Capítulo 89: Di qué voy hacer contigo

Sintió que le daban un beso en la mejilla y sonrió, todavía con los ojos cerrados, cuando la mano suave de Tiffany la acarició. La agarró y entrelazó sus dedos con los de ella. 

-Bella durmiente, hora de levantarse-susurró la pelirroja, en su oído y provocándole cosquillas-Son las 7:55 y la cita es a las 9. 

Taeyeon se desperezó y abrió los ojos, viendo a la pelirroja a su lado, sonriéndole con dulzura y acariciando su cabello.

-¿Cuánto llevas despierta?-preguntó Taeyeon, besando su mano. 

-Mmm, desde las 5 de la mañana…

-¡¿Qué?! ¿Por qué tan temprano?-se levantó de la cama de un salto y caminó hacia el baño.

-Porque no podía dejar de ver cómo dormías.-dijo Tiffany, colocándose detrás de ella para abrazarla y darle un beso en la mejilla, mientras ella se comenzaba a cepillar los dientes-Te ves hermosa. Ahh y te espero abajo para desayunar. 

Taeyeon soltó una risita con el cepillo en la boca y escupió la espuma en el lavamanos. El celular de Tiffany comenzó a sonar en ese momento y la pelirroja salió a agarrarlo de la mesita de noche; vio el ID de Minho y atendió. 

-¡Qué raro tú levantado tan temprano! ¿Te caíste de la cama?

Una risa llenó la línea del móvil y Tiffany lo acompañó. 

-Estoy practicando para cuando comience a trabajar, no me vayas a despedir-bromeó Minho-¿Cómo estás, amor mío?

-Bien, preparándome para salir con Taeyeon a su primera cita con el obstetra y hacerle el ecosonograma-respondió Tiffany, contenta y escuchando en ese momento la ducha; señal de que Taeyeon estaba bañándose. 

-¡Eso es genial!-exclamó Minho, emocionado-Mándale saludos y mis mejores deseos a Taeyeon. 

-Lo haré, no te preocupes-confirmó Tiffany-¿Y tú? ¿Y esta sorpresa de tu llamada?

-Te he llamado antes con anterioridad.

-Sí, pero no a las 8 de la mañana-dijo Tiffany, sonriendo y viendo su reloj-¿Problemas de nuevo con Rob?

-No, nada de eso. Ya sabes que nos arreglamos y eso-dijo Minho-Bueno…la verdad es que te llamo porque necesito hablar contigo para…saber si me puedes orientar…es una ayuda…que Rob y yo necesitamos. 

-A ver, ¿Qué clase de ayuda?-preguntó Tiffany, saliendo de la habitación para bajar a la cocina.

-Es que…verás, pensaba decírtelo ayer, pero se me pasó por completo y al final me fui. Sé que tal vez no puedas ayudarnos, pero…

-Oye, Minho, ¿Por qué no lo sueltas y listo? Estás titubeando mucho.

El chico se quedó callado unos segundos y al final se decidió a “soltarlo” como había dicho la pelirroja.

-No te rías, pero…Rob y yo vamos a ser padres-dijo, lo más tranquilo que podía

Se quedó completamente callada y en blanco, confundida. Intentando procesar aquella información tan peculiar que le daba su amigo y tratando de recordar si alguna vez Minho le había dicho que tenía órganos femeninos o…tal vez no era él, sino Rob, que quizá era tranual como Thomas Beatie.

-¿Tiffany?-llamó Minho, con una nota de nervios en su voz-¿Estás ahí?

-Sí, sí, aquí estoy…

-¿Escuchaste lo que dije? Rob y yo pensamos ser papás y…estamos buscando un vientre en alquiler…

-¡Ahhh! ¡Era eso!-exclamó Tiffany, riéndose nerviosamente

-Sí… ¿Qué pensabas que era?-preguntó Minho, confundido.

-No, nada, es que…nada. Continúa ¿En qué te ayudo?

-Bueno, es que...no queremos abusar de tu amistad y…

-Minho…

-Queremos saber si nos podrías…orientar de un buen…obstetra o uno de esos médicos que hacen inseminaciones artificiales. Si tienes algún amigo médico…

-Aja, sigue…

-Quizá si puedes preguntarle a Myungsoo o al mismo médico que atenderá a Taeyeon-farfullaba sin control-Para ver si existe la posibilidad de encontrar a una mujer que alquila su vientre para tener un bebé y que nosotros, Rob y yo quiero decir…le pagamos para que salga embarazada y luego…-gimió, derrotado-demonios, soy un desastre explicando.

