Capítulo 94: Njósnavélin / Lover’s Spit

-Mira lo que tienes aquí, Manse-le señaló Noah, en su camisa.

-¿Qué?

-Déjalo en paz, Noah-pidió Seth, cansado.

-¡Tuuukiti!

Noah le había vuelto a gastar otra broma más a Manse, pellizcándole la nariz. Comenzó a reírse a carcajadas y cuando el pequeño hizo un puchero y miró a todos lados buscando a Taeyeon, las lágrimas comenzaron a brotarle.

-¡Mira lo que hiciste!-se quejó Seth, levantándose para calmar a Manse-¡¿Por qué no lo dejas en paz?!

Manse comenzó a sollozar y Seth le abrazó para confortarlo. 

-¡¿Pero por qué tiene que llorar?!-chilló Noah, enojándose y muy alterado-¡Parece una nenita! ¡Sólo fue una bromita! ¡Siempre pidiendo por Taeyeon o Tiffany! ¡Que se defienda solo!

-¡Tiene 3 años, cara de papa descompuesta!-espetó Seth, enfrentándolo-¡¿Cómo quieres que se defienda si te la pasas molestándolo?!

-¡M-Mamá! ¡Quiero a mi m-mamá! ¡Taeyeon!

Los lloriqueos del más pequeño se hicieron más fuertes y salió corriendo de la cocina a buscar a la morena. Seth fulminó con la mirada a Noah y gruñó de impaciencia.

-A veces puedes ser tan chiquilín…no puedo creer que tengas 7 años, en serio.

Salió detrás de Manse, llamándolo para que volviera y Noah, muy molesto, pateó la cesta de la basura, haciendo que todo su contenido se esparciera por el suelo, pero no le importó y corrió tras los chicos.
Les encontró justamente en el recibidor y para su desánimo, se había topado con Tiffany, quien estaba arrodillada frente al pequeño Manse y trataba de consolarlo al igual que Seth.

Ya iba a irse de ahí, buscando no ser visto, pero la mala suerte parecía acompañarle cuando escuchó la voz severa de su hermana mayor.

-¡Noah! ¡Ven aquí en este instante! 

Rodó los ojos con extremo fastidio y volvió en sus pasos, arrastrando los pies al caminar. Al estar enfrente de la pelirroja, miró de reojo al pequeño Manse, muy angustiado, con las mejillas sonrosadas y los ojos muy aguados. 

-Tiffany…

-¿Por qué haces esto?-exigió saber su hermana, muy molesta-Desde que llegó no has dejado de gastarle bromas, hacerle llorar…

-¡Son sólo bromitas insignificantes! ¡No tiene por qué llorar! 

-¿Ah no?

-¡No, no tiene!-espetó Noah, cruzándose de brazos y absolutamente enfurruñado.

-Noah, por favor. Te has pasado y todo tiene…

-¡Se la pasa llorando, pidiendo por su mamá cuando sabe muy bien que ella está MUERTA!-el llanto de Manse aumentó.

-¡Se acabó! ¡Estás castigado sin ver televisión! ¡Se acabó la Wii…!

-¡Pero si sólo dije la verdad!-gritó Noah, furioso-¡Mi mamá también está muerta y sólo él es el que hace una tragedia de la suya! 

-¡POR UNA SEMANA! ¡Por una semana estás castigado sin tele, Wii, Internet, ni videojuegos! ¡Te vas a tu habitación!

Noah gruñó y conteniéndose las ganas de empujar a Manse, corrió escaleras arriba. Seth le siguió. 
Tiffany se fijó de nuevo en el niño y se le partió el corazón al verlo así, la carita de tristeza del pequeño ahora sí era de intenso dolor y pena, de sus ojitos brillantes saltaban lágrimas y parecían no tener fin.

-Ven conmigo-lo tomó de la mano y sentándose en el mueble, lo alzó en brazos y lo puso en sus piernas, secándole el rostro con cuidado-Siento mucho todo esto. ¿Quisieras que habláramos? 

