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Sensaciones inesperadas

Un escalofrío recorrió su cuerpo. Sus manos temblaban levemente. Su corazón estaba a punto de colapsar. Ese era el sentir de Tiffany Hwang al ver a aquel joven. Aquel joven con el que Lee Sooman y ella se encontrarían. Y ahora estaba frente a ella, tan apuesto como la primera vez que se vieron. La primera vez que… No podía pensar en ello. Debía actuar rápidamente para salir del problema en el que se había metido sin querer. Las palabras de Sooman fueron claras:

-Mira, quiero presentarte a mi asistente. Ella es Tiffany Hwang.

Y a ella no le quedó más remedio que mirarlo a los ojos. Él se sorprendió al verla:

-Tú?

El cerebro de Tiffany se puso a trabajar a marcha forzada. Ella esbozó una hermosa eye-smile y le extendió la mano para saludarlo:

-Mucho gusto Sr…?

-Taeng. Kim Taeng. –Respondió el joven con amabilidad. Sin embargo, la miraba con curiosidad mientras le decía: -Pero… no nos conocemos de alguna parte?

Tiffany debía guardar calma y responder con seguridad: -No lo creo. Estoy segura que lo recordaría si así hubiera sido Sr. Kim

-Taeng. Por favor llámame Taeng. –Contestó el joven con una linda sonrisa mientras él y Sooman tomaban asiento.

-Es una alegría tenerte aquí Taeng. –Dijo Sooman-Después de tanto tiempo que ha pasado y en el que te he extrañado demasiado.

-Yo también te he extrañado. Siento una inmensa alegría al estar nuevamente en mi hogar. –Respondió Taeng ante la mirada atenta de Tiffany, quien quería salir inmediatamente de ese lugar pero del cual no podía escapar.

Mientras veían el menú para decidir lo que cada quien iba a pedir, Sooman mencionó: -Han pasado muchas cosas desde que te fuiste pero todo ha seguido su curso. El negocio va viento en popa y creo que ahora va a ir mejor ya que tengo el apoyo de Tiffany.

Taeng volteó a ver a Tiffany mientras decía: -Supongo que lo has ayudado mucho verdad?

Ella esbozó una tímida sonrisa: -La verdad es que no. Hoy es mi primer día trabajando con Sooman.

Taeng miró incrédulo a Sooman quien simplemente asintió en silencio. Entonces Taeng expresó: -Vaya! Esto sí que es una novedad. –Y dirigiéndose a Sooman continuó: -Pues creo que ahora tendrás dos personas apoyándote. No crees?

Ahora Sooman era el incrédulo: -Eso significa que… Que ya no regresarás a Italia?

-No. He estado mucho tiempo lejos de mi hogar y quiero recuperar el tiempo que pasé del otro lado del mundo. He venido para quedarme. –Sooman abrazó a Taeng ante la mirada atónita de Tiffany. Eso era algo que no le gustaba para nada porque eso podía ser perjudicial para sus planes. Sin embargo, para Lee Sooman esa era la mejor noticia que podía haber escuchado en mucho tiempo:

-No sabes la alegría que me da escucharte hablar así. Con tu ayuda y la de Tiffany muy pronto podré retirarme.

-A qué te refieres Sooman? –Ahora era Tiffany la que estaba sorprendida con lo que acababa de escuchar.

-A nada… Pensamientos locos. Pero como ves Taeng? Verdad que Tiffany es una preciosura?

Taeng se quedó mirando fijamente a Tiffany: -En toda la extensión de la palabra. Aunque… todavía tengo una duda: En verdad no nos conocimos antes?

Tiffany empezó a reír provocando que Taeng la mirara con extrema atención: -No lo creo! Yo nunca he salido del país y tú eres una persona que ha vivido mucho tiempo en el extranjero. Tal vez me estás confundiendo con otra mujer.

-Tal vez… Bien dicen que en el mundo hay 7 personas parecidas a uno. –Respondió Taeng mientras Sooman los veía a ambos.