Tiffany rió divertida.

-Tranquilo, Minho, creo que comprendo tu punto. ¿Lo que quieres es que te averigüe si hay algún médico que pueda hacerle una inseminación a una mujer que alquila su vientre y luego que ella les de el bebé a ustedes? ¿Es eso?

-Sí, eso mismo, Tiffany-dijo Minho, angustiado-Pero es que…demonios, yo que soy malo explicando y además con eso de “vientre en alquiler”…me parece medio despectivo y hasta denigrante a la mujer…pero, ¿Cómo más puedo decirlo sin que suene peyorativo o insultante? Se siente como si…no sé, fuera a pagarle a una mujer por tener un bebé mío, porque soy yo quien donará el esperma.

Tiffany rió nuevamente.

-En realidad va a tener un bebé tuyo y le pagarás por eso, Minho.

-Bueno, bueno, tienes razón-coincidió él, riendo también-Pero lo que quiero decir es que es… ¿Así como esos hombres que pagan por acostarse con una de estas mujeres de la “buena vida”? ¿Sabes, no?

-Aja, sí…

-Bueno, así mismo…

La pelirroja sacó una taza y se sirvió café, sentándose en una silla a esperar a Taeyeon. 

-Siempre pueden adoptar -propuso, bebiendo un poco de su taza.

-Lo sé, pero es que…

-Quieren un bebé de ustedes ¿No?

-Sí, así mismo. Al segundo hijo, sí adoptaremos; pero quiero que el primero sea propio. 

En ese momento Taeyeon entró a la cocina y acercándose a Tiffany, la agarró del mentón y le dio un suave beso en los labios, que apenas la pelirroja respondió, comenzó a ponerse intenso y más apasionado por parte de la morena. Tiffany sonrió en medio del beso, pero intentó separarse para poder responderle a Minho.

-¿Tiffany? ¡Ey, Tiffany! ¿Estás ahí, Stephanie?-la llamó Minho, con algo de nerviosismo en su voz. 

Tiffany gimió y después de tomar por la cara a Taeyeon, logró apartarse, pero no sin antes morderle ligeramente el labio inferior. La morena le guiñó el ojo y fue a servirse jugo de naranja.

-Sí, sí…aquí estoy-farfulló Tiffany, lanzándole un beso a Taeyeon-Bueno…pero si quieres pueden venir ustedes también, Minho. Así aprovechan y hablan personalmente con Myungsoo o con Kyungmin. 

-¿Podríamos? ¿En serio?-preguntó, entusiasmado.

-¿Cuándo te he mentido?

-Amor mío, eres genial. ¿A qué hora podemos?

-A las 9 es la cita de Tae. Si quieres, pueden estar allá a las 10 ó 10:30 y allá vemos, pues.

-¡Muchas gracias, Tiffany!-agradeció Minho, feliz

-No hay de qué, Min. Nos estamos viendo, que tengo que cortar aquí porque debo apurarme para salir rápido-dijo Tiffany, mirando a Taeyeon comer.

-Vale, Te amo, chau.

-También te amo, un beso, chau.

Colgó y Taeyeon aprovechó para robarle otro beso a Tiffany, pero esa vez más corto y tranquilo. La pelirroja sonrió. 

-¿Qué es lo que le quería Minho con Myungsoo?-preguntó Taeyeon.

-¡Qué curiosa eres!-exclamó Tiffany, riéndose. Taeyeon le sacó la lengua-Es que él y Rob quieren ser papás y están buscando un vientre en alquiler para poder tenerlo.

-¿En serio? ¡Ay qué lindo!-dijo Taeyeon, contenta.

-Sí…aunque no me imagino a Minho siendo papá, tendría que verlo con mis propios ojos-dijo Tiffany, agarrando un pedazo de piña y acercándoselo a la boca de Taeyeon para que comiera.

-Seguro que será uno muy bueno, al igual que Rob-Taeyeon mordió la piña y luego bebió más jugo. Miró al frente, algo pensativa-¿Qué nombre le pondremos si es niño? 

Aquella pregunta la había agarrado fuera de base, abrió la boca como si fuera a decir algo, pero luego la cerró; nuevamente la volvió a abrir y la cerró otra vez, dándole aspecto de un pez fuera del agua. Taeyeon la miraba atentamente, esperando una respuesta. 

-Uhh…pues…no sé, Tae-dudó Tiffany, sintiéndose algo tonta-El que tú quieras estará bien.