Un asentimiento y una negación a la misma vez fueron las respuestas, Tiffany sonrió brevemente y le abrazó, mientras que él se acurrucó en su pecho y escondió su rostro en el espacio que dejaba el cuello de la pelirroja.

-¿Tu mamá también se murió?-preguntó, tímidamente. 

-Sí, hace mucho tiempo-poco a poco notó como se iba calmando y le dio un beso en la frente.

-¿Quién la mató?

“Un hijo de puta”

-Un conductor…que iba borracho. Él se salió del camino y…chocó el auto en el que iban mis padres.

-¿A tu papá también lo mató el conductor borracho?

-Sí.

-¿Por qué el conductor iba borracho?

“Porque es un hijo de puta” 

-Porque bebió mucho…bebió muchas cosas y se puso borracho.

-Ahh…y si yo bebo mucha agua, leche y jugo ¿Seré un borracho?

No pudo evitarlo, rió suavemente y negó-No, no lo serías. El jugo, el agua y la leche son cosas buenas. Los borrachos beben cosas alcohólicas…cosas que hacen daño si se beben en exceso.

-Y si hacen daño ¿Por qué las toman?

-No lo sé, cariño…yo también me lo he preguntado muchas veces. 

-¿Beber cosas malas mata? 

-Sí, sí puede.

-Entonces nunca las beberé.

-¡Muy buena decisión!-se levantó con él en brazos y le sonrió abiertamente, consiguiendo que riera un poco-¿Quieres helado de chocolate?-El pequeño asintió, muy feliz y abrazó a Tiffany-Entonces vamos a la cocina.

-Tiffany… ¿Dónde está Taeyeon?

-Salió un momento, cielo-lo sentó encima del mesón y sacó dos pequeñas tazas de plástico, al igual que del refrigerador sacó el envase de helado-Pero, ya debe venir por ahí…

-¡YA LLEGUÉ!-gritó Taeyeon desde el recibidor y Manse sonrió.

-¿Qué te dije?-preguntó Tiffany, guiñándole un ojo.

-¡Taeyeon!-gritó Manse, levantándose encima del mesón al ver a la morena entrar a la cocina. 

-¡Hey, campeón! ¡No te levantes así! Podrías caerte-lo sostuvo a tiempo Taeyeon, dándole un beso en la mejilla-¿Cómo estás? ¿Cómo te portaste?

-¡Me porté muy bien!-chilló, emocionado-¿Verdad, Tiffany?

-Sí, se portó de las mil maravillas. Es un chico muy obediente-concordó Tiffany-Por eso es que se merece su helado.

-Gracias-murmuró, agarrando la taza que le entregaba la pelirroja.

-Te ayudo-dijo Taeyeon, agarrando un poco en una cucharilla para darle de comer al niño.

-¿Cómo te fue? ¿Vas a querer helado?-preguntó Tiffany a Taeyeon.

-Uhmmm, me fue bien…extrañamente no estuvieron muy ersos, creo que se debe a lo de la vez pasada cuando me desmayé-repuso Taeyeon, encogiéndose de hombros-Y sí, quiero helado, pero del mismo que estás comiendo tú; para que no tengas que usar otra taza.

-Como quieras. 

Le volteó el rostro, tomándola por el cuello y pronto, Taeyeon sintió los suaves y fríos labios de Tiffany, provocándole un escalofrío que poco a poco desapareció hasta percibir lo dulce del helado de chocolate. Sonrió, adorando todos los segundos en los que las manos de Tiffany le enviaban estremecimientos y redobles de su corazón latiendo como si fuera la primera vez. 

-Te extrañé.

-Sólo fueron un par de horas, Tiffany…

-Por eso-tocó sus labios con sus dedos-Fue mucho tiempo.

-Te amo.

-¿Puedo ir a jugar?-preguntó Manse, llamando la atención de Taeyeon al darle unos toquecitos en su mano. La morena volteó y se dio cuenta que el chico había tomado la taza del helado y se lo había comido todo él solito. Sonrió y lo bajó del mesón.

