El miedo que…

Lo que me gusta de ti (Adaptación TaeNy)
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Capítulo 75: El miedo que…

Después de comer se habían quedado viendo películas. Taeyeon mantenía abrazada a Tiffany en su regazo, mientras le acariciaba distraídamente el cabello y veían la parte final de la película del Rey León, que era la que había elegido la pelirroja, mientras pegaba brinquitos como niña chiquita encima de la cama rogándole que la vieran porque era una de sus favoritas. No pudo negárselo y terminaron viéndola, al fin y al cabo ella había accedido a ir a la piscina. 

Nunca había visto esa película y confesárselo a Tiffany fue que ella dijera de inmediato “No tuviste infancia. Al igual que es un insensible el que no haya llorado cuando Mufasa muere y Simba le ruega que se despierte”. 

Cuando pasaron esa escena, descubrió a Tiffany llorando a lágrima viva y, evitando reírse, la abrazó y le dijo que era sólo una película de muñequitos. Había sido peor, porque la pelirroja le soltó un almohadazo tremendo y le gritó que era una insensible malvada sin corazón que no tuvo infancia, después corrió hacia el baño y Taeyeon, deteniendo la película en el momento en el que Simba huye por petición de Scar. Taeyeon entró al baño y le pidió disculpas por haber dicho eso. Tiffany accedió, pero le había dicho “De todas formas eres una insensible que no ha tenido infancia”. 

Después de aquello no había estado muy pendiente de la película. Sí, se había medio asqueado cuando Timón y Pumba comían gusanos e insectos, pero luego de eso no le había parado mucho y perdió finalmente el hilo. 

Todavía seguía pensando en lo sucedido en la piscina y que Tiffany, aparentemente, no recordara haber dicho lo que había dicho. Seguía dándole vueltas a la situación y no hallaba explicación; salvo tal vez, que la pelirroja estuviera comenzando a presentar rasgos tempranos y síntomas de una posible senilidad o predemencia de Alzheimer. De inmediato lo descartó, al darse cuenta que estaba siendo ridícula, el sólo pensamiento era ridículo. Tenía que ser algo más.

Vio a Simba convertirse finalmente en rey y Tiffany se estiró para quitarse la pereza y volteándose, miró a Taeyeon, que todavía seguía metida en sus pensamientos. Sonriendo, se alzó un poco y le dio un beso pequeñito en la mejilla, consiguiendo que la mirara y le sonriera igualmente.

-Sabes que a mí no puedes mentirme.

BAM BAM, fue lo que escuchó en sus oídos cuando sintió como si su corazón diera un vuelco, palideció y frunció el ceño, confundida y nerviosa.

-¿De qué hablas?-preguntó Taeyeon, queriendo que no se le notara la preocupación en el rostro. 

Tiffany alzó una ceja y la miró fijamente.

-Admite que no prestaste atención a la película-exigió, convirtiendo su seriedad, una media sonrisita burlona-Admítelo.

Taeyeon soltó el aire que había estado aguantando sin darse cuenta y por el alivio tan grande que sintió, comenzó a reírse con nerviosismo. 

-Ahh, era eso...

Tiffany rió también y después de darle un beso, la abrazó.

-Claro… ¿Qué pensaste que era?-preguntó, juguetona.

-Uh…yo…no, nada…

-¿Lo admites?

-¿El qué?-preguntó Taeyeon, distraída por sus besos.

-Que eres una insensible que no tuvo infancia y que además…no terminó de ver la película, tontita-susurró Tiffany, ladeando la cabeza. Taeyeon se mordió el labio inferior y le dio un beso.

-Está bien, lo admito…-murmuró-Pero con una condición…

-¿Cuál?

Taeyeon sonrió malévolamente y con buenos reflejos la tomó de la cintura y rodó con ella en la cama, hasta colocarse encima de ella y provocarle un sonrojo que le encantó.