-Vale, pero te estoy diciendo para que opines también-dijo, levantándose y colocando el plato vacío en el fregador-Mira…Leah me propuso, que como ella es su única tía mujer, entonces ponerle Leo, en honor a ella…

-¡¿Leo?!-preguntó Tiffany, conteniendo la risa-Qué imaginación tiene.

Taeyeon rió y le dio un pellizco cariñoso en el brazo-Leo es un lindo nombre.

-No digo que no lo sea, sino que es ingenioso que Leah quiera darse el crédito.

-Pero no es el único que tengo, también he pensado en Jisang o Dylan…Si es niña, Michelle o Miyoung.

-Los dos son bonitos, puedes escribirlos en papelitos junto con el de Leo y que una mano inocente elija uno al azar-propuso Tiffany.

-La mano inocente podría ser la de Noah o Seth-pensó Taeyeon.

-Exacto.

-Bueno, pero pongamos más nombres ¿Cuál propones tú?-preguntó Taeyeon, abrazándola por el cuello.

-Nah, yo no sé de nombres. Además, creo que están bien los que tú…

-Yo quiero escuchar tu opinión, Tiffany. Para mí, lo que tú digas vale más que cualquier nombre que los demás digan.

-Ya son las 8:30, vamos a llegar tarde, así que será mejor que…

-¡Tiffany!-la llamó, deteniéndola antes que saliera por la puerta-¿Qué pasa? Yo quiero escuchar los que tienes pensado, porque sé que los tienes. Tu cara me lo dice.

-¿Mi cara…?

-Sí, se lee y todo. No te dejaré ir hasta que no me digas, por lo menos un nombre de niño y uno de niña.

Tiffany suspiró, dándose por vencida.

-¡No te rías! De niño, Magnús Georg y de niña, Auður-dijo Tiffany, mirando hacia el suelo y enrojeciendo-Son nombres…-carraspeó-Islandeses…Magnús por Magnús Scheving, el que hace de Sportacus en LazyTown y Georg por Goggi el de Sigur Rós-explicó, tímidamente-El de Auður es…bueno, simplemente lo escuché una vez estando en Islandia y…me gustó.

Taeyeon sonrió tiernamente, le había conmovido la cara de niña chiquita que Tiffany había puesto y se acercó a ella para abrazarla y darle un beso en la frente. 

-¿Por qué habría de reírme? Me parecen unos nombres encantadores-dijo, apretándola contra su cuerpo al rodear su cintura con sus manos. 

-¿En serio?-preguntó Tiffany, dudosa-Es que…Jong siempre se burlaba de esos nombres, porque yo decía que se los iba a poner a mis hijos cuando los tuviera. Bueno…en realidad pensaba en Magnús Stefán, pero el segundo es el mismo del actor que hace de Robbie Rotten en LazyTown y a mí no me gusta Robbie Rotten.

-Eso es lo más tierno que he escuchado en mi vida, que veas LazyTown. Por eso es que yo digo que tú eres mi niña-la besó en la nariz y Tiffany sonrió-Haremos esto: si es niño, le ponemos Magnús Georg y si es niña, le ponemos Auður. 

-Pero ¿Y tus proposiciones? Yo digo que sería mejor que le pusieras el que tú quieras, porque los míos son…

-Mejor hagamos esto: si es niño, será Magnús Jisang y si es niña, será Michelle Auður. ¿Vale?-propuso Taeyeon-Así tendrán cada nombre que a nosotros nos gusta y no hay problemas. 

Tiffany sonrió brevemente, pero luego se quedó pensativa y preocupada. Taeyeon lo notó.

-¿No te parece bien?-preguntó, confundida.

-Sí, están perfectos, pero… ¿No has pensado si a lo mejor Leeteuk ha pensado en un nombre y…?

-Y nada-interrumpió la morena-Ya se decidió y si le gusta bien y sino también. Quien está embarazada soy yo, no él y la que sufrirá dolores de parto, seré yo, no él.

-Vale…lo siento-murmuró Tiffany, apenada. 

-No tienes qué disculparte, Fany-susurró Taeyeon, sonriéndole para demostrarle que no estaba molesta-Y…será mejor que ahora sí nos vayamos, porque ya van a ser las 9.

Tiffany miró el reloj de pared y abrió muchísimo los ojos.

-¡Cielos! ¡Sí, vámonos!
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¿Quién se atrevía a perturbar su preciado sueño de aquella manera? No lo sabia, pero de algo sí estaba muy seguro y era que cuando lograra coger el puto celular del suelo y le gritara miles de groserías a la persona del otro lado de la línea, sería completamente feliz.
Logró atinarle a la enésima vez cuando casi se caía él también de la cama y presionó con rabia el botón para responder.

