Across The Universe / It’s True.

Lo que me gusta de ti (Adaptación TaeNy)
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Capítulo 106: Across The Universe / It’s True. 

-Buenos días a todos

-¡Bueeeeenossss Díaaaasssss!

En la cocina la saludaron todos a la vez y en coro, casi como una canción. Dio un vistazo a su alrededor y rió en su interior; siempre que bajaba y veía aquella escena con toda su familia, le daba la ligera impresión de que, aunque siempre eran los mismos, ésta crecía más y se integraban más a ella. Pensó en sus padres y en lo mucho que les gustaba tener una familia numerosa y la casa llena de gente siempre. Seguramente, ahora mismo, estarían riéndose a carcajadas de su visión.

Después de saludar y darle un beso a su hijo, a todos sus hermanos, a la nana, Pierre y Luke. Tomó el asiento que Taeyeon le había guardado a su lado, y le dio un beso ligero en los labios, mientras ella seguía ayudando a Manse a comer su cereal con leche. El chico la miró y mientras Taeyeon le daba un bocado más con la cucharilla, saludó a la pelirroja con la mano; a lo que ella le guiñó un ojo, sonriente y le lanzó un beso.

-¿Cómo dormiste?-preguntó Tiffany a Taeyeon, acariciando su espalda y provocándole un estremecimiento por ese acto-Anoche sentí que te movías mucho.

La morena rió ligeramente.

-Me sentía algo inquieta, nada más-respondió, crípticamente. 

-¿Por lo de ayer?

Taeyeon se quedó callada un momento, pensativa. Colocó el plato vacío en el mesón y con una servilleta le limpió la boca a Manse.

-Anda a cepillarte, en un rato nos vamos. 

El chico asintió y bajándose del banquito en un pequeño salto, corrió para salir. Taeyeon pensó que nunca lograría que caminara, en vez de correr siempre. 

-Tae…

-Más o menos por eso-admitió, finalmente-Aunque lo escuché y todo…sigo sin comprender muy bien. No entiendo cómo…no sé… ¿Cómo podía saberlo? Todo ese tiempo…

-Tal vez no haya que intentar comprenderlo-susurró Tiffany, acariciando su mejilla-Tal vez tuvo que ser así y…aunque a mí tampoco me complace el resultado...-se detuvo, mirando a sus hermanos comer y reír por una broma de Luke-Siento que siempre creeré y tendré la duda, que de alguna manera, pude haberlo evitado.

-Tiffany, no…

-Es algo que no puedo evitar sentir, discúlpame…sigo pensando que si le hubiera visto venir, que si me hubiese dado cuenta de su presencia, le habría detenido.

Taeyeon frunció el ceño y bajó la mirada, dudosa.

-Quizá, una parte de él estuvo consciente de a donde se dirigía y no había nada que pudieras hacer. Si hubieras hecho lo que dices… ¿Sólo habrías retrasado su ida? 

La pelirroja se mordió ligeramente el labio inferior y rió, sardónicamente. 

-Esto me recuerda a la maldita película esa de Final Destination…

-Niña Tiffany, tiene una llamada del niño Jongwook-intervino la nana, entregándole el inalámbrico a la pelirroja. 

-Gracias, María...

-¿”Niño”?-preguntó Taeyeon, cuando la nana se retiró.

Tiffany rodó los ojos en respuesta y la morena rió.

-Buenos días, Jong…sí, aún no salgo. En un rato…no iré a la oficina en esta mañana, pero lo haré en la tarde ¿Por qué?... Dáselo a Jiyong y que él resuelva, eso le toca a él ¿No?... Sí, a mí también me ha estado mandando mensajes para saber de la reincorporación de Minho, pero le he dicho que él todavía tiene que poner en orden sus asuntos y luego él dirá si continúa o qué es lo que hará ahora…Si te pregunta de nuevo, dile lo mismo que yo le digo. Así probablemente entienda que no es algo que está en mis manos. Yo no puedo ir con un cuchillo y amenazar a Minho para que me diga cuándo comienza a trabajar…Bueno, vale…sí…tengo esta reunión en el colegio de los chicos y no sé a qué hora termine, así que…dale, pues… ¿Tú estás en tu casa o…?... Eres un flojo y una vaca, levántate de esa cama. Mándale saludos a Ahyeon…dale, chau. Nos vemos. 

-¿Qué pasó?

-Nada. Una cuestión del trabajo…

-¿Jiyong extraña a Minho?-preguntó, riéndose al imaginarse eso.

-Lo que extraña es ponerle bastante trabajo y mandarlo a hacer cosas.

No tenía mucha hambre, así que sólo tomó una taza de café, una manzana y una botella de agua para el camino. Una vez que todos estuvieron listos, salieron para abordar la Grand Cherokee que era donde irían ese día. Seth, que estaba recuperándose con bastante rapidez y ya casi ni le dolía la pierna, iba también y sin silla de ruedas, porque quería ir en muletas. 

El primero en bajarse fue Luke, que se quedaba en su trabajo social en el geriátrico. Se despidió de todos y cuando lo hizo de Leah, dándole un beso que la muchacha le respondió con gran entusiasmo, Tiffany que les miraba por el retrovisor, carraspeó y tosió ruidosamente. Todos se le quedaron mirando.

