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En Manos de la Justicia

El alma de una mujer puede esconder infinidad de cosas: alegrías, tristezas, desdichas, satisfacciones, secretos. Y sin embargo su rostro puede mostrar ante todos una gran serenidad aunque en el fondo esté en un abismo sin fin. Ese es ahora el sentimiento que embarga a Tiffany. Quien iba a decir que además de destruir al amor de su vida, acabaría con su propia vida al mismo tiempo en que descubriría lo que ocurrió el día en el que mataron a sus padres. El recordar las palabras de Siwon la llenaba de muchas emociones encontradas: Odio, Coraje, Tristeza, Decepción, Paz. En el fondo sabía que, después de tanto tiempo, sus padres descansarían en paz pero era en aquellos momentos cuando más necesitaba de ellos, de su apoyo, comprensión, cariño y consejo. Por otro lado, Hyo le había dicho lo que había ocurrido con Taeng antes de que lo dejara navegando lejos del alcance de la maldad de Siwon. Esperaba tener la oportunidad de aclarar las cosas con él aunque nunca más volvieran a estar juntos. Ahora que por fin el Comandante estuviera en prisión, ella y sus amigos estarían a salvo de cualquier peligro. Desgraciadamente y a pesar del éxito de su misión, un profundo sentimiento embargaba su corazón. En lugar de volver a casa como una heroína, volvía como una delincuente, como una traidora. El hombre al que amaba como a un padre le había fallado cuando más había necesitado su apoyo y sobretodo su comprensión. Entendía que, como Director del FBI, Jung Yonghwa estaba obligado a actuar como lo hizo pero en el fondo le dolía el hecho de que una de las personas más importantes de su vida no confió en ella. Ahora iba en camino a los Estados Unidos detenida y acusada de traicionar a su patria, una patria que había defendido con uñas y dientes. Muy a su pesar, la joven se percató que había perdido todo lo que tenía en la vida: su trabajo, su identidad, su familia y el único amor de su vida. Ni siquiera el haber perdido por completo el movimiento de su mano podía superar el dolor de haber perdido todo por lo que había luchado. Lo único que le quedaba era el cariño de sus amigos pero ella sabía que eso no podría llenar jamás aquel vacío que inundaba su corazón.

De pronto sintió la mirada de su compañero de aventuras sobre ella por lo que le dijo con tristeza:

-Ya estamos a punto de llegar. Crees que Yul pueda hacer algo para evitar que me encierren?

-Si está en el puesto en el que está, supongo que es porque ha sabido amarrarse bien los pantalones y demostrar de lo que es capaz, no crees? –En momentos como ese, el agente de la Interpol no podía dejar de hablar con la verdad con su característico cinismo. Sin embargo, Tiffany sabía que no iba a ser tan fácil salir de aquella situación:

-Lo sé pero para todos soy una traidora. Y el sistema no tiene compasión con los traidores.

Al escuchar aquellas palabras, Hyo tomó la barbilla de la joven con su mano para hacer que lo mirara a los ojos y le dijo con toda la seriedad del mundo: -Recuerda bien que no lo eres. Que solo estabas cumpliendo con tu misión.

-El fin justifica los medios? –Preguntó Tiffany con miedo. A su vez, Hyo se sorprendió al notar la actitud derrotista de la joven. Así que no tuvo más remedio que hablarle con dureza:

-Respóndete tú misma a esa pregunta! Si no hubieras tomado al toro por los cuernos, en estos momentos tal vez Taeng estaría muerto.

Tiffany bajó la mirada para evitar que Hyo notara que las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos. Segundos más tarde, volvió a levantar su rostro para mirarlo un poco más serena: -Eso es lo único que me reconforta. Si me condenan a la pena capital, no me sentiré mal porque sé que él está vivo aunque viva el resto de su vida odiándome.