-¿Quién coño eres y por qué me hablas a esta hora?

Del otro lado no se escuchó nada por unos segundos, pero luego unos ladridos de perro casi le rompieron los tímpanos y tuvo que alejar el auricular de su oído. 

-Joder…

-Sí, eso mismo pensé yo cuando me contestaste-dijo la voz de Minho, muy divertido por su pequeña broma. 

Su corazón pareció latirle a una velocidad imposible de determinar, recordando la vergüenza que había pasado la noche anterior con él en casa de Tiffany y cómo, después de lograr que su erección bajara sin tener que utilizar el método que le sugirió Minho para que disminuyera, había corrido fuera de la cocina y de la casa; diciendo que tenía que ir a su apartamento temprano porque tenía cosas que hacer al día siguiente. 

-Hola-saludó Minhyuk, sintiéndose estúpido. Pensaba tratarlo mal, pero simplemente no había podido-¿Cómo estás?

-Bastante bien, pero tú te oyes como si te acabaras de levantar-dijo Minho-Yo te hacía ya “alistándote” o por lo menos “saliendo” a verte con no sé quién. 

-Ya voy a eso, pero si no me estuvieras distrayendo, yo podría…

-Ya Ahyeon me contó la verdad, chico listo. Hoy no tienes nada qué hacer, excepto quedarte viendo películas o jugando videojuegos en la PC o en tu Wii-lo atajó Minho, sin titubeos

-Pues, Ahyeon se ha equivocado-mintió Minhyuk, malhumorado.

-Claro y yo me chupo el dedo-replicó Minho-¿Dónde está tu hermana?

-No vino anoche a dormir. Creo que se habrá quedado a dormir con Jong-respondió, levantándose de la cama y caminando hacia el baño para verse al espejo. Se sentía y estaba terrible-¿Qué quieres, Minho?-preguntó, incómodo-¿Me has sacado de la cama para preguntarme por la sapa de Ahyeon?

La risa de Minho fue más alegre en ese momento y a Minhyuk le provocó golpearle, por hacerle sentir cosquillas en la panza al escucharlo. 

-Te llamo para decirte que vine a traerte alegría, traje a mi amiguito Nano aquí, ¿Lo oíste hace rato? Está muy contento y quiere verte, así que baja ahora para que abras.

-¡¿QUÉ?! ¡¿Estás allá abajo?!-chilló, sintiendo que hiperventilaría.

-Si no me crees, asómate a tu ventana.

Corrió hacia el balcón y asomándose un poco, vio el BMW, a Minho al lado del auto con Nano montado en el techo y mirando hacia arriba. Cuando Minho lo vio, le saludó con la mano y le habló por el celular.

-¿Me ves?-preguntó.

-Sí…-musitó Minhyuk, sintiendo que el corazón se le saldría del pecho-Te dije que podría estar ocupado y que antes llamaras.

-Vale, vale, perdón ¿Sí? Es que yo sabía que no estarías ocupado, se notaba que era una mentirita piadosa para largarte ayer, pero está bien, te perdono. Anda, baja. Que aquí te estamos esperando.

Minho colgó y lo vio luego abajo en su auto, agarrando a Nano en sus brazos y entrando al carro. 
Fue como si la sangre se le subiera a la cabeza y le embotara los sentidos. Miles de pensamientos se le cruzaron por la mente y entonces fue cuando reaccionó. Corrió al baño y se cepilló los dientes lo más rápido que pudo, se lavó la cara bien y se la secó viéndose al espejo; estaba algo despeinado, pero sólo era cuestión de pasarse las manos un poco y con el peine también y quedaría, por lo menos, presentable. De todas formas nadie más tenía que verlo, porque la mayoría de los vecinos se habían ido de vacaciones a otras ciudades o países. 

En su armario no había mucho qué ponerse, por no decir nada. Se golpeó mentalmente, pensando que debió comprar ropa cuando estuvo en Busan, pero se le había pasado por completo. 
Al final se decidió por unos simples jeans y una camiseta negra. Se sentía un idiota, pero no importaba, porque ya se sentiría aún más cuando hubiera llegado a Planta Baja y le viera enfrente del portón. 

Y efectivamente así era. Estaba él con Nano en sus brazos, esperando. Cuando él le vio salir por la puerta de cristal, le sonrió y tuvo que hacer todo su esfuerzo para que no le comenzaran los problemas con el asma, llevaba tiempo sin tener una crisis y no iba a permitir que empezara ahora.

Se iba acercando, cuando vio a Rob a su lado. Antes no se había percatado de su presencia, porque estaba oculto tras la caseta de vigilancia. 

