capitulo 5

MIA

Tiffany se sobresaltó cuando taeyeon pulsó el botón de parada de emergencia.

Se había dejado llevar por la pasión y su beso la había dejado prácticamente en coma, totalmente ajena al movimiento del ascensor.

El chasquido de la mano al golpear el botón y el trompicón que había pegado el ascensor al detenerse con brusquedad la habían despertado de aquella realidad alternativa.

¡Menudo chasco!

— ¿Qué llevas debajo del vestido?—bramó taeyeon rozándole los labios con la boca mientras exploraba con los dedos la tela que le cubría el trasero.

—Pantis—respondió mordiéndose el labio inferior.

Buscó el dobladillo de la falda, se la levantó y dio media vuelta a Tiffany, que estaba tan atónita que se dejó hacer.

— ¡Eso no es ropa interior! Vas enseñando el culo—susurró con voz grave mientras acariciaba las suaves nalgas al aire.

Se sonrojó pensando en la diminuta tanga negra que se había puesto con el

Sujetador a juego.

Casi toda la ropa interior que le había comprado la ayudante de taeyeon eran pícaros conjuntos de lencería.

—Lo has comprado tú. Varios conjuntos. Son todos de este estilo.

—No es que no me guste hasta yo los uso, pero...—respondió arrastrando las palabras con un tono provocativo y deslizando los dedos bajo la fina tira.

— ¿No habías dicho que te ibas a comportar? —le preguntó con la respiración entrecortada.

A medida que los dedos de taeyeon seguían deslizándose hacia abajo Tiffany iba perdiendo la capacidad de razonar.

—Era mentira. Te lo dije antes de notar el tanga que te habías puesto. Ahora

Necesito ver el conjunto completo.

—Dios mío... —gimió Tiffany.

Taeyeon volvió a darle media vuelta para tenerla cara a cara y, tras desabrocharle la chaqueta con gran destreza, la tiró al suelo enmoquetado del ascensor.

—tae, estamos en un ascensor. No podemos hacerlo aquí—repuso entre la mortificación y el deseo.

La cremallera cedió a sus manos aventureras y Tiffany sintió por la espina dorsal el suave roce de sus dedos, que bajaron la cremallera sin encontrar obstáculo alguno.

—Este ascensor es de uso exclusivo para el ático. No va a haber nadie esperando por él—el vestido cayó hasta la cintura y taeyeon se quedó sin respiración—Eres preciosa.

La rubia jadeó temblorosa mientras taeyeon le acariciaba la mejilla e iba bajando por el cuello hasta llegar a los pechos, que parecían estar a punto de desbordarse del sujetador de encaje.

Sintió calor entre los muslos y empapó la ínfima prenda que le cubría el o.

Taeyeon frotó con delicadeza la fina tela que le cubría los pezones mientras agachaba la cabeza para alcanzar con la boca la ardiente piel de sus senos.

Tiffany sentía el seductor roce mientras le lamía, le mordisqueaba y le chupaba las tetas.

El placer fue aumentando hasta que la rubia sintió que, si no la penetraba, se volvería loca.

—Huelo tu deseo y se me hace la boca agua solo con pensarlo —susurró taeyeon levantando la cabeza.

Sus ojos oscuros reflejaban tal avidez que parecían haberse ennegrecido.

Deslizó la mano por el vientre tembloroso hasta meterla por debajo del vestido, que permanecía estancado a la altura de las caderas. Tiffany gimió al sentir las yemas de sus dedos bajo la empapada tela del tanga.

En ese momento dejó de preocuparle el hecho de estar medio desnuda en un ascensor.

Lo único que le importaba era estar con taeyeon.

Le empezaron a temblar las rodillas y colocó las manos sobre sus hombros para mantener el equilibrio.

Estaba dispuesta a aceptar lo que fuera que le ofreciera.

Cuando taeyeon desvió su fogosa mirada para comenzar a besar su terso vientre, Tiffany supo que lo que iba a ofrecerle era el cielo en bandeja de plata, y no pensaba rechazarla.

Le arrancó las delicadas braguitas tirando con fiereza de la tela y, al notar el

Contacto del aire, Tiffany sintió un cosquilleo en el o desnudo. Apretó con fuerza los hombros de taeyeon mientras este se arrodillaba a sus pies.

Al ver cómo su cabeza de pelo oscuro se sumergía bajo el vestido sintió que le flaqueaban las piernas y que el deseo hacía estremecer todo su cuerpo.