-Pues que viva como quiera –Respondió su ángel guardián -pero tendrá que pagarme la cirugía plástica! No puedo creer que me atacara de semejante manera.

Aquel comentario provocó por primera vez en las últimas horas que Tiffany soltara una carcajada antes de contestar con sarcasmo: -Creo que en verdad te odia.

-Me di cuenta de ello con tanto golpe. –Respondió Hyo con una sonrisa -En fin, lo único que me queda es estar a tu lado en estos momentos antes de volver a Londres.

En ese instante el semblante de Tiffany se tornó nuevamente serio: -Aunque no lo creas, te agradezco de todo corazón todo tu apoyo y cariño. Has sido un gran amigo y confidente. Es por ello que quiero pedirte un último favor. Que estés conmigo en caso de que Yul falle en su misión. Quiero ver tu rostro en el último momento de mi vida. Sé que no tengo ningún derecho a pedírtelo pero no podría pedírselo a Jessica.

-Y prefieres que sea yo el que vea cómo te matan? –Hyo no estaba dispuesto a permitir que la joven se deprimiera en esos momentos. Sabía que Tiffany debía ser lo bastante fuerte para soportar la dura prueba que tenía por delante pero la joven buscó su mirada esta vez antes de decirle:

-Creo que sería lo único que me daría serenidad en ese momento tan difícil.

El agente de la Interpol se quedó en silencio por algunos segundos: -No pienses en ello. Ya verás que Yul demostrará tu inocencia.

Sin embargo, aquel instante era uno de los más importantes en la vida de la ex agente del FBI. Por ello, insistió con el corazón en la mano: -Prométemelo por favor Hyo.

Al ver la forma en la que Tiffany le pedía un último favor con tanta vehemencia, Hyo tomó las manos de la joven entre las suyas para decirle con la más absoluta seriedad: -Está bien. Lo prometo. Será mi rostro el que veas cuando llegue el momento, el cual estoy seguro, que no llegará.

Una ligera sonrisa apareció en el rostro triste de la joven: -Jamás voy a tener como pagarte por esto. De corazón, muchas gracias por todo.

Así, Tiffany volvió a mirar la ventana del avión para percatarse que estaban a minutos de aterrizar en el Aeropuerto de Washington. Había llegado la hora de enfrentarse a la justicia y pagar por sus propios pecados.

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No muy lejos de ahí, Soo se hallaba pensando en alguna forma de ayudar a Tiffany. Sabía que le debía la vida a la joven por lo que se sentía en la obligación de hacer lo que fuera necesario para salvar la vida de la joven. Sin embargo, Jessica lo regresó de vuelta a la realidad:

-Sé que estás preocupado pero no tienes nada de qué temer. Fany estará muy pronto con todos nosotros.

-Tengo lo necesario para sacarle del país con una nueva identidad tal como ella hizo conmigo. Puedo hacerlo hoy mismo si tú me ayudas. -Respondió Soo bastante ansioso. Estaba plenamente consciente que en poco tiempo, el avión que traía a Tiffany y a Siwon pisaría suelo estadounidense por lo que estaba dispuesto a llevar a cabo su plan con o sin la ayuda de la prometida de Kwon Yul. Por su parte, Jessica sabía que el joven era capaz de hacer eso y mucho más pero con toda la serenidad del mundo le dijo:

-Soo. Seamos sinceros. Ambos conocemos a Tiffany. Tú crees que ella aceptaría tu propuesta?

-Se trata de la vida de mi hermana! –Gritó el joven con el corazón en la mano por lo que Jessica le contestó de la misma manera:

-Y también es la mía! Crees que no me duele todo esto? Se siente herida y traicionada pero ante todo es una persona que da la cara y afronta las consecuencias de sus actos! Tiffany confía en el sistema de justicia así que se negaría rotundamente a escapar como si fuera una delincuente porque todos sabemos que ella tiene de delincuente lo que yo tengo de astronauta!