-También he escuchado ese dicho. No lo creía pero ahora que dices que has visto a uno de mis dobles tal vez sea verdad. –Tiffany quería convencerlo de que era la primera vez que se veían aunque eso no fuera del todo cierto.

-Seguramente. –Respondió Taeng un poco pensativo. Nada le quitaba de la mente que a ella la había conocido antes.

Por su parte, Tiffany empezaba a sudar frío. Estaba nerviosa. Y todo ese nervio era provocado por el joven que estaba a su lado. Kim Taeng. Por qué el destino se encargaba de ponerlo frente a ella después de lo que había ocurrido?. Sin embargo, debía mantenerse tranquila para que no la descubriera así que continuó con la conversación: -Pero ahora yo tengo una pregunta: Si Taeng ha vivido en Italia, cómo es que se conocen?

Sooman fue ahora el que tomó la palabra: -Eso es fácil Tiffany. Resulta que Taeng es… -Y después de dar un breve suspiro responde: -Es mi ahijado. Lo conozco desde que nació. Su madre era una amiga muy querida que falleció cuando él tenía 7 años. Desde entonces me he encargado de su educación.

Ahora es Taeng el que continúa: -Así es. Nunca voy a tener como pagarle a Sooman todo lo que tuvo que hacer para enviarme a los mejores colegios de Europa para que tuviera una excelente educación.

Sooman miraba con ternura a Taeng. Sabía que haría lo que fuera por ese joven: -No tienes nada qué agradecer Taeng. Prácticamente eres mi única familia así que no iba a dejar que te convirtieras en un don nadie.

-Eso habla muy bien de ti Sooman. –Respondió Tiffany mientras le esbozaba una linda sonrisa a ambos.

-Y es así como quiero ayudarte Tiffany. Además de que nunca voy a poder pagarte lo que hiciste por mí. Te debo la vida y siempre voy a estar agradecido y en deuda contigo.

-A qué te refieres? –Preguntó sorprendido el joven Kim.

Sooman miró al joven y simplemente respondió: -A que ella me salvó la vida cuando un tipejo quiso hacerme daño.

Tiffany se sintió incomoda así que con un poco de pena le dijo: -No fue nada. Creo que cualquiera hubiera hecho lo mismo que yo. Solo que me tocó estar en la hora y momento precisos.

Taeng tomó la mano de la joven y dando una ligera caricia la acercó a sus labios para depositar un tierno beso: -Entonces yo también estoy en deuda contigo Tiffany. Lo que has hecho por mi padrino no tiene precio.

La joven agente no se esperaba eso así que lentamente movió su mano hacia donde estaba con anterioridad mientras le decía un poco apenada: -En verdad no fue nada. Es por ello que me ofreció trabajo como su asistente personal.

-Sabes que soy un desorganizado de lo peor así que sé que ella podrá ayudarme! Y a ti también por supuesto! –Respondió Sooman con singular alegría.

Las horas pasaron y de pronto ya se había hecho de noche. Tiffany tomó nota mental de toda la información de la relación que había entre Kim Taeng y Lee Sooman. Éste último había enviado al pequeño Taeng al extranjero para que pudiera estudiar y poder tener un mejor futuro. Sooman viajaba a Europa en las vacaciones para disfrutar juntos de diversos lugares. Es por ello que su relación era muy especial. Tiffany pudo darse cuenta que en verdad parecían padre e hijo. Mientras su jefe pagaba la cuenta, Tiffany decidió esperar afuera del restaurante para emprender el camino a Washington. Necesitaba distraerse así que decidió mirar las luces que iluminaban el muelle. Había puesto toda su fuerza de voluntad para mantener la mente fría. De pronto escuchó una voz detrás de ella:

-Así que Tiffany Hwang… Creo que esos ojos marrones son inolvidables.

Ella se dio la vuelta para encontrarse con Taeng. No quería que se diera cuenta que su cercanía la perturbaba así que recuperando la compostura siguió su propio juego pero mostrando una sonrisa: -Inolvidables? En mi caso así es porque los veo todos los días al mirarme en el espejo!