Aquellas manos se dirigieron de las rodillas a los muslos, deslizándose con

Facilidad sobre sus finas medias. Tiffany mantuvo la respiración mientras la lengua de taeyeon se dirigía a los muslos y exploraba la piel sensible que quedaba por encima del encaje.

A continuación separó los pliegues de su o y lamió la dulce carne escondida entre los labios les.

— ¡Dios mío, tae!—gimió echando la cabeza hacia atrás y cerrando los ojos.

Deseaba tanto contemplar cómo la devoraba que no era capaz de soportar la intensidad de su anhelo.

A medida que le introducía la lengua más dentro una sensación de calor ardiente serpenteó por su vientre hasta extenderse por todo su cuerpo. La lengua la penetraba cada vez más y le entraron ganas de agarrarla de la cabeza para presionar su boca contra su excitada piel, pero no lo hizo, ya que sabía que con taeyeon tenía que ir poco a poco.

No quería hacer nada que pudiera hacerla parar.

Clavó las uñas en su piel y se agarró sus hombros como si fuera un salvavidas.

Su cuerpo entero se estremeció cuando la ardiente lengua de taeyeon alcanzó el clítoris y empezó a pegarle lametadas rápidas y audaces.

Gimió y empujó las caderas hacia delante para rogarle, sin pronunciar palabra, que siguiera.

Y siguió.

Sus manos la cogieron del culo para echarla hacia delante y acercarla aún más a su ávida boca. El sonido de los lengüetazos en el abundante jugo le resultaba extremadamente erótico y la ponía aún más cachonda..., hasta que estalló en la boca de taeyeon con un largo gemido y una tremenda sacudida.

Su o se inundó para dar la bienvenida al alivio y taeyeon siguió lamiéndola, alargando el clímax hasta que no quedó un palmo del cuerpo de

Tiffany que no se hubiera estremecido.

Solo entonces se dio por satisfecha y se levantó para darle un beso.

Tiffany se moría por sentirla cerca, así que le rodeó el cuello con los brazos y le empujó la cabeza hacia arriba para alcanzar su boca, la morena la besó con una pasión desenfrenada y, cuando Tiffany reconoció su propio sabor en aquellos labios carnosos, comenzó a bambolear las caderas rozando los muslos contra los suyos.

Necesitaba sentirla.

Estaba desesperada.

—Fóllame, tae. Por favor—le rogó sin sentir el más mínimo recato.

Estaba convencida de que solo la morena podría llenar el vacío que sentía.

—Vamos a casa—gimió apartando la boca de la suya, pero sin dejar de agarrarla del culo ni de frotarse contra ella.

—Aquí. Ahora—insistió colocándose de cara a la pared. Apoyó las manos en la pared—No moveré las manos de aquí. Hazlo, por favor. Te necesito ahora mismo.

— ¡Joder!

Esa exclamación expresaba una terrible frustración, pero también un deseo

Desbocado, por lo que Tiffany no se sorprendió al sentir que se subía su vestido.

«Sí. Otra victoria».

—Te necesito—murmuró taeyeon tan bajito que prácticamente fue inaudible.

Tiffany se dio cuenta de que no tenía intención de que le oyera, pero lo había hecho. Aquel susurro ronco comenzó a resonarle en la cabeza y despertó en ella una reacción animal que por poco le hace perder la cabeza.

Las paredes del ascensor empezaron a empañarse y el único sonido que se oía en aquel habitáculo estrecho era el de sus respiraciones irregulares y descompasadas.

Tiffany jadeaba a la espera de que se rozaran.

—Por favor, tae. Ahora.

Cuando notó el roce Tiffany sintió tal alivio entre sus piernas abiertas que casi se echa a llorar. Sus manos la cogieron de las caderas con una fuerza salvaje para atraerla hacia ella.

Entonces unió sus os.

Sentir que estaba en manos de taeyeon era suficiente para llenarla de júbilo y hacerla jadear.

— ¿Estás bien?—preguntó taeyeon al notar que el cuerpo de Tiffany se tensaba—Estás muy húmeda.

—Si. Si. Me encanta...—reculó para frotarse contra la coreana e instarla a que se moviera.

—Joder, Tiff. Te mereces algo mejor que un polvo en un ascensor de mierda—comentó mientras se apartaba para sujetarla mejor de las caderas y tener mejor roce—Pero no puedo parar. No quiero parar jamás.

—No puedes parar. Si lo hicieras, no lo soportaría. Dame más rápido tae. Dame más—echó la cabeza hacia atrás mientras taeyeon empezaba a moverse a un ritmo regular.