Tiffany la observó, fascinada por el poder que ejercía la mirada de Taeyeon en ella. Sintió miles de mariposas y una gran excitación al tenerla encima suya y apenas rozándole los labios.

-La condición es…-susurró Taeyeon, provocativamente-que admitas que ahora mismo estás a mi merced, que te traigo loca, que cuando me tienes cerca te desconcentras y que cuando te beso…cuando te hago el amor, el mundo desaparece y sólo estamos tú y yo…-sonrió y acarició con los labios sus mejillas, haciendo gemir a Tiffany cuando sintió la pierna de la morena entre las suyas, presionando ligeramente-Admítelo-demandó Taeyeon, nuevamente.

-Tae…yo…

-Admítelo-presionó aún más y Tiffany jadeó, haciendo un gesto de placer que a Taeyeon le encantó.

-¡ESTÁ BIEN! ¡Lo admito!-gritó Tiffany, respirando agitada y con los ojos cerrados-¡Lo admito! ¡Me vuelves loca y todo eso que dijiste!

-Bien…-musitó Taeyeon, satisfecha y besando su cuello para torturarla un poquito más-¿Qué más?

-Te amo…te amo…te amo…

-Eso está bien, pero…

-¡JODER, HAZME TUYA YA! ¡HAZME EL AMOR!-bramó, enrojecida y agarrando por el cuello a Taeyeon, quien no se hizo más de rogar y la besó con locura.
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Intentó una primera vez, una segunda y una tercera, pero a la cuarta colgó medio enfadado medio triste. Había estado llamando desde ese teléfono que había comprado Charlie y que le tenía prohibido usar, hubiera querido hablar con Taeyeon y decirle que estaba bien, que esperaba verla alguna vez de nuevo y que le mandara saludos a Tiffany, pero no atendía. Repicaba y repicaba, pero no atendía.

“Quizá está muy ocupada” -pensó, decepcionado.

Dejando el teléfono en su lugar, cogió su libreta y el bolígrafo, pero cuando iba a salir de la habitación, tropezó con Charlie que había llegado.

Se quedó un rato mirando hacia su camisa, sin atreverse a mirarlo a los ojos, tragó con fuerza y sintió ganas de vomitar, casi podía sentir el sabor amargo de la bilis en su garganta, quemándole. 

Tomando aire y un poquito de valentía, alzó la mirada y se encontró con la mirada dura de Charlie, interrogándole con los ojos, tan negros que le hacían pensar en túneles oscuros, fríos y sin salida. 

-¿Qué haces aquí?-preguntó Charlie, con la voz helada.

-Uh…vine a dejar la paga de hoy…

-La paga me la das a mí, personalmente. ¿Se te olvidó?

-No, no lo olvidé, es que como tú no estabas, yo pensé dejártela en tu…

-¿Dónde está?-cortó Charlie, mirándolo con suspicacia.

Volteó y fue hasta el diván, tomó la bolsa con el dinero y se lo entregó a Charlie, quien lo agarró arrancándoselo de las manos.

Contó el dinero enfrente de él y luego, guardándolo en la parte de arriba del escaparate, donde no él no pudiera agarrarlo, volteó y lo miró. 

-¿No has robado nada?-preguntó, receloso. 

-No, señor.

-¡Mírame a la cara cuando te hablo!-gritó, enojado y le zampó una bofetada.

-¡No, señor!-respondió a voz en grito, el chico, conteniendo la rabia que estaba sintiendo y apretando las manos en un puño. 

No contento con la respuesta y aún dudando, sin previo aviso, Charlie lo tomó por los tobillos y lo alzó con facilidad en el aire, poniéndolo de cabeza y zarandeándolo para que lo que tuviera en los bolsillos de su pantalón, cayeran al suelo. 

Efectivamente, no tenía dinero y sólo cayeron de sus bolsillos unos caramelos que le habían regalado unas personas que lo vieron tocar la guitarra y un muñeco del pitufo soñador, que se había encontrado tirado en el parque.

