¿Enferma?
Crazy In Love (Spanish)Bom se sentó adelante junto a Top yo me senté atrás.
-¿Está usted de vacaciones? –Preguntó Bom.
-Tutéame. –Respondió Top sonriendo. –No, no estoy de vacaciones. Vivo aquí. –Continuo. –He regresado hace un par de años.
-¿Regresado? –Bom parecía muy interesada en la vida de Top.
-Vivía en Corea. Pero mis padres se han trasladado aquí. Ahora trabajo de traductor. –Sonrió. –A veces como guía de viajes… ¡Y conductor! –Se echó a reír.
Bom parecía fascinada por esa sonrisa tan simpática que no podía dejar de mirar el rostro de Top.
-Seguro que la mayoría de las personas que llegan se habrán ocupado de conseguir un medio de transporte previamente. –Dijo Bom. –Nosotras hemos sido un poco ingenuas. Yo nunca había estado aquí…
-¿En Astipalaia o en Grecia?
-Hasta ayer ni sabía que existía Astipalaia. –Bom me dirigió una mirada a través del diminuto retrovisor interior, que estaba lleno de polvo. –La verdad es que tampoco había estado en Grecia.
-La gente aquí es muy tranquila. –Respondió Top.
-Muy distinto a lo que pasa en Seúl.
-¿Qué las trae por aquí? –Preguntó Top. –¿Tienen familiares aquí?
Bom se quedó callada para que yo respondiera.
-Yo… nosotras buscamos a una persona.
-¿Buscar? –Top frunció el ceño. -¿Él se llama..? Quizá las puedo ayudar.
-Ella… ella no vive aquí. –Respondí. –Pero tiene un barco en el puerto, un yate.
-Ah, un yate. –Dijo Top. –Entonces no son muchos los que responden a ese perfil.
Seguimos nuestro camino un poco más. Top no parecía tener prisa, pero a mí el viaje se me hacía eterno. Al llegar al puerto corrí.
-Aquí no veo ningún yate. –Dijo Top.
Alrededor del puerto solo había unas lanchitas de pescadores.
Top hizo una seña y gritó algo en griego a un hombre que estaba a un par de metros de distancia.
-Ese yate hace mucho que se marchó. –Dijo Top. –Eso me dicen. Averiguaré cuanto tiempo ha transcurrido. –Top se acercó al hombre. Los dos hablaban y luego se sentaron en el suelo contemplando el mar en silencio.
-¿Qué te dice? Ven… dime. –Murmuré para mí misma.
Bom puso una mano sobre mi hombro.
-Ten paciencia Dara. La encontraremos.
No podía tenerla. Mi interior estaba a punto de explotar. Top se levantó del suelo y regresó con nosotras.
-Hace mucho que no ve ese barco. –Dijo. –La propietaria llegó y se volvió a marchar de inmediato. No dijo el lugar al que pensaba ir. Desde entonces no se ha vuelto a saber de ella. Él dice que no sería raro que regresara en unas semanas. Tan sólo hay que esperar…
¿Esperar? Yo no podía esperar…
-¿No existe otra forma de saber dónde está?
Top sacudió la cabeza.
-No. –Dijo. –Puede que haya parado en otro puerto. O puede haber anclado en el
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