Onew. SHINee. ¿Qué estaba haciendo allí? Yoonji no perdió el tiempo como yo, que estaba helada, y se acercó hacia él, contemplando su pulso en su cuello. Me miró aliviada. Estaba vivo.

-Necesitamos despertarlo -me dijo.

Yoonji le abrió el cuello de su camisa y posó su cabeza sobre su regazo. Le dio ligeras bofetadas, llamándole con su nombre, absorta en él.

Yo estaba sentada un poco alejada de ellos, por alguna razón, no podía acercarme. Esto era increíble. El Onew de SHINee estaba a menos de un metro de nosotras. Nunca me había imaginado del todo estar tan cerca de alguien de SHINee. Siempre eran ilusiones y esperanzas, pero sin creer del todo en ello. Y Yoonji. Ella seguro se sentía feliz en ese momento. Podía tocarle. Ya lo hacía. Aunque igual, si fueran otras circunstancias, se pondría más ilusionada sobre ello. No era la hora de pensar en nuestra suerte si su vida corría peligro.

Tras un par de minutos, finalmente, abrió los ojos. Gimió tocando su cabeza y nos miró, aturdido al principio hasta sorprenderse después. Con la ayuda de Yoonji se levantó y entonces, habló:

-¿Quiénes sois? ¿Dónde estoy?

Oh, su voz. Sonó tan angelical. Yoonji le respondió, mientras yo intentaba controlar el latido de mi corazón. ¿Porqué latía tan rápido?

-Te vimos caer, estamos en un parque cerca del río Han...

-Oh, muchas gracias por ayudarme -le sonrió.

Le sonrió a Yoonji. Yo me sentí, de repente, fuera de lugar, como si estuviera invadiendo un espacio prohibido para mí.

-Igual deberías ir al hospital... -le sugerí, intentando atraer su atención.

-No, no, no hace falta. Me suele pasar de vez en cuando, no es nada grave -nos dijo mientras buscaba algo dentro de sus bolsillos de pantalón.

-¿Quieres que llamemos un taxi? -le preguntó Yoonji con una amable sonrisa.

-No, gracias. Llamaré a un amigo, no sería buena idea ir en taxi -y rió al terminar la frase, marcando un número en su móvil.

-Oh, claro, porque eres Onew -dándome cuenta del hecho.

-¿Sabéis quién soy? -preguntó interesado.

-¡Claro! Somos gran... -le tapé la boca a Yoonji antes de que pudiera decir nada más. Ésta era nuestra oportunidad. No podíamos ser fans delante de él.

-Sí, por supuesto. SHINee es muy famoso -le contesté yo en lugar de Yoonji, sonriendo ampliamente.

Onew rió en respuesta y saludó a la persona en la otra línea de la llamada con el nombre de "Taemin". Después de explicar rápidamente sobre lo que había sucedido y dónde estaba, colgó.

Taemin iba a venir. Otro SHINee. No podía creer en nuestra suerte. Eché un vistazo a mi amiga, y supe, al mirarla a los ojos, que ella estaba pensando en lo mismo. ¿A dónde nos llevaría todo eso?

-Me gustaría agradeceros por lo de hoy. Decidme, ¿mañana tenéis algo de tiempo libre?

Le miramos sin entender. ¿Nos estaba invitando salir?

-S...sí! -conseguí decir, medio tartamudeando.

-¡Perfecto! -con una sonrisa, pidió el número de una de nosotras y Yoonji dio el suyo-. Mañana nos vemos entonces, ya llegó mi amigo -y con una inclinación, se despidió y fue donde un coche blanco estaba esperando.

Un rostro con gafas de sol -me preguntaba para qué nadie iba a usar gafas de sol de noche- miraba hacia nuestra dirección. Parecía curioso y una media sonrisa se dibujó sobre su cara antes de prestarle atención a Onew, quien se sentó en el asiento del copiloto. Y sin mirar atrás, se fueron.

Me quedé observando el coche hasta que se perdió de vista. No podía creerlo. Lo imposible... había sucedido. ¿O era sólo un sueño, tal vez? ¿O realmente había... sucedido? No estaba segura.

Yoonji me abrazó dando saltitos mientras reía llena de júbilo.