Siento no haber podido acutlizar antes, he esta algo ocupada en el trabajo y no habia tenido tiempo, pero aqui les dejo al segunda parte del capitulo, despues de esto se viene lo interesante, pero ya no dire mas, mejor los dejo leer xD

Cambios  Part 2

-¿Qué sucede aquí? -La voz de la vieja las hace detener sin siquiera consentir el placer anhelado, las manos de Tiffany se aferran con fuerza en los hombros de Jessica, de algún modo es un ruego silencioso de sus miedos más profundos, Shin Young entra con pasos pausados propios de su edad, sabía que algo así podía suceder, sabía que la forma en que su niña la veía era diferente, quiso negarlo pero la verdad siempre estuvo ahí, Jessica cubre su desnudez con la sabana mientras Tiffany se esconde detrás de ella, su respiración es errática y sus ojos pardos se mueven de un lado a otro sin atinar a quedarse quietos, el hecho de imaginar su castigo le roba concentración para percibir su alrededor.

-Tú… ven aquí demonio, eres una ersa que con enredos la has hecho perder. -La vieja tiene los ojos desbordados de rabia, camina dispuesta a darle el justo merecido a esa miserable como varias veces lo ha hecho por su torpeza, su mano se levanta en el aire en busca de un golpe certero que jamás llega porque la mano firme de Jessica la detiene, las dos se ven intensamente en una lucha clara de poder, la vieja no entiende la reacción de su niña.

-Ni te atrevas… a ella no la tocas. -Jessica habla con propiedad, no piensa permitir que Tiffany salga lastimada por lo sucedido, siente que es su deber siempre cuidarla, la pequeña sigue sin poder reaccionar con la vista perdida.

-Pero mi niña… -Shin Young siente como se lía su pecho, la rabia y la decepción no son buenas aliadas, ella la cuidó desde que era un bebé al igual que a Krystal, trató de consolarla cuando su señora falleció, se encargó de Krystal como si de una madre se tratara cuando su señor quedó solo y ahora… ¿esa aparecida merece más aprecio que ella?

-No… esto es asunto de las dos… aquí nadie ha malogrado el camino de la otra, la amo profundamente. -Jessica termina de acomodar a Tiffany detrás de su cuerpo de forma protectora, Shin Young ve todo el movimiento apretando con insistencia las manos, la pequeña se conmueve al ver como su señora está dispuesta a todo por protegerla.

-Pero que fuerza del demonio le hace hablar así, esto no puede ser… es solo una ersión, un acto depravado. –Shin Young escupe las palabras con la mirada cargada de rabia, descuelga la cabeza a un lado esperando que Jesica diga algo coherente mientras sigue apretando las manos con insistencia en un intento de calmar el ardor que siente en su ser, las tres mujeres en la habitación ven detenidamente todo el lugar a la espera de que alguien entre, el ritmo cardiaco de las más jóvenes es visible por el movimiento errático de sus pechos, los gritos aun no han llamado la atención de los demás pero eso puede cambiar en cualquier momento.

-¿Por qué debería ser un acto depravado?... para nosotras no lo es. -Jessica habla suavemente, necesita verse calmada a pesar de que todo su cuerpo quisiera colapsar, no entiende el problema en realidad, el amor no debería ser problema para alguien y más cuando da tanta felicidad, ¿Qué puede haber de depravado en eso?

-Esto lo tiene que saber mi señor… él sabrá ponerle freno a esto. –Shin Young da media vuelta dispuesta a que Yong se entere de toda la situación, no quería llegar a ese extremo y no sabe ni pretende saber la reacción de su señor, lo más probable es que termine mal para las dos.

-Tú no vas hacer nada. -Jessica camina unos pasos conservando la sabana en su cuerpo en un rudimentario nudo, no puede permitir que esa mujer llegue a su padre, ella jamás lo ha decepcionado y no sabría cómo comportarse ante unos ojos de desilusión por parte del hombre que más ama y admira, no se siente capaz de enfrentarlo en estos momentos.

