Junjin se levanto entusiasmado para su segundo día de clases, ese día se levantó temprano más que por predisposición, por curiosidad, los vecinos no habían parado de hablar toda la tarde de los nuevos arrendatarios, pero lo único que había llegado a sus oídos era que una de las dos personas nuevas en el edificio tenía casi su misma edad y mejor aun estudiaría en su misma escuela, esperanzado de ver a sus nuevos vecinos salió sin desayunar, pero se arrepintió en el camino cuando las tripas empezaron a sonarle tan fuerte que hubiese jurado todos en el edificio las habrían escuchado

—Junjin vuelve, tienes que desayunar, reclamo Hyesung desde la puerta, Junjin solo volvió porque el hambre no le hacía justicia lo mismo que su curiosidad.

—Crees que tengan una hija, observó Junjin a su padre, que casi se atraganta con su tostada.

—No lo sé, Jinnie hablo Hyesung en medio de carraspeos, pero para que quieres saber tú aun eres muy chico para esas cosas, seguía tosiendo Hyesung

—Vamos papá no soy tan chico ya casi termino el colegio lo olvidas, pregunto divertido ante la escena de su padre

—Lo eres para mí, corrigió Hyesung

—No lo creo soy más alto que tú, dijo orgulloso

—No me refiero a la estatura, es solo que, sus palabras se detuvieron un nudo en la garganta se formo al momento en el que menciono que su hijo era pequeño para él, Hyesung se había olvidado por completo de que Junjin algún día tendría que crecer y enfrentarse contra el mundo, no lo consideraba una persona incapaz, pero su instinto lo obligaba a aferrarse el doble a su hijo para el cual fue padre y madre, sin importar todas las adversidades que tuvieron que pasar, sin importar que él mismo haya reconocido esa fortaleza que necesitaba en Junjin, y el amor, el amor sabia él era lindo, hermoso pero tan riesgoso y el doble si no era bien correspondido, por eso se preocupaba siempre que lo dejaba en la escuela donde había notado era bastante popular. Mas que el hecho de que Junjin encontrará alguien a quien amar le preocupaba que ese alguien no lo ame igual.

—¿Es solo que?, corto los pensamientos de su padre

—Nada olvídalo, vamos estamos tarde, dijo mientras una mano se apoyaba en el hombro de su hijo

Mientras tanto

—Appa se nos hace tarde, gritó Andy desde la puerta viendo pasar a sus vecinos, observando a uno en especial, no retiro su mirada hasta que vio salir a su padre terminando de colocarse la leva de su traje

—Vámonos, dijo Eric, llegaron al estacionamiento donde un coche de color blanco salía de prisa. —Alguien debería de enseñarle a conducir a ese sujeto, se burló Eric mientras observaba desaparecer el auto, —Sube te regañarán si no llegas temprano

—Dirás nos regañarán.

El camino fue silencioso para padre e hijo, por un lado Andy quería contarle del muchacho que observo al salir del departamento, pero por otro sabia que Eric era lo suficientemente sobre protector como para contarle lo que había sentido, agregando además que en quien sus ojos se habían posado era un hombre igual que él, al fin llegaron a la escuela en donde Eric observo el mismo coche que vio en la mañana, no le dio importancia y se despidió de su hijo dando un amoroso beso en su cabello, se quedo un momento observando cómo caminaba al interior del recinto con el corazón en un puño, y sonrió orgulloso de que su hijo haya sido admitido con tantos honores, sabía que pronto encontraría nuevos amigos que lo adorarían como sus amigos en Estados Unidos, pero el corazón parecía hacérsele más pequeño con cada paso de su hijo, era como si alguien le fuese arrebatar a su Andy de pronto.

Eric llego a la oficina en donde trabajaría y nuevamente vio el coche de color blanco, estacionado frente al suyo.

—Me estará siguiendo, se pregunto Eric, bufando luego ante ese pensamiento, subió al ascensor, observando la tarjeta de su nuevo compañero, según le habían dicho era una persona bastante profesional y no toleraba los retrasos, además de ser casi un genio que obtenía siempre resultados excelentes en sus campañas, pensó primero que sería una persona de avanzada edad,  pero se sorprendió cuando le informaron que tenía su misma edad y a pesar de su curriculum apenas y lo habían contratado, mejor dicho se había decidido a trabajar en la empresa Shinhwa, porque el gerente le insistió tanto que no le quedo más remedio que aceptar, luego de que un ex compañero suyo robará uno de sus proyectos y renunciara a su antigua compañía, si al parecer su nuevo compañero tenía mucha fama entre sus compañeros de su nuevo trabajo y él estaba más que informado de con quién trabajaría o al menos eso pensaba.

