Celos Part 2
SANDARACPoco a poco se acerca el final de la historia, espero y no me odien pero estare subiendo los capitulos en partes un poco mas pequeñas xD es para dejarolos con el suspenso jaja :p
Leer antes:
La cetrería es la práctica de caza que consiste en adiestrar aves de rapiña para que atrape presas por sus adiestradores, por lo general presas pequeñas, está práctica estuvo presente en Europa y Asia, solo diferenciándose por el usos de caballo en Europa, se conoce de su practica desde la edad media y ahora es reconocida como legado de la humanidad por su antigüedad.
Bien sin mas que les dejo con la segunda parte del capitulo.
Celos Part 2
-¿Qué va a suceder ahora? -Tiffany termina de acomodar su elegante ropa, su mirada triste muestra la tribulación de su interior, Jessica no desea hablar del tema pero ella siente que ya no puede más, estar vistiéndola para DongHae es una tarea muy dolorosa para su corazón.
-Shhh no temas, debes confiar en mí…ahora solo bésame. -Se lanza a sus labios en un beso fuerte y tosco, sus manos terminan de acomodarse en el respaldo de la cabeza de Tiffany para ejercer mayor presión de sus labios, las dos están sin aliento.
-Tuyo mi corazón Tiffany… no lo olvides te lo ruego. -Jessica habla estrellando las palabras en la piel de Tiffany como si quisiera que allí se quedaran por siempre, desliza su pulgar en la mejilla de la persona que la ve con devoción, si tan solo supiera como un beso la desestabiliza al punto de sentir desfallecer, la ama con todo lo que su frágil cuerpo puede, la pequeña solo asiente tristemente, no quiere pensar que él pueda tener algo de Jessica, algo que solo le pertenece a ella, esa imagen la estremece, las dos alcanzan a separase en el justo momento en que la puerta se abre, Yong entra viendo con aprobación a su hija, sabía que no lo defraudaría.
-DongHae te espera en el gran jardín, Siwon ya tiene preparado tu caballo y dos hombres que los acompañaran… -Jessica no presta mayor cuidado a la presencia de su padre, Tiffany se retira para darles privacidad, eso lo aprendió en su adiestramiento, ella no debe estar presente en sus conversaciones, Jessica camina fuera de la habitación hasta que una fuerte mano la detiene, su padre la ve directamente empinando levemente su mentón.
-Tan solo no me decepciones. -Jessica no contesta, ¿qué decir de todos modos?, su padre la suelta permitiéndole libertad, ella camina con ese elegante porte que la caracteriza, muchos de los sirvientes dejan su labor solo para verla, los presentes en el gran jardín la reciben clavando sus ojos en su figura, Siwon inclina su cabeza al igual que los dos hombres de confianza designados para su seguridad, a cualquier orden o movimiento extraño deben ofrecer hasta su vida para la protección de la princesa, DongHae la ve con esa mirada estúpida que logra contrariarla hasta el cansancio, en un grácil movimiento se sube al caballo a lo que los hombres imitan al acto, la pequeña caravana se pone en marcha a un destino que para la mayoría es incierto.
Llevan horas en silencio, Jessica ya se siente agotada del largo viaje a decir verdad, no entiende que pretende ese hombre, si tan solo lo supiera, si pudiera entender que intenciones tiene detrás de todo sus conectados movimientos.
-¿Se puede saber a dónde nos dirigimos? -Decide preguntar presta del aburrimiento que la sacude, DongHae gira su rostro con una gran sonrisa que termina de desconcertarla, un solo pensamiento se cruza, que hombre tan extraño es este que quiere meterse en su camino a como dé lugar.
-Ya lo vas a ver, que impaciente. -Ante esa ambigua respuesta Jessica rueda los ojos exasperada, ¿Por qué nunca es claro?
-Aburres… -Su entrecejo se contrae mientras desliza su mano por la crin de su caballo, el animal reconoce las manos de su ama moviendo la punta de sus orejas al suave estimulo.
-Jajaja tú en cambio no, eres la mujer más interesante que he conocido alguna vez. -Jessica niega con su cabeza, se percata que ya está por cruzar los límites del reino de su padre, ¿acaso la llevará al reino de Kim?