Sentía que iba a volverse loca.

Taeyeon se movió sobre su cuerpo para rodearla con un abrazo protector sin dejar de embestirla con las caderas.

Una y otra vez.

Tiffany se estremeció al sentir en la tierna carne del cuello sus mordiscos y su cálido aliento descontrolado.

Jamás había sentido un deseo tan indomable, tan salvaje.

Se moría por tocarla pero tuvo que contentarse con agarrarse a la barra de metal del ascensor y empujar la pelvis hacia adelante cada vez que la se movían para sentir así un mayor contacto de su piel.

Taeyeon retiró la mano de la cadera y la deslizó entre los muslos de ella para

Llegar a su parte delantera. Acarició los rizos del pubis antes de deslizarse más abajo, a pocos milímetros del trocito de carne hinchado que esperaba con anhelo.

— ¡Dios mío!

Todas las terminaciones nerviosas de su cuerpo comenzaron a palpitar mientras los dedos de taeyeon trazaban círculos sobre el clítoris e invitaban a sus caderas a moverse con una fuerza que Tiffany no sabía que tenía.

—Tócame, por favor.

—Córrete para mí—exigió la voz grave de taeyeon mientras continuaba trazando círculos sobre el trocito de carne que tanto disfrutaba de su tacto.

Empezó a gemir y, al echar la cabeza hacia delante, quedó cegada por una

Cortina de pelo que se agitaba salvajemente a causa de los movimientos violentos de taeyeon.

Cerró los ojos sin saber si soportaría las olas de placer que le recorrían el cuerpo entero.

Los dedos de taeyeon frotaban sin descanso el clítoris, sus cuerpos se fundieron hasta tal punto que Tiffany dejó de saber si era la coreana o ella quien sentía aquel deseo frenético.

El clímax la inundó como una ola expansiva y comenzó a gritar su nombre mientras su cuerpo, a pesar de encontrarse retenido, convulsionaba con violencia.

Presa de su abrazo, lo único que podía hacer era montar ese o intenso y eterno que agitaba todo su ser.

— ¡Joder!

Taeyeon volvió a apoyar la mano en su cadera para sujetarla con más fuerza

Mientras se movía más rápido. Su garganta emitió un gemido de agonía y angustia cuando el calor que provenía de su satisfacción inundó a Tiffany.

Si el brazo de acero de taeyeon no llega a cogerla por la cintura, Tiffany se habría caído al suelo, ya que sus piernas ya no lograban sostener el peso.

La coreana rodeó su cuerpo sin fuerzas con sus brazos. Las dos respiraban con dificultad, jadeando.

Tiffany le rodeó el cuello con los brazos y posó la cabeza sobre su hombro,

Incapaz de pensar. Taeyeon la tenía en volandas y le acariciaba el pelo con dulzura, esperando a recuperar el aliento.

La rubia tardó varios minutos en recobrar el habla.

—Estoy hecha un desastre. Tengo que volver al piso un momento—miró los

Retazos de su ropa interior tirados por el suelo y añadió—Supongo que tengo que coger otras braguitas.

Taeyeon encogió los hombros reprimiendo una carcajada.

— ¿Las has perdido?

Al ver la mirada traviesa y pícara en sus ojos a Tiffany se le derritió el corazón.

—No. Una cavernícola me las ha arrancado.

Taeyeon elevó una ceja:

— ¡Ha debido de ser un encuentro de lo más apasionado!—bromeó, apartándole el pelo de la cara y atusándoselo con cuidado para volver a colocárselo sobre un hombro—Te compraré más.

Tiffany puso los ojos en blanco.

—No necesito nada, tengo cajones llenos de lencería. Podría pasarme un mes sin poner una lavadora. Jamás había tenido tanta ropa interior.

—En cualquier caso tendré que comprarte más porque, si los conjuntos que tienes son tan provocativos como el que me he cargado hoy, no creo que te duren mucho—replicó con voz grave y un toque de advertencia en sus palabras.

Acariciaba su cuerpo a medio vestir con una cálida mirada, que se demoraba

En cada milímetro de su desnudez.

Tiffany se estremeció al imaginarse a taeyeon arrancándole diversas prendas de lencería en un ataque de pasión.

—No puedes romperme toda la lencería. Es muy cara.

—Bueno antes no te has quejado. Te compraré un conjunto de lencería para cada día o te doy las mías si me juras que este será el resultado—su sensual voz reveló una promesa de futuro—Es broma. Lo haría solo para verte sonreír.

