Los latidos de su corazón eran tan fuertes como el sonido de sus pasos era imposible contener su corazón a su lado Andy con la misma expresión de miedo e incertidumbre de su padre ¿qué era lo qué tenía que esperar? ¿lo llevarían lejos de la familia que había amado desde que era niño? o ¿se quedaría con la madre que desconocía? Sus pensamientos parecían hacer eco en la cabeza de su padre.

--Andy, es mejor que me esperes afuera sentenció, el menor ya había tenido un momento bastante difícil no quería verlo pasar peor, al menos eso podía hacer por él ahora.

Dio pasos adentrándose a la sala reconociendo no sin un poco de ira el rostro de aquella mujer que le quería  arrebatar a quien más había amado en su vida.

--Buenas tardes, saludo educadamente a pesar de su dolor, respiró profundo ocupando su lugar en la sala.

-- Lo estábamos esperando señor Mun sentenció el abogado de su esposa.

Eric asintió débilmente entendiendo por la mirada confiada de su esposa que no sería menos que difícil la batalla que acababa de empezar.

Los pies cruzados bajo la silla que se sentía más fría y dura mientras más pasaba el tiempo saco su celular un par de veces pensando en llamar a Junjin, tal vez. Desecho la idea cuando recordó que estaba con su abuelo porque tenía cosas importantes que arreglar con él y su padre. La espera seguía siendo lastimosamente inquietante para Andy, nuevamente su celular en sus manos la luz encendida en el contacto de Junjin, al menos podía escribirle, pensó.

--Jinnie, estoy asustado, escribió sin pensarlo y deseo haberlo hecho cuando a la media hora dos hombres conocidos por él entraron por la estrecha puerta del juzgado y otro que no había visto también. 

--Andy, saludó alegremente Junjin envolviendo con su sonrisa de calidez al menor, que corrió a abrazarlo,aferrandose a él como si mágicamente con eso el tiempo y las preocupaciones desaparecieran. 

El tierno momento de los menores se fue interrumpido por la voz preocupada de Hyesung.

--¿Cómo van las cosas Andy?,habló el mayor.

--Podrían estar peor, dijo el menor con una sonrisa melancólica, aún aferrado a Junjin que acariciaba suavemente su cabello como diciendo "aquí estoy, todo esta bien" 

El menor les contó sobre las boletas atrasadas, de su preocupación y la de su padre, mientras un rostro solemne permanecía impacible, analizando cada una de las situaciones que se le habían presentado desde su llegada. 

--¿Cómo se llama tu padre? al fin se atrevió a preguntar el sr. Kim

--Mi padre se llama Eric, Eric Mun, contestó el menor, observando como los ojos del maduro hombre parecían haberse expandido en su rostro. 

Un silencio sepulcral se hizo entre los dos desde aquella simple respuesta.

La puerta se abrió revelando a dos figuras una con aire triunfador y otra pequeña y derrotada, la alarma se encendió en todos los presentes al ver a la figura derrotada a su lugar.

--Lo siento Andy, abrazó fuerte a su hijo y sus lágrimas al fin dieron rienda suelta ante el asombro de todos y en cada lágrima que caía parecía confirmarle la peor de las noticias a su hijo. 

La mujer se acercó arrogantemente hacia ellos sin importarles el dolor que sentían, sin ver al maduro hombre que permanecía sentado con la expresión en blanco.

--Andy, mi niño, vengo mañana por ti, el juez ha decidido vamos a pasar tiempo juntos para recuperar el tiempo perdido,dandole una mirada fría al hombre que se deshacía en los brazos de su hijo