Capítulo 77: Aquí sin ti.

Fue automático, quiso levantarse, pero se enredó con la sábana en los pies y fue a parar al suelo. Jadeó y buscó el interruptor para encender la lámpara al lado de la cama.

-¡Christian...! ¡Auch…jo…demonios!-se corrigió a tiempo para que el chico no escuchara una grosería y se recompuso, sentándose en el colchón-¡Qué bueno que llamas!

-Sí, hola-saludó de nuevo el niño, tímidamente-Taeyeon…

-Puedes llamarme Tae, cielo-le dijo la morena, sintiéndose feliz de escucharlo-¿Cómo estás? 

-Bien, estoy bien-contestó, vacilante. 

-¿Sucede algo, hijo? ¿Necesitas algo?

Haberlo llamado “Hijo” le había producido una sensación extraña, era como si de verdad fuera así, como si el pequeño fuera su hijo que le estaba llamando. Tragó con fuerza y sintió su corazón latir apresurado.

-Sí, yo…estoy aquí en Seúl, Tae…estoy aquí-dijo Christian, con voz temblorosa, parecía que iba a llorar.

-¡¿Qué?!-gritó Taeyeon, incrédula y poniéndose de pie de golpe-¡¿Dónde estás?! ¡¿Te fuiste de tu casa?! 

Aquello había sido un error, el gritarle asustó al niño y él comenzó a sollozar en silencio, pero Taeyeon podía escucharlo levemente y tuvo que golpearse mentalmente.

-Lo siento…no quise gritarte, hijo, es que… ¿Cómo llegaste ahí? ¿Dónde está tu papá? 

-¡Charlie no es mi papá, Taeyeon!-explotó, lleno de rabia al recordarlo-¡No es mi papá! ¡Escapé porque él me pega y me maltrata!-gritó, mientras lloraba-Yo quiero quedarme contigo, Taeyeon.

No sabía qué era más fuerte, si la rabia y la bronca que sentía por escuchar que aquel hombre le pegaba al chico o si la tristeza que le golpeaba por no estar con él para consolarlo. Lo sentía, supo desde un principio que ese tal Charlie era malo y le hacía daño. Se arrepintió por no denunciarlo a tiempo. 

-A ver… ¿Dónde estás?-preguntó, hablando apresuradamente y comenzando a buscar algo para vestirse-Estoy en Kiev ahora, pero voy saliendo de inmediato a Seúl.

-No quiero molestarte…

-No me molestas, cielo. Dime dónde estás.

-Una señorita me ha ayudado-repuso el chico, más calmado-Me ha dado de comer y me ha prestado su celular para que te llame. 

Taeyeon corrió a través de la habitación y se metió al baño-¿Cómo se llama ella?-preguntó.

-Su nombre es Chae… ¡Ah mira, aquí está! ¿Te la paso?-preguntó él.

-¡Sí, sí, pásamela!-pidió.

Escuchó una voz de mujer que le preguntaba algo a Christian y luego, él se la pasó. 

-¿Sí?-preguntaron del otro lado con una leve nota de confusión.

-Uh…soy…sé que sonará un poco extraño, pero soy Kim Taeyeon… ¿Sabe quién soy? 

Del otro lado no dijeron nada, por un instante pensó que la mujer había colgado o probablemente estaba intentando descifrar si había algún tipo de broma en ello.

-¿Taeyeon?-preguntó la voz de la mujer, incrédula-¿Eres Taeyeon?

-Kim, sí, uh…sé que…

-¡Por Dios, Kim! ¡No puedo creer que no me reconozcas la voz!-chilló la mujer, riéndose-¡¿No sabes quién soy?! 

-Uhmm…no.

-Soy Chaeryeong, la novia de Alex.

-¡¿CHAERYEONG?!

Una divertida carcajada resonó a través del celular y Taeyeon no pudo creer aquella situación. Ahora sí que creía que el mundo era un pañuelo. 

-¿Y bien, Taeyeon?-preguntó Chaeryeong, más calmada-¿Cuándo es que te volviste madre y los medios no lo saben? 

-¿Madre?-preguntó Taeyeon, sin comprender.