-Sí, anda a jugar… ¡Y no corras! ¡Camina!-gritó cuando el niño corrió fuera de la cocina-¿Por qué todos los niños quieren correr cuando ni siquiera saben caminar correctamente?-preguntó a Tiffany.

-No sé, todos son iguales.

Taeyeon rió-Supongo.

Tiffany sirvió lo último que quedaba de helado en la cucharilla y se lo dio de comer a la morena, para luego lavar el envase y ponerlo a secar.

-Tae…Manse me preocupa…

-¿Qué pasó? ¿Hizo algo?-preguntó Taeyeon, frunciendo el ceño.

-No, él es un niño muy tranquilo y bastante especial. No es de meterse en líos ni nada, pero me preocupa lo de Noah y él…

-Tiffany…sabes que son niños. Noah…

-Lo castigué-interrumpió Tiffany-Tu hermano lleva aquí sólo 1 día y ya es el blanco de las bromas de Noah. Seth intenta ayudarme, controlándolo, pero Noah no cede y ésta vez fue muy cruel…

-¿Qué hizo?

-Le recriminó que su mamá estuviera muerta y le hizo llorar. Si vieras la angustia de Manse y como pedía ver a su mamá…

-La psicopedagoga dijo que es necesario que siempre se le diga la verdad.

-Lo sé y me parece bien, pero no hablo de eso; sino de que considero que es necesario que Manse aprenda a defenderse, porque en cuanto empiece a ir al preescolar, habrán más niños ahí y muchos de ellos podrían ser más crueles que Noah…no sabes cuánto me molesta que sea mi hermano ahora el que lo moleste y voy a hacer todo por que deje de hacerlo, para que le respete…pero también Manse debe aprender a defenderse, porque no puede estar siempre llorando cada vez que alguno se meta con él o le gaste una broma pesada…de ahí viene el bullying y no querrás que sea atacado. No hablo de enseñarle a boxear ni pegarle con un bate a los niños cuando se metan con él, sino de enseñarle a defenderse con palabras y sin violencia. 

-Tienes razón. Hablaré con…

El celular de Taeyeon vibró mostrando enseguida 2 mensajes, uno escrito y otro de voz. Leyó el primero y su pulso se aceleró, por lo que lo borró sin vacilar. El de voz, tuvo miedo de escucharlo, sospechando que sería uno similar y sobre todo teniendo a Tiffany tan cerca y mirándola con atención. Sin pensarlo más, lo borró sin escuchar. 

-¿Pasa algo?-preguntó Tiffany, suspicaz. 

-¿Qué?...Uh no, no, no pasa nada. ¿Tendría que pasar algo?

El celular lo guardó en el bolso que había colocado encima del mesón y Tiffany sospechó aún más.

-No sé si tendría que pasar algo, pero es bastante visible que algo pasa. Desde ayer que estás así, cuando llegaste con el niño y no me prestabas atención… ¿Sucede algo?

Ciertamente era así, cuando había llegado ayer, apenas leyó y salió del ensimismamiento en el que la había dejado las dos presuntas amenazas, Tiffany intentó ver lo que leía, pero por alguna razón que aún ni ella misma podía entender; se la había ocultado y le mintió diciendo que eran sólo unas cartas de un fan. Una parte de su cerebro le decía que eran suficientes preocupaciones para su novia el estar siempre pendiente de lo que ocurriera en las investigaciones del FBI para dar con el o los responsables de la explosión en su casa y el cuidar a los chicos; además que en unos días comenzaría a trabajar de nuevo…no podía y no quería darle más cosas en las que pensar. 

-No sucede nada, Tiffany…

-¿Por qué ese mensaje que te llegó te puso así? Te han llegado muchos, si crees que no me di cuenta de los de la madrugada…

-¿Los mensajes? ¿Cuáles…? Son de…

-Un fan ¿No? El mismo de ayer, debo suponer.