-Lo siento…-se disculpó, cínicamente-creo que me va a dar gripe o algo.

-No te preocupes, prima. Tengo algo para ti-dijo Luke, con una sonrisa y revisando en sus bolsillos. Sacó un frasquito con pastillas y se las lanzó-Me las mandó mi madre la semana pasada. Es un antigripal muy bueno y lo mejor es que si las tomas, no dan sueño. 

Tiffany le dirigió una mirada casi asesina y estuvo a punto de lanzarle el frasco a la cabeza. Todos rieron y en especial Leah, que no desaprovechó el momento para darle otro beso al muchacho y finalmente despedirse.

Al dejar a Alex, Sam y Leah en el instituto, Tiffany se puso en marcha para ir al colegio de los más chicos. Miró la hora en su reloj y luego por el retrovisor, poniendo la luz de cruce hacia la derecha para alertar a un auto negro que venía tras suyo, desde hacía rato, muy pegado. Siguió derecho y finalmente volvió a cruzar a la derecha con la intención de entrar al estacionamiento del colegio de los chicos. 

Lo que sí que no esperaba, era que justo antes de pasar, un montón de gente con cámaras y micrófonos, salieran de todos lugares y rodearan su camioneta, golpeando los vidrios mientras gritaban su nombre y el de Taeyeon. 

-¡¿Qué demonios les pasa?!-exclamó Mike, espantado-¿Qué hacen aquí? 

No hubo respuesta, pero enseguida vieron salir a la directora del colegio con un montón de guardias de seguridad para sacar a los paparazzis y los de la prensa. Uno de los guardias le hizo señas desesperadas para que continuara su entrada y estacionara, a lo que Tiffany hizo caso, sin perder más tiempo. 
Aparcó bastante alejada de la salida, pero aún se veía desde afuera a la directora, batallar con la prensa para que no entraran. 

-¿Qué fue todo eso?-quiso saber Mike-Parecía que estaban dispuestos a tumbarnos la camioneta con nosotros dentro. 

-Has causado sensación con ese video tuyo en youtube, en el que sales haciéndole caritas ys y cantándole una canción de Aerosmith a…

-¡Ahh, Noah, hermanito querido mío!-lo interrumpió Mike, abrazándolo al pelirrojo y tapándole la boca-Tú siempre tan gracioso.

-Ajá, Mike, echa tu cuento como es-bromeó Seth, divertido y siendo ayudado por Tiffany a bajar del auto. 

-¡Tú cállate, enano! 

-¡Hey, hey! Sin discutir, por favor.

Dentro del colegio, aún no comenzaba la reunión. Los estudiantes junto con sus padres y representantes estaban afuera del auditorium, esperando para dar comienzo. Cuando Tiffany y Taeyeon hicieron acto de presencia con los chicos, fue automático que todos voltearan a verlas. Hubiera sido bastante normal que lo hicieran y Tiffany no se habría sorprendido tanto por esa reacción, sino fuera porque las miradas que les echaban no eran para nada normales y eran fuera de lo común, tanto que empezaban a molestarle realmente. 

Se puso de espaldas a todos y miró a la morena, que no dejaba de fijarse en todos aquellos ojos puestos sobre su persona.

-Debería haber una ley que prohíba esto-susurró Tiffany, irritada.

-Me incomoda…-estuvo de acuerdo Taeyeon, afectada-No sé si es imaginación mía, pero es como si se hubieran puesto de acuerdo. 

-¿Las descubrieron haciendo cositas en el auto de nuevo?-quiso saber Mike, ganándose un palmetazo en la cabeza con la mano de parte de Tiffany, quien enrojeció enseguida-¡Hey! ¡Que era broma! 

-¡Mira, Tae!-chilló Manse, señalando a una muchacha unos metros más allá, hablando con unas personas-¡Mi maestra! ¡La señorita Jimin! 

-Ah qué bueno, cariño, pero no señales con el dedo. Es de mala educación-dijo Taeyeon, bajándole la mano al chico. 

-Pues eso deberían enseñárselo a un montón de gente aquí-intervino Seth, contrariado-No dejan de observarte y señalarte.

La pelirroja y la morena volvieron a echar un vistazo disimulado y se dieron cuenta que era verdad. 

-¿Seguro que no las descubrieron haciendo crunchy crunchy en…?-se detuvo al ver la mirada asesina de su hermana y sonriendo, apenado, se pasó los dedos por los labios, como si estuviera sellándolos-Vale, ya entendí. Me callo. 

-¿Cuándo empezará la reunión?-preguntó Noah, algo fastidiado. 

-Seguro aún la directora no logra controlar a la prensa. 

-¡Mira, Tae! ¡La maestra te está mirando! 

La morena se volvió y en cuanto vio a la joven educadora, ésta enrojeció y volteó enseguida. Aquello la confundió todavía más, si cabía. No podía entender qué estaba ocurriendo y eso la desesperaba en demasía, era como si todos supieran de algo de lo que ella no estaba enterada.

Tiffany estuvo a punto de gritarles que dejaran de cuchichear, pero justo en ese momento apareció la directora y todas las personas que estaban presentes, voltearon a mirarla.

-¡Disculpen la tardanza! ¡Pasen, por favor! ¡Se dará comienzo ahora mismo!