-Lo siento… no pienso ceder ante esto, sus ordenes no valen más. –Shin Youn sigue su lento camino por la habitación, el ardor se incrementa logrando que cada vez sea más pesados sus pasos.

-No por favor… se lo ruego, no volverá a pasar, no diga nada, castígueme como quiera, mi señora no puede tener el descontento de mi señor. -Tiffany por fin reacciona, no le da importancia a su desnudez caminando hasta la vieja interponiéndose en su camino con las manos en su pecho, sus ojos están cristalinos y el miedo la tiene temblando pero debe hacer un último intento en detenerla, Shin Young no puede creer el atrevimiento de esa insolente, ni siquiera ha cubierto su desnudez.

-Cállate  degenerada… -Camina dos pasos forzosos, el ardor del pecho ahora es acompañado por un fuerte dolor de cabeza que hace que por momentos su visión sea borrosa.

-Tu vida no vale nada. -Termina de hablar débilmente, respira con dificultad antes de escupir los pies de Tiffany en un acto de total desprecio, Jessica busca la saya tratando de ganar tiempo, muchos pensamientos sacuden su cabeza sin que ninguno le dé luz para resolver esta situación, Shin Young desesperada por su creciente malestar aparta con un fuerte manotazo que Tiffany no da atisbos de detener cayendo al suelo.

-Detente… que te detengas maldita vieja!!! -Jessica termina de vestirse y camina presurosa, la vieja se paraliza alzando la vista al techo, todo su cuerpo falla al tiempo cayendo estrepitosamente, Tiffany se levanta del piso tratando de socorrerla, llora desconsoladamente sin atinar hacer algo mejor al no ver reacción en el cuerpo que yace en el suelo, se siente culpable de todo lo ocurrido, Jessica se acerca revisando los ojos inexpresivos de Shin Young, sabe que no hay nada que hacer, en un acto de ternura difícil de ver en ella le cierra los ojos suavemente, un halo de tristeza se cala en su pecho, esa mujer la cuidó los primeros años convirtiéndose en alguien querido, lamenta no habérselo dicho en los últimos años.

-Vístete… rápido, no demoran en llegar los demás. -Termina de dar la orden sacudiendo el brazo de Tiffany que no parece reaccionar, el corazón de Jessica parece de hielo, no sería la primera vez que lo deja en estado de letargo para no sentir dolor.

-Pero mi señora. -Sus ojos pardos se ven desconsolados, Jessica no se inmuta ante eso, no hay tiempo que perder.

-Obedece. -Le señala su ropa, la pequeña asiente retirando las lágrimas con el dorso de la mano… lo demás sucede como un mal sueño, el llanto de muchos de los sirvientes hacen eco en las paredes, Shin Young era la más antigua allí y a pesar de su severidad era estimaba por ser una persona justa, Yong entra cerciorándose de la situación, muchas dudas se instalan en su pecho al saber que muchos escucharon una discusión en esa habitación, hace unas pocas preguntas que Jessica contesta segura, decide creer en la palabra de su hija, Tiffany ve todo sin decir algo, teme que hacerlo solo sea contraproducente, Krystal llora sin soltar la mano arrugada de Shin Young, entiende que se ha ido la única persona que la trataba con cariño en ese lugar.

**********

Ya han pasado dos días desde que el ritual funerario fue realizado, muchos siguen tristes por la muerte repentina de esa que aunque vieja mujer poseía una salud que muchos jóvenes envidiaban, en el salón principal se agrupa las persona que desean recordarla tal como es tradición en el reino, Ji Yong habla con sus generales en un rincón, a pesar de lo que sucede a su alrededor es su obligación seguir al tanto de la seguridad de su feudo, Krystal está apartada sollozando desconsolada, en unos días deberá escoger una criada de su edad, eso le termina de romper el corazón, no desea remplazar a Shin Young, eso no tiene cabida en su ser pero su padre fue severo con esa orden, en una aislada esquina está Jessica sentada con total desgano de estar allí, todavía no sabe que sentir con lo ocurrido, Tiffany está a su lado como siempre a la espera de cualquier pedido de su señora, las cosas están distantes entre las dos, ninguna sabe cómo comportarse con la otra cuando están solas después de ese terrible suceso.

