Siento no haber actualizado antes pero andaba algo ocupada con las fiestas navideñas y demas cosas por las festividades, pero bueno les traigo la ultima parte del capitulo, espero y les agrade :3

Celos Part 3

Dormir no está en sus planes, su cuerpo y mente solo buscan formas de desahogar un corazón roto, es increíble para su servidor ver como ella se ha desmoronado con facilidad, el amor en los humanos es fortaleza pero al mismo tiempo… sí, es debilidad, ella solo necesitaba que Tiffany la amara para que todo tuviera sentido pero… por el contrario todo fue mentira, ¿cómo seguir siendo fuerte cuando ella no está a su lado? Debería solo dejarse vencer de una buena vez, entregar su vida a ese maldito hombre que sabe muy bien que no le conviene, nada es fortuito, esa es su única certeza, él debe tener oscuras intenciones detrás de todo lo que hace, pero que importa, ya nada importa, no la inmuta el suave desliz del filo en su manos, las gotas calientes manchan las sabanas cuando caen lentamente creando un hermoso contraste el blanco tendido, el sonido del maldito grillo le molesta, maldito insecto que no le permite paz, sus ojos se mueven en busca del ruido pero no da con el origen, solo ve el desorden que ha creado al descargar su furia con todo lo que se atravesó a su paso, no comprende cómo no ha venido su padre o su hermana a la habitación a cerciorarse de su bienestar, tal vez no escucharon, tal vez no es de su interés, tal vez los dos sepan que nada podrían hacer de todo modos… lanza la daga contra la puerta creando una gran mancha de sangre con el impacto, incluso infligirse un castigo por tonta le tiene agotada, deja caer su espalda en la cama, la luz de la vela amenaza con dejarla en cualquier momento, y el maldito grillo sigue en algún lugar divirtiéndose con su lenta agonía… la puerta se abre tímidamente, Jessica no tiene ganas de levantar su cabeza para ver de quien se trata, la vida le está quedando grande, está reconociendo un dolor que puede abatirla, Tiffany entra con pasos lentos tratando de no tropezarse, a pesar de su dolor no fue capaz de dejar las cosas así por más tiempo, sabe que esa última mirada fría de Jessica solo es el escudo con el que se defiende de lo que la atormenta, ahora es consciente del daño de sus palabras, cuando ve la sangre se altera, sabe de las no muy comunes practicas de Jessica con respecto a sus propio cuerpo.

-¿Qué has hecho? -Trata de limpiar la sangre de las manos de Jessica con su propia ropa, ella ni abre sus ojos para verla, Tiffany se mueve presurosa en busca del recipiente de agua que esa habitación siempre contiene, cuando regresa unos ojos cafés la ven tristes con rastros de lágrimas, jamás la había visto así.

-Vete… no requiero tu compañía. -Termina de hablar apartando la vista a un lado, ¿Por qué ahora pretende preocuparse por ella?, no comprende su comportamiento tan cambiante y menos como logra afectarle sobremanera, se odia por haberse permitido debilidad, todo era más sencillo cuando procuraba no tener sentimientos por nadie, el peso de la cama ceder ante el cuerpo de Tiffany la hace reaccionar, pronto siente como el trapo mojado limpia la herida, en verdad no logra descifrarla.

-No comprendes ¿cierto? -La pequeña pregunta con sus grandes ojos clavados en ella que parece perdida, deja la labor de limpiarle las heridas para colocar sus manos en su rostro, Jessica se contrae ante la suave caricia, como si fuera, más dolorosa que las llagas de sus manos. 

-Te amo… pensé ingenuamente que podía compartirte cuando tu padre te hiciera aceptar algún pretendiente, pero no… no puedo, no soporto la idea que otro pueda tenerte, me duele demasiado, sé que no soy nadie, ¿Qué podría ofrecerte yo?... nada, pero… pero te amo, te amo con todo mi ser, sé que nadie puede amarte como yo, mi vida en prenda si no es cierto. -Se acerca lentamente hasta que sus labios vuelven a encontrarse en un tierno beso, uno que las dos necesitan para liberar lo que las absorbe, Jessica no se mueve, no le corresponde.

-Yo solo necesitaba que no me dejaras… ¿por qué querías hacerme sufrir de este modo? -Sus palabras muestran el sufrimiento que ella causó, de pronto pareciera que el aire es más pesado de lo usual, las dos tienen el pecho subiendo y bajando arrítmicamente, es un remolino de emociones que está en el punto donde todo se pierde, tan cerca… tan cerca de caer.

-Estaba esperando por ti, como siempre y… él te besó. -Tiffany termina de articular las palabras que atravesaban su pecho, ahora Jessica entiende todo, sí tan solo… si tan solo se lo hubiera dicho esto no hubiera sucedido, que fácil fue dudar de su amor, se siente conmovida, triste, con profundo amor y al mismo tiempo tiene rabia con la mujer que tiene al frente, sus ojos instintivamente buscan sus labios y allí se quedan prendados, sí, cerca de caer de nuevo.

-No vuelvas hacerlo… te lo ruego, solo a ti te amo. -No puede reprimir más lo que la consume, se lanza a sus labios nuevamente en un beso rabioso, no la detiene siquiera el sabor ferroso en su paladar, Tiffany no se perturba ante el mordisco a su labio inferior, entiende que Jessica la ama pero hoy por primera vez harán el amor con enojo, con ganas de marcar su piel con el deseo que se pertenecen, los movimientos bruscos retiran la ropa mostrando su desnudez, Tiffany se posiciona en su cadera arqueando la espalda antes las no suaves caricias de Jessica por su cuerpo, su boca le succiona los pechos duramente logrando que el placer y el dolor en Tiffany se incrementen diluyéndose sin saber dónde termina uno y empieza el otro, los gemidos recorren el sitio, sus cuerpos se reclaman, se comunican, discuten, las diferencias se acaban en la piel de las dos, los dedos de Jessica irrumpen el interior de la pequeña que termina de enredar sus piernas a la cadera de la mujer que le pertenece, su gran y único amor,  Tiffany se mueve cadenciosamente a sus embestidas en un hermoso vaivén, los jadeos de la pequeña solo hace que Jessica intensifique sus arremetidas, desea su humedad, su lujuria, las manos de la castaña se aferran en la cabeza de Jesica que no desea desprenderse de sus pechos que ya muestran orgullosos marcas rojas, el placer es jodidamente intenso y el clímax llega con sus replicas, la pequeña por primera vez se deja llevar al punto de aferrar sus dientes a los labios de Jessica, sí, desea hacerle saber que en esa cama son iguales, y ella… ella es la dueña de su ser, las dos se ven intensamente, en esa conversación que solo a ellas pertenecen, el aire es denso, celos… ese sentimiento de amenaza, de posesividad, para algunos enfermedad pero que van de la mano con el amor desde el comienzo de la historia humana… sí, es necesario amar para conocerlos.