Tiffany y Taeyeon agradecieron mentalmente que la mujer hubiera aparecido en ese mismo momento y lentamente fueron pasando junto con los chicos al auditorium, consiguiendo puesto en el medio de las butacas.

Al frente, en el escenario, estaba una gran mesa con las autoridades del colegio, el presidente y los delegados de la Asociación de padres y representantes; profesores, maestros, otras personas que no reconocieron y la directora que iba y venía de un lado a otro atendiendo a otras personas que se le acercaban a hablarle.

La morena notó que de nuevo volvía a ser el centro de atención, pero esa vez de sólo algunas pocas personas que la miraban disimuladamente con algo que parecía curiosidad y otras con confusión e incluso en unas dos o tres mujeres con reprobación. Decidió que quizá lo estaba imaginando y centró su atención en la directora y en un hombre de lentes y barba que esperaban para que las demás personas entendieran que empezaría la reunión; como nadie más parecía percatarse, la directora tomó el micrófono que una persona a sus espaldas le pasaba y comenzó a hablar.

-Buenos días…-Enseguida consiguió la atención de todos y sonrió brevemente, esperando que poco a poco el bullicio fuera mermando hasta no escucharse nada más que algunas respuestas al saludo de la directora, incluyendo los de Tiffany, Taeyeon y los chicos-Muchas gracias por su atención y bienvenidos, damas y caballeros, sean a la III Junta Extraordinaria de Padres y Representantes de este año escolar y…con la grata presencia de sus hijos y representados. Ahora, tengo el placer de dejarle la palabra al Presidente de la Junta, el señor Harry Cicarella. 

Los aplausos prorrumpieron en la sala, mientras que la directora le pasaba ahora al hombre de lentes, barbudo; el micrófono para concederle la palabra. El hombre sonrió.

-Muchas gracias a todos por atender a la comunicación. Hoy estaremos exponiendo y discutiendo, sobre el aumento del 30% a la mensualidad en nuestra institución; todo esto debido a la crisis que nos está afectando actualmente. Al final de la reunión, se iniciará un pequeño referéndum para saber si se aprueba o no, este punto.

Los murmullos no se hicieron esperar y varias personas se quejaron, mientras que otras dijeron que era necesario y algunas más, le echaron la culpa al mal gobierno anterior. El hombre volvió a pedir la palabra al levantar su mano y todos y todas hicieron silencio.

-Luego, iniciaremos el punto de los nuevos trabajos de mantenimiento que se vienen realizando en nuestra institución, en las caballerizas de equitación, las canchas de fútbol y basketball y las salas de esgrima y demás actividades extraescolares; así como la construcción de una nueva sala de audiovisuales, más grande y con mayor capacidad. Esto integra, en cierta parte, los gastos que se están realizando y una de las principales razones por la que proponemos el aumento de la mensualidad. Estaremos haciéndoles entrega de una hoja con lo que hemos trabajado hasta ahora, para que sepan a dónde ha ido a parar su dinero y en qué lo estamos utilizando. Cualquier duda, favor preguntar al final de la junta, para no desviarnos de los puntos…

Nuevos murmullos se escucharon y pronto vieron que, efectivamente, estaban pasando unas personas con hojas y las iban repartiendo por las esquinas de los puestos y pedían que las pasaran para que todos consiguieran una. 

-El último punto…-habló de nuevo, pidiendo la atención de todos-Es sobre la seguridad en nuestra institución. Por ello requerimos la presencia de sus hijos y representados para una charla sobre esto. Hace sólo una semana y media, se vivió un hecho penoso y doloroso con uno de nuestros alumnos y su familia…-poco a poco, Tiffany y Taeyeon volvieron a sentir las miradas sobre ellas y los chicos, pero sobre todo en Seth. Quien a pesar de ser el mayor centro de atención en ese momento, se mantuvo impasible y muy tranquilo mirando hacia el presidente de la junta, que también le miraba. Él continuó-Damos gracias a Dios que él y su familia están bien, aún así, damos nuestras condolencias de parte de la institución, por la pérdida de su amigo.

No supo por qué, pero de pronto le pareció ver sonrisas y risitas de burla en varios rostros, pero no fue eso lo que más le perturbó a la morena, sino que un puesto más atrás del suyo, alguien murmurara, con algo de chanza en su voz, una frase que la molestó en serio y le dio un pinchazo de algo en la mente.

-“Amigo”, claro…pero si puedo, te doy ¿No? 

Tiffany notó también la tensión que de pronto se formó y miró a su alrededor, ya no prestando mucha atención a lo que el presidente de la junta de padres y representantes, estaba diciendo. Presionó la mano de Taeyeon para confortarla, porque repentinamente la sintió fría. Ella respondió a su agarre, pero muy débilmente. 

Quería saber ya mismo, lo que estaba ocurriendo.
……………………………………………….

Suspiró y un sabor amargo en la lengua le hizo arrugar el rostro, entreabrió los ojos con pesadez y miró a su alrededor, todo parecía borroso, pero lentamente iba acostumbrándose a la luz que había. 
Al principio pensó que estaría en la clínica de nuevo y se asustó mucho, por lo que se sentó en la cama con rapidez, pero cuando vio que estaba en su cama, se calmó y volvió a recostarse, mirando hacia el techo.