Tiffany sintió que se le paraba el corazón y que el pecho le dolía de reprimir

Tantos sentimientos.

¿Cuánto tiempo aguantaría así?

¿Cuánto tiempo podría seguir ocultando las emociones tan intensas, y en ocasiones dolorosas, que despertaba taeyeon en ella con un simple comentario o una caricia inocente?

Su mente, que hasta ahora siempre la había guiado en la vida, y su corazón entraron en conflicto.

Sabía que lo máximo a lo que podía aspirar con la increíble mujer que la estaba abrazando como si fuera la persona más importante de su vida era una relación de o sin ataduras y una amistad.

Pero, aunque era consciente de eso, la quería.

¡Era penosa!

Tiffany se apartó y se colocó el vestido:

— ¿Me subes la cremallera?—preguntó confiando en que la voz no la traicionara mientras se daba media vuelta.

— ¿Es obligatorio? Podríamos pasar de la fiesta.

—Súbemela—se mordió el labio para reprimir una sonrisa.

Lo había dicho tan esperanzada que no pudo evitar que le hiciera gracia.

Taeyeon no contestó, sino que se limitó a deslizar un dedo perezoso por la

Columna vertebral de Tiffany antes de subirle la cremallera suspirando.

Le dio media vuelta, dejó una mano sobre su hombro y le levantó la barbilla

Con la otra para analizar su expresión con el ceño fruncido.

— ¿Te he hecho daño? He sido un poco bestia.

Después de haberla agarrado tan fuerte Tiffany sabía que le habría dejado

Algún que otro moretón en las caderas, pero esa agresividad, ese desenfreno a la hora de poseerla, era justo lo que ella le había estado reclamando, justo lo que necesitaba.

De haber sido más suave el intenso deseo que sentía por taeyeon no hubiera quedado satisfecha.

Alzó la mano para acariciarle la barbilla:

—No has sido solo tú, tae, yo te lo estaba suplicando. Y no, no me has hecho daño.

Le había regalado un o apoteósico, sí, pero lo que de verdad conmovía a Tiffany era que le preocupara si a ella le molestaban su arrojo y su frenesí.

«No puedo creer que uno de los polvos más intensos de mi vida haya sido en un ascensor».

— ¡Dios mío! Espero que no me haya oído nadie—comentó mientras recogía del suelo el bolso, la chaqueta y la braguita hecha jirones, que guardó a toda prisa en el bolso.

—No creo que te haya oído nadie, aunque me sorprende que...

El teléfono del ascensor empezó a sonar interrumpiendo a taeyeon a mitad de frase y perforando el silencio con un ruido tan estridente que Tiffany se sobresaltó.

Taeyeon acabó la frase con una sonrisa de satisfacción:

—No haya llamado nadie.

—Dios mío—Tiffany se apoyó en la pared avergonzada.

Mientras había sido presa del éxtasis, no se había parado a pensar en que habría gente preguntándose por qué se había parado el ascensor.

Taeyeon soltó una risilla y cogió el teléfono:

—López—su voz adquirió al instante un tono serio e irritable.

Tiffany no oía lo que decía su interlocutor, pero se percató de que era una voz masculina.

Taeyeon cambió de postura para apoyar la cadera contra la barra del ascensor. Escuchaba a su interlocutor con una expresión serena.

¿Cómo lo lograba?

Con esa voz tan plácida e imperturbable nadie se daría cuenta de que taeyeon y ella acababan de follar como posesas.

Ella, por el contrario, estaba convencida de que parecía como si le acabara de pasar un camión por encima.

—No. No ha habido ningún problema. Necesitaba una cosa y detuve el ascensor para buscarla.

Aunque su voz siguió transmitiendo una absoluta indiferencia Santana dedicó a Tiffany una mirada traviesa con los ojos entornados y media sonrisa.

A ella le entraron de nuevo los calores y la fulminó con una mirada asesina.

—Sí. Estoy encantada de haberlo encontrado. Gracias por preguntar. Buenas noches. —colgó el teléfono y pulsó el botón para volver al piso.

Tiffany lo golpeó en el hombro.

— ¿Cómo puedes soltar semejante discurso sin pestañear?

Taeyeon se encogió de hombros y la abrazó.

—Seguro que he pestañeado: los humanos suelen hacerlo cada diez segundos. Y lo que he dicho es una verdad como un templo—le dio un beso en la frente antes de proseguir—Necesitaba una cosa, la he encontrado en el ascensor y, sin duda, estoy encantada.

Tiffany se echó a reír.

No pudo reprimirse.

