18

Un alma en un abismo

Tiffany despertó de madrugada aquel día. Su móvil había sido el causante de borrar el sueño que estaba teniendo y del cual el principal protagonista era el hombre al que le había entregado por completo su corazón. Cuando alcanzó su móvil se dio cuenta que se trataba del abogado de Sooman. Se levantó con sumo cuidado para no despertar al hombre que dormía plácidamente a su lado. Salió al balcón de la habitación para que nadie pudiera escucharla. Al momento marcó el número y una voz le respondió:

-Yesung al habla.

-Sr. Yesung. Habla Tiffany Hwang. Dígame en qué puedo ayudarle. –Exclamó ella en voz baja para no levantar sospechas.

-Disculpe que la moleste Srta. Hwang.-Dijo Yesung al identificar la voz de la agente del FBI: - Antes que nada permítame darle mis condolencias por la muerte del Sr. Lee.

-Perdón? –Contestó ella un poco confundida pero rápidamente continuó: -Perdóneme por favor pero… Podría decirme cómo se enteró usted de eso?

Yesung respondió con rapidez: -El ahijado del Sr. Lee estuvo en mi despacho y él me informó que su padrino había fallecido.

Tiffany se sorprendió un poco al escuchar aquello. Después de algunos segundos en silencio continuó: -Así es Sr. Yesung. Ha sido un doloroso suceso para toda la familia.

-Lo sé. –Continuó el abogado: -El joven Kim estaba deshecho cuando vino a verme para preguntarme acerca de la cesión de derechos de SM Exports.

-La cesión? –Interrumpió Tiffany: -No pensé que fuera a investigar eso. Pero dígame, en qué puedo ayudarlo?

-El motivo de mi llamada es para informarle que pasado mañana se leerá el testamento del Sr. Lee por lo que es necesario que esté usted presente debido a que es uno de los beneficiarios de la herencia.

Aquello era algo que Tiffany no se esperaba: -Está usted completamente seguro de ello? Porque suponía que Taeng era el único heredero.

-Parece ser que el Sr. Lee no pensó lo mismo. –Respondió Yesung.

Por un instante Tiffany se quedó sin habla. Nunca se imaginó que su nombre apareciera en el testamento de Sooman. Finalmente contestó: -El problema, Sr. Yesung, es que yo ya no vivo en los Estados Unidos. Estoy viviendo en Alemania y me es difícil viajar hasta allá.

Ahora fue Yesung quien se quedó en silencio. Tiffany sospechaba que estaba analizando la situación pero simplemente cerró los ojos al escuchar la respuesta de su interlocutor: -Lamento mucho escuchar eso pero no puedo abrir el testamento si no están todos los beneficiarios presentes.

-Todos? –Tiffany quería de cualquier forma evitar asistir a la lectura del testamento pero Yesung no le dio más opciones:

-Así es. Además de usted, deberán estar presentes el Sr. John Desantis y el joven Kim Taeng.

El solo escuchar el nombre del amor de su vida provocó que toda su fuerza interna se viniera abajo. Sabía que el volver a ver a Taeng le rompería el corazón. Lo único que deseaba era mantenerlo alejado de ella para no provocarle un daño mayor al que ya le había causado pero parecía que la vida se estaba encargando de fastidiar sus planes. No le quedaba más remedio que acudir a esa reunión:

-Está bien Sr. Yesung. A qué hora debo estar ahí?

-Al medio día la espero en mi oficina. –Respondió el abogado de Sooman a lo que simplemente ella expresó:

-De acuerdo. Nos vemos pronto.

Acto seguido, Tiffany cerró su móvil mientras observaba las estrellas que iluminaban aquella ciudad. Tenía que pensar en algo para no tener que decirle a Siwon que debía viajar a Washington. Volteó a ver a aquel hombre que continuaba profundamente dormido mientras pensaba y deseaba que otro hombre fuera el que ocupara su lugar. Y en ese momento, aquella joven agente del FBI, dio rienda suelta a toda la tristeza y dolor que llevaba cargando en su alma. Las lágrimas corrieron por su rostro sin que pudiera hacer algo para evitarlo. Ella hubiera hecho todo lo que estuviera en sus manos para cambiarlo todo pero ya no había marcha atrás. Tenía que seguir adelante con la frente en alto para cumplir la misión que se había autoimpuesto porque ya no tenía nada que perder puesto que ya lo había perdido absolutamente todo. Trató de tranquilizarse mientras intentaba limpiar su rostro. Tomó un poco de aire y regresó a aquella habitación para volver a tomar su lugar como la amante de Choi Siwon mientras pensaba en lo que pasaría cuando volviera a estar frente a frente con el amor de su vida.