Escuchó la puerta abrirse y creyó que sería su madre, pero al ver que era Minho, sintió como si el estómago le diera un vuelco enorme, al igual que su corazón. Fue tan repentino y de sopetón, que todo se le viniera encima de improviso y no estuviera preparado para ello. Apretó las manos con fuerza y su respiración se volvió dolorosa, sentía ahogarse, asfixiarse, percibiendo que con cada inhalación se le dificultaba más poder mantener la calma. La opresión en el pecho fue mayor y no pudo evitar soltar el llanto, fue en ese momento cuando se dio cuenta que Minho estaba a su lado y trataba de calmarlo; sólo que su tacto quemaba tanto en su piel, que simplemente se apartó de él y Minho hizo lo mismo, sorprendido por su reacción.

-¡SUÉLTAME!-explotó, lleno de rabia-¡No me toques!-las lágrimas rodaban por su rostro y le era imposible sostenerlas ya-Déjame en paz…-susurró, ya derrotado y recostándose en la cama de nuevo. Cerró los ojos cuando todo parecía que le daba vueltas. 

A pesar de que quizá lo más sano era que se fuera y dejara a Rob tranquilo, algo le decía que no todo había acabado. Sus pies se mantenían pegados al suelo de alfombra y se negaban a moverse de su lugar, esperando que Rob se calmara y le dijera algo, cualquier cosa; pero cuando finalmente lo hizo, se arrepintió y ya no estaba más seguro de nada. 

-¿Por qué?... ¿Por qué me engañaste?-preguntó, con los ojos cerrados y sin dejar de sollozar-¿P-Por qué…me mentiste?... ¿Qué hice mal? 

-Rob, no…

-¿No fui suficiente para ti? ¿Es eso?

-No digas eso, Rob. Sabes que siempre fuiste más que…

-¡NO TE ACERQUES! ¡No te atrevas a tocarme!-estalló, si era posible, con más furia que antes cuando Minho quiso aproximarse un poco, mientras le miraba como si fuera a levantarse para ahorcarlo-¡Yo no sé una sola maldita cosa de nada! ¡No sé nada! ¡Pensé que te conocía! ¡Pensé que nunca me harías algo así!-se tapó el rostro con las manos y odió con todas sus fuerzas el estar postrado en aquella cama, sin poder ponerse en pie, con ese maldito yeso que no sabía cuándo se lo quitarían-Siempre te creí…todo el tiempo estuve como un estúpido…creyendo en tus palabras, todo lo que me decías para mí era sagrado…

-Te juro que…

-No me jures…por favor…-Rob siseó, con los ojos rojos y las mejillas empapadas. Minho sintió su mundo volverse pequeñito al verlo así, tan indefenso y a la vez tan lleno de rabia y ganas de golpearle, porque sabía que Rob deseaba pegarle, pero a la vez tenerlo lejos y que no se le acercara. 

-Sé que no vale de nada ahora y no espero que me creas, pero nunca te mentí sobre mis sentimientos por ti…

-¿Ah no?

-No-sus lágrimas fluyendo ahora, sin ningún tipo de restricción-Yo te quiero…

-Cállate.

-Te amo, Rob y es en serio. 

-No quiero escucharte.

-Sé que a mí no quieres oírme y no te lo reprocho…

-Vete, te lo advierto.

-…pero todo el tiempo que estuviste en coma, pensé que me moriría, te veía y pensaba y aún pienso que todo fue un castigo. Sé que te engañé, pero no te mentía cuando te decía que te amaba, de verdad lo hago, Rob. Te amo…

-Es muy fácil decirlo…

-No lo es para mí, te juro que no lo es, porque cada vez que lo digo es como que me ahogo, de verdad lo siento. Es así.

-Te dije que no me juraras…

-Te lo digo, te lo juro-repitió Minho, quebrándosele la voz a lo último-Es de verdad…

Cerró los ojos y negó, escucharlo era como envenenarse y a la vez creerle de a poquito, pero no quería y eso era lo que odiaba, porque mientras su corazón le pedía que le creyera, su mente le repetía que mentía y que era uno más de sus engaños. No quería mirarle, porque sabía que caería inevitablemente, volvería a ser suyo y no quería; tenía tanto miedo de hacerlo y golpearse. No quería sufrir más. 

-Rob, por favor…

-Sólo vete, antes que te arrepientas…No quiero escuchar más sobre tu concupiscencia… 

-Algunas veces pensé que morirías…

-¿No me estás escuchando? ¡Te dije que te fueras!

-Y me decía que si lo hacías, yo también. No podría vivir sin ti…

-Me voy yo, entonces…

Quiso levantarse, pero Minho se acercó y lo detuvo, agarrándolo con fuerza. Rob intentó darle un puñetazo para alejarlo, pero por sus malos y dañados reflejos, sólo consiguió que Minho lo sujetara mejor que antes.

-¡ALÉJATE! ¡ANDATE A LA MIERDA, MINHO! 

-¡Me iré a donde quieras, pero por lo menos escúchame un segundo!-rogó Minho, desesperado.

-¡MAMÁÁÁÁÁÁÁÁÁ!-chilló, pero quedo en silencio cuando Minho le tapó la boca. 