Le provocó, repentinamente, regresarse a su apartamento y sumergir la cabeza en el agua del inodoro ¿Cómo no había pensado que Minho vendría con su novio? Menudo idiota estaba hecho. 

Nano, al verlo, comenzó a mover su colita y poniéndose loco de contento, dio pequeños ladridos y Minhyuk le sonrió y colocándose de cuclillas, recibió al cachorro en sus brazos que le saltó encima y le lamía el rostro con emoción. Minhyuk rió, divertido. 

-¡Hola, Nanobeat!-lo saludó, acariciándole detrás de las orejas-¿Cómo estás, campeón?

Nano ladró nuevamente y alzando su patita izquierda, dejó que Minhyuk se la acariciara. 

-Esta mañana hizo eso mismo-dijo Minho, acercándose-Se montó en nuestra cama, comenzó a ladrar como loco desquiciado y colocó su pata en mi frente. Hice lo que me dijiste y rápidamente se bajó y buscó su cadena. Claramente se podía ver que quería venir a verte. 

Minhyuk sonrió, sin atreverse a mirarle a la cara. Si lo hacía, temía ponerse en evidencia delante de Rob. No quería causar molestia. A pesar de todo, sí miró a Rob y éste al verlo, le sonrió brevemente.

-Hola-saludó Rob, amablemente.

-Hola-le respondió Minhyuk, atribulado. Sin mirar a Minho todavía, preguntó-¿Me quedaré con Nano todo el día?

-Bueno…nosotros vamos a ver unos asuntos, averiguar algo y…supongo que tardaremos nada más un par de horas-explicó Minho-Pero si quieres quedarte más tiempo con él…quiero decir, toda la mañana…

-Esperaré en el auto, Minho-murmuró Rob.

-¿Qué pasa?-preguntó Minho, preocupado.

-Nada, tranquilo-aseguró Rob, con una breve sonrisa. Miró a Minhyuk y musitó-Chau.

Rob se fue al auto y Minho lo siguió con la mirada, luego volteó y dirigió una sonrisa de disculpa a Minhyuk.

-Discúlpalo, es que anoche la pasó medio mal porque nos comimos unos pastelitos ayer antes de ir a casa de Tiffany y…le hicieron daño, aparte que vomitó…y bueno…

-No te preocupes. Tomar un te de manzanilla y algo de sopa, puede que le acomode algo el estómago-recomendó Minhyuk-Cuando yo estaba niño y me sentía mal como él, mi abuela me preparaba eso y mejoraba un poco. Puede que le ayude. 

-Gracias, lo tomaré en cuenta.

Minhyuk sonrió y agarró la correa de Nano que le entregaba Minho. 

-Entonces… ¿Te quedas…?

-Sí, puedo quedármelo. Puedo salir por ahí y dar un paseo con él por el parque que está cerca-dijo Minhyuk, alzando del suelo a Nano.

-Lo vendré a buscar bien entrada la tarde, entonces-acordó Minho, acariciando las orejitas del perro-Ey, Nanín, pórtate bien ¿Vale?-le pidió al perro, quien enseguida dio su ladrido de estar satisfecho-Gracias, Minhyuk. De verdad me daba pena dejarlo solito en el apartamento-dijo, ahora dirigiéndose al muchacho. 

-No te preocupes. Siempre a la orden.

-¿Y lo de que estabas ocupado y todo eso?-preguntó Minho, alzando una ceja. Minhyuk enrojeció.

-En realidad, no tengo mucho qué hacer estos días…-admitió, bajando la mirada-Mientras empiezan las clases y todo eso…me mantengo jugando en la Wii o en la PC, como te dijo la sapa de mi hermana…-Minho rió-Y…si tengo ganas, voy al Gimnasio un rato. También escucho música…leo…

-Podríamos ir un día al gimnasio-propuso Minho, encogiéndose de hombros-Yo llevo semanas que no voy y me siento un obeso con barriga cervecera. 

-¡Pero si estás buenísimo!

“¡Ups! ¿Eso lo dije en voz alta?”

Su rostro se asemejó enseguida a un gran y enorme tomate, bajó la cabeza y pidió mentalmente que la tierra se lo tragara. Minho alzó las cejas, sorprendido y sonrió. 

-Vaya…me halaga que pienses eso de mí…

-Lo siento, Minho. En serio…yo…es que, verás…yo…

-Tranquilo, entiendo. Incluyamos esto en nuestra lista de olvidos ¿Vale?-dijo Minho, intentando calmarlo-Entonces… ¿Vienes al gimnasio un día, sí o no?

