por la cabeza y lo tiró al suelo.

—Así ya no hay nada entre nosotras—bramó antes de volver a inclinarse sobre ella.

Tiffany gimió al sentir de nuevo su ardiente cuerpo contra el suyo, desde el

Pecho hasta las caderas, y saboreó la dulce sensación de rozar piel con piel.

—Mía. Eres mía. Dilo—se le escapó la exigencia entre los labios como si no

Fuera capaz de contenerse.

Taeyeon la Dominante había vuelto para la revancha y Tiffany se estremeció.

Estaba claro que le encantaba controlar la situación, pero eso no tenía nada que ver con su pasado.

Era, simplemente, taeyeon en todo su esplendor.

La coreana se empezó a mover muy despacio.

—Dilo—repitió con mayor exigencia y un tono más posesivo.

¡Dios mío, adoraba esa potencia, ese dominio!

—Soy tuya. Te necesito.

Para recompensarla empujó las caderas uniéndolas completo. El momento era tan carnal que a Tiffany le faltó poco para alcanzar el clímax.

— ¡Joder! ¡Cómo me pones!—se alejó ligeramente para volver a moverse y rozarse—No sé si sé hacer el amor. Lo único que sé es follar.

Tiffany se aferró a sus hombros en busca de algo de equilibrio y cordura.

—Yo tampoco sé si lo sé hacer. Supongo que tendremos que aprender juntas—respondió con el escaso aliento que le quedaba.

Le abrazó la cintura con las piernas tratando de acercarse aún más. Santana

Emitió un sonido gutural que reverberó en su garganta, mientras echaba las caderas de nuevo hacia atrás para volver a embestirla.

Una y otra vez.

Agachó la cabeza para buscarla con los labios y conquistarla con la lengua y, al hacerlo, capturó con la boca el gimoteo de la rubia.

Cada roce de su lengua, cada embestida de sus caderas la marcaba a fuego y la reclamaba como suya.

Y Tiffany poco podía hacer ante eso más que rendirse.

Arrancó la boca de la de ella para tomar aire, algo que las dos necesitaban, y sus caderas continuaron embistiéndola mientras gritaba:

— ¡Eres mía!

Cuando le mordisqueó el cuello, un deseo animal hizo estremecer el cuerpo

De Tiffany, que levantó las caderas para salir al encuentro.

Gimió mientras deslizaba los dedos por su cabello antes de clavárselos en la espalda. Le hincó sus cortas uñas cuando taeyeon cambió de postura sin disminuir en lo más mínimo el ritmo frenético y apasionado con el que empujaba con furia sus caderas.

La necesitaba con tal desesperación que estaba a punto de ponerse a gritar de frustración, pero entonces taeyeon comenzó a frotar con fogosidad su ingle contra la de ella, de modo que con cada movimiento estimulaba sus clítoris.

Tiffany sintió que se quemaba por dentro y pronunció un grito que le desgarró la garganta, pero la boca de taeyeon se lo tragó a cambio de un gemido, que vibró en la boca de ella, mientras su cavidad latía alrededor de la de la morena.

Posó la boca en su hombro y empezó a jadear como un descosido:

—Notar que te corres conmigo es la mejor sensación del mundo.

Sin dejar de estremecerse a causa de la explosión orgásmica Tiffany sintió que los músculos de taeyeon se tensaban y que su cuerpo empezaba a temblar a medida que inundaba la inundaba un calor abrasador.

«Te quiero».

La abrazó con fuerza sintiendo que no quería soltarla jamás y se le fueron llenando los ojos de lágrimas a medida que la emoción en su interior aumentaba de intensidad y trataba por todos los medios de encontrar una vía de escape.

Tiffany la reprimió con un grito ahogado, luchando con todas sus fuerzas contra la arrolladora necesidad de decir esas palabras en voz alta.

— ¿Estás bien?—le preguntó preocupada y jadeante.

Taeyeon se echó a un lado y ella, aunque no soportaba esa mínima distancia entre ellas, la soltó a regañadientes para permitirle que se tumbara a su lado.

—Estoy bien.

