Oscuridad Part 3

Los invitados se han movido por el gran castillo tratando de manejar compostura, HeeChul y Yong hablan de la guerra, típico de los hombres de esta época, es como si hablaran del clima, la propuesta de matrimonio será sacada a colación en algún momento, los dos lo saben, JiYeon habla con sus hijos menores de banalidades, especialmente de las fiestas que les gusta auspiciar para congraciarse con sus súbditos, DongHae en un intento de tener un momento a solas con  Jessica le ha tomado su mano para guiarla al salón de estudio, Jessica se deja llevar, sabe que el tiempo funciona como un reloj de arena, cada granito que cae le resta oportunidad de terminar con esto de una buena vez.

-Tenía muchas ganas de verte a solas, te ves hermosa esta noche. -DongHae muestra su gran sonrisa, esa misma que hace suspirar a más de una mujer, bueno, menos a la que tiene al frente, ella dibuja un gesto altivo mientras camina por el lugar inspeccionándolo.

-Lo sé… dime algo que no sepa. -Le habla levantando la ceja, él solo sonríe tratando de contener la rabia que lo consume cada vez que esa arrogante mujer lo reta, es la única que lo ha hecho y eso le molesta, que sea precisamente ella.

-Siempre dices lo inesperado, me gusta. -Buscan el balcón más cercano, las luces de las antorchas iluminan los imponentes jardines, en verdad es un sitio que no teme mostrar su grandeza.

-Este lugar refleja mucho de los Kim… tienen buen gusto, es justo decirlo. -Termina de hablar con una sonrisa, DongHae cae bajo el embrujo que ella es capaz de mostrar con su imponente belleza.

-Podría ser tuyo, lo sabes… -Sí, el ingenuo ha caído bajo la trampa de Jessica, sabes que pronto lo obligará a mostrar su verdadera naturaleza, la oscuridad de su alma muy pronto será revelada mediante los inextricables juegos de esa mujer que ahora lo ve con arrogancia.

-No me interesa. -Lo interrumpe volviendo a colocar su vista en el jardín, un hombre robusto de espesa barba camina a pasos calmos, el juego ha empezado y el corazón de Jessica se dispara irrigando sangre por todo su cuerpo.

-Jessica, sé que te enamorarás de mí… lo presiento, seremos felices juntos, nuestras familias tendrán por fin paz. -DongHae toma sus manos delicadamente logrando que sus ojos se conecten, ella ahora ve todo claramente.

-No te amo, lo sabes… no creo poder hacerlo, lo lamento.  -Se suelta del agarre volviendo al interior del salón.

-Eso no lo sabes… somos iguales, el amor llegará con el pasar de los días. -DongHae insiste tratando de que la cólera no lo traicione, quiere ser fiel a la imagen de hombre enamorado, así debe ser si desea lograr su objetivo.

-Te equivocas, no somos iguales, soy mejor que tú… no me enamoraré de ti DongHae Kim… eso puedo jurártelo. -Jessica solo le falta reírse para ser evidente su burla, el menosprecio es algo que este hombre no maneja bien, ella lo sabe, lo vio aquella noche en la cena con su padre.

-No necesitas amarme entonces, me conformo con tu compañía. -DongHae fija su vista en el suelo mordiendo insistentemente su lengua en señal de frustración.

-Te conformarías con una mujer que no te ama… oh en verdad eres un hombrecito débil, te complacerías con tan poco, ahora entiendo las burlas de mi padre cuando te conoció. -Sí, el rostro trasfigurado de DongHae muestra por primera vez la verdad ante Jessica que solo puede sonreír con lo logrado, no son los únicos en ese salón, alguien más está presente en esta conversación.

-Como te atreves… te casarás conmigo, así lo deseo y así se hará… tú padre se comportaría como una señorita con mi pedido, ha vivido mucho tiempo siendo leyenda, ya todos saben que es solo un cobarde. -Jessica en ningún momento abandona su sonrisa altiva, la soberbia de ser más astuta que el hombre que tiene al frente le agrada sobremanera, no, eso no puede ocultarlo, la oscuridad del alma de DongHae ha sido sacada a la luz.

-Por fin te muestras, en serio que aburrías… así que este el verdadero DongHae, dime… ¿Cómo aguantaste tanto?... yo no hubiera podido. -Descuelga su cabeza mientras levantas las cejas, necesita rebasarlo, descontrolarlo, cada palabra será acertada para tal fin.

-Porque serás mías, besaras mis pies para que tan solo mis ojos se digne en verte, te domaré así como se hace con las bestias, Jessica… el orgullo del gran Yong será solo cosa del pasado. -Líneas delgadas del torrente sanguíneo se hacen evidentes en el rostro de DongHae, la adrenalina así lo dictamina.

-Así que por eso es… supongo que puedes recordarla, supongo que eras su sobrino favorito, te alzó entre sus brazos, te arrullaba cuando llorabas, la amabas, pero llega mi padre y te la arrebata, y ahora… quieres hacerme pagar algo que no es mi culpa, pues siento haber tenido una madre que a pesar de su origen humilde le hacía sombra a la gran JiEun Kim, lamento que todos ustedes solo sean un montón de incompetentes, ahora entiendo a mi padre, sería un castigo emparentarse con esta familia. -Jessica escupe las palabras en el rostro de DongHae, ¿Cómo es posible que una mujer lo trate de esta forma? No, es obligación de las mujeres amarlo, no despreciarlo y menos ella, una Jung.