Charlie lo enderezó de nuevo y sin soltarlo, lo estrelló contra la pared, violentamente y lo miró con furia. El chico no se amilanó ante la forma como lo miraba y mantuvo un semblante de seriedad absoluta, queriendo demostrarle que no le había afectado en nada el golpe en la cabeza y que no le dolía cuando le apretaba en los brazos. Aunque así fuera. 

-No quiero volver a verte aquí. No quiero que entres. El dinero siempre, escúchame bien, SIEMPRE me lo entregarás en mis manos. Completo, sin falta. Si descubro que me has robado…

-¡No soy un ladrón!-gritó, iracundo. 

-Si descubro que has robado…-repitió de nuevo, Charlie y haciendo oídos sordos a la protesta del chico-Te haré caminar descalzo sobre vidrios. ¿Entendiste, niño? 

-Sí.

-¡¿SÍ, QUÉ…?!-preguntó, escupiéndolo en el rostro al gritar. 

-¡SÍ, SEÑOR!-igualó el chico, como si de un soldado se tratase.

Charlie lo soltó y cayó al suelo como una marioneta, se levantó de inmediato y agarrando sus caramelos, el pitufo y su libreta, salió corriendo de la habitación sin mirar atrás. Segundos después escuchó la puerta cerrarse y retumbar todo el lugar a su alrededor. 

Sabiendo que Charlie ya no lo vería, corrió hasta su habitación y lleno de rabia, pateó la silla, agarró una lámpara y la arrojó contra la pared, un vaso y un plato corrieron con la misma suerte. Pateó de nuevo la silla varias veces y cuando estuvo lo suficientemente agitado y que se hubo quitado un poco la bronca que sentía, se dejó caer en el colchón y se miró los brazos. Los tenía rojos y aún le ardían las marcas de los dedos de Charlie en su piel, se palpó detrás de la cabeza y tuvo que retirar de inmediato la mano, al sentir un dolor intenso ahí. 

Respiró profundamente varias veces y al sentirse un poco más calmado, agarró su guitarra que estaba a un lado, completamente ajena a su ira de hacía segundos y deslizó sus dedos por las cuerdas. Tomó su libreta y sacando un lápiz, quiso comenzar a escribir una nueva canción, pero al ver que estaba temblando, todavía, de rabia, dejó el lápiz por unos minutos. 

Tal vez era mejor que se calmara un poco más.
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Despertó de golpe, miró a su alrededor y todo le dio vueltas, se sentía mareada y como si estuviera ebria. Saltó de la cama al sentir que no podía aguantarlo y corrió al baño, abrió la tapa del escusado y vomitó. Respirando agitadamente, su estómago hizo extraños sonidos y quiso llorar, se sentía pésima. Vomitó de nuevo y esa vez, la mano cálida de Taeyeon le sostuvo el cabello, luego, cuando le dieron más arcadas, se colocó detrás suyo y le hizo la maniobra de Heimlich para que expulsara lo que quedaba de lo que había comido horas antes en el almuerzo. 

Taeyeon la soltó despacio y Tiffany fue al lavamanos y se echó agua en el rostro y en la boca, respirando como si hubiera estado corriendo en un maratón por varias horas. Se secó la cara y, seguida de cerca por Taeyeon, se fue a recostar de nuevo en la cama. La morena le tomó la temperatura, pero la sorpresa que se llevó no fue porque estuviera con fiebre, sino porque estaba helada y al tomar su mano, también las sintió muy frías, aparte que temblaba incontrolablemente y le castañeaban los dientes.

-¿Quieres que llame a un médico?-preguntó, preocupada.

-No-respondió Tiffany, escuetamente y mirando al techo con aire distraído. Se tapó con la sábana y siguió temblando

-Llamaré al médi…

-¡Te dije que no!-espetó la pelirroja, enojándose y agarrándola por la muñeca-Estoy bien.

-No puedes estarlo si has…

-Estoy perfectamente bien, sólo…ha sido una indigestión. Comí mucho.