—Buenas tardes, abrió la puerta temeroso pues llevaba ya quince minutos de retraso

—Si es que no le interesa su trabajo señor Mun mejor retírese, le dijo una voz en el extremo de la oficina, fue ahí cuando lo vio, el traje negro ajustado perfectamente a su cuerpo, el cabello pulcramente arreglado, la tez blanca, complementada por unos hermosos ojos almendrados y pequeños labios rosas, que parecían hacer un mohín, Eric no sabía si estaba viendo un ángel o estaba soñando pero aquella voz lo despertó

—Si no se va a tomar su trabajo en serio, es mejor que se retire, hablo la angelical presencia

—Qué demonios, mascullo Eric, al ver como se levantaba el hombre frente suyo

—Que sea la última vez que llega tarde, pudimos adelantarnos mucho durante esos quince minutos que usted, quién sabe porqué llegó tarde, le advierto señor Mun que no tolero los retrasos, regaño  a Eric que se hallaba petrificado, preguntándose como alguien que se veía tan angelical podía ser tan molesto

—Mi nombre es ShinHyesung, termino el regaño con eso dejando más confundido a Eric.

El resto de la tarde los dos avanzaron mucho en las ideas para un nuevo comercial de la empresa X, aun en medio de regaños por parte de Hyesung  y alguno que otro enfrentamiento, los dos parecían entenderse lo suficientemente bien como para trabajar juntos, aunque ninguno de los dos lo admitía.

Por otro lado

Faltaban cinco minutos para que las clases comiencen, Junjin jugaba con el lápiz en su mano mientras observaba a sus compañeros de clase entrar uno a uno en el salón, todos lo saludaban, pero él solo se limitaba a contestar sus saludos, hasta que alguien entro sin saludarlo, algo realmente extraño, sus ojos se fijaron en el muchacho y el mundo a su alrededor parecía haber desaparecido, para Junjin la imagen que se proyectaba antes sus ojos era la más adorable jamás vista. Volvió en si para preguntarle a uno de los compañeros que se sentaban junto a él, quién era el chico lo más casual que podía.

—Creo que se llama Andy o algo así, viene de América y le adelantaron un grado, le contestó Bogeun uno de sus compañeros.

—H..hola, disculpa este asiento está ocupado, le hablo alguien asustándolo.

—E..este no, Junjin también tropezó con sus palabras al observar quien le hablaba, olvidándose por completo que ese era el asiento de  Si Young una chica con la que había salido y con la que conservaba un buena amistad, el resto de la clase Junjin no podía concentrarse sus ojos parecían no responderle y terminaban siempre en su nuevo compañero

 Su primer día de clases pensó sería aburrido pero ahora que veía a su vecino, sentado tan cerca de él, algo en él lo hacía sentirse bien, más cuando a momentos descubría su mirada posada en él. Luego de que la campana del recreo sonara Andy decidió actuar.

—Disculpa, pero te vas a quedar aquí, le preguntó a Junjin al observarlo acomodarse en la silla como si fuese a dormir

—No la verdad no, solo que esperaba  alguien, mintió Junjin pues la única razón que lo obligo a quedarse era su nuevo compañero, quería invitarlo a compartir el recreo, pero no sabia que palabras utilizar.

—Oh, se lamento Andy, este bueno lo que pasa es que soy nuevo y no quería pasar solo el recreo solo hizo un mohín, ganándose toda la atención de Junjin que ante el poderoso aeggyo del menor no pudo resistirse y termino saliendo al recreo con el chico, así fue como se enteró que era su nuevo vecino y que su padre trabajaría en la misma empresa que su padre, ambos compartían el tiempo ante una que otra mirada curiosa y envidiosa por parte de varias chicas, en la escuela

—Parece que te robaron tu lugar, dijo Hyorin a su compañera

—Que no piense ese chiquillo que me va a quitar a Junjin, dijo mientras se mordía el labio.

En la oficina

—No cree señor Sooman que es muy temprano para realizar el viaje

—Oh no, como cree señor Mun, ustedes deben hacer el viaje lo más pronto posible, pues estaba pospuesto, hace fechas, hablo el gerente mientras observaba a Hyesung.

—Está  bien por mí, pero déjeme primero poner las cosas en orden en casa con mi hijo, hablo Hyesung.

—Usted tiene un hijo, preguntó Eric sorprendido.

—Pues claro él era uno de los motivos para no dejar mi otra compañía, mi otro trabajo quedaba más cerca,  y por qué debería decírselo a usted.

—Lo siento, pero no me imagino a un niño viviendo con usted, hablo Eric

—Insinúa algo señor Mun, pregunto amenazadoramente Hyesung, además Junjin tiene casi 18 años, no es un niño.

—Bueno entonces es caso cerrado, los dos viajaran a Jejú pasado mañana para hacer el estudio de mercado, cerró la conversación el gerente dejando a Eric preocupado de tener que hacer el viaje con su compañero.

Los dos salieron encontrándose luego en la estación, Eric se sorprendió sobremanera al observar a su compañero entrar en el auto blanco y sus ojos salieron más de su sitio cuando se encontraron en el elevador ambos en un silencio incomodo llegaron al mismo piso y los ojos de Hyesung dieron una vuelta entera al observar que su nuevo compañero también era su nuevo vecino.