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Corazones rotos: Dolor en el alma

Por primera vez en su vida la joven agente del FBI Tiffany Hwang sintió terror ante el silencio que provenía de su teléfono. Hacía algunos segundos que estaba discutiendo con Kim Taeng cuando escuchó un poderoso estruendo. Desde ese instante no tenía idea de lo que estaba ocurriendo. Por lo que con rapidez salió de su casa y pudo ver a lo lejos que se veía una nube de humo en el cielo. Como si se le fuera la vida en ello corrió lo más rápido que pudo solo para encontrarse con lo que más temía. Frente a sus ojos pudo ver como el automóvil del amor de su vida había chocado contra un muro de contención. Se acercó a Taeng para intentar ayudarlo pero el joven se encontraba inconsciente y sangraba un poco de la cabeza. Con rapidez colocó su mano en la vena de su cuello para notar sus signos vitales. Agradeció a todos los dioses que estuviera vivo pero debía darse prisa para que recibiera atención médica a la brevedad. Marcó de inmediato el número de emergencias para que enviaran una ambulancia al lugar de los hechos. Mientras llegaba el apoyo quería sacarlo del vehículo pero no podía por temor a lastimarlo o provocarle alguna lesión. Los minutos que tardó la ambulancia en llegar fueron una eternidad para la joven ya que en el fondo se sentía culpable del accidente. Si tal vez ella no hubiera discutido con él, Taeng hubiera puesto más atención en el camino. Cuando escuchó a lo lejos el sonido de las sirenas, su ansiedad se hizo mayor porque cada minuto era primordial para salvar la vida de Taeng. Ayudó a los paramédicos para que pudieran sacar al joven del vehículo con el mayor cuidado posible mientras les decía lo que había ocurrido. Al subirlo a la ambulancia, pidió que la dejaran ir con él puesto que lo conocía. Los paramédicos accedieron a llevarla con ellos al hospital.

Durante todo el camino no dejó ni por un instante de sujetar la mano de Taeng mientras era atendido. Los paramédicos podían ver en el rostro de Tiffany la preocupación que sentía al ver al joven en semejante estado. Al llegar al hospital, lo llevaron de inmediato al quirófano por lo que Tiffany tuvo que aguardar en la sala de espera. Mientras tanto, recordó que debía llamar a Sooman para avisarle de lo sucedido.

Media hora después, Lee Sooman llegó al hospital para encontrarse con Tiffany:

-Tiffany! Cómo está Taeng! –Expresó él con gran angustia.

-Por favor tranquilízate Sooman. Lo siguen operando y no me han dado ningún tipo de información. –Respondió ella mientras lo abrazaba.

-Pero cómo ocurrió! Él siempre ha sido muy cuidadoso al manejar! –Contestó Sooman. De pronto, ella se alejó un poco de él para decirle con lágrimas en los ojos:

-Perdóname por favor… Todo esto ha sido mi culpa…

-Qué dices? –Sooman no alcanzaba a entender lo que Tiffany le estaba diciendo.

-Chocó porque estaba discutiendo conmigo por teléfono…

Sooman no podía creer lo que la joven le decía: -Por qué discutían?

-Por cosas sin importancia… -Tiffany no podía decirle abiertamente que era porque ella se resistía a ser cortejada por su ahijado.

-Cosas sin importancia! Por favor! Taeng está siendo operado! Por qué rayos estaban discutiendo! –Respondió Sooman alterado.

En el momento en que Tiffany estaba a punto de decirle el motivo de su discusión con Taeng, el médico salió del quirófano para exclamar:

-Familiares de Kim Taeng?

Sooman se acercó con rapidez al médico: -Yo soy su padrino y el único familiar que tiene.

-Bien. Soy el Dr. Liu y estoy encargado del caso de su ahijado. Taeng está en este momento siendo operado puesto que tiene un par de costillas rotas y el brazo derecho lo tiene fracturado. Afortunadamente el golpe que recibió en la cabeza no fue de gravedad gracias a que tenía puesto el cinturón de seguridad.

-Entonces se recuperará pronto verdad? –Preguntó Sooman un poco aliviado.

-No se preocupe señor. En cuanto salga del quirófano, será trasladado a una habitación donde podrá hablar con él. –Contestó el médico.

-Gracias por todo doctor.