-Estás helada…

-Está haciendo un poco de frío, nada más. Si pones la calefacción se me quitará.

-La calefacción está puesta.

Tiffany gruñó, sintiéndose frustrada por la insistencia de su novia, se tapó completa con la sábana hasta la cabeza para no verla y se volteó, dándole la espalda. Taeyeon suspiró y caminó hacia el otro lado de la cama para ponerse de frente a la pelirroja, se acostó a su lado y tiró de la sábana para quitársela. Tiffany le devolvió la mirada y como muchas veces anteriores, volvía a tener los ojos de un marrón oscuro. 

-Estás enojada.

-No lo estoy-discutió Tiffany, rodando los ojos. Taeyeon la cogió por el mentón y alzó una ceja.

-Lo estás-insistió-¿Qué pasa?

-Nada.

-¿Qué pasa?

-¡No tengo nada! ¡Joder!

-Te insistiré hasta que me digas. Te enojarás aún más y no me importará. Quiero saber por qué estás así de susceptible…

-NoEstoySusceptible.

Y en un intento por querer demostrárselo, estrelló sus labios con los de Taeyeon y la besó furiosamente, casi como queriendo desquitarse de ella, hacerle ver que no pasaba nada, que no sucedía nada. 

Al principio, Taeyeon le respondió a la desesperada, porque el arranque de pasión que tenía la pelirroja le tomó por sorpresa, le estaba desquiciando el poder de su boca contra la suya, besándola como si el mañana no existiera, pero también la suavidad con que lo hacía. 

Una serie de imágenes rápidas y sin sentido comenzaron a aparecer en la mente de Tiffany, algo de vidrio estrellándose resonó en sus oídos y Tiffany gimió.

Taeyeon se dio cuenta en ese momento que la pelirroja estaba con la mente en otra parte, así que agarrándola de la mano, apretó y se apartó. Tiffany se quitó de encima de ella y se tapó la cara con las manos.

-Tiffany…

-Lo siento-cortó ella, con voz ahogada-Me siento fuera de lugar, es todo, pero se me quitará.

-Todavía puedo…

-Dije que no-repuso Tiffany, apretando los dientes-Te aseguro que estaré bien-agregó mirándola a los ojos. Taeyeon se fijó que poco a poco parecían recuperar el tono claro de antes-¿Podrías creerme?

Sus palabras ya no eran golpeadas como minutos antes y había un dejo de nerviosismo en ellas, Tiffany le tomó la mano con delicadeza y su piel volvía a estar cálida.

-Te creo-musitó Taeyeon, acariciando su mejilla.

El teléfono fijo de la habitación sonó y Taeyeon saltó de la cama para cogerlo.

-¿Diga?...Ah, hola, Leah…-Tiffany volteó la cabeza tan bruscamente que Taeyeon temió que se hubiese daño y vio como frunció el ceño y los ojos se le volvían oscuros de nuevo-Sí, aquí está, pero…

-¡Pásamela!-exigió Tiffany, nuevamente enojada-¡Ahora! 

-¿Te la paso?-preguntó Taeyeon a Leah por el teléfono-Vale, está bien…

Taeyeon le iba a pasar el teléf

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Comments

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ignacia12 #1
Chapter 111: Me gusto mucho la historia es genial.
yoonalim__ #2
Chapter 6: Sejauh ini blm ada perkembangan
yoonalim__ #3
Chapter 5: Apakah alex undang taeyeon juga
yoonalim__ #4
Chapter 4: Adik tiffany selusin apa
yoonalim__ #5
Chapter 3: Taeyeon lu baru ngeliat tiffany sudah langsung jatuh cinta
yoonalim__ #6
Chapter 2: Tiffany bertabrakan dengan Tae
yoonalim__ #7
Chapter 1: Oke
yoonalim__ #8
Sepertinya menarik
ana2381 #9
Lo he leído más de una vez. Es mi favorito, encabeza la lista.?
lizbsol
#10
Chapter 111: Estupendo, brillante no se que mas decir