-Me está desesperando su llanto, ya no hay tiempo para tristezas. -Jessica recuesta  su sien en los dedos extendidos de su mano, descubrir que sucede en su mente y corazón es una tarea que le quita toda su fuerza y detesta que le hagan ruido cuando solo desea calma para desenredar sus pensamientos, por un lado lamenta la partida de Shin Young pero por otro lado… sabe que eso fue lo mejor para ella y su pequeña, no puede creer lo cerca que estuvieron de ser descubiertas por todos.

-Mi señora… ¿Cómo no estar triste cuando ha partido alguien tan querido?... Shin Young era muy dulce con ella, muchas veces vi darle cariño consolando su soledad, además… ella era una buena mujer, algo tosca y estricta pero buena, mi pecho también se entristece con sus partida. -Voltea a verla sin retirar la mano de su sien, no entiende como lamenta su partida cuando fue testigo de los castigos severos de Shin Young, todavía conserva marcas en su espalda de la ensaña de esa vieja, según Shin Young por torpe pero… esos castigos crueles no eran meritorios, en verdad Tiffany es de corazón noble.

-¿Te entristeces por su partida a pesar de que siempre te menospreció? -Le pregunta con el ceño levemente fruncido, Tiffany aprieta sus labios mientras la ve fijamente con sus grandes ojos pardos.

-¿Debería sentir diferente acaso? Yo solo sé que no fue su culpa no entender lo que sucedió. -Tiffany habla con ese tono tan dulce que hace enamorar cada vez más a Jessica, las dos fijan la vista en Krystal que parece no tener consuelo.

-Tienes razón… no puede ser diferente, en verdad eres mi corazón, si existe algo bueno en mí es porque tú lo eres. -Las mejillas de Tiffany se ruborizan, no se acostumbrará a esas palabras de amor de su señora, el corazón frío de Jessica se está derritiendo ante el amor que su pequeña le profesa.

-Creo que debería calmarla… ya me duele la cabeza. -Jessica se levanta de su puesto y camina por el centro del gran salón logrando que más de una persona detenga la charla para ver sus movimiento, su caminar elegante siempre es un espectáculo para el que tenga la oportunidad de verla, muchos sospechan malas intenciones cuando ve que cada vez se acerca más a Krystal, incluso su padre ha detenido la charla con sus generales presto de curiosidad de la conversación que sus hijas puedan sostener.

-Deja de llorar… no es bueno que te enfermes. -Krystal levanta la vista con los ojos llenos de lágrimas, la ve fijamente mientras retira con un elegante pañuelo blanco las gotas saladas, Jessica ve todo el movimiento de su pequeña hermana sintiendo como su corazón se contrae, los recuerdos que intenta enterrar amenazan con volver.

-Sé que no entiendes… ya me resigné a que nunca lo harás, tan solo permíteme expresar mi dolor. -Krystal termina de hablar apesadumbrada, no es de su gusto discutir con ella ahora pero siente que por lo menos se le debe permitir llorar por el ser que tanto la quiso.

-Te equivocas, si entiendo, duele decir adiós a quien estimas… sientes un vacío difícil de llenar y no le ves sentido a muchas cosas, el dolor no se va con ellos, se queda con nosotros, pero con el pasar de los días te será más pasadero, lo prometo. -Jessica se acomoda a su lado con la vista puesta en el suelo, muchos de los presentes ven la escena extrañados con la comodidad y la cercanía de su conversación, solo desearían escuchar mejor.

-¿La extrañas? -La pequeña de ojos marrón inquiere dudando de si esa pregunta pueda derrumbar ese momento de fraternidad, pero en verdad siente que no puede pasar la oportunidad de hacerlo, hablar con su hermana no es habitual sin que Jessica desee desaparecerla con la mirada, la mayor voltea a verla con una sonrisa triste.

