Tu POV

Me desperté de un sueño donde estaba junto a SHINee, cantando y bailando sobre un gran escenario. Me pareció una locura, puesto que nunca canté demasiado bien. "Lucifer", la canción que cantábamos en mi sueño, aún parecía resonar en mi cabeza mientras me incorporaba de la cama. No encontré a Minho al abrir los ojos, pero en su lugar, pude ver una nota en su parte de la almohada.

No pude evitar sonreír al leer la última frase. Miré la hora y al ver que eran ya las diez, me levanté de prisa y fui hacia el cuarto de baño. Quería tomarme una ducha, despejarme y comenzar un nuevo y fantástico día. Cuando llevé mi mano hacia el pomo, sorprendida me di cuenta de que la puerta estaba cerrada. ¿Habría alguien dentro? ¿No se suponía que estaba sola? Decidí ir a comprobar cada habitación, asegurarme de que realmente estaba sola, pero no había nadie... Empecé a ponerme muy nerviosa. Si aún no habían vuelto... ¿Quién estaba en el baño? Volví a la habitación de Minho, cada vez más y más nerviosa. ¿Podría haber un intruso en la casa? ¿O tal vez mis nervios me estarían jugando una mala pasada? Miré temblorosa hacia la puerta de la habitación, con los nervios exagerando mis pensamientos... ¿Sería un ladrón? ¿Debería salir corriendo por si fuera un ladrón con ganas de violarme al ver mi pequeño pijama? Fuera lo que fuese, solo pensaba en una cosa: sobrevivir. Así que abrí la puerta, corrí a toda velocidad hacia la cocina y me armé con un cuchillo. De repente, escuché cómo el pomo de la puerta del baño giraba y acto seguido la puerta se abrió. No podría decir quién se sorprendió más, si yo misma o Taemin, sí, Taemin, que salió del cuarto de baño con una toalla atada a las caderas y el torso completamente desnudo y brillante por el vapor que causó el agua caliente. Nos quedamos un par de segundos en silencio, cuando finalmente, Taemin reaccionó.

-¿Qué estás haciendo aquí? -me preguntó sospechoso.

Yo no reaccioné a su pregunta al principio. No conseguía apartar mis ojos de su cuerpo, un cuerpo bien formado y hermoso que no parecía humano. Al darme cuenta de lo que estaba haciendo aparté la vista, avergonzada, dirigiéndola hacia el cuchillo que sostenía mi mano derecha. Dejé el cuchillo encima de la mesa y le contesté a la pregunta que me había formulado:

-Yo... Minho me invitó... ¿No os lo había contado?

Intentaba no mirarle al hablar, aunque pude notar por el rabillo del ojo que él ni siquiera intentaba cubrir su cuerpo, lo que me estaba incomodando bastante. ¿Acaso no se avergonzaba? 

-Pues... La verdad es que no -contestó encogiéndose de hombros.

No pude evitar asustarme y ruborizarme al mismo tiempo. Si él no lo sabía... ¿Entonces los demás tampoco? Podría ser que Minho me hubiese mentido? Aunque no tendría porqué... Mi cabeza atrajo mil sentimientos negativos, mil sensaciones desagradables. Pensé desde que Minho me había mentido hasta que podría ser que SHINee no me aceptaran.

Dolida, volví a la habitación, ignorando a Taemin al pasar, y llena de rabia di un portazo. Aborchonada por la vergüenza de encontrarme en aquel lugar sin consentimiento de todos los miembros, decidí vestirme e irme de allí. Nunca fui de las que se quedan en un sitio donde no son bien recibidas.

Al acabar de vestirme y salir de la habitación, vi a Taemin con los brazos cruzados, mirándome con ojos poco amables. Al menos me alegré de que ya se hubiese vestido, no tendría que volver a avergonzarme.

-¿Sabes que abandonar una conversación a la mitad es de muy mala educación? -me preguntó, mirándome fijamente a los ojos.

-Lo siento... Pero no me gusta estar donde no se me quiere...

Antes de que pudiera avanzar, Taemin me sujetó del brazo. De repente, su rostro cambió, mostrando un poco más de amabilidad.

-¿Qué estás diciendo? No digas tonterías.

-Dijiste que Minho no os comentó nada sobre mi estancia aquí... -sinceramente, prefería no dar más explicaciones. Cuánto más hablaba, más patética me sentía. 

-A mí no me dijo nada, o puede que no le prestara demasiada atención, que suele pasar. Yo no tengo nada en contra de que te quedes, y estoy seguro que los demás tampoco. Sabes que te apreciamos. No te vayas por mi culpa

Al mirarle a la cara, pude ver una expresión cálida, un gesto sincero y amable como cuando le conocí. Y es que al principio, era muy bueno conmigo, aunque pasando las semanas, lo notaba más distante. A mí me confundía porque no sabía qué había hecho mal para que su actitud hacia mí se enfriara. Cuando le preguntaba al respecto, sólamente me echaba una mirada indiferente y me ignoraba. Minho tampoco sabía qué le pasaba conmigo, ya que con Yoonji sí era como de costumbre. Eso me hacía querer ser aún más su amiga, aunque ya había decidido no molestarle. Sólo quería llevarme bien con todos de SHINee. Y en ese instante, parecía ser posible. Igual podríamos ser amigos, a pesar de todo.

-¿Seguro que no molesto? -le pregunté, dubitativa.

-Tranquila, no lo haces -afirmó Taemin, sonriendo.

¿Podríamos llevarnos bien a partir de ahora? Eso esperaba.

Entonces la puerta del piso se abrió con los SHINee entrando. El rostro de Minho se iluminó al verme y fue derecho hacia mí, rodeándome con sus brazos.

-Buenos días, veo que estás despierta -y me besó en la mejilla.

-Sí, me desperté hace un rato -le sonreí y miré de reojo a Taemin, recordando el momento vergonzoso con él medio desnudo.

-Aunque... ¿Qué haces con tu bolso? -me preguntó al darse cuenta de que lo estaba sosteniendo-. ¡¿Te vas?!

-Yo... ¡No! -estaba negando con las manos desesperadamente-. Es que... Hubo un malentendido... Me dijo Taemin que... Bueno, ya no importa -y les sonreí a todos-. Me quedo. ¿No os importa, verdad?

-¿Cómo iba a importarnos? -me preguntó Key actuando anonadado-. ¿Qué le contaste, Taemin? -y le miró medio molesto, acercándose a mí y redondeándome con un brazo.

Taemin no dijo nada al principio, y cuando vi que abría la boca para contestar, pude ver en su rostro otra vez aquella mirada indiferente. No.

-Nada. No le dije nada -y tras eso, se fue a la cocina.

Yo me quedé mirando cómo se iba, decepcionada. ¿Volvía a ser como antes? ¿Y aquel momento que habíamos compartido hacía tan solo un momento? ¿Acaso aquella sonrisa no significaba nada? 

Minho me miró preocupado, entendiendo lo que estaba sintiendo, aunque le sonreí en respuesta. Ya estaba acostumbrada a aquéllo.

Este capítulo salió más largo, gracias a la ayuda de un amigo. Notaba que eran muy cortos los capítulos anteriores, ¿qué pensáis? Decidí ir más despacio a partir de ahora, añadiendo más detalles. Espero que os vaya gustando ^.^