Iba a responder, pero de pronto notó que el enojo de la pelirroja era algo más y sus mejillas sonrosadas se lo decían. El nerviosismo que segundos antes tenía, se convirtió en deleite y alzó una ceja.

-Tiffany… No me dirás que estás celosa ¿Verdad?-le parecía demasiado adorable la carita que ponía cuando estaba celosa, porque le provocaba la sensación de mariposas en el estómago y eso le demostraba que de verdad le importaba a la pelirroja.

-No, no estoy celosa, pero si es ese fan…

-Ahí sí te pones celosa-atajó Taeyeon, bromeando.

-¡No! ¡No me pongo celosa!-replicó Tiffany, fastidiada-Sólo…que me parece que si es un fan, no me parece correcto que sepa tu número de…

-Tiffany, cálmate, te ahogas en un vaso de agua. Los mensajes son de Heechul.

-De Heechul…

-Ajá.

-¿Y ahora intentas que me ponga celosa de Heechul?-preguntó Tiffany, indignada. 

Taeyeon frunció el ceño, incrédula y soltó la carcajada.

-¡Y me decías que no estabas celosa!

-¡Ay, cállate!

La vio salir de la cocina, así que la siguió y la interceptó llegando al recibidor. Quiso no reírse, pero fue inevitable no soltar una risita que intentó esconder con una tos, pero Tiffany rodó los ojos y pasó por un lado.

-Déjame…

-¡Hey, hey, hey, cálmate, Tiffany…!

-¡Te burlas de mí!-protestó. 

-No me burlo de ti, es sólo que no puedo creer que estés molesta por algo tan insignificante como que Heechul me envíe mensajes…

-A toda hora.

-Bueno, es mi manager ¿No?

-Intentas ponerme celosa, lo sé.

-No, no lo sabes. No tienes ni idea, porque tú sola te haces ideas y no tiene nada que ver con eso, es…simplemente que él intenta convencerme para que acepte…

-¿Aceptes qué?

-No me dejas ni terminar-repuso la morena, riéndose, pero al ver que Tiffany ni sonrió, se puso seria-Vale, vale…para que acepte ir a un Concierto sinfónico en Valencia, España.

-¿Qué?

-Y por eso…es que me envía muchos mensajes. Piensa que el insistir mucho, hará que le grite que Sí.

-¿Y tú quieres?-preguntó Tiffany.

-Uhm…pues, sí, pero…

-¡TIIIIIIIFFANYYYYY! 

La pelirroja y la morena miraron hacia las escaleras y Tiffany, suspiró.

-Seguimos hablando en un rato, voy a ver qué quiere Leah, esta vez…

-¡TIIIIIFFAAAAAANYYYYY! 

-¡VOY! 

Subió las escaleras de dos en dos y Taeyeon se sentó en el mueble, expulsando todo el aire que había estado aguantando. Le estaba mintiendo a Tiffany y eso le había sentir mal, ocultándole lo que realmente pasaba, pero a la vez pensaba que así no la preocupaba.

Ciertamente era como decía Tiffany, estaba recibiendo muchos mensajes y le habían llegado dos sobres más a su correo de fans. No sabía cuándo pararían o si siquiera llegaban a hacerlo alguna vez; sólo podía confiar en que los guardaespaldas estuvieran cumpliendo bien su trabajo. 
……………………………………………………………..

Otro mensaje más de Kyungmin, le estaba invitando a ir al cine para ver la última película de Jim Carrey, pero no le había respondido. Sabía que estaba ahora en consulta y justamente con la persona que no lograba sacarse de su mente, más que cualquier otro día. Minho debía estar ahora mismo, conociendo a la mujer que sería la que llevaría 9 meses a su hijo en el vientre…acompañado de Rob, muy seguramente. 

Aún así, no le importaba, todo iba a un último plano cuando lo único que hacía era sonreír estúpidamente y jugar con los huevos revueltos, pensando y recordando. 

