Tu POV

Minho y yo habíamos pasado todo el día fuera, yendo de un lado para otro. Fuimos de compras, comimos en un restaurante chino para descansar, paseamos por lugares históricos, y también visitamos un parque de atracciones, sin olvidar estar siempre ocultos. Había que tener cuidado al fin y al cabo, por lo que Minho siempre salía disfrazado. Al principio me había parecido extraño e incómodo, pero con tal sólo poder disfrutar de su compañía, aceptaba cualquier cosa. Yo sabía que sería de aquella manera, por lo que tampoco pedía mucho de él.

En ese momento, estábamos en el sofá, relajados disfrutando de una película mientras entrelazábamos con suavidad los dedos de nuestras manos. De vez en cuando, nuestros labios se juntaban en un tierno beso que siempre acababa con una sonrisa. Siendo sincera, no estaba prestando atención a la película. ¿Por qué iba a hacerlo si podía ver sus ojos o sentir sus labios? Lo prefería mil veces a ver una pantalla de televisión.

De pronto, el teléfono sonó. Minho miró con el ceño fruncido la pantalla antes de descolgar.

-Dime, manager-hyung.

Estuvieron un par de minutos hablando, aunque yo no me estaba enterando de mucho ya que sólo escuchaba un lado, aunque parecían ser buenas noticias viendo el rostro de Minho iluminarse a medida que la llamada avanzaba. Al terminar, sin embargo, me miró con una mezcla de pena y alegría.

-¿Qué pasa? -le pregunté, posando mi mano sobre su brazo.

-Me quiere ver el director de la película a la que hice la prueba no hace mucho, ¿te acuerdas? -le asentí, empezando a alegrarme aunque él tan sólo suspiró, con ojos tristes-. Quiere quedar dentro de una hora...

Así que era por eso que tenía aquella cara.

-¿Por qué tienes esa expresión triste? ¡Es una gran noticia! -intenté animarlo, abrazándole suavemente-. ¡Alégrate!

-Si yo me alegro... Pero es que... No quiero dejarte sola... -frunció el ceño al decirlo.

-No pasa nada, oppa -le dije tranquilizándole-. Me voy a ver algún dorama o repaso alguna asignatura de la universidad, ya me mantendré ocupada. Tampoco tardarás tanto, ¿no? -le sonreí aunque por dentro ya me sentía decepcionada.

Estaría sola en el piso. Onew se había llevado a Yoonji para darle una sorpresa por sus tres meses; Jonghyun había quedado con una chica que como siempre, nadie sabía nada sobre ella; Key había ido a visitar a su familia, aprovechando el fin de semana libre; y Taemin iba a salir de fiesta esta noche, aunque tampoco deseaba que se quedara, prefería estar lejos de él. De cualquier manera, me iba a quedar sola.

-Espera -dijo de pronto Minho y salió del salón, yendo hacia la habitación de Taemin. ¿Por qué iba donde él?

Estuvo un par de minutos ausente, un tiempo que aproveché para pensar en qué haría exactamente cuando Minho se fuera. Realmente había esperado poder estar con él todo el rato, pero era algo que no podía cambiar. Esa vida de ídolo realmente era dura, había que reconocerlo. Minho volvió entonces, con una sonrisa sobre su rostro, lo que me hizo sentir insegura por alguna razón.

-Vas a salir con Taemin -me dijo en modo de afirmación, sin preguntarlo.

Me quedé tan sorprendida que simplemente me le quedé mirando. ¿Por qué iba a ir con Taemin? Él me odiaba, Minho lo sabía, ¿para qué empeorar las cosas?

-Oppa, no hace falta -intenté negarme-. Me quedo en casa y...

-No quiero que estés sola -me interrumpió acariciándome la mejilla-. Había prometido estar contigo todo el fin de semana, sin dejarte sola.

-¿Pero por qué con Taemin...? -le pregunté nerviosa-. Estaré bien aquí, ya me mantendré ocupada... No te preocupes...

Yo estaba ya medio suplicando, y es que no estaba de acuerdo. No quería salir con Taemin. No le agradaba y era incómodo estar a su alrededor. ¿Por qué Minho me hacía eso? ¿Por qué hacernos pasar un rato desagradable para ambos? Lo que me hizo pensar de repente: entonces, ¿Taemin había aceptado que yo saliera con él? Eso me sorprendió tanto que apenas me di cuenta de la presencia de Taemin junto a nosotros.

-Tienes diez minutos -escuché su voz al hablar, y tan rápido como apareció, volvió a su habitación.