-Este encantador chico me ha dicho que eres su madre-repuso Chaeryeong-¿Me ha mentido? 

-Uh…no, no te ha mentido-respondió, emocionada-Soy…su mamá.

-¡Wow! ¡Bien escondidito que te lo tenías! ¿Y lo sabe Tiffany? ¡Dios! este es el chisme del año...

-¡No, no, Chaeryeong!-saltó Taeyeon, nerviosa-¡No digas nada a nadie, por favor!-suplicó, preocupada-Mira…necesito un favor tuyo…

-No te preocupes, Kim, que de mi boca no saldrá palabra-aseguró Chaeryeong-Sólo era una bromita. 

-Gracias, Chaeryeong…

-Puedes llamarme Chae-dijo la chica-Es más corto.

-Vale, necesito un favor tuyo.

-¿No era que me mantuviera callada?

-No…quiero decir, sí, pero también otra cosa…te lo deberé eternamente.

-Uhm vale, ¿Qué pasa?-preguntó Chaeryeong.

-Yo voy saliendo ahora mismo a Seúl…

-¿No estás de tour?-preguntó ella, confundida.

-Sí, lo estoy, pero ahora Christian me necesita y no tiene a más nadie…

-¿Y Tiffany?

-¿Qué pasa con ella?

-Oye, sé que no es de mi incumbencia, pero a pesar de que este chico se parece a ti, la verdad es que los genes son completamente de la pelirroja. 

Descolocada era poco, alucinada ni siquiera era la palabra exacta para describir lo que había escuchado. Iba a decir algo, pero Chaeryeong continuó.

-¿Hiciste lo mismo que Thomas Beatie de reasignarse…?

-¡POR DIOS, NO!-exclamó Taeyeon, horrorizada al comprender lo que había pensado Chaeryeong-¡No soy tranual, por amor del cielo! ¡Soy mujer!

-Oh, ya lo sabía-repuso Chaeryeong, riéndose.

-Si lo sabes ¿Por qué preguntas?-inquirió Taeyeon, alzando una ceja.

-¡Vamos, tenía que preguntar!-exclamó Chaeryeong, como si fuera algo obvio- Tiene 6 años. No me creo que hayas tenido un hijo y lo ocultes de la prensa. Ni siquiera Michael Jackson puede ocultar a sus hijos con esos pañuelitos.

-Uhh…

-Claaaaro…se parece a ti, pero es una copia de Tiffany. 

-No es familia-aseguró Taeyeon.

-Lo sé, pero tienes que aceptar que es muy extraño. ¿De dónde salió el chico? 

-En Roma. Él me pidió un autógrafo…yo le di mi número…

-¿No es muy pequeño como para que…?

-¡Oh, cállate!-exclamó Taeyeon, asqueada-Es una larga historia y no tengo tiempo ahora. Sólo dime si estás dispuesta a ayudarme. 

-Claro, dime.

-Bien, yo voy saliendo ahora mismo. No le digas a nadie de Christian…

-¿Piensas ocultarlo?

-¡No! ¡Déjame hablar!

-Vale vale, perdón…

-Escucha. No le digas a nadie, por favor. Debo protegerlo de un hombre que le hace daño…

-¡¿Quién es ese maldito?!Preguntó Chaeryeong, enojándose-¡Le arrancaré las bolas!

-¡Eso no importa ahora! ¡Lo que importa es que Christian debe estar bien! ¡Cuídamelo mientras tanto y yo iré a tu casa a buscarlo!

-¿Sabes dónde vivo?

-Mándame la dirección por mensaje de texto. Ahorita mismo estoy ocupada arreglándome. ¿Podrás hacerme ese favor? 

-Claro, claro, no te preocupes. El chico estará bien-aseguró Chaeryeong.

-¡Gracias, te debo una grandísima!-exclamó Taeyeon, feliz

-Nah, déjalo así. El chico es realmente adorable. Apenas lo vi y fue una dulzura.

-Sí, sé a lo que te refieres-estuvo de acuerdo-Entonces, me voy. Nos vemos luego. 

-¡Oye espera!

-¿Qué?

-Alex viene…

-¡¿Qué?!

-Sí, quedamos de vernos hoy en mi casa…

-¡Oh, está bien!