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En otro rincón del planeta, Jessica pensaba en todo lo que había ocurrido en las últimas horas. Su noviazgo con Yul se había detenido momentáneamente después de que ella le confesó su verdadera identidad. No sabía si todavía tenía alguna posibilidad de reanudar su relación o si se trataba de un rompimiento definitivo. Pero si de algo estaba completamente segura era del inmenso amor que toda la vida sentiría por Yul. Desde el primer momento en que se conocieron supo que él sería su compañero de vida pero en aquel instante ya no estaba tan segura. La forma en la que la había tratado era dolorosa para la analista del FBI. En el fondo de su alma sabía que había cometido un grave error al ocultarle la verdad pero sabía que todo tenía una razón de ser. Siendo Yul un personaje muy conocido en el país debía protegerlo de cualquier peligro derivado de sus misiones dentro de la agencia. Pero poco tiempo tardó en darse cuenta que si pudiera regresar el tiempo actuaría de la misma forma en que lo había hecho. De pronto, un sonido la sacó de sus propios pensamientos sobresaltándola. Al descubrir que se trataba de su teléfono, contestó:

-Aquí Jessica. Allá quién habla?

-Jessica Jung? –Respondió una voz que jamás había escuchado en su vida.

-Así es. Quién habla? –Mencionó la joven intrigada por lo que alcanzó a escuchar por la auricular:

-No me conoces pero me pidieron que te llamara en cuanto llegara de mi viaje.

De inmediato ella se incorporó mientras pensaba en lo que le había dicho aquel hombre. Rápidamente se levantó para cerrar las cortinas de la habitación después de verificar que nadie la estuviera vigilando. Cuando comprobó que no había ningún peligro, nuevamente tomó el teléfono y dijo: -Cuál es el colmo de un ladrón?

-Que le asalte una duda –Respondió el hombre con rapidez. Jessica esbozó una ligera sonrisa y continuó:

-El colmo de un dinamitero?

Después de pensarlo por algunos segundos, el hombre respondió con ironía: -Que lo exploten en su trabajo.

Ahora esbozó una gran sonrisa antes de continuar: -y el colmo de un asesino?

Aquel hombre soltó una carcajada antes de responder: -No saber matar el tiempo!

Jessica comprobó que era la persona que esperaba se pusiera en contacto con ella: -Me alegra conocerte… Choi Soo

-A mi también me alegra conocer a la mejor amiga de Tiffany. Llamo para ponerme a sus órdenes. –Respondió el joven a través del teléfono.

Por su parte, la joven expresó: -Me alegra escucharte. Tienes el paquete contigo?

-El paquete está a salvo y perfectamente resguardado. –Contestó Soo con voz seria por lo que Jessica continuó:

-De acuerdo. Me pondré en contacto contigo cuando se lleve a cabo la siguiente fase del plan.

-Sabe cómo localizarme? –Preguntó el joven con inquietud ya que era la primera vez en que tendría que trabajar con Jessica pero ella, sin perder tiempo, le contestó:

-De la misma manera en que nuestra buena amiga lo ha hecho.

De pronto Soo se quedó callado pero pronto susurró: -Alguna noticia de ella?

La analista sabía muy bien que Soo se preocupaba por Tiffany tanto o más que ella misma por lo que le confesó la verdad: -Ninguna hasta este momento.

Soo se quedó en completo silencio por algunos segundos para finalmente decir: Prométame algo por favor. Que me avisará de inmediato si algo le llega a ocurrir.

-Te doy mi palabra que así lo haré. –Contestó la joven con el corazón en la mano

-Bien. Esperaré su llamada. Hasta pronto.