El comentario de la joven hizo que Soo entrara un poco en razón: -Tienes razón, pero me parte el corazón imaginarla encerrada o que puedan llegar a...

-Ni lo pienses! –Gritó Jessica -Ella no va a morir. Yul y Teddy tienen todos los elementos necesarios para demostrar su inocencia y para encerrar a Siwon en la cárcel de por vida. Verás que muy pronto la tendremos junto a nosotros. Ahora lo único que nos queda por hacer es esperar.

Soo abrazó a la prometida de Kwon Yul, el hombre del cual dependía la vida de su amiga y hermana. Sabía que sus palabras eran ciertas pero en el fondo tenía miedo por el futuro de Tiffany. Lo único que Soo no sabía era que a pesar de todo, Jessica compartía el mismo temor que él.

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Aquella no era la primera vez que Tiffany pasaba la noche encerrada en una celda. Debido a su trabajo encubierto, varias veces había sido detenida cuando había llevado a buen término sus misiones, en las cuales no terminaba simulando su propia muerte. Pero esta vez, todo era distinto. De verdad había sido acusada de traición y estaba a escasas horas de tal vez ser condenada a muerte. En el fondo de su corazón sabía que había hecho lo correcto aunque le haya destrozado la vida a la persona que más amaba con todo su corazón. Lo único que podía consolarla en aquellos instantes era pensar que pronto Taeng podría comenzar una nueva vida lejos de ella. También pensaba que debía hacer todo lo posible para despedirse de Jessica y de Soo. Ambos eran sus hermanos por lo que pensó en la mejor manera de hacerlo. Pero a lo lejos empezó a oír pasos que se acercaban. De pronto, un hombre apareció frente a ella:

-Hola Tiffany. Cómo estás?

La joven de inmediato descubrió que había escuchado esa voz con anterioridad pero al ver el semblante de aquel hombre supo sin lugar a dudas quien era en realidad: -Hola Yul. Supongo que bien. Cómo están Jessie y Soo?

-Preocupados por ti. –Respondió Yul con seriedad -Pero están seguros que pronto serás libre. Y te aseguro que me encargaré de tu caso poniendo todo mi empeño en ello. De momento te traigo estas frazadas para que no pases frío y un poco de comida.

Tiffany tomó todo lo que Yul le pasaba por los espacios de los barrotes de la celda: -Gracias. Sé que harás un excelente trabajo. Te agradezco todo el apoyo que me has brindado. Has arriesgado muchas cosas para ayudarme. Jamás voy a tener cómo pagártelo.

Al ver la tristeza en el rostro de la joven, Yul expresó con una ligera sonrisa: -No tienes nada que agradecerme Tiffany. Finalmente eres de la familia. Por otro lado, he venido a decirte que el juicio de Siwon empezará mañana.

Aquello sorprendió a la joven ya que regularmente los juicios no comenzaban de inmediato: -Tan pronto? Por qué? –A lo que Yul, ni tonto ni perezoso, explicó:

-Porque es un asunto que estamos tratando sea ocultado a la prensa para seguir manteniendo tu identidad como agente en secreto y testigo principal. Incluso Soo ha intentado intervenir todo lo que puede para que no se filtre algo que pueda perjudicarte.

Tiffany colocó sus manos en los barrotes para recargar su cabeza en ellos. Estaba cansada de toda aquella situación pero finalmente le faltaba poco para poder ver encerrado a Choi Siwon así que levantó su cabeza para mirar fijamente a Yul: -Entiendo. Y con respecto a las pruebas que tenemos en su contra? Crees que la defensa pueda debatir algo de ello?

-Todo está en orden. Con eso podemos hundir a Siwon sin ningún problema. –Respondió Yul en completa tranquilidad pero no se imaginaba lo que la joven le preguntaría:

-Estás consciente que al llamarme a declarar la defensa podría hundirme?