-¡Tu mamá no está, Rob! ¡Salió a comprarte unas medicinas!

Se quitó la mano de Minho de la boca y con un empujón, quiso que se apartara-¡Te dije que me sueltes! ¡No te quiero escuchar!

-Solamente quiero que…

Rob se tapó los oídos con las manos para no escucharlo y negó, cerrando los ojos para no verlo.

-¡No oigo, No oigo, soy de palo, tengo orejas de pescado! ¡LALALALALALALALALALALALALALALALALALALALALA…!

-¡Yo cometí muchos errores, Rob! ¡No pretendo que me creas, sólo que me escuches y después si quieres que me vaya, lo haré!-gritó por encima de la inútil forma del muchacho por no escucharlo, porque de igual forma lo hacía y por ello; pronto Minho vio como dejaba de hacerlo y, aunque no le miraba, se quedó en silencio. Con eso Minho supuso que le daba un chance de hablar, así que continuó-No soy yo quien te habla ahora, es mi corazón…La verdad es que perdí la razón y te hice tanto daño, que ahora mismo yo lo estoy pagando…a un precio muy alto, porque no sabes lo mucho que me duele verte así…-despacio y con cuidado, se acercó sólo un poco, mirándole fijamente, pero sin que él hiciera lo mismo-Lo que pasó, fue un error…el error más grande y más estúpido de mi vida…admito que sí sentí cosas por…

-Basta…

-No, escúchame…se trata de que sí quiero a Minhyuk…pero no le amo. No puedo amarlo, porque te amo a ti. Sé que es…tan…inútil decirlo ahora; ni yo mismo me entendí a veces…aún no entiendo cómo llegue a esto, porque… “Si amas a alguien, no le haces daño”, ¿No? Eso dicen…pero yo te lastimé tanto, hasta hacérmelo a mí mismo…-derramó una lágrima, al recordar y se la secó rápidamente-El miedo que sentí al creer que en cualquier momento te me irías…que morirías…fue demasiado. Pero cuando despertaste…creí ver una segunda oportunidad, que dentro de ti, muy profundo…en algún rincón de tu subconsciente, estabas dándome un chance…puede que sea una equivocación, que malinterpreté todo, pero es lo que pensé...

Aquella confesión removió un vago recuerdo de algo que Rob no lograba captar del todo, algo que le dio demasiado miedo y que no quería dejar salir, porque le causaba angustia y temor a ser herido. Estaba cansado de ello. 

-Quizá tu fe se haya ido, pero de verdad te amo y siempre lo haré…sólo me pregunto…si tú me sigues queriendo aunque sea un poquito. 

Esperó unos segundos y pensó que la respuesta nunca llegaría, pero cuando quiso tocar su mejilla, Rob apartó su mano y a la misma vez su rostro para que no lo hiciera. Aquello le dolió más que nada a Minho, sintiendo su corazón romperse muy despacio, lentamente, sobre todo cuando él no se atrevió a mirarle a los ojos ni a decirle más nada. 

Se apartó y levantándose de su lado, tragó con fuerza y sin decir más nada, salió de la habitación. Dejando a las lágrimas salir en libertad, porque sabía que se lo merecía.
 

……………………………………………….
 

Hacía rato ya, que no estaba escuchando ni una sola palabra de lo que decían en la charla. Veía las diapositivas, los pequeños videos y dramatizaciones en la pantalla, sobre el secuestro de un niño, pero no les prestaba mucha atención. Detrás de ella escuchaba los murmullos de unas personas hablando y riéndose, se cuchicheaban cosas y luego volvían a reír. Era desquiciante y le alteraba en cierta medida, porque tenía la vaga idea de que era por ella y llevaban prácticamente toda la reunión y la charla haciendo eso. A veces las personas que estaban cerca de ellos, les mandaban a callar, pero aunque se quedaban un rato sin hablar, a los pocos minutos volvían con la chanza y las risitas.

Expulsó el aire que estuvo aguantando por un rato, pero luego volvió a tomar más, para no reventar de la rabia y la molestia que le producía escucharles; pero de pronto Tiffany tomó su mano con más fuerza y levantándose en medio de la sala, volteó para mirar a las personas que estaban molestando. 

-¡¿Podrían callarse la boca?! ¡No dejan escuchar!

Todo el auditorium, incluyendo el expositor de la charla, se quedó mudo de la impresión y la confusión, pero tan de pronto como eso ocurrió, así de repentinamente las personas presentes comenzaron a aplaudir y a gritar cosas incomprensibles, volviéndose todo un completo desorden de voces por todos lados.

Taeyeon agarró de la mano a Tiffany y halándola, hizo que se sentara de nuevo.

-Por favor, por favor…-hablaba la directora ahora, por el micrófono-Haya orden, por favor. Pido silencio, no se exalten, vamos a resolver… ¿Señorita Hwang? Levántese de nuevo, por favor. 

Tiffany rodó los ojos con fastidio, escuchando las risitas desde atrás y por un breve segundo le pareció estar de vuelta en el tiempo y estar de nuevo estudiando en el instituto, cuando una vez Jong, Minho y Ahyeon se pusieron a lanzarle taquitos a ella porque no quería prestarles los deberes a ninguno y cuando explotó para decirles que dejaran de molestar, la profesora le había puesto una amonestación a ella, por pegar gritos en medio de la clase. Al final, los verdaderos culpables la defendieron, pero de nada sirvió porque igual fue a parar a detención con los tres chicos. 