Cada segundo que recordaba la sensación de sus manos fuertes acariciándole por todos lados, de sus labios besándole con insistencia, acallando sus gemidos y sentirlo tan profundamente en su ser, verle el rostro y la expresión de absoluto éxtasis, sus ojos cerrados era algo que jamás olvidaría, nunca, porque había llegado al paroxismo con él, porque cada vez que decía su nombre notaba como se volvía loco… porque había tocado el cielo.

Regresó de nuevo a la tierra cuando escuchó la voz de su hermana y seguidamente, sintió varios golpes en la cabeza. 

-¡¡Heyyy! ¡Despiertaaa! ¡Te llaman!

-¡¿Qué te pasa?! ¡Deja de hacer eso! ¡Joder!-protestó, dando un manotazo al aire para que se alejara, pero en lugar de eso soltó el tenedor y este salió volando hasta caer justo en el lavaplatos.

-Idiota…-murmuró Ahyeon

-¿Qué querías?-preguntó Minhyuk, levantándose a buscar el tenedor.

Ahyeon le tendió el teléfono inalámbrico y le dirigió una sonrisita como de sabelotodo, esa sonrisita que odiaba con todo su ser de cómo si ella supiera algo que él no le había dicho, pero que sin embargo sabía. La odiaba.

Le arrancó el teléfono y ella se acercó a su oído para susurrarle-Hermanito, no pierdas el tiempo ¿Vale? Está realmente muy bueno y se nota que te quiere en serio. 

-¿Qué?-estaba perdido, pero desde el día anterior lo estaba-¿Quién es?

Ella no le respondió y le guiñó un ojo en su lugar, saliendo de la cocina. Minhyuk rodó los ojos, pidiendo paciencia y se colocó el auricular en el oído, sentándose de nuevo a jugar con la comida.

-¿Diga?

-Soy yo, Minhyuk, doc…quiero decir, Kyungmin…joder, este Minho me confunde.

Escuchar el nombre de Minho, llevó una sonrisota más estúpida aún a sus labios que no supo borrar ni siquiera cuando su hermana entró de nuevo a la cocina y casi se rió en su cara por ella, además que le volvió a guiñar el ojo. Odiaba que hiciera eso, también.

-Minhyuk…hey… ¿Estás ahí? Joder, creo que esto está fallan…

-¡No! ¡No!, quiero decir, ¡sí! Estoy aquí-se había vuelto a distraer y quiso pegarse con algo-Disculpa, es que…-y no tenía una excusa-Olvídalo, ¿Decías?

-¿Ocurre algo?-se escuchó la voz preocupada de Kyungmin-Puedo llamar en otro momen…

-No, no, dime, ¿Qué pasa?

-Oh, bueno…es que te preguntaba si aceptas, entonces, mi invitación para ir al cine-dijo él, muy nervioso-Te he pasado mensajes, pero…no me has respondido…a lo mejor es que no te han llegado, porque este celular está medio malo y…bueno, voy a cambiarlo pronto, pero de cualquier manera… ¿Qué dices?

No sabía dónde meter la cara de la vergüenza. Si los había recibido, pero aún no había decidido nada y sin embargo… ¿Había algo qué decidir? No estaba seguro, puesto que en ese mismo momento no deseaba ir a ninguna parte a ver Jim Carrey en el cine, por más que le gustaran sus películas y fueran de sus favoritas. Se sentía la peor basura del mundo por haber permitido que todo llegara a eso y que Kyungmin sintiera algo de esperanza. 

“Dile que no irás, porque amaneciste con dolor de muelas”

“No, luego querrá ver mis dientes y…”

“¡No seas pestilente! ¡Es un obstetra! ¡No un odontólogo!” 

“De todas formas, seguramente sabrá algo de ello y…no, no puedo decirle eso. Es demasiado rebus…”

“Rebuscado ¿Huh? ¿Por qué no le dices que cierta persona ayer te…”

-No sé si pueda ir, Kyung-soltó sin más y justo en ese momento apareció de nuevo su hermana, quien al escucharlo lo miró como si quisiera matarlo.