Por algunos segundos Yul se quedó en silencio pero finalmente contestó: -Lo sé. Es por eso que estoy aquí. Tú eres la principal testigo pero también te pueden acusar de complicidad o peor aún, de ser la autora intelectual. Todavía estamos a tiempo de detener la solicitud para que no tengas que presentarte a declarar.

Ahora fue Tiffany la que se quedó pensativa. Estaba analizando todas las posibilidades en su mente de lo que podría llegar a pasar pero le dijo a Yul segundos más tarde: -No te preocupes por mí. Me presentaré a declarar.

-Si lo haces, no podrás mentir y efectivamente el abogado de Siwon tratará de hundirte para liberar a su cliente. Lo que podemos hacer es presentar todo lo que tenemos sin que tengas que declarar. –La intención de Yul era evitar que tuviera que declarar pero Tiffany, fiel a su causa le respondió:

-No lo hagas. Si me atacan deberás mantenerte al margen. Sabré defenderme. Siwon debe creer que puede salirse con la suya. Esas pruebas debe ser lo último que salga a la luz. Y otra cosa. En ningún momento deberás involucrar a Taeng. Es más, no lo menciones en el interrogatorio.

Yul tenía perfectamente claro que no podían involucrar a Kim Taeng en el caso pero respondió para tranquilizar a su cuñada de corazón: -Será como tú lo pidas Tiffany.

-Otra cosa Yul. –De pronto Tiffany lo interrumpió -Sé que el juicio es en contra de Siwon pero por si alguna razón el juez llega a condenarme a la pena capital quiero que te lleves a Jessica y a Soo muy lejos de aquí. No quiero que me vean morir.

Yul trató de no perder la concentración después de lo que acababa de escuchar. Sabía que Tiffany confiaba en él pero de cualquier manera la joven necesitaba dejar todo en orden. Por otro lado, Yul debía hacerle saber lo mucho que Jessica  y Soo la querían: -Sabes que los dos querrán estar contigo en esos momentos.

-Lo sé pero no podría soportar verlos tristes a través del cristal. Es más de lo que puedo soportar. –Expresó Tiffany por lo que sacó una de sus manos para tomar la mano de Yul en la suya -Por eso deberás llevártelos para que no estén presentes en mi ejecución. Me lo puedes prometer?

Yul estaba luchando por no dejar caer algunas lágrimas que amenazaban con caer por su rostro pero al ver la fortaleza y valentía de la mujer que tenía frente a él, tomó aire para decirle con toda serenidad: -Confío en que podremos comprobar tu inocencia Tiffany pero en caso de que no sea así, te prometo que los alejaré de aquí aunque Jessie me golpee, insulte o incluso aunque me mande al demonio. Ahora será mejor que te deje descansar. Los siguientes días serán muy difíciles. Adiós Tiffany. Nos veremos mañana.

La joven asintió antes de decir: -Adiós Yul. Saluda de mi parte a mi familia.

El Fiscal General asintió en silencio mirando fijamente los ojos de la joven. Segundos más tarde salió de aquel lugar dejándola completamente sola. Por su parte, Tiffany decidió tratar de dormir un poco ya que debía estar de la mejor forma mental y emocionalmente para lo que estaba a punto de enfrentar.

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A la mañana siguiente, en el Tribunal de Justicia, Kwon Yul se encontraba con Theodore Benet alistando todo lo que necesitarían para el juicio en contra de Choi Siwon:

-Estamos listos Teddy. –Exclamó el Fiscal General de los Estados Unidos. En ese instante, Yul comprendió que había llegado la hora de demostrar la inocencia de Tiffany así como la culpabilidad de Siwon. A pesar de toda la preparación que habían llevado a cabo, Yul no pudo evitar sentir un poco de nervios. Era un hecho que Siwon estaba dispuesto a hacer lo que estuviera en sus manos para conseguir un veredicto a su favor. Por otra parte, era tal la magnitud del caso que podía llevarlo a las ligas mayores o hundirlo y marcarlo como parte fundamental de una de las derrotas más históricas del sistema de justicia del gobierno americano.