Dicho esto, Tiffany Hwang, que había escuchado atentamente las palabras del doctor, se alejó de Sooman. Necesitaba pensar mucho cuáles serían sus próximos pasos por lo que salió del hospital para alejarse de todo. Ahora sabía que Taeng estaba bien pero dentro de ella la sensación de pérdida había sido una tortura. Entendió en ese momento que ya no podía esperar más tiempo para terminar con su misión puesto que debía alejarse de Taeng antes de que le hiciera un daño mayor. Estaba consciente de que el amor que él sentía por ella era sincero pero también estaba convencida de tres cosas: la primera es que estaba enamorada de Taeng pero que se trataba de un amor imposible, la segunda era que él estaba enamorado de Anielle Rosemberg y que solo le mostraba su amor porque ella era idéntica a Anielle sin saber que las dos en realidad eran la misma persona y la última era que debía alejarse de él para siempre para que se olvidara de ella así que la única manera era haciendo que Taeng la odiara al encerrar a Sooman en el lugar en el que se merecía estar: en la cárcel.

Por tal motivo, sacó su móvil para hacer una llamada a su ángel guardián:

-Hola cariño! –Contestó con alegría al ver que se trataba de Tiffany.

-Hola Jessie. –Dijo Tiffany con tristeza.

-Qué pasa? Todo está bien? –Dijo Jessica al notar la tristeza en la voz de la agente.

-No Jessica. Nada está bien. Ni siquiera sé si yo estoy bien. –Tiffany necesitaba en ese momento del consejo y apoyo de su hermana del alma.

-Qué pasó amiga?

-Estoy en el hospital pero no te preocupes. Taeng tuvo un accidente mientras discutía conmigo por teléfono. Tiene un brazo fracturado y un par de costillas rotas pero pudo haber sido peor. Es por eso que no puedo esperar más tiempo. Tendré que adelantar los planes para detener a Sooman. Necesito que Taeng me odie.

Jessica permaneció unos segundos en silencio mientras asimilaba las palabras de Tiffany pero después le respondió: -Puedo darte un consejo? Crees en verdad que con la información que tenemos sea suficiente para encerrarlo?

-Sé que no es mucha información pero necesito dar este caso por terminado antes de que me agobie más de lo que ya estoy! –La desesperación de la agente era evidente.

-Respóndeme sinceramente: Quieres que te saque? Sabes que puedo hacerlo. –Jessica quería ayudar de cualquier manera a Tiffany pero ésta le contestó tajantemente:

-No! Quiero terminar esta misión! Qué crees que diría mi expediente! Que me sacaron porque me enamoré de la persona equivocada?

Su ángel guardián intentó razonar con ella: -Entonces es por eso que quieres dar todo por terminado? Para alejarte de Taeng? No crees que en algún momento él te pedirá explicaciones por lo que le vas a hacer a su padrino?

-Es por ello que quiero terminar con todo. –Confesó con lágrimas en los ojos. Después de algunos segundos, Jessica le dijo:

-Fany… Te voy a dar un consejo: Sé que eres una agente profesional y que siempre has cumplido con lo que se te ha ordenado al pie de la letra pero no crees que deberías esperar para tener todas las pruebas posibles para que no haya ninguna duda de sus crímenes?

-Es que si espero más tiempo me voy a volver loca! No puedo permitir que el amor que Taeng dice sentir por mí crezca más. No puedo permitirme ceder a lo que no debo! –Tiffany estaba perdiendo la razón por culpa del amor.

-Y por qué no te rindes? –Jessica quería ver cómo reaccionaba la agente. Por su parte, Tiffany se sorprendió ante tales palabras: -Cómo me dices eso Jessica! Sabes que no puedo!

-Amiga, si no quieres aceptar que lo amas con locura, entonces lo único que te pido es que demuestres el por qué eres la mejor agente encubierta del FBI. Resiste y verás que muy pronto todo terminará.

Tiffany sabía que Jessica tenía razón. Debía ser fuerte para cumplir con su deber: -Está bien. Por cierto, encontraste algo sobre Siwon?

Jessica no quería decirle nada todavía acerca de la reunión que tendría con Kim Hyo hasta que tuviera información útil así que únicamente le contestó: -No. Pero estoy siguiendo una pista que podría darnos algo más para atrapar a Lee Sooman. Por eso también te pido que esperes un poco. No te apresures por favor.