La directora la miró y nuevamente escuchó las risitas desde atrás.

-¿Quisiera decirnos que ocurre?

-¡Son ellos, directora!-exclamó, cabreada y señalando a los hombres-¡No han dejado ni un instante de murmurar y reírse, sin dejarnos escuchar…!

-Si tienes algún problema con nosotros, nos los hubieras dicho-intervino uno de los hombres-Estamos, en teoría, en un país libre. Predican que este es el país de la libertad ¿No? Seguramente eres una de esas republicanas rancias…

-¡Republicana la que te…!

-¡Tiffany! ¡Cállate!-siseó Taeyeon, sorprendida y tirando de su brazo para que se calmara.

-Señorita Hwang…

-¡Exijo que saquen a estos alborotadores! ¡Es obvio que no tienen interés alguno en el futuro y seguridad de sus hijos o representados!

Casi toda la sala prorrumpió en aplausos y silbidos de aprobación, por lo que ahora fue el Presidente de la junta quien pidió silencio para poder hablar.

-¡Señorita y Señores, por favor, compórtense como adultos que…!

-¡Tiffany sólo está defendiendo nuestro derecho a escuchar la charla! ¡El derecho de todos!-reclamó ahora Taeyeon, levantándose también. 

-¡Esto es inaudito! ¡¿Ellos se ríen en nuestra cara y nosotras tenemos que quedarnos calladas y calarnos sus risitas de porquería?! 

-¡A ver, a ver, pelirroja! ¡¿Por qué siempre tienes que estar protestando por todo?! ¡Si nos reímos es porque los enormes cuernos que te pusieron no nos dejaban ver desde aquí! 

-¡¿Qué dijiste?!

-Si el zapato te calza…

Se iba a lanzar para ahorcarlos a los dos, pero entre Mike y Taeyeon la sujetaron con fuerza a la vez que de nuevo se formó el alboroto. El presidente de la junta y la directora pareció que volaron, porque en un abrir y cerrar de ojos ya estaban al lado intentando calmar los ánimos y separando a las dos parejas en discusión, pero viendo que no lograban nada, les pidieron salir del auditorium ante la mirada atónita y la confusión de las demás personas presentes.

Cuando estaban afuera, comenzaron de nuevo a lanzarse puntas hasta que la voz enérgica de la directora les silenció.

-¡He pedido que se calmen, IPSO FACTO!-exigió la mujer, mirándoles con los ojos muy abiertos y amenazantes-¿Cómo pueden comportarse de esa forma? ¡Delante de tantas personas y en frente de sus propios hijos y hermanos! ¡Por Dios! ¡Solamente en la OEA y en la ONU y eso que les conozco desde que eran unos chicos
 

-Directora…

-No le he dado el derecho de palabra, señor Nussbaum...Tal parece que se les tiene que tratar todavía como a unos críos.

-¿Puedo hablar?-pidió Tiffany, seriamente.

-Adelante, señorita Hwang.

-¡¿Y a ella sí le…?!

-Ella ha pedido permiso para hablar, señor Weiss.

Los dos hombres gruñeron y el que se apellidaba Nussbaum, se cruzó de brazos, casi fulminando con la mirada a Taeyeon y a Tiffany. 

-Estoy en mi derecho de exigir una disculpa por parte de ellos hacia mi novia y mis hermanos…

-¿Qué? 

-Me parece que es lo justo-afirmó la directora, dándole la razón a Tiffany. 

-¡¿En qué te hemos ofendido?! ¡Sólo dijimos que…!

-¡Ofendieron a mi familia, a los presentes que estábamos escuchando casi toda la charla sus risitas y a mí!-espetó Tiffany-¡En varias oportunidades las personas que estaban cerca les pidieron, con respeto, que hicieran silencio, pero no les prestaron atención!

-Pero…

-Suficiente, Weiss y Nussbaum-interrumpió la directora, con severidad-No puedo creer que sigan siendo los mismos alborotadores de hace años. Los respectivos hijos de cada uno quedan suspendidos por 48 horas…

-¡¿QUÉ?!

-Hábiles-agregó la mujer-No seguiré tolerando sus impertinencias. También les exhorto a ofrecer sus disculpas a las señoritas, a su familia y a todas las personas en general ahora mismo que vuelvan al auditorium. He dicho.

No pudieron negarse de ninguna manera, porque una vez que volvieron al auditorium, la directora les dio el derecho de palabra y a través del micrófono, hicieron extensivas sus disculpas a todos y en especial a Tiffany y a Taeyeon. Aún así, le dedicaron miradas de fastidio a ambas.

Ellos se fueron a sentar, pero en unos asientos que estaban en el principio, cerca del escenario que era donde les habían indicado que se quedaran. 

-Ni siquiera trajeron a sus hijos para que vieran la charla-se quejó Tiffany, cruzándose de brazos-De seguro vinieron nada más a molestar. 

-Uh huh…

La forma distraída como Taeyeon le había respondido, la hizo mirarla y fruncir el ceño cuando vio el semblante de preocupación que llevaba. Estaba levemente pálida y miraba la pantalla de su celular, casi con angustia y también algo de miedo. 