-No creo que…

-¿Qué? ¿Cuál es tu excusa ahora? Le preguntaré a Ahyeon si es cierto.

-¿No se molestará Rob?-se atrevió a preguntar.

-¿Por qué tendría que molestarse?-inquirió Minho, confundido.

-Pues…no sé…que vayamos…juntos al gimnasio y…eso.

-Ahh, pero él vendría con nosotros-aclaró Minho-Si es que no te molesta…

-¡Claro!-exclamó Minhyuk, volviendo a enrojecer y escupiéndose mentalmente-Claro que no…me molesta. No me molesta. Quiero decir…está bien. Es muy buena idea. 

Minho frunció el ceño y sonrió, divertido.

-Tengo la ligera impresión de que querías venir conmigo solamente ¿Me equivoco?

-¡No! Lo que quiero decir es que...está bien, Rob puede….

-Tranquilo, sólo bromeaba-dijo Minho, dándole unas palmaditas en las mejillas-Nos estamos viendo en la tarde, Minhyuk, porque tengo que irme ya-se despidió. 

-Vale, que les vaya bien y que…Rob se recupere-musitó Minhyuk, nervioso.

-Claro. Chau-se despidió-¡Chau, Nanín!-dijo ahora al perro-Te vendré a buscar más tarde. 

El perro ladró fuertemente y movió su colita, mientras era sostenido por Minhyuk. Una vez solo, se miró con disimulo a su entrepierna y sonrió, aliviado. Las cosas, a pesar de todo, estaban bien y en su sitio. 

Minho entró a su auto y apenas cerró la puerta, Rob, que estaba inclinado hacia adelante en el asiento, abrió su puerta y sacando la cabeza, vomitó.

-¡Rob!-Minho salió del auto y dio la vuelta al otro lado para ayudar al chico, que volvía a tener un espasmo y una nueva arcada, seguido de más vómito.

-Joder…

-Te he dicho miles de veces que dejes de comer carne de vaca muerta y de demás animales muertos. ¿Por qué sigues comiendo carne? 

-¡Porque me gus…!

Minho tuvo que apartarse, porque nuevamente volvió a vomitar. Cuando creyó que terminó, se acercó cuidando de no pisar el vómito que estaba en el suelo y de la guantera sacó unas servilletas y le limpió la boca a Rob. 

-Eres muy testarudo. Te insistí que esa carne podía estar mala, pero no me hiciste caso, ahora mira lo que pasa…

-¡Tú también comes carne, no seas cínico!

-La tuya.

-Ah…ya lo sabías-murmuró Rob, derrotado.

Minho rió.

-¿Qué esperabas? Eres lo único que no puedo negarme. No solo de pan vive el hombre.

Rob luchó por no sonreír, pero fue inevitable y Minho le acarició la mejilla.

-Te amo-musitó, tiernamente-Pero, por favor, deja de comer carne de animales muertos.

Rob iba a refutar la frase, pero al ver que no tenía cómo, se rindió y Minho le sonrió aún más. 

-Será mejor que te lleve a casa si te sientes…

-No, yo quiero ir contigo, Minho-suplicó Rob, encogiéndose un poco en el asiento por el dolor de estómago-Por favor.

-No quiero que te sientas mal estando allá…

-Se me pasará pronto, te lo prometo. Luego si quieres, cuando lleguemos, me atas a la cama y…

-Olvido que soy vegetariano y te como entero.

Rob se sonrojó y negó.

-No era eso lo que iba a decir, pero es seguro que me hará bien.

Minho sonrió.

-Vamos, se nos hace tarde.

-¡Espera!

Rob volvió a vomitar.
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No podía entender absolutamente nada de lo que estaba escrito en la revista, llevaba aproximadamente 20 minutos con la mirada fija en un párrafo y por más que intentaba comprender lo que ahí decía, simplemente eran conceptos abstractos, porque su mente hacía media hora que se había separado de su cuerpo y funcionaban independientes.

Miró a su alrededor y terminó por hartarse, dejando la revista a un lado y comenzando a mover incontrolablemente la pierna derecha y mordiéndose el labio inferior. Tiffany tomó su mano.

-Tae…

-¿Por qué tardan tanto en llamarme?-preguntó la morena, muy angustiada-Llevamos 1 hora, esperando.

-Kyungmin debe estar…

-¿Señorita Kim?-llamó la recepcionista y Taeyeon y Tiffany se levantaron de un salto. 

-¿Puedo pasar?-preguntó Taeyeon, tragando con fuerza. 