-¿Le puedo decir a él?

-¡Pero a nadie más!

-Vale, vale, entendido. 

-Pásamelo a Christian. Quiero decirle que se quede en tu casa mientras tanto…

-Demasiado tarde, Kim. El pequeño Harry Potter Hwang se ha quedado rendido en el sofá-repuso Chaeryeong.

-Bueno, gracias. Nos vemos. Dile de mi parte, cuando despierte, que no se vaya de tu casa.

-Sí, sí.

-Gracias.

Colgó y cerró de un portazo el baño. 
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Su vuelo a Brasil saldría a las 11 de la mañana, por ello había madrugado para poder arreglar el equipaje para unos 2 ó 3 días, que era lo que pensaba necesitaría para terminar de sellar la negociación con el empresario brasileño.

Había dormido poco, tenía una sensación extraña en el cuerpo que no la dejaba en paz y sentía una enorme necesidad por llamar a Taeyeon. Incluso había tomado su celular y cuando comenzó a marcar, de inmediato lanzó el aparato a la cama. ¿Qué le diría? Preguntarle por si estaba bien se escuchaba hasta patético en su mente. Era idiota.

Bajó a la cocina para tomar un café y se encontró con Leah, que estaba desayunando para ir al instituto. Su hermana la saludó con un breve “Hola, Tiffany” y ella le respondió con un escueto “Hola”.

Bebió su café en silencio, mientras leía muy por encima las breves noticias de ese día, pronto se dio cuenta que era lo que estaba esperando leer y cuando no lo consiguió, suspiró decepcionada y dejó a un lado el diario, cruzándose de brazos.

-Tiffany…

-¿Hmm?

Leah se levantó y dejó su plato vacío en el fregadero, lo lavó y luego volteó a mirar a la pelirroja.

-Jong ha llamado ésta mañana muy temprano. Sé que me dijiste que no contestara, pero nadie más lo hizo y tú estabas dormida…

-¿A qué hora llamó?-preguntó Tiffany, sirviéndose más café.

-A las 5.

-A esa hora ya yo había salido de la ducha para vestirme-repuso Tiffany, seriamente-Hubieras tocado a mi puerta y yo contestaba. 

-Vale, no sabía…

-Sabes que siempre me despierto temprano-atajó Tiffany, de inmediato. Leah bajó la mirada-De cualquier manera. Ya hablaré con él en la oficina, antes de irme ¿Querías decirme algo más?-preguntó, terminándose el café y dejando la taza en el escurridor. 

-No.

-Bien. Date prisa ¿Dónde están tus hermanos?-preguntó.

-Alex frente al espejo, Sam imprimiendo un trabajo, porque el que tenía se le manchó con el café, Mike y Noah buscando sus cosas-contestó Leah, monótona.

-Um, vale. 

-¡Espera!-llamó Leah, de nuevo y deteniendo a Tiffany, quien la miró con atención-Yo…te pido disculpas…-Tiffany alzó una ceja, dubitativa-Por la estupidez con Luke en el aeropuerto. Sé que no fue la mejor manera para comunicarte lo que sucedía…entre él y yo.

-No, no la fue-Tiffany estuvo de acuerdo-No era necesario.

-Debí decírtelo simplemente…

-Lo hubiera preferido, definitivamente-admitió, cruzándose de brazos-¿A dónde quieres llegar con esto?-preguntó, recelosa. 

Leah sonrió y se mordió el labio inferior con nerviosismo. 

-La culpa de esto ha sido mía. Únicamente. No quiero que Taeyeon siga pagando por mis errores.

Tiffany alzó las cejas y asintió distraídamente-¿Qué más? 

-Uh…yo…he estado comunicándome por el celular de Sehun-confesó, sonriendo por su travesura-Él me prestaba su móvil en el recreo. 

-Ya lo sabía-dijo Tiffany, tranquilamente.

-¿Los profesores…?

-No, ni tampoco Sehun-negó ella, rápidamente-Sólo que cuando tú estás yendo, ya yo he venido unas 20 veces. 

-¿Y por qué no me dijiste nada?

-No iba a perder mi tiempo retándote-respondió, sincera-Estoy cansada de ello. 