Por otra parte, Theodore Benet notó el nerviosismo de su amigo por lo que le dio una palmada en el hombro, la cual sacó a Yul de su ensoñación: -No tienes nada de qué preocuparte. Sé que harás un buen trabajo Yul. Por fin ese tipo recibirá su merecido.

Yul soltó el aire que estaba reteniendo. Confiaba en sus capacidades y en su inteligencia. Confiaba en todas las pruebas que tenían para detener a Siwon. Confiaba en que evitaría que Tiffany fuera ejecutada. Así, con toda la seriedad y templanza le dijo a su amigo: -Lo sé. Tenemos todo lo necesario para demostrar su culpabilidad.

En ese momento, uno de los asistentes exclamó en voz alta:

-Todos de pie! Se presenta el caso número 7101988 El Estado contra Choi Siwon a quien se le imputan los cargos de tráfico de armas, contrabando y distribución ilícita de armamento y diversas mercancías ilegales, evasión fiscal y homicidio en segundo grado por el asesinato de Leo y Miyoung Hwang. El Juez George Stevenson entra en sesión.

Acto seguido, Yul observó que un hombre alto investido con su tradicional toga hacía su aparición para colocarse en lo alto de la tribuna. Con tranquilidad tomó asiento mientras todos guardaban silencio. -Buenos días a todos. El Gobierno de los Estados Unidos realiza este juicio en contra de Choi Siwon a quien se le imputan los cargos que acabamos de escuchar. Cómo se declara el acusado?

-Inocente. Su señoría. –Respondió Siwon con total seriedad.

-Su señoría. Kwon Yul por parte de la Fiscalía. –Exclamó Yul de inmediato ya que el juego acababa de comenzar: -Como parte acusatoria solicitamos que no se le otorgue ningún amparo al Sr. Choi y que permanezca en prisión durante todo el tiempo que dure el juicio. Debido a los antecedentes del caso que se está presentando, se corre el riesgo de que el acusado salga del país intentando escapar de la justicia estadounidense y busque refugio en su país de origen.

-Moción aceptada. –Respondió el juez -Por otra parte, tendré que pedir a la prensa que salga de la corte debido a que se ha determinado que éste sea un juicio cerrado al público debido a que se presentará información confidencial que puede hacer peligrar la vida de los implicados. Así que le pido a los guardias que escolten a todos los reporteros presentes.

Algunos minutos más tarde, la sala estaba prácticamente vacía. Solo habían permanecido algunos integrantes de la ATF y personal de la corte así como los implicados en el juicio. En cuanto fueron cerradas las puertas, el juez Stevenson continuó: -Se le concede la palabra al Sr. Fiscal.

Yul ceremoniosamente se puso de pie al tiempo que exclamaba: -Muchas gracias su señoría. Choi Siwon puede parecer una persona inofensiva pero se ha caracterizado por ser una persona que no se detiene ante nada para conseguir sus objetivos. Tenemos pruebas que se presentarán a este jurado donde se comprueba su culpabilidad, las cuales están claramente fundamentadas. Lo que queremos es encerrar a este criminal internacional para que no siga haciendo más daño a gente inocente. Además, la muerte de dos ciudadanos americanos no es algo que se pueda pasar por alto. Nuestro deber es buscar justicia para la familia de los fallecidos para que por fin puedan tener un poco de tranquilidad.

Yul tomó asiento mientras el juez le otorgaba la palabra al abogado de Siwon. Éste se limitó a decir: -Señor juez. Kim Ryeowook por parte de la defensa. El Sr. Choi es un respetado ciudadano coreano-alemán que tiene infinidad de negocios a lo largo y ancho del planeta Tierra. Es un exportador e importador de todo tipo de mercancías a través