Tiffany confiaba en el talento de su hermana del alma por lo que le dijo: -Está bien. Tienes razón. Esperaremos a tener todas las evidencias contra Sooman y así acabar de una vez con todo.

Jessica se dio cuenta que Tiffany necesitaba apoyo para seguir adelante por lo que le mencionó: -Si necesitas algo, puedes venir a mi casa.

-No es necesario pero te lo agradezco, iré a mi casa.

Dicho eso, ambas terminaron la llamada. Hablar con su ángel guardián había calmado un poco la ansiedad que Tiffany sentía. Así que decidió volver al hospital para acompañar a Sooman y así poco a poco preparar el terreno para despedirse para siempre del hombre que amaba con toda su alma.

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Uno de los mayores temores de Lee Sooman era perder a la persona que más amaba en la vida. Kim Taeng lo era todo para él puesto que era el único familiar que le quedaba. Por eso agradeció a la vida cuando empezó a despertar en su habitación:

-Cómo te sientes hijo?

-Como si me hubiera pasado un tráiler encima. –Respondió Taeng con un susurro.

-Me has dado un enorme susto. Ahora lo único que tienes que hacer es descansar.

-Lo sé… prometo no volver a espantarte así... –Y como si de pronto recordara, exclamó: -Tiffany! Debo hablar con ella!

-En este momento lo único que debes hacer es descansar Taeng. –Sooman trataba de tranquilizarlo para que no se lastimara más de lo que ya estaba,

-No! Es que estaba hablando con ella por teléfono! Debió asustarse! Tengo que hablarle! –Dijo Taeng con ansiedad mientras intentaba levantarse de la cama.

-Taeng! Más que asustarse, ella fue la culpable de todo! Por qué discutías con ella? –En ese momento, Sooman sacó todo el coraje que sentía por dentro. Taeng se sorprendió al escuchar el reclamo en contra de Tiffany así que no tardó en sacar a Sooman de la duda:

-No lo recuerdo muy bien pero ella no es la culpable. De hecho… intentaron matarme.

-Matarte? De qué rayos hablas? –Sooman  no entendía lo que su ahijado le acababa de revelar.

-Había una nota dentro del vehículo. Decía algo como "Heir! Willkommen in Deutschland! Bekommen, was Sie verdienen!". Me dirigía a casa de Phany y mientras hablaba con ella vi la nota en el asiento del copiloto.

Sooman intentó traducir aquellas palabras: -Si no me equivoco significa "Heredero! Bienvenido a Alemania! Recibe lo que te mereces!"

-Creo que Kyuhyun acaba de declararme la guerra. –Dijo Taeng mientras intentaba acomodarse en la cama.

-No, no fue Kyuhyun, fue el Comandante. –La angustia se reflejó en el rostro de Sooman al escuchar esa amenaza y al recordar las palabras del Comandante cuando hablaron por teléfono pero Taeng le respondió con valentía:

-Debemos acusarlo de intento de asesinato porque me quedé sin frenos cuando intenté detenerme. Fue por eso que choqué contra el muro de contención.

-Tú crees de verdad que eso es suficiente para detenerlo? –Dijo Sooman mientras se levantaba de su asiento: -No hijo… El Comandante es un ser muy poderoso, tiene influencias y contactos alrededor del mundo. Será imposible que lo detengan por esto. Además, él puede alegar que no te conoce y eso es verdad.

Taeng pensó en lo que le acaba de decir su padrino. Sabía que tenía razón por lo que enojado expresó: -Maldita sea! Ese idiota no puede salir bien librado! Te juro que muy pronto tendrá noticias mías.

-No! Déjalo en paz! No entiendes que no podemos hacer nada? Mejor tranquilízate. No quieres ver a Tiffany? Está allá afuera. –Sooman esperaba que ella pudiera tranquilizarlo para qué no se atreviera a seguir con aquellos pensamientos. Por su parte, Taeng se sorprendió al escuchar que la joven estaba en el hospital:

-Phany? Si, quiero verla. Por favor dile que pase.

Así, Sooman salió de la habitación para dirigirse a la sala de espera donde Tiffany dormitaba un poco. Él se sentó a su lado y con un susurro le dijo:

-Tiffany… Tiffany… Despierta… Taeng qui