-Tae…-susurró su nombre, acercándose para que sólo ella la oyera-¿Qué pasa?

-No sé, no sé…pero algo está pasando.

-¿Qué? ¿De qué…?

-¿Escuchaste lo que dijeron el Nussbaum y el Weiss hace rato?

Tiffany frunció el ceño, buscando en su memoria algo que la ayudara a entender la preocupación de su novia. No le dio tiempo a razonar correctamente, porque justo en ese instante dieron por terminada la junta de padres y las personas comenzaban a levantarse para ir a ejercer su derecho al voto en el pequeño referéndum sobre el aumento de la mensualidad del colegio. 

-¿Qué les dijo la directora cuando salieron?-quiso saber Mike, levantándose de su asiento con cuidado, por Manse que ahora lo tenía él en brazos y estaba adormilado con la cabeza en su hombro, chupándose el dedo.

-Suspendieron a los hijos de los dos ridículos de Nussbaum y Weiss-contestó Tiffany, ayudando a Seth a levantarse con sus muletas-Y bueno, eso que vieron, disculparse delante de todos-miró hacia la pequeña fila que se formaba para votar y suspiró-Ya vengo, tengo que ir a votar.

-Me pregunto a quién se parecerá… ¿A mami o papi? …quiero decir mami y mami. 

Nussbaum y Weiss habían pasado por al lado de ellas y al ser escuchado Weiss por Taeyeon y Tiffany; la pelirroja quiso saltar encima de él para golpearlo, pero justo a tiempo Mike y otras dos personas que estaban cerca y vieron todo, la detuvieron agarrándola para que no se lanzara encima de ellos. De cualquier manera, no importó porque ellos dos ya habían salido corriendo del auditorium con grandes sonrisas de satisfacción en sus rostros. 

-Malditos idiotas…-murmuró entre dientes. Vio a los que la sujetaban y luego a su hermano y se deshizo de su agarre-Gracias, ya pueden soltarme. 

-No le presten atención a ese par-dijo uno de los que la había sujetado-Esos dos siempre están causando líos desde que estudiaban aquí. 

-Sí…-musitó Tiffany-Creo que los recuerdo vagamente… 

-Los árboles con pintura azul y el escritorio de Guignol con pica pica.

-Ya…creo que sí. Gracias.

Tiffany y Taeyeon lograron votar, saliendo casi de inmediato para reencontrarse con los chicos afuera del auditorium y poder ir hacia el estacionamiento. Una vez ahí, Taeyeon encendió su celular, encontrándose con un montón de mensajes de texto y varias llamadas de Heechul y otras de su tío. Justo en el momento, una llamada nueva entró y la atendió.

-Heechul, hola… ¿Qué? Por lo menos saluda, ¿No?... Estoy en el colegio de los chicos por una reunión ¿Por qué? ¿Pasa algo?

-Tae...

La respuesta de Heechul a través de su celular, vino acompañada de una foto suya junto a Leeteuk en la portada del periódico que Tiffany leía a su lado y que alguien había colocado encima de su parabrisa cuando estaban en la reunión.

“I will always love you, Park o de como Farmer y Marron se quedaron cortos”

……………………………………………….

 

Gruñó de rabia y cuando casi iba a pegar un grito, cayó violentamente sobre el enorme montículo de tierra, con la moto rugiendo y luego yendo a parar unos metros más allá; mientras él seguía dando vueltas por la tierra, hasta terminar un poco más abajo y de boca arriba, mirando hacia el cielo y viendo pasar volando, por encima suyo, al saltar, unas 3 motos más que le llenaron más de barro.

Se quedó un instante así, respirando profundamente, pensando en lo que había intentado hacer. Una simple parada de manos encima de la moto y no lo había logrado, por primera vez en toda su vida, todo por estar pensando en el momento en el que Rob le rechazó. Volvió a gruñir de la rabia y levantándose de golpe y quitándose el casco, lo lanzó bien lejos; arrepintiéndose enseguida cuando un dolor espantoso en el brazo le golpeó, le hizo soltar un alarido y lo volvió a recostar en el suelo.
Se retorció de dolor, creyendo que vería al mismísimo demonio en cualquier momento, avisándole que venía a buscarlo para llevárselo, finalmente, al infierno con él; pero la voz que escuchó no fue precisamente la de satanás, sino la de un muchacho que estaba a su lado y que quería tocarlo, pero que Minho le dio un manotazo con la derecha para que se apartara.

-¡Heeey! ¡Sólo intentaba ayudarte, amigo!-protestó el muchacho, ofendido.

-¡Arrrghhhh! ¡Pero no me toques ahí! ¡Me estabas agarrando del brazo malo, imbécil!-chilló Minho, sintiendo las lágrimas en su rostro por el dolor. 

-Si te quedas quieto, sería mejor y más fácil, porque prevendrías que se te ponga peor-avisó el muchacho, acercándose nuevamente y mirando su brazo de nuevo-Tienes una fractura y habrá que llevarte al médico…

-¿Eres médico o qué? ¡Sólo llévame! ¡Maldición!

-Claro…

-¿Qué pasó?-preguntó ahora una muchacha que se había acercado y se quitaba su casco.