-Oh…bueno ¿Me perdonas?-preguntó, esperanzada.

-Sí…-respondió. Leah sonrió-Pero eso no quita lo de Suiza-agregó.

-Lo sé, supongo que me lo merezco-susurró Leah, encogiéndose de hombros.

-Si eso es todo…

-No, en realidad no…

-Leah…vas a llegar tarde...

-¡Será rápido, lo prometo!-aseguró la chica-Jong está haciendo lo posible porque lo perdones…

-Lo sé, se esfuerza demasiado. 

-¿Y bien?

Tiffany suspiró y frunció los labios. 

-No sé, ¿Qué quieres que te diga?-preguntó.

-Si lo vas a perdonar…-murmuró Leah

-Sí…-iba a irse, pero Leah la detuvo de nuevo.

-¿Y a Taeyeon?-preguntó-Sabes que ella te extraña demasiado, le haces falta y…ella sólo me estaba cubriendo a mí, no quiso herirte. Jamás fue su intención y estoy segura que ella piensa que si pudiera devolver el tiempo, te diría toda la verdad desde el primer momento.

-Yo también lo creo.

Leah notó que no había rastro de sarcasmo en sus palabras y sus ojos marrones, repentinamente estaban aguados, pero no soltaba lágrima alguna. 

-¿La perdonas?

Tiffany sonrió y se encogió de hombros, mordiéndose los labios para no llorar.

-Ya lo hice-repuso-Es sólo que…

-¿Qué?

-Cuando pienso…cuando recuerdo como intentaba apartarme de la discusión que Luke, Jong y tú sostenían cuando ella se iba al tour…todo el tiempo que ella supo lo que ocurría…

-Te dije que es mi cul…

-De todas maneras me dolió la forma.

-Te extraña, me lo dijo.

-Y yo la extraño a ella. Mucho. 

-¿Por qué no la llamas?

-Supongo que…tengo miedo-confesó-de volver a cagarla con ella y…tratarla mal.

Tiffany pasó por su lado y Leah la vio irse, cuando supo que no regresaría, sacó del bolsillo de su chaqueta una grabadora y la apagó. Con una gran sonrisa, corrió a buscar sus cosas para irse al instituto. 
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Si le hubiera dicho a Heechul que se tenía que ir a Seúl de emergencia, probablemente él habría encontrado la manera de hacerla quedarse, por eso mismo no le había dicho nada y simplemente escribió una nota, en la que inventó que su tío Hyuk estaba muy enfermo y que había tenido que salir de improviso para verlo. 

Se la dejó con Kwang y Leeteuk, quienes al principio, no estaban muy convencidos y que creían que Heechul los despediría por no avisarle. Ella les aseguró que de eso ocurrir, ella misma los contrataría como sus guardaespaldas personales. 

Miró el reloj: las 8:57 de la mañana y ya por fin había bajado de ese avión. Dio gracias al cielo que no había mucha gente en el aeropuerto esa mañana y que, si bien se había colocado un sobretodo, unos lentes para ocultar las ojeras que tenía y una gorra, nada de eso ocultaba su identidad. En ese momento no le importaba en lo más mínimo, sólo quería ir a buscar a Christian. 
Viendo un taxi, corrió y entró al mismo.

-Por favor, lléveme a esta dirección-le pidió al taxista, entregándole un papel.

El hombre, al ver quien era, abrió muchísimo los ojos y se le quedó mirando como si hubiera visto un fantasma. 

-Señor…

-¡Oh, sí, lo siento!-exclamó el taxista, agarrando la nota y leyendo-¿Quiere que la lleve a este lugar?-preguntó, aún aturdido por tener a Kim Taeyeon en su auto.

-Sí, por favor y apúrese, que tengo prisa.

El taxista, con manos temblorosas, accionó la ignición y se puso en marcha muy torpemente. Durante el camino, encendió su celular y enseguida encontró que tenía 30 llamadas perdidas y 20 mensajes de voz de Heechul, lo que quería decir que ya estaba al tanto de su pequeña huida. Imaginó su rostro como un gran tomate de color rojo sangre que iba a explotar de furia y reprimiendo una carcajada, borró el buzón de mensajes sin qu