Capítulo 12

Nuestro destino

POV de Taemin

Nos encontrábamos en el piso, preparando una fiesta sorpresa para aquella chica que no podía tener. Hoy era su cumpleaños y Minho había mentido diciéndole que estábamos ocupados y que no sería posible verla y así sorprenderla con esta fiesta de la que no quería formar parte. Yo quería irme de allí. No quería verla. Apenas la veía desde aquella noche que salimos juntos y cuando lo hacía, la ignoraba. No estaba seguro si me odiaba, pero si fuera así, lo prefería. Mejor que me odiara que seguir intentando ser mi amiga sin éxito, porque no podía ser su amigo. No podía verla porque me dolía, me dolía a horrores. Y por esa razón, tenía que escapar antes de que ella llegara y ya faltaba muy poco para ello.

En un momento que todos se encontraban ocupados o con la comida o con la decoración, decidí aprovecharlo y salir lo más sigilosamente posible para que nadie se diera cuenta. No podía contarles que me tenía que ir, no tenía suficiente coraje. Llamádme cobarde pero aún no hora, ellos sospecherían y yo no estaba preparado para ello. Tenía que mantener mis sentimientos conmigo hasta que decidieran dejarme en paz. Me preguntaba cuándo sucedería eso. Perdido en mis propios pensamientos, no me percaté del cuerpo que se encontraba detrás de mí, esperando por mí mientras me estaba calzando. Reaccioné tan sólo cuando, de pronto, sentí una mano sobre mi hombro. Giré bruscamente, casi perdiendo el equilibrio y encontré a Jonghyun mirándome con ojos preocupados y los brazos cruzados.

-Taemin, eres muy obvio -me dijo siendo directo.

Yo le miré sin comprender. ¿Qué estaba intentando decir? ¿Podía ser que...?

-No pongas esa cara. Ya sabes a lo que me refiero -suspiró y se acercó a mí para hablar en voz más baja-. Estoy preocupado. Entiendo que no quieras estar aquí pero no te escapes a la mínima. ¿Quieres hablar de ello? Odio verte así, y los demás también.

Comencé a sentir pánico. ¿Estaba diciendo que todos sabían?

-Yo... -empecé a hablar pero no pude emitir ningún sonido para terminar. Minho no podía saber, el resto podía saber pero no Minho.

-Oye... -Jonghyun me agarró por los hombros haciéndome mirarle-. Taemin, habla sobre ello. No lo dejes en tu interior.

-N... No puedo -dije enseguida con voz temblorosa-. Hyung, ¿estás diciendo que todos vosotros lo sabéis?

Jonghyun no contestó de inmediato. Se quedó en silencio durante unos pocos segundos antes de responder.

-Lo sabemos todos excepto Minho... Lo supimos desde el primer día e intentamos distraerlo para que no se entere, pero tampoco podemos hacerlo para siempre... Lo averiguará pronto y estará molesto de que no se lo hayas contado antes. Tienes que hablar con él.

Mis pensamientos estaban mareándome, torturándome, bloqueando cualquier posible salida que pudiera haber de aquélla. Me apoyé sobre la pared, aturdido, confuso, sin esperanza. ¿Qué podía hacer ahora? Lo bueno era que aún no lo sabía, pero lo sabría. Así que tenía que contárselo, ¿pero cómo? Gemí de la frustración, completamente perdido. Sentí una mano sobre mi brazo y una voz como de lejos, pero no veía nada. Mi mente estaba completamente en blanco. No podía ver ninguna salida de aquella situación y eso me ponía frenético y desesperado. De pronto, me sentí sofocado. Necesitaba salir de allí. Sin decir nada, abrí la puerta para salir, ignorando a Jonghyun llamándome.

Aire fresco me dio la bienvenida cuando pisé la calle. No tenía ni idea a dónde ir así que sólamente caminé, caminé hasta que mis piernas me dolieran. Tenía que irme lejos de allí, de ella. Esa chica, quien me hizo enamorarme de ella sin siquiera notarlo. Esa chica, quien siempre estaba presente en mi cabeza, día y noche. Esa chica, quien parecía estar persiguiéndome, burlándose de mí. Y ahora estaba en aquella situación, estaba huyendo por su culpa. Me sentí encarcelado en mi propio cuerpo.

No sé durante cuanto tiempo pasé caminando, pero aún no me sentía preparado para volver. ¿Cómo le contaría a Minho sobre mis sentimientos por ella? ¿Me perdonaría? Qué pasaría, no lo sabía, y eso me asustaba. Saqué mi móvil para comprobar la hora y estuve sorprendido de ver algunas llamadas perdidas, visualizando los nombres de Jonghyun y Key en la pantalla. Sin pensarlo, lo apagué. No estaba de humor para hablar con nadie.

Pasé por un quiosco para comprarme algo de beber cuando algo brillante captó mi mirada. Era un llavero con piedrecitas rojas y verdes, en forma de fresa. Quizás no era nada especial aunque ese objeto diminuto me hizo acordarme de ella al momento, ya que recordaba con exactitud la vez que contó que las fresas eran su fruta favorita. Estaba sentada en el sofá junto a Minho, viendo algo en la televisión, y yo estaba sólamente pasando por allí yendo hacia la cocina cuando lo mencionó. Lo había dicho con tanto deseo que aún podía recordar el tono que había usado en ese momento. Y ahora, cuanto más lo miraba, más sentía que debería pertenecerle a ella. Decidí comprarlo, y tal vez tendría alguna ocasión para poder regalárselo, pero de momento, lo mantendría conmigo.