-Sí, el doctor está esperándola-dijo la mujer, señalando la puerta del consultorio donde estaba una placa que ponía “Dr. Lee Kyungmin. Obstetricia” 

-Ay joder…me voy a desmayar-murmuró Taeyeon, sintiéndose mareada-Tiffany, agárrame. 

-No te vas a desmayar, Taeyeon. Tranquila-susurró Tiffany, tomándola por la cintura y acariciándole el cabello-Vas a ver que todo estará bien. Kyungmin es un buen doctor. 

-Pero… ¿Y si es embarazo estropicio o como sea que se llame? ¿Y si tengo una enfermedad que afecta al niño? ¿Y si…?

-¡Ey! Tranquila ¿Vale?-pidió Tiffany, sonriéndole con ternura-Primero que nada, no es embarazo “estropicio” es Ectópico…

-Pero…

-Segundo…-continuó sin dejarla hablar-No tienes ninguna enfermedad y nada afectará al bebé ¿Queda claro?; y tercero: Cálmate, todo estará bien. Yo estoy contigo. Respira profundo.

-Sí…-Taeyeon tomó aire-Respiro profun… ¡¿Pero y si resulta que tiene espina bífi…?!

-¡Taeyeon!-protestó Tiffany, riéndose-¡Cálmate, por favor!

-Bien, entremos…entre…

-Taeyeon…

El corazón de Taeyeon dio un vuelco, casi al mismo tiempo que el de Tiffany. Voltearon y vieron a Leeteuk quien acababa de llegar, seguidamente atrás estaba Kwangsoo, quien le sonrió a ambas en señal de saludo. Las dos respondieron, casi robotizadas. 
Taeyeon dirigió su mirada a Leeteuk y notó que se había dejado crecer un poquito el cabello y tenía algo de barba, sus ojos la miraban con timidez.

-Hola, Leeteuk-saludó Taeyeon, intentando mantener la tranquilidad. 

-Hola, Taeyeon y…Tiffany-murmuró él, sin atreverse a mirar a la pelirroja, quien no le quitaba la mirada de encima y permanecía impasible. 

-Hola-saludó Tiffany, sintiendo la mandíbula como si repentinamente se hubiera vuelto de plomo. 

-Uhh… Yo entro…luego ¿Cierto?-preguntó él, hablando bajito para que nadie más, ajeno, escuchara. 

-Sí-respondió Taeyeon-Por favor, no…

-Estaremos pendientes, no te preocupes-musitó Leeteuk.

-Vale, entonces…nos vemos adentro.

Leeteuk asintió y le murmuró un “Vamos” a Kwangsoo, sentándose un poco más allá en la sala de espera. 

Taeyeon y Tiffany tocaron a la puerta y seguidamente entraron al consultorio. Un hombre joven de cabello castaño y ojos oscuros, las recibió con una sonrisa y dejando su bolígrafo en el escritorio, se levantó para saludarlas. 

-¡Tiffany! Mucho tiempo sin verte. Estabas perdida-dijo él, acercándose, dándole un beso en la mejilla y un abrazo.

-Perdido estabas tú, Kyung.-dijo Tiffany, sonriéndole también. 

-En un congreso en Bélgica. Regresé hace un mes, aproximadamente-explicó él, volviendo su mirada a Taeyeon.

-Kyung, te presento a Taeyeon, mi novia. Tae, él es el doctor Lee Kyungmin.

-Mucho gusto, doctor-saludó Taeyeon, estrechándole la mano al hombre.

-El gusto es mío-respondió él, amable-Ahh y puedes llamarme Kyung, es como todos me dicen. Nos estaremos viendo por 9 meses, así que es para que entremos en confianza y te sientas a gusto.

-Gracias. 

-Bueno…comencemos-dijo el doctor, sentándose en su silla, al igual que Tiffany y Taeyeon. Agarró un calendario y luego una carpeta con hojas-A ver…Taeyeon ¿Cuándo fue tu última menstruación? 

Taeyeon apretó la mano de Tiffany, angustiada y exprimió la memoria intentando recordar. Sólo recordaba cuando estuvo con Leeteuk y su última menstruación había sido… ¿Mucho antes o poco antes? No tenía ni idea, no recordaba. Sólo podía recordarse con Leeteuk y eso la desquiciaba.

-¿Tae?

-No sé. No tengo idea. No me acuerdo ¿Es eso malo?-preguntó Taeyeon, nerviosa.

El doctor le sonrió, tranquilizador y negó.