Obviamente había pensado que la estaba aplastando.

¡Ni que fuera una delicada flor!

Era más alta que ella, incluso descalza.

Mientras suspiraba la atrajo hacia ella sin hacer un gran esfuerzo y tapó con las sábanas sus cuerpos enredados. Tiffany se acurrucó junto a la coreana, dejó caer la cabeza sobre su hombro y apoyó un brazo entre sus pechos.

Taeyeon la acercó aún más, cogiéndola de la cintura con su brazo.

—Hemos hecho el amor—refunfuñó con voz cansada.

Tiffany esbozó una leve sonrisa al percibir contrariedad en sus palabras y se limitó a responder un simple «sí».

Hacer el amor no tenía tanto que ver con los movimientos como con las emociones; aunque debía admitir que la parte física del acto a taeyeon se le daba estupendamente.

No importaba cómo se tocaran o qué hicieran para alcanzar el o; lo que conmocionaba a Tiffany era la intensidad de la experiencia y las emociones que le generaba.

En realidad el o de aquella noche no había diferido en absoluto del que habían tenido hasta entonces: había sido igual de explosivo, emotivo y arrollador.

Cada vez que lo hacían se le ponía el mundo patas arriba.

Nunca habían echado un polvo indiferente o distante.

Siempre habían hecho el amor de un modo salvaje, apasionado e intenso.

Al menos eso le parecía a ella.

«Ojalá confiara en mí».

Supo que estaba dormida porque respiraba profundamente y a un ritmo regular.

«Pasito a pasito».

Taeyeon jamás dormía con una mujer ni permitía que nadie se metiera en su cama cuando se sentía vulnerable.

El hecho de que estuviera durmiendo plácidamente con ella pegada a su cuerpo como una calcomanía no era un pasito, era más bien una gran zancada.

Se apartó un poco para ponerse cómoda y el corazón le dio un vuelco cuando taeyeon reaccionó mascullando una protesta y atrayéndola de nuevo hacia ella.

Sí.

Mañana tendrían que hablar de sus traumas.

Necesitaba saber qué le había ocurrido de adolescente para que ahora reaccionara así.

Le resultaba imposible luchar con un fantasma del pasado que ni veía ni entendía.

No quería volver a ver jamás a taeyeon sufriendo un ataque de pánico, perdido en un miedo desconocido.

Verla tan vulnerable le había partido el corazón y, cuando cerró los ojos agotada, sintió un implacable instinto de protegerla.

«Me evitará y tratará de eludir el tema. No querrá hablar de ello».

Si no estaba preparada para contárselo, de acuerdo.

Esperaría hasta que se fiara lo suficiente de ella como para hacerlo.

Convencida de que todo saldría bien, bostezó feliz junto al cuerpo de taeyeon y su respiración no tardó en acompasarse a la de la pelinegra.

Aquella vez durmió a pierna suelta sin tener un solo sueño en toda la noche.

 

 

 

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Comments

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LlamaAmerica #1
Chapter 31: Ahhhh que hermoso por fin están cómodas la una con la otra!!! *-* <3
Gracias por traernos estos fix TaeNy *-* <3
Skyth06
#2
Chapter 31: Amé el capítulo!!!
LlamaAmerica #3
Chapter 24: Alguien más está encantado con este cap? *-* <3 <3
Skyth06
#4
Chapter 24: Son tan awwwwwwww *-*
LlamaAmerica #5
Chapter 23: Haaaaay es que me llenan de amor estas dos!!! Ya que se casen mejor *-* <3
mv007842 #6
Chapter 23: Tan lindas y calientes que ya formen su familia siiiiii Tae es muy dulce me gusta esa personalidad fria pero por dentro con un corazon de dulce
Skyth06
#7
Chapter 23: Love. Love
LlamaAmerica #8
Chapter 22: Haaaaay pobrecita mi Tae :(
Me encanta esta historia *-* <3
Skyth06
#9
Chapter 22: Encantador *-*.
mv007842 #10
Siiiiii bolviste que bien sige porfa me gusta esta historia es super linda continua porfa no desaparescas