Horas fueron pasando y empecé a sentir el frío de la tarde con el viento tocando mis brazos desnudos. Me había olvidado totalmente de coger una chaqueta conmigo cuando dejé el piso y ahora estaba helado. Necesitaba entrar en algún sitio o me cogería un buen resfriado. Me fijé entonces en un pequeño bar que estaba apenas visible, con poca gente en el interior, con las luces medio apagadas. Parecía estar cerrando pero decidí probar suerte y entré al local, y para mi sorpresa, no me dijeron nada así que me senté en una mesa, hojeando la carta en busca de algo simple que pedir para que pudiera simplemente quedarme allí hasta que me fuera a casa. Una camarera se acercó enseguida y tras unos largos segundos, pedí algo de carne y una cerveza. Después de todo, no había comido desde el mediodía y tenía un hambre enorme. Comí a gusto pero no podía quitarme la sed, así que seguí pidiendo cerveza. Esta noche, la cerveza tenía otro sabor. Normalmente me bastaban un par de copas pero no esta vez. No podía parar. Quería olvidarme de todo, no pensar nada en absoluto.

No me acuerdo cómo llegué allí, pero había encontrado un modo para volver al piso. Estaba oscuro cuando llegué, y con mi cabeza mareada intenté encender las luces, buscando los interruptores que parecían estar escapando de mí. Me empecé a enfadar cuando no podía encontrarlos así que llamé a cualquiera en voz alta para que encendiera la luz. Comencé a sentir calor repentinamente, así que me quité la camiseta y busqué mi habitación antes de que me desnudara del todo cuando, de pronto, una voz femenina apareció, llamando mi nombre. La miré entrecerrando los ojos e inmediatamente sonrié cuando la reconocí. Era ella.

-¡Taemin! ¿Dónde estuviste? ¡Estamos buscándote por todo Seúl como locos! -parecía preocupada y desesperada, lo cual hizo atravesar una agradable calidez por mi cuerpo. Había estado preocupada por mí, ¿eso era cierto?

Me acerqué a ella con una sonrisa sobre mi rostro y levanté mis brazos para coger su cara en mis manos.

-¿Qué estás haciendo? -preguntó desconcertada y me empujó.

Podría decir que estaba sorprendida por mi tacto, cómo no. Estuve mostrándole por meses sólo odio y frialdad, ¿cómo podría esperar que yo quisiera tocarla? Y en vez de dejarla en paz y dejar las cosas como siempre estaban, yo lo que hice fue acercarla a mí y ponerla contra la pared, con una mano en su cintura y la otra al lado de su cara, completamente atrapándola. No estaba muy seguro de lo que hacía pero podía pensar sólamente en estar con ella.

-Estás borracho, ¡déjame! -intentaba deshacerse de mí, pero yo era más fuerte y la sujeté aún más fuerte, acomodando mi cabeza sobre su cuello, inspirando su olor. Nunca la había tenido tan cerca y se sentía tan malditamente bien.

-Tienes que parar -le ordené-. Para con este poder que tienes sobre mí.

-¿Qué...?

-¡¿No puedes verlo?! -la corté y me alejé para mirarla, continuando sujetándola por los hombros-. Intenté odiarte, ignorarte, pero no ayuda. ¿Qué puedo hacer? Estás siempre allí, persiguiéndome pero no puedo ahuyentarte, es imposible. Ya me enamoré de ti... Te quiero."

Se quedó helada debajo de mi tacto. De repente, dejó de moverse y me miró con ojos sorprendidos.

-Tú... ¿me quieres?

-¿No puedes verlo? -le contesté en un susurro y sin dejarle tiempo para protestar, la besé.

Y se sintió como el cielo.

La besé con todo mi corazón, transimiténdole todos mis sentimientos, embrazándola fuertemente. ¿Cuántas veces había deseado esto, de sentir esos labios suaves sobre los míos, de tenerla en mis brazos? Demasiadas veces. Y era perfecto. Ojalá ese momento nunca terminara, pero como se podía haber esperado, terminó demasiado pronto.

-¿Qué es esto? -oí a Minho preguntar.

 

 


Bueeeno, aquí estoy de vuelta!!!! *.* ha pasado un largo tiempo, lo siento tanto por aquellos que estaban esperando T_T pero tuve que mudarme, y nada menos que a Tenerife y bueno, entre la mudanza, y no tener internet en casa durante 5 semanas que se hicieron eternos y que fueron las semanas más horribles, se me hizo imposible escribir T_T ahora estoy trabajando con un terrible horario pero intentaré subir capítulos!!! No volveré a hacer esos descansos tan largos! Nunca más! ^.^ intentaré subir un capítulo por semana, así que por favor, no perdáis la esperanza!! :))

Espero que os haya gustado este capítulo y por favor, comentad, suscribid o votad! ^.^

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!

Comments

You must be logged in to comment
belo1994 #1
muy bueno el capitulo, de parte de tu mejor amigo que te quiere y te adora, se nota que escribiendo esta historia, muestras todo lo bueno que tienes en tu corazon, mucho animo porque eres la mejor, y no te cambiaria por nada
PSDATA: amo a tu madre!!! ella es mi amor eterno!!! ooooooooh myyyy loveeeee jijiji muackkk
panchi2013
#2
Chapter 6: muy bueno el capitulo me gusto mucho minho tan tierno <3
actualiza pronto :)
panchi2013
#3
Chapter 1: Muy bueno el fic esta interesante
Actualiza pronto :)