-Todos los días de mi vida, al igual que él… por eso somos tan fríos contigo, no es sencillo sobrellevar su partida cuando cada vez te parece más a ella, por mucho tiempo pensé que era una burla, tienes hasta sus delicados gestos, no espero que comprendas como somos… tan solo deja de llorar. -Esa es una verdad que tenía guardado en el fondo de su corazón, mucho tiempo estuvo ahí sin querer salir, solo Tiffany ha sido capaz de removerlo, solo su amor la hace ser diferente, los cambios son como engranajes que mueven los destinos de las personas y este pequeño cambio no será la excepción.

-Está bien. -Krystal suspira pesadamente, no habrá más llanto, confiará en las palabras de su hermana y esperará que su dolor pase con el transcurrir de los días.

-Me retiro… no estoy de humor. -Krystal gira su rostro rápidamente con el ceño fruncido y la boca entreabierta, no esperaba ese cambio abrupto por parte de su hermana, en verdad es difícil entenderla.

-Pero… -Jessica la ve impasiblemente con sus fríos ojos marrón, de nuevo es la misma de siempre, Krystal solo asiente antes de ver el caminar elegante de su hermana retirarse del gran salón.

Camina presurosa con un nudo en la garganta, todos los sentimientos que deseaba enterrar en el fondo de su corazón están rebelándose y no es propio de ella mostrar que siente en presencia de los demás, cada paso la acerca más a su habitación y al encuentro con los demonios que rondan su alma, ¿Qué fue esa conversación con su hermana? Nunca habían intercambiado palabras sin querer desaparecerla  y ahora… ella es culpable de la muerte de su madre y al mismo tiempo es su viva imagen, ¿Por qué no odiarla simplemente?... no, no es fácil enfrentar que el amor cambia a las personas incluso a ella, se está permitiendo debilidad cuando eso no es opcional, un Jung no puede ser débil, entra con pasos calmos al interior de su gran habitación, las lágrimas bajan marcando un camino que termina en su barbilla, cuando solo quiere derrumbarse siente como la abrazan con firmeza desde atrás, no necesita dar la vuelta para darse cuenta de quién es, Tiffany se posiciona al frente tomando con suavidad el rostro de Jessica, de nuevo parecen tener esa charla silenciosa que nadie pareciera entender, solo ellas, Tiffany se acerca tímidamente y retira las lágrimas con sus besos, Jessica termina de acercarla rodeando su cintura con sus brazos, descansa perezosamente su rostro en el hombro de su pequeña calmando la tristeza que la embarga.

-Es momento de descansar. -Tiffany se retira un momento desprendiéndose de su ropa con sus ojos puestos en ella, Jessica por primera vez no sabe qué hacer al ver como Tiffany toma la iniciativa, solo reacciona cuando le retira su elegante ropa quedando las dos en igualdad de condiciones, para Tiffany es la única forma que puede olvidar las ataduras de sus posiciones, solo así son dos mujeres iguales, enreda sus dedos con los de Jessica y pronto están en la cama buscando la posición adecuada para conciliar el sueño, Jessica la abraza con firmeza contra su cuerpo mientras Tiffany desliza sus dedos por sus brazos disfrutando la suavidad de su piel.

-No tengo mucho que ofrecer más que mi propio corazón, no sé cómo eso para mi señora es suficiente, todavía no sé a qué Dios postrarme para dar gracias… solo quiero decir que la amo intensamente, no importa que suceda yo estaré a su lado incondicionalmente, la amaré hasta el final de mis días. -Jessica termina de aferrarse a ella como si deseara estar así por siempre, no importa si es débil por amarla, Tiffany es la única que la conecta con el mundo y la hace sentir calidez de su alma, sí, cambios… amar es el cambio que exigen derrumbar las barreras que se construyen en un afán de protección, el puente que debes cruzar para salir de la soledad emocional en la se suele estar cómodamente, solo se necesita un pequeño impulso que lo inicia y nadie sabe cuándo termina, es un eterno desafío que merece la valentía de aquellos que lo aceptan.