Dicho eso, ambos colgaron sus respectivos teléfonos. Jessica sonrió un poco al darse cuenta que la voz de Soo era la de un hombre joven y no la de un hombre mayor como ella hubiera pensado. Fue entonces cuando se dio cuenta que a pesar de todo su esfuerzo, nunca llegaría a conocer todos los secretos que la mejor agente del FBI guardaba dentro de su corazón. Ahora comprendía un poco más el dolor que Yul estaba sintiendo por su culpa porque él estaba sintiendo hacia ella lo mismo que ella sentía hacia Tiffany. Y eso le dolía en el alma porque puedes pensar que conoces perfectamente bien a una persona pero en el fondo no es así. Y en el caso de una mujer mucho menos. El corazón de una mujer guarda muchos secretos y el de Tiffany desgraciadamente es el que guarda infinidad de ellos. Si su mejor amiga no hubiera decidido cambiar el plan, Jessica estaba segura que seguiría desconociendo la existencia de Choi Soo pero ahora debía trabajar a su lado y ayudar a Tiffany en su misión: Detener a Choi Siwon.

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Siendo la mejor agente del FBI, cualquier persona pensaría que Tiffany Hwang no le tendría miedo a nadie ni a nada. Pero en el fondo de su alma sabe que vive en ese momento con un miedo latente. Sabe que está a minutos de volver a ver al hombre que conquistó su corazón. El mismo al que le destrozó la vida algunos días atrás. Afortunadamente había podido viajar sola desde Alemania para la lectura del testamento de Sooman puesto que su amante en turno debía atender otras obligaciones en África. Se odió a sí misma por no haber averiguado algo sobre el viaje exprés de Siwon pero en ese momento solo tenía una preocupación en mente: estar frente al amor de su vida.

Al llegar al despacho, Yesung la saludó con amabilidad para después pedirle que lo acompañara a una sala de juntas. Al entrar en ella, el corazón se le fue al suelo porque en aquel lugar ya estaban presentes tanto John Desantis como Kim Taeng. Tomó un poco de aire mientras se preparaba para la locura que estaba por hacer:

-Cómo te atreves a estar aquí? –Dijo Taeng en voz alta al verla entrar con Yesung.

-Taeng. John. Me da gusto volver a verlos. –Respondió Tiffany con seriedad mientras tomaba asiento frente a ambos hombres.

-No creo que podamos decir lo mismo señorita. –Contestó John diplomáticamente pero Taeng lo interrumpió para gritarle a Tiffany:

-Quiero que te vayas! No tienes derecho de estar aquí!

-Cálmese joven Taeng. –Exclamó Desantis al intentar calmar a Taeng.

Por su parte, a Tiffany le dolían las palabras y el comportamiento de Taeng hacia ella pero nuevamente su personaje se apoderó de ella para responderle con ironía: -Hazle caso a tu mayordomo. Además no estoy aquí por mi gusto sino porque fue la "última voluntad" de Sooman.

-Eres una porquería! –Esta vez Taeng no pudo contenerse a lo que ella soltó una carcajada para responder de inmediato:

-Seré lo que quieras pero me gustaría escuchar lo que Yesung tiene que decirnos y largarme lo más pronto posible. –Y dirigiéndose hacia Yesung, continuó: -Podemos comenzar con la lectura del testamento?

-Joven Kim. Si me permite me gustaría dar inicio a la lectura. –Dijo Yesung dirigiéndose hacia Taeng e implícitamente hacia John.

Un furioso Taeng miró fijamente a los ojos de aquella mujer que le había hecho tanto daño. Suspiró profundamente antes de responder: -Hágalo de una buena vez.

Todos guardaron silencio mientras Yesung abría un sobre sellado. Al abrirlo, se aclaró un poco la garganta para iniciar con la lectura del documento: -Pues bien, siendo hoy 3 de mayo del año en curso en punto de las 12:15 del medio día, se da inicio a la lectura del testamento del Sr. Lee Sooman quien declaró como su última voluntad lo siguiente: "Yo, Lee Sooman, en pleno uso de mis facultades mentales, manifiesto que viví plenamente hasta el último día de mi existencia porque recibí el cariño y amor de toda la gente que me rodeaba. Traté de ser un buen ser humano y a pesar de cometer muchos errores puedo decir que disfruté enormemente haber sido parte de la vida de los presentes. Por tal motivo, hago de su conocimiento que repartiré todos mis bienes de la siguiente manera:

a) Al ser propietario del 100% de la empresa SM Exports, con giro en importaciones y exportaciones, al momento de mi fallecimiento se repartirá el 55% para mi ahijado Kim Taeng y el 45% restante para mi estimada asistente Stephanie Hwang. Sé que ambos pondrán todo su empeño en convertir a SM en la mejor importadora y exportadora a nivel mundial.