—Y yo estoy orgásmica perdida.

El ascensor dio un bandazo al pararse con brusquedad.

—Lo sé. Por eso estoy encantada—comentó con voz queda—Los sonidos que emites al correrte es lo más dulce que he oído en la vida.

Tiffany tragó saliva para intentar bajar el nudo que se le había hecho en la

Garganta.

Cuando taeyeon le rozó el cuerpo para abrir la puerta del piso, se le volvieron a empitonar los pezones.

Cada palabra que salía audaz de la boca de esa coreana estaba cargada de una honestidad brutal.

Como no sabía cómo responder a ese comentario, Tiffany se fue directa a su dormitorio en cuanto abrió la puerta de la casa.

—Salgo en un minuto. A ver si esta vez no mojo la braguita.

Oyó una carcajada de satisfacción a sus espaldas.

—Hacer que mojes las braguitas se está convirtiendo en mi principal objetivo

En la vida.

Tiffany sonrió al entrar en su cuarto y sacó un conjunto limpio de lencería de un cajón mientras se esforzaba por dejar de darle vueltas a sus confusas emociones.

Taeyeon se la había tirado sin atarla. Por tanto, acababa de demostrarle por

Segunda vez que confiaba en ella.

Quizá algún día...

«Pasito a pasito, Tiffany. No te emociones. Lo que sea que está rayando a taeyeon lleva haciéndolo mucho tiempo. Podrías tardar años en ganarte su confianza».

Y ella no disponía de ese tiempo a su lado.

Se peinó la alborotada melena sin ningún tipo de miramiento, hasta que empezó a dolerle el cuero cabelludo e hizo una mueca de dolor.

«Haz todo lo que esté en tu mano. Disfruta de lo que tienes mientras lo tengas. Y, por el amor de Dios, no te tomes esta situación muy a pecho».

El problema no era disfrutar del tiempo que estaba junto a taeyeon.

Veneraba cada momento que pasaba a su lado porque sentía que era capaz de llenar recovecos de su ser a los que no había llegado nadie antes.

«Soy pobre y, por tanto, pragmática. No creo en las almas gemelas, ni en el destino, ni en que haya una persona ideal para cada mujer».

El problema era que sus padres habían sido así.

Habían vivido pobres como ratas, pero muy felices.

En cierto modo fue una bendición que falleciera juntos porque Tiffany estaba convencida de que ninguno de los dos habría superado la muerte del otro.

Habían sido uña y carne, y cualquiera de los dos se habría sentido totalmente devastado sin la compañía del otro.

Después de ver durante dieciocho años la bonita pareja que hacían sus padres costaba no creer en el amor verdadero ni en las almas gemelas.

Suspiró mientras posaba el cepillo en el tocador.

De acuerdo..., quizá sí que creía que el amor podía ser tan intenso, tan apasionado.

Pero con taeyeon no.

Con taeyeon jamás.

Esa mujer le iba a romper el corazón: la coreana no se comprometía con ninguna mujer y ella ya sentía demasiado por taeyeon.

La única forma de sobrevivir a esa relación era no darle importancia y no dejar que se involucraran los sentimientos.

Cogió la chaqueta y el bolso y se dirigió con calma hacia la cocina mientras

Dos palabras retumbaban incansables en sus oídos y una risa de desprecio hacía eco en su cabeza.

«Demasiado tarde.Demasiado tarde»^8Q2

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Comments

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LlamaAmerica #1
Chapter 31: Ahhhh que hermoso por fin están cómodas la una con la otra!!! *-* <3
Gracias por traernos estos fix TaeNy *-* <3
Skyth06
#2
Chapter 31: Amé el capítulo!!!
LlamaAmerica #3
Chapter 24: Alguien más está encantado con este cap? *-* <3 <3
Skyth06
#4
Chapter 24: Son tan awwwwwwww *-*
LlamaAmerica #5
Chapter 23: Haaaaay es que me llenan de amor estas dos!!! Ya que se casen mejor *-* <3
mv007842 #6
Chapter 23: Tan lindas y calientes que ya formen su familia siiiiii Tae es muy dulce me gusta esa personalidad fria pero por dentro con un corazon de dulce
Skyth06
#7
Chapter 23: Love. Love
LlamaAmerica #8
Chapter 22: Haaaaay pobrecita mi Tae :(
Me encanta esta historia *-* <3
Skyth06
#9
Chapter 22: Encantador *-*.
mv007842 #10
Siiiiii bolviste que bien sige porfa me gusta esta historia es super linda continua porfa no desaparescas