T.O.P
Crazy In Love (Spanish)Al día siguiente estábamos en el aeropuerto.
-No te mareas en el avión, ¿verdad?- me preguntó Bom, preocupada. -¿Fuiste muchas veces al Egeo? - se sentó en un banco de la sala de espera.
-Sólo una vez.- dije en voz baja. -Al principio de todo.-
-Oh, entonces resultará muy romántico para ti volver de nuevo.- aseguró Bom sonriente. -Fue casi como su luna de miel.
No contesté, debido a que todo lo que me parecía muy lejano en el tiempo aparecía de nuevo ante mí. Chaerin y yo también habíamos salido de aquel mismo aeropuerto y yo no sabía lo que me esperaba, ni lo podía sospechar.
Bom interpretó mal mi silencio.
-La vamos a encontrar.- repitió para consolarme.
-Pero… ¿Qué pasará después?- tartamudeé, mientras me ponía la cabeza entre las manos. -¿Qué hago si ella no me quiere ver?- murmuré.
-Entonces la tachas de tu vida.- respondió, tajante.
La miré con desesperación.
-No puedo hacerlo.- susurré.
-Eso también lo decía yo hasta hace poco. ¿Te acuerdas de aquella vez en Eifel, cuando me consolaste?- dijo Bom. -¿Y qué pasa hoy? Ya casi no me acuerdo de esa persona…
-Eso no es cierto, Bom.- a pesar de mis incontenibles lágrimas, no tuve más remedio que sonreír.
-Bien, no es del todo cierto.- admitió Bom. -Pero sí lo será en un futuro muy próximo. Por ahora aún me acuerdo de cómo es.- su mirada estaba un poco perdida.
Chaerin era en lo único en lo que deseaba pensar y no quería hacer otra cosa. Cuando llegamos a Atenas casi nos fulmina el calor, lo mismo que ocurrió la primera vez que aterricé allí.
-Tú ya has estado aquí.- dijo Bom. -¿De dónde sale el avión para Astipalaia?-
-Tenemos que atravesar todo el aeropuerto.- respondí. -En el otro extremo.- me estremecí al recordar que en aquel trayecto estaba la tienda duty-free en la que Chaerin me había comprado el reloj como pago por los << servicios >> que le había prestado en los lavabos del vuelo a Atenas. No eran buenos recuerdos. Sobre todo porque Chaerin había vuelto a sacar a la luz hacía poco el tema del contrato.
Pero no tenía más remedio que hacerme a la idea de que aquel viaje me iba a recordar en todo momento al otro. Todo lo que había pasado entre ambos viajes no tenía nada que ver aquí. Aquél había sido el principio y… ¡No, no, eso no!… esperaba que el de ahora no fuera el final.
Facturamos en el pequeño avión que iba a Astipalaia y aún nos dio tiempo de tomarnos un café en el aeropuerto.
-¿Cuánto dura el vuelo?- preguntó Bom.
-No lo sé con exactitud.- me encogí de hombros. -No puedo acordarme, porque aquél fue un viaje algo accidentado y se me hizo más largo.-
-Seguro que viene en el billete. - dijo Bom. -Pero da lo mismo, lo importante es que lleguemos.-
-Eso no está garantizado.- torcí la boca con una mueca.
-¡Vaya con la pesimista!- Bom se echó a reír. -He volado en tantas ocasiones que se me ha olvidado el número. Mis padres ya me llevaban de niña. Y siempre llegamos a nuestro destino.-
-Yo viajé en avión por primera vez el año pasado dije. -Siendo yo pequeña, mi madre nunca se pudo permitir hacer viajes en avión. Y hoy en día tampoco puede.
Se escuchó algo a través de la megafonía.
-Creo que ése es nuestro vuelo.- informó. -A pesar de que no he entendido ni una sola palabra.-
Fuimos a pie por la pista en la que nos esperaba el pequeño avión. Como me ocurrió en el anterior viaje, lo miré sin mucha confianza. Sin embargo, me su
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