Tanto Tiffany como Taeng voltearon a verse fijamente a los ojos. En ese momento ambos pensaron que en otras circunstancias aquella decisión hubiera sido bien recibida pero Taeng no podía permitir que Tiffany metiera sus manos y las del Comandante en los negocios de SM Exports. Por su parte, Yesung continuaba leyendo:

b) El inmueble ubicado en el estado de Washington D.C. así como los automóviles detallados en el anexo A de este testamento y el dinero resguardado en la cuenta bancaria registrada a mi nombre en el Banco Mundial se los entrego a mi ahijado Kim Taeng, a quien siempre cuidé y protegí como a un verdadero hijo. Sé que él hará un buen uso de ello.

c) A mi buen amigo y fiel mayordomo John Desantis le dejo una cuenta de inversión en el banco para que pueda vivir cómodamente lo que le resta de vida en agradecimiento por su amistad y por todos los años de servicio que estuvo a mi lado.

d) Finalmente a la Srta. Stephanie Hwang le dejo una propiedad ubicada en Bozeman, Montana en agradecimiento por haberme salvado la vida y por ser una excelente asistente personal.

-Ahora resulta. –Expresó Taeng con ironía.

Tiffany volteó a ver a Taeng con dolor porque le lastimaban sus palabras. Acto seguido, Yesung continuó: -Sin embargo, en vista de la cesión de derechos realizada en días pasados por parte del Sr. Lee Sooman, debo informarles que el 100% de las acciones de la empresa SM Exports le pertenecen legalmente a la Srta. Stephanie Hwang. El resto del testamento se mantiene intacto.

Taeng estalló con furia y coraje: -Eso fue una trampa!. SM me pertenece por derecho propio!

-Le pido que se comporte joven Kim. -Respondió Yesung tratando de calmarlo: -Esa fue la última voluntad de su padrino y deberá acatarse por ley. Si quiere apelar, deberá hacerlo ante una corte.

Tiffany sacó una paleta de dulce y mientras la chupaba le dijo con sarcasmo: -Y tengo entendido que eso lleva mucho tiempo. De verdad quieres hacer un juicio para quitarme algo que me pertenece? En verdad eres un tonto Taeng.

-Eres una maldita bruja Tiffany! –Respondió con todo el odio que podía sentir hacia la asesina de su padre.

Por su parte, Tiffany tenía el corazón hecho polvo por todas las palabras que salían de los labios de Taeng. Sin embargo, ella siguió con su personaje: -No me importa lo que digas o pienses. Todas las acciones de SM me pertenecen así que quiero preguntarte: Cuánto quieres por las acciones? Estoy dispuesta a hacer un buen trato contigo siempre y cuando yo sea la mejor beneficiada claro está.

-Sabes perfectamente que la empresa de mi padre debe estar en mis manos! Tú eres una ladrona que jugó con todos nosotros simplemente por dinero y poder! –Taeng quería matarla en ese instante pero ella esbozó una sonrisa ersa para después exclamar nuevamente con sarcasmo:

-Por favor Taeng! Cuántas veces le dijiste a Sooman que no te interesaba hacer negocios con los clientes? Que tú preferías encargarte de la logística? Pues bien, ya no tendrás que llevar nada si decides no pelear por tus acciones. Así ya no tendríamos que soportar el vernos las caras. Qué dices?

-Eso jamás! Antes muerto que permitir que te quedes con lo el fruto de tantos años de trabajo de mi padre! –Le gritó a la cara después de abalanzarse sobre ella y siendo sujetado por John y Yesung.

Tiffany tenía ganas de llorar al verlo en semejante estado pero sabía que el show debía continuar por lo que le respondió con su ya acostumbrada ironía: -Si eso es lo que quieres… Recuerda que a v