-Se ha caído de la moto…

Minho rió amargamente, pero se arrepintió al sentir más dolor. 

-Hola, ¿Qué estabas intentando hacer? Te vi hace rato volando por los aires…

-Una parada de manos, nada difícil-murmuró Minho, molesto consigo mismo.

-Pues lo es, si terminaste así…-musitó la muchacha, seriamente.

El muchacho a su lado rió, burlón.

-JAJA ¡¿Podrían ayudarme a levantarme por lo menos?!-espetó Minho, tragándose todo el dolor que sentía y siendo ayudado de inmediato por los muchachos-Me iré yo solo a ver el médico…

-¿Te acompañamos?-preguntó el muchacho.

-No, gracias.

-¿Te llevo en mi auto?-preguntó ahora la muchacha.

-No, pero gracias…estoy… ¡Ugh! Jodidamente bien. 

-Seeh, eso dijo mi hermanito cuando se quebró el brazo saltando de unos tanques de agua, el brazo se le gangrenó y se lo amputaron a los dos días.

Minho y la muchacha miraron al chico y él rió, nerviosamente.

-Lo siento…tu brazo estará bien. 

-Gracias-murmuró Minho.

-De nada.

Agarró con su mano derecha su casco y comenzó a bajar del montículo, para dirigirse primero hacia la enfermería para que aunque sea le inmovilizaran el brazo y no tener que estar sufriendo cada vez que éste se le movía. Sintió que los muchachos lo siguieron en ese momento.

-Oye, en serio, déjame llevarte en mi auto. Será más rápido-dijo la chica, con un leve tono de preocupación en su voz

-Estoy bien.

-Eres hombre, por supuesto que no estás bien…

-Gracias por decirlo.

-No, lo que quiero decir no es eso, sino que es obvio que a los hombres siempre les duele más las heridas y esas cosas. Apenas se cortan un poquitito y cuando una mujer les va a sanar, se retuercen cuando apenas sí les han tocado. 

-He pasado por dolores que ni te imaginas-espetó Minho, sin mirarla-Te aseguro que sé cómo controlarme. 

-Ah, entonces eres Superman.

Minho se detuvo justo ahí y volteó para mirarla, descubriendo que era rubia y tenía los ojos verdes.

 

Negó.

-No, soy Superidiota. 

La chica rió y le dio la mano para que la estrechara. Minho le dio su mano buena.

-Mucho gusto, entonces, Superidiota. Soy Hayley.

-Sí…igual, en realidad mi nombre es Minho.

-¡¿Minho?!-intervino el muchacho que hasta ese momento se había quedado callado-¡Joder! ¡Eres tú! ¡Sabía que te había visto de antes! 

Minho frunció el ceño y lo escaneó de arriba abajo, confundido. 

-¿Nos conocemos?-preguntó.

El muchacho sonrió más que nunca y le estrechó la mano también, parecía encantadísimo de verlo.

-Soy Colin.

Minho se quedó igual, sin información.

-¿Recuerdas? En Busan…El supercross…nosotros dos… ¡¿En serio no me recuerdas?!-protestó él, desilusionado-¡Te di mi número al día siguiente de navidad! ¡Te dije que me llamaras!

-¡Ahhh! Ya, sí…hola, Colin-saludó Minho, recordándolo vagamente y viendo como él se sonrojaba-¿Cómo has estado?

-Bien, bastante bien. Nunca me volviste a llamar-murmuró él, con una leve nota de vergüenza en su voz.

-Ah, es que…

-Perdiste mi número, seguro. 

-Uhmmm…sí, yo…

-¿Por qué no hablan mejor después?-preguntó Hayley, contrariada y mirando a Minho-¿No tenías que irte al médico? 

-Sí, sí, ya me…

-¿Te llevo?-insistió Hayley de nuevo-Anda, así será más rápido. No tienes auto, ¿Verdad?

-Uhmm, no, la verdad es que no tengo ahora y aunque sí tuviera, no podría manejarlo justo ahora.

-No se hable más. Vamos, Superidiota, te llevo. 

Minho suspiró y siguió a la chica, resignado a ser ayudado por ella. Enseguida se les unió el chico llamado Colin.

-¿Puedo ir con ustedes?-preguntó-Es que quiero asegurarme que estés bien-agregó, sonriéndole a Minho. 

-Sí, supongo-contestó Hayley.

Minho miró a Colin, que seguía sonriéndole

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Comments

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ignacia12 #1
Chapter 111: Me gusto mucho la historia es genial.
yoonalim__ #2
Chapter 6: Sejauh ini blm ada perkembangan
yoonalim__ #3
Chapter 5: Apakah alex undang taeyeon juga
yoonalim__ #4
Chapter 4: Adik tiffany selusin apa
yoonalim__ #5
Chapter 3: Taeyeon lu baru ngeliat tiffany sudah langsung jatuh cinta
yoonalim__ #6
Chapter 2: Tiffany bertabrakan dengan Tae
yoonalim__ #7
Chapter 1: Oke
yoonalim__ #8
Sepertinya menarik
ana2381 #9
Lo he leído más de una vez. Es mi favorito, encabeza la lista.?
lizbsol
#10
Chapter 111: Estupendo, brillante no se que mas decir