-Ah…bueno…

-Lo siento, en serio, es que tengo cosas qué hacer. En un par de días comienzo las clases y…quedé con unos compañeros…

-Entiendo, no te preocupes. Son más importantes tus clases y eso…

-Sí, supongo…

-Bueno…

-Lo siento, de verdad.

-No te preocupes. Será para una próxima ¿No?

-Uh, yo…

-Está llegando un nuevo paciente, Minhyuk. Luego te hablo ¿Vale? Te quiero, chau. 

El doctor le colgó sin dejarle hablar, pero habiéndole dicho que le quería; era la primera vez que le decía eso y sabía que era realmente lo que quería decir, verdaderamente Kyungmin le quería.
Miró a su hermana y ésta le dirigió una mirada asesina.

-¡¿Por qué le dijiste que no?! ¡Sabes que no tienes nada qué hacer…!

-Ese no es tu problema. No te metas en lo que no te importa-cortó Minhyuk, malhumorado.

-¡Me meto porque eres mi hermano y sí que me importas!

-Ay qué lindo, gracias, pero igual no te metas.

-El sarcasmo no es tu fuerte, no te va.

-Lo sé, pero de todas formas no te metas en mis asuntos.

Ahyeon lo siguió hasta el lavaplatos y se puso a su lado, viéndolo con atención.

-Ayer viniste tarde.

-¿Y qué? ¿Te vas a poner como mamá y papá?

-No, pero…

-Te llevaste mi auto ¿Recuerdas? Tenía que regresar de alguna forma-lavaba su plato, mientras deseaba ser sordo por unos minutos y no escucharla. 

-Había algunas manchas en tu…

-¿A dónde quieres llegar?-soltó el plato, cayendo éste ruidosamente encima de los demás. Estaba nervioso porque obviamente las manchas eran suyas y sabía que Ahyeon no era tonta, aunque deseaba realmente que lo fuera-¿Qué tienes que estar revisando mi ropa…?

-¿Recuerdas que soy yo quien mete tu ropa a lavar? Ni siquiera sabes…

-¡Sólo cierra la boca y déjame en paz!

Ahyeon cerró la llave del agua y le quitó el plato de las manos, poniéndolo a secar.

-Ya el plato está lo suficientemente limpio. Quiero que me digas por qué demonios estás dejando pasar esta oportunidad de salir con…

-¡Ni siquiera le conoces!

-¡Ha hablado varias veces a casa preguntando por ti!-le señaló con el dedo-¡No le conozco, pero puedo sentir que realmente le interesas y que quiere algo serio! ¡Pienso que deberías darle…!

-No eres mamá, Ahyeon. Métetelo en la cabeza. No me importa lo que tú pienses o lo que quieras.

-¡No me des la espalda!-lo volteó, agarrándolo fuertemente por el brazo-Esto es por el ridículo de Minho ¿Cierto? Te gusta él.

-No sé de qué hablas.

-Obviamente que sí sabes. 

-No es por él ¿Vale? 

-Repítelo-exigió Ahyeon, reteniéndolo para que no huyera.

-¿Qué…?

-Repítelo. Dime que no sabes de lo que hablo.

Minhyuk rodó los ojos y se soltó de su agarre, yéndose de la cocina hacia su habitación, pero Ahyeon le siguió. Estaba predispuesto ya a cerrarle la puerta en la cara, pero ella fue más rápida y se adelantó. Odiaba que fuera estúpidamente insistente. 

-¡¿Qué parte del “Déjame en paz” no entiendes?!

-Te enamoraste de Minho. No puedo creerlo…

-¡¿Qué sabes tú?! 

-¡Se te nota en la sonrisa de idiota que llevas desde que llegaste ayer! ¡Además que están esas manchas en tu…!

