Dara recogió la cocina y se preparó para irse a la cama. Chaerin le caía muy bien, aunque había un plano de interés distinto al de otras mujeres que le caían bien. La miraba de una forma sutil, que le resultaba halagadora, e incluso había cierto deje ual en sus reacciones, pero era algo afectuoso y reconfortante, que no se parecía en nada a las miradas y reacciones de los hombres, las cuales la hacían sentir incomoda. Aunque acababa de conocerla, se había sentido muy cómoda hablando con ella de sus relaciones de pareja. Chaerin parecía sinceramente interesada en lo que ella le había contado, como si le importara sus sentimientos. Tenía una forma encantadora de hacerla sentirse la persona más importante del universo. Dara imaginaba que debía de ser igual con todo el mundo; formaría parte de su encanto y carisma. Se metió en la cama y se quedó pensando en sus mejores amigas. Ni siquiera con ellas había hablado de lo que sentía por los hombres de la manera en que se había sincerado con Chaerin. Sus amigas siempre le tomaban el pelo y le decían que no tenía relaciones serias y estables porque era demasiado exigente. Era más fácil reírse y darles la razón que tratar de explicarles cosas que no entenderían. Pensó que tenía sentido que Chaerin la entendiera mejor que sus amigas. Sonrió al recordarla con un mechón de cabello rubio cayéndole por un lado del rostro. Le encantaba su costumbre con un mechón entre sus dedos, con aire distraído. Decidió que llamaría a Yang a primera hora de la mañana y quedaría para desayunar con él y hablar del reportaje. Esperaba poder ir a la gira; sería muy divertido, e imaginaba que Chaerin y ella se convertirían en grandes amigas. A la mañana siguiente, a las ocho y media, Dara  y Yang estaban sentados en un café, a una calle de su trabajo. Dara  estaba comiendo una tortilla de queso y tomate con guarnición de champiñones, y pan tostado con mantequilla. Yang se terminó su café y encendió otro cigarrillo. A todas luces, la visión del desayuno de Dara le daba escalofríos. -Demonios, ¿Cómo puedes comer tanto a estas horas? -Porque tengo hambre –contesto con una sonrisa-. ¿Tú no comes nunca? -Si puedo evitarlo, ni de broma. Ahora cuéntame lo del reportaje. Dara le explico que a CL se le había ocurrido  la idea después de echar un vistazo a unos números anteriores de la revista, y que parecía muy entusiasmada. -y bien, ¿Qué opinas? –concluyo. -La verdad es que no me puedo creer que hayamos tenido tanta suerte. Debes de haberla impresionado mucho. No tiene ningún problema para conseguir toda la publicidad que quiera. Hay publicaciones importantes de todas partes del mundo que desearían un reportaje  como este. Dara se terminó el café y lo miro, con una sonrisa pícara. -Pues es exigente y quiere lo mejor. Y no será nada malo para las ventas de su disco en Asia Yang llamo al camarero y pidió más café para los dos. -Ya, bueno, sea cual sea el motivo, la directora de publicidad quedara en deuda conmigo después de esto. Tenía reservada media página para tu entrevista, pero ahora tendré que dejar al menos cuatro páginas completas, teniendo en cuenta que habrá muchas fotos. -¿Así que tengo el visto bueno para irme mañana con ellos? -Tengo que hablar con su agente, por si pretende poner alguna condición –dijo Yang-. Pero, por lo demás, por mi está bien. Dara dejo a un lado el plato vacío y bebió un trago de café. -Como es lógico, necesitare llevar a un fotógrafo, y esta mañana pensaba en Gong Minzy. -Minzy es una novata, y creo que este trabajo le queda demasiado grande. Sería mejor alguien con más experiencia. Por casualidad ¿No abras pensado en ella porque es lesbiana? –dijo Yang. -He trabajado con ella lo suficiente como para saber que sería perfecta para este trabajo. Ilumina bien y me gusta la mirada que tiene de las cosas. Y de hecho de que sea lesbiana y muy probablemente una gran admiradora de CL tampoco viene mal ¿Verdad? Yang parecía tener sus dudas. -Hay fotógrafos con más antigüedad que me matarían si le encomendase a Minzy un trabajo como este. -La