Miré asustada a Minho, suplicándole con los ojos para que no me obligara a ir con él.

-Le pedí que fuera bueno contigo -me sonrió, aunque yo apenas veía su sonrisa-. No sé qué problema tiene, lo que me enfurece, sinceramente hablando, por eso quiero que aprovechéis este rato y que él intente ser más... amable, y de esta manera, no estarás sola mientras que estoy fuera -me miraba con esperanza a que aceptara.

-Pero me odia... -intenté replicar.

-No es verdad -dijo aunque vi en sus ojos que no estaba convencido de ello-. Es que no te conoce bien...

Apenas esucuchaba lo que decía. Estaba preocupada. Muy preocupada. No quería estar junto a Taemin, no soportaba ver aquella actitud indiferente hacia mí. Me hacía daño. Reaccioné al recordar lo que Taemin había dicho sobre los diez minutos, a lo que, asintiendo a Minho y fingiendo una sonrisa, fui rápidamente a prepararme. Tampoco quería darle a Taemin una excusa más para odiarme. Minho fue detrás de mí, apoyándose sobre el marco de la puerta, mientras que yo me ponía un poco de maquillaje.

-Se portará bien, ya lo verás. Sabe lo importante que eres para mí -me estaba diciendo, aunque sólo podía pensar en aquella mirada fría con la que me solía mirar Taemin cada vez que nos cruzábamos. Me ponía los pelos de punta.

-Me gustaría creer en tus palabras, pero sabes que no es cierto -me acerqué a él-. No moriré hoy, ¿verdad?

Minho se echó a reír, abrazándome fuertemente.

-No soporto veros así. Ambos sois importantes para mí, quiero que os llevéis bien -me decía sin soltarme.

Iba a contestarle cuando Taemin salió de su habitación, interrumpiéndonos. Se nos quedó mirando, sin expresión alguna, a lo que nerviosamente, me aparté de Minho. Ese chico por alguna razón hacía sentirme inquieta.

-Nos vamos -dijo entonces, abriendo la puerta principal y esperando a que pasara primero.

Miré a Minho, intentando encontrar fuerzas, y con una sonrisa me animó. Sólo tenía que ser amable. Eso era. Fui yendo hacia la puerta cuando escuché a Minho decir:

-Confío en ti, y... Gracias.

Taemin le miró mostrando una de sus mejores sonrisas, como si fuera algo obvio lo que estaba haciendo por él, aunque los tres sabíamos que hubiera preferido dejarme en el piso. Podría ser muy difícil ser amable. Igual debería tan sólo ignorarlo.

-Tenemos que recoger a un amigo mío, por lo que te sentarás atrás -me ordenó cuando ya salimos, sin mirarme.

Sí, señor.

Durante el trayecto intentaba pensar en algo para hablar con él, aunque no me llegaba nada a la mente. Era imposible mantener una conversación con él, sólo había que fijarse en esa actitud suya, con esos ojos fríos e indiferentes. Me sentía como si me hubieran metido en un agujero negro del cual no podría salir nunca, realmente hacía sentirme deprimida.

Nos mantuvimos en silencio hasta que paramos enfrente de una casa, donde un chico de más o menos mi edad estaba esperando. Le miré estupefacta cuando lo reconocí. Kai de EXO. Oh Dios. Quería chillar, pero me contuve. Actuar normal, eso era lo que tenía que hacer. Cuando se sentó en el asiento del copiloto, enseguida se giró y me sonrió.

-Hola. ¿Quién eres? 

-Es la novia de Minho -contestó Taemin en mi lugar, con la mirada fija en la carretera.

Apenas me dio tiempo para verlo, pero pude observar cómo Kai subía una ceja hacia la dirección de Taemin, aunque rápidamente volvió su atención hacia mí.

-He escuchado sobre ti -me confesó-. Minho no para de hablar de ti -y rió, aunque volví a ver aquella mirada que le estaba enviando a Taemin. ¿Se estaría riendo de mí? Yo sin entenderlo, simplemente sonreí ampliamente y le contesté:

-Yo también he escuchado de ti. ¡Eres Kai!

Riendo asintió, y así estuvimos un rato charlando. Ya podía anticipar que nos llevaríamos bien. Era amable, majo y sonriente, no como otros. Me quedé muy satisfecha, sin poder quitarme la sonrisa de mi rostro. Ya conocía a todos de SHINee, ¿podría tal vez conocer a todos de EXO también? Con tan sólo de pensarlo, mi corazón ya latía a mil por hora. No podía creer en la suerte que estaba teniendo.