-Esas manchas no son nada…

-No quiero ni pensarlo. Realmente no quiero pensarlo, pero por si no te has enterado él está comprometido…

-¡Sólo quiero que me dejes…!

-Minho tiene un compromiso con Rob y tú eres nada más con el que se ha divertido un rato. Kyungmin sí te quiere, realmente y eso no lo ves porque estás cegado.

-Cállate, no sabes nada.

-Tienes una puta tendencia a la ingenuidad, así que estás advertido…Que luego no te duela cuando te deje. 

Apretó los puños con rabia, viéndola irse a su habitación. Iba a encerrarse en la suya propia, pero antes tenía que sacarse las ganas de gritarle.

-¡Podrías para variar dejar de inmiscuirte en lo que no te incumbe y ocuparte de tu novio!

En su lugar, escuchó como respuesta, el portazo que dio Ahyeon al encerrarse. El corazón le latía a millón y sintió la enorme necesidad de ver a Minho, pero sabía que no podía ser tan boleta e ir a buscarlo a su casa. Y si ese fuera el caso ¿Qué le diría? ¿”Vine porque quería verte”? ¿”Vine porque mi hermana dijo que tú jugabas conmigo”?

No, no podía hacerlo. Era incluso, bastante estúpido pensar en alguna excusa, cuando sabía que Ahyeon era muy teatrera y dramática.

Ella no tenía la razón de ninguna manera y él no era ingenuo.
…………………………………………………

-Este es el presupuesto…

-Ajá.

-No cobrarán más.

-Exacto.

Observó de nuevo la cantidad y luego se la entregó de nuevo a Jong.

-Me parece barato.

-¿Eso quiere decir que aceptarás que ellos hagan las reparaciones?

-Sí, eso quise decir. ¿Cómo va lo demás?

Jongwook suspiró y guardó el presupuesto en su carpeta. Negó con la cabeza y frunció los labios. 

-No encontraron nada…y es raro, porque generalmente se encuentran indicios de algo, pero esta vez no y las cámaras de seguridad con los videos de ese día y los días anteriores, no muestran nada irregular-él alzó la mirada y sonrió-Hola, Taeyeon.

-Hola ¿De qué hablan?-preguntó, sentándose al lado de Tiffany para abrazarla.

-De cómo el FBI no tiene pistas de quién causó la explosión-contestó Tiffany, con pesadez en su voz-Esto ya me tiene cansada. No podemos estar toda la vida con unos guardaespaldas siguiéndonos.

-Pero es lo que hay mientras no se descubra al responsable-apuntó Jong, levantándose de la silla.

-Que por los vientos que soplan será por un buen rato-repuso Tiffany-¿Te vas?

-Sí, tengo cosas qué hacer…saben que pueden regresar en cualquier momento a…

-Nos quedaremos un tiempo más aquí-intervino Taeyeon, muy segura. Tiffany frunció el ceño, confusa.

-¿Nos quedaremos?

-Sí, por un tiempo más. 

-Bueno, si es así, entonces yo me voy a…hacer mis cosas.

Tiffany lo siguió hasta la puerta y ahí le dio un beso en la mejilla a Jongwook.

-Suerte con Ahyeon-sabía que eso era a lo que iba su amigo y se lo confirmó cuando él volteó y le guiñó un ojo. 

Volvió al mueble con Taeyeon y colocó sus piernas encima de las de ella, a la vez que alzó una ceja, algo contrariada. 

-¿Qué?

Tiffany soltó una risita y se encogió de hombros.

-No sé, eso tienes que decírmelo tú.

-¿Yo? ¿Decirte algo de qué?

-Estás muy rara. Sólo quiero saber qué pasa.

Y ahí iba otra vez con su mirada, con sus ojos marrones tan profundos interrogándola sólo con ellos y sin decir más nada. Le sonrió para hacerle saber que todo estaba bien y se acercó a darle un beso en los labios y luego en la frente. 

-No pasa na…

-¡Ugh! Jo…der-se quejó Tiffany, haciendo una mueca de sust