-No, no te preocupes. Es normal ¿Recuerdas si tuviste algún pequeño sangrado sin dolor de color rosado o amarronado, 6 días después de tu relación?

-Uhh…no, sí…-miró a Tiffany y ella le sonrió, acariciándole la mano-Sí, ¿Es malo? ¿El bebé está bien?

-No, no es malo. Eso les ocurre a algunas mujeres cuando están comenzando el embarazo. Puede indicar que el huevo ya ha sido implantado en el útero, 6 días después de su fertilización. Lo que quiere decir que es normal. A eso se le llama spotting. Si es abundante y con dolor, hay que hacer un chequeo-explicó, mientras escribía-¿Cómo te has sentido estas últimas semanas?-preguntó, levantando la vista para verla-En cuanto a tus emociones, sentimientos, tu estado físico…

-Ah bueno…me pongo muy sentimental-dijo Taeyeon, provocando una sonrisa en Tiffany-Y bastante dramática, según Tiffany…

-¿Es eso cierto, Tiffany?-preguntó el galeno, sonriendo.

-¡Pfft! No tienes idea, no deja de pensar que está gorda-aseguró la pelirroja, burlona. 

-¡Ey!-reclamó Taeyeon, dándole un empujoncito-Que es cierto. Sólo que tú no te das cuenta, pero yo sí. Esta mañana me costaba ponerme el brassiere.

-Ya veremos tu peso y tus tallas actuales en un rato-aseguró el doctor.

-También he sentido náuseas al levantarme, vómitos, asco por algunas comidas que antes me gustaban… y me he desmayado.

-¿Dolores abdominales?

-No. No tengo embarazo fuera del útero, ¿Cierto?-la desconfianza le molestaba aún a Taeyeon.

-No, si no hay dolores abdominales, no. De cualquier manera, ya lo vamos a comprobar, para que estés más tranquila…-terminó de anotar algunas cosas en las hojas y luego de buscar en un estante unos guantes, se los colocó-A ver…siéntate en la camilla, por favor. Voy a chequear tu estado general. 

Taeyeon se mordió el labio inferior, sintiendo ganas de comer. ¿Cómo podía ser que los nervios le produjeran hambre? Se levantó de la silla y se sentó en la camilla, tal como le había dicho el doctor. 
Kyungmin se acercó y colocándose en frente, puso sus manos en la nuca de Taeyeon y palpó un poco en el cuello; agarró una bajalenguas de un tarro de vidrio y le pidió que abriera la boca diciendo “A”, con una linterna pequeña revisó la garganta, los oídos y finalmente los ojos.

-Quítate las sandalias y colócate en el medidor. Voy a tomar tu peso y tus medidas.

Los chequeos se realizaron cuidadosamente y a cada momento, Kyungmin anotaba todo en una libreta. Cuando hubo terminado, se acercó a un estante de vidrio y sacó de él, algo que parecía que contenía una crema. 

-Ahora viene la parte por la que sé que se están comiendo la cabeza…-reveló Kyungmin, con un tono de misterio-El ecosonograma-anunció, con una sonrisa-Tiffany, ven y acércate. Para que puedas ver mejor.

Taeyeon se agarró con fuerza de la camilla y Tiffany, ahora a su lado, tomó una de sus manos para calmarla, pero la verdad era que también se moría de la ansiedad y la expectativa. Las manos de Taeyeon repentinamente se pusieron frías y la pelirroja se aproximó a ella y tomándola por el mentón, la besó dulcemente; separándose en sólo segundos y pareciéndole que podía escuchar sus latidos acelerados. 

-Tiffany…tengo miedo-susurró Taeyeon, angustiada.

-Ya verás que no pasa nada. 

-Taeyeon, súbete un poco la blusa-pidió el doctor, ajustando el aparato de ultrasonidos. Taeyeon obedeció-Te voy a poner este gel en tu vientre y lo sentirás frío. 

No le dio tiempo de procesarlo y enseguida él le echó una crema transparente que estaba fría y le produjo unas cosquillas, a la vez que emitió un jadeo. 

-Bien, ahora con este cursor que tengo en mis manos, lo voy a pasar por tu vientre y ustedes dos…-miró a las chicas-Miren hacia la pantalla. 

Kyungmin colocó el cursor en su vientre y comenzó a presionar ligeramente en su abdomen, paseándolo por todo y llenándola del gel frío. Su respiración se volvía cada vez más fogosa y al atreverse a abrir los ojos, miró la pantalla y vio una forma rara que no sabía definir, pero que le produjo ganas de llorar.
Tiffany por su parte, se había quedado en estado de shock, observando con emoción la nueva vid