-Sabes… te haré pagar esto, cada día tu vida lamentarás haberte cruzado en mi camino, serás mi esposa pero tendrás que rogarme para que siquiera me atreva a tocarte y cuando lo haga… oh Jessica, vas a gemir mostrando tu naturaleza, suplicarás para que me quede en tu cama, todos lo sabrán y se burlarán a tus espaldas. -El agarre fuerte en su brazo no le molesta en realidad, no le teme, ni siquiera lo respeta, sus ojos se pierden en unos iguales a los suyos, en un movimiento delicado se acerca al oído del hombre que la fuerza.

-Ya lo veremos querido DongHae… puedo jurarte que jamás te amaré, podría amar a mi caballo pero no a ti, jamás seré tu esposa. -Lo besa dulcemente antes de soltarse en un solo movimiento, su padre la espera en la puerta, el teatro ha llegado a su fin, DongHae da media vuelta para encontrarse con el gran Yong que lo ve con desprecio, los dos miembros Jung caminan para abandonar aquel maldito lugar, Siwon los espera con los caballos y los hombres de su guardia personal, es hora de marcharse, Yong da una última mirada encontrándose con la familia Kim que lo despide desde el gran balcón, Yong levanta la vista soberbiamente, sí, ha vuelto a ser el mismo, su hija le ha demostrado la grandeza de su linaje, no entiende como se dejó envolver por las mentiras de aquel hombrecito.

Los guardias los reciben como hormigas organizadas por una naturaleza que no comprenden, ella se baja de su caballo dejándolo en manos de los sirvientes que lo reciben presurosos en atenderla, ve a su padre altaneramente, no hablaron en todo el camino, él sabe que ella fue mucho mejor Jung que él, Yong le retira la vista, no es de su agrado aceptar su error, Jessica lo sabe concediéndole paz, se retira hacia su habitación victoriosa, su caminar es mucho más elegante, se siente más liviana sin el deje de derrota que DongHae había logrado sumergirla, cuando entra ni siquiera le permite terminar de cerrar la puerta, la besa como si deseara comerse eso delgados labios que tan bien la conocen, sí… la desea como aquel que desea agua en un desierto, Tiffany solo se deja llevar por sus ganas deslizando sus manos en el respaldo de la cabeza de Jessica profundizando el beso, Tiffany roza cadenciosamente la lengua con la de su amada en una ardua batalla que logra incrementar la temperatura de sus cuerpos, la mayor la arrincona contra la pared colando sus manos bajo la saya, sus dedos ansiosos presionan su centro, la pequeña gime ante el contacto firme de esa mujer que la domina.

-Supongo que esa felicidad es porque lo has logrado. -Tiffany se retuerce de placer que Jessica le proporciona moviendo sus dedos afanosamente, como reclamando que se humedezca a su antojo, a sus designios, sus respiraciones chocan furiosamente en sus rostros, sus bocas se buscan frenéticamente, Jessica se aferra a su labio inferior marcándolo como suyo.

-Sí… es momento de celebrar, de entregarnos. -Jessica se separa para desvestirse con afán, Tiffany la sigue, sus ropas caen al suelo en medio de miradas cargadas de deseo y lujuria, sus cuerpos vuelven a colisionar buscándose, Jessica la toma entre sus brazos levantándola del suelo, la pequeña enreda sus piernas en su cadera, sus labios se dirigen a su desnudo cuello.

-Te amo… oh Jessica nunca entenderás lo que mi corazón te anhela. -La descarga suavemente en la cama, la punta de sus dedos se deslizan con cautela en el pecho de Tiffany que trata de respirar con calma.

-Te equivocas pequeña, lo entiendo. -Su boca se detiene en esos pequeños pechos que tanto le gusta, su lengua delinea a la perfección unos erguidos pezones bajo la atenta mirada de unos ojos pardos que se dilatan a cada roce, sus jadeos ya recorren imperantes la habitación, Jessica acomoda su cuerpo sobre el de su pequeña moviendo su mano a ese lugar que emana esa tibieza que muy bien conoce.

-No dejes de amarme nunca, te lo ruego. -Tiffany abre sus piernas envolviéndola al sentir la intrusión de sus dedos, el vaivén comienza entre besos, caricias, y esa humedad que sus cuerpos expiden.

-Nunca… te amaré hasta el final de mis días. -La puerta a medio cerrar dejó una delgada línea que unos ojos marrón aprovecharon para ver lo que ahora allí sucede, los gemidos hicieron que se moviera con cautela, como aquel que presiente que va a encontrarse con una verdad oculta, sí… no quiso dejar para mañana hablar con su hija, se lo debía, a pesar de ser mujer le demostró superioridad típica de un Jung al enfrentar con entereza a los Kim, pero ahora… la oscuridad de su alma lo controla, ustedes humanos tontos, la maldad no es más que la perdida, el rompimiento con la esencia de la profundidad de su ser, de ese sitio incorruptible, ese mismo con el que vienen al mundo y que a medida que crecen olvidan, si… la oscuridad es la separación de la luz del corazón que palpitan en sus pechos y ahora Yong ha dejado ir esa luz que representaba Jessica en su vida.