--Oppa! una voz animada saludaba alegremente al menor que se mostraba algo cabizbajo apenas había pasado una semana en la que él y su madre convivieron pero no se podía sentir más harto. 

Y todo por tratar de ser sincero con ella y acostumbrado como estaba a ser independiente en sus decisiones era otro motivo para pelear constantemente con ella. Pero su última jugada ya le estaba comiendo los nervios, saludó educadamente a la chica parada al frente suyo, una más de las niñas que le presentaba para según ella "volverlo al camino correcto" ¿en realidad no entendía que la única razón por la que apenas atendía a esas niñas era por educación? ¿o sus intentos no se frustraban cuando les respondía que estaba muy enamorado de su novio? Andy sentía su cabeza a punto de explotar. 

--Mi nombre es Solbi, dijo la muchacha sin importarle el semblante frustrado de Andy.

--Andy, respondió flojamente, lo siento mi novio me espera, con un movimiento de cabeza señalo al muchacho que venía corriendo a su dirección como un atleta. 

--Aaaah! gritó la muchacha, ¿en verdad es tu novio? qué envidia es tan guapo, pero hacen buena pareja, ¿puedo acompañarlos? Andy observo con expresión molesta como la chica los veía prácticamente con corazoncitos en los ojos. 

--Pequeño, ¿quién es tu amiga? preguntó el mayor sonriendo para ambos y acariciando el cabello de su novio, siendo cegado por la luz del flash del teléfono que disparaba a su dirección.

--Solo ignorala, por favor, el menor tomo la mano de Junjin arrastrandolo lo más rápido posible lejos de la extraña muchacha.

Maldición! gritó la mujer fuertemente dentro de su apartamento, arrugando el documento que le fuera entregado en su departamento, tomó su teléfono marcando con rapidez y furia el número que necesitaba. 

--Max! maldita sea! qué es lo que acabo de enterarme, le reclamó sin esperar respuesta del otro lado, te juro que si no encuentro mi dinero en la cuenta bancaria  te arrepentirás de vivir maldito bastardo!, exclamo escuchando únicamente como el otro parecía aguardar la respiración y al parecer también la risa. 

--Tranquila bombón, respondió, fue por seguridad que lo hice, si tu esposito se enteraba y al parecer lo haría porque te esta investigando. en fin si se enteraba de nuestros ingresos, sospecharía que no somos muy legales cariño.

La sangre parecía haber dejado de fluir por su cuerpo y un escalofrío recorrió su espalda, Eric investigandola, eso era algo nuevo, ni en sus peores sueños se hubiera imaginado que su ex esposo quisiera saber sobre su vida. 

--Sabes si averiguo lo del trato? preguntó esta vez desesperada. 

--Al parecer no, pero tampoco nos conviene, el mocoso debe quedarse contigo ya deja de meterle niñas por los ojos, si tiene un noviecito, acéptalo, y juega a la casita, te conviene, de otra forma seremos carne muerta, suspiró. 

La elegante mujer colgó el teléfono dejandolo caer bruscamente sobre el sofá, se suponía que iba a tener la custodia de Andy, llevarlo ante el juez en LA y cobrar la herencia que le fue negada "hasta que demuestre ser una buena madre", se mordió los labios tragandose todas las maldiciones que se le ocurrían en ese momento, y luego claro Eric no volvería a ver a su adorado hijo, era un combo hacer sufrir a su ex esposo al que odiaba irracionalmente y deshacerse de la carga que siempre represento Andy en su vida, pero con el padre de su hijo pisandole los talones todo iba a ser más difícil de lo que creía. 

--Esta seguro señor?, la voz calma de Hyesung lo volvió a sus sentidos.

--Si, esa mujer es más peligrosa de lo que creíamos, respondió con su voz profunda a su yerno sentado junto a él en la cafetería, mientras su compañero los observaba atónito.

--Debe haber un error se atrevió a hablar Eric, Siyeon siempre ha sido ambiciosa, pero estamos hablando de drogas y negocios con la mafia, si es así Andy esta corriendo peligro, ¿no han visto películas así? esa gente es capaz de todo.

--No hay ningún error señor Mun, la voz solemne interrumpió. 

--Es ridículo, susurro Eric, apretando los puños alrededor de su pantalón.

-- Debemos hacer algo para que Andy vuelva contigo cuanto antes, Hyesung encontró su mano bajo la mesa apretandola suavemente -

Los tres asintieron vagamente, el señor Kim, fue el encargado de romper el silencio mutuamente acordado marcando rápidamente un número

--Aló Bogeun...