-Por lo menos puedo saber qué es eso de un día de campo… -Su creciente intranquilidad queda oculta detrás de esa apacibilidad que logra trasmitir, debe ser por primera vez más astuta que él.
-Jajaja ya veo que has estado mucho tiempo encerrada en ese castillo, conmigo eso podría cambiar. -DongHae la ve en todo momento, le encanta ver la elegancia de todo lo que hace, es una atracción más allá de su propio entendimiento.
-Que interesante. -Utiliza el tono más sarcástico de su repertorio para contestarle a ese insolente hombre, los acompañantes son espectadores silentes al igual que su servidor, esa conversación solo les pertenece a ellos.
-Nunca había conocido a alguien tan difícil como tú… vamos a hacer algo que te va a gustar. -Su convicción la termina de irritar.
-No sabes nada de mí. -Su hablar tosco le causa gracia al hombre de ojos avellana, cada vez más le apetece superar el reto de enamorar a esa mujer, para él nada es mayor a sus capacidades, al igual que en la guerra todo está en la estrategia.
-Te equivocas, o dime que no te gusta cazar. -Jessica gira el rostro rápidamente con su ceño fruncido, así que de eso se trataba.
-No tenemos armas para eso. -Por primera vez en todo el día ella sonríe, sí… solo es cuestión de estrategia piensa ingenuamente él.
-Porque no seremos los encargados de tal labor, pero eso ya lo vas a ver. -La marcha sigue sin volver a cruzar palabra, la verdad ya no tiene fuerzas para seguir en la lucha mental de descubrir las intenciones de ese hombre, de a poco un gran paisaje se presenta ante ellos, un hombre los espera allí.
Jessica quisiera ocultar la emoción que se apodera de su ser ante esta inhóspita aventura pero no lo consigue al ver como el águila hace sus diestros movimientos en el aire, nunca imaginó que un animal tan orgulloso como ese pudiera ser adiestrado para cazar, su caída libre le hace saltar el corazón, la pobre liebre no alcanza a meterse de nuevo a su madriguera, los hombre de DongHae recogen la presa inmediatamente, Jessica solo puede sonreír ante el espectáculo que acaba de apreciar, esa delgada línea entre la vida y la muerte le atrae sobremanera.
-Es un animal imponente, verlo cazar es un placer para la vista… ¿no lo crees? -DongHae sonríe ampliamente, ha visto cada gesto que Jessica ha delineado, su ser se mueve ante lo que ha conseguido.
-Sí… en verdad lo es. -Jessica ve como el animal regresa al brazo de su adiestrador.
-Creo que es hora de comer lo que nuestro buen amigo nos ha ofrecido. -DongHae se baja de su caballo ofreciendo su mano a Jessica para ayudarla, su entrecejo se contrae y para su propia sorpresa la acepta.
Decir que no disfrutó su día sería una mentira que ni su propio ser creería alguna vez, DongHae para su sorpresa ha logrado crear empatía en su corazón, pero eso solo hace que sienta que está ante la puerta de una trampa preparada, sus instintos le ruegan que no los ignore pero… sí, él le ha hecho vivir una experiencia que nunca pensó experimentar, la emoción hace que sus defensas bajen, Jessica no se percata de lo cerca que está de caer… los movimientos de sus guardias la regresan a la realidad, se acerca la noche, los rayos lánguidos de sol despiden el día, DongHae de nuevo le extiende la mano para ayudarle a bajarse de su corcel como buen caballero que se considera y a diferencia de la primera vez ella la acepta sin prestar mayor importancia a ese acto que considera tan vacío, a pesar de vivir en una época que considera a las mujeres inútiles ella sabe que eso es solo una estupidez, por eso odia la condescendencia de los hombres, su padre ve toda la escena desde el ventanal de su habitación, sus ojos marrones se hincan en ella y esas palabras antes de marcharse la marean, “Tan solo no me decepciones.”
Sus labios se rozan con los suyos en un beso fugaz, cuando quiere hacer algún movimiento lo ve sonriendo al tomar las riendas de su caballo, DongHae se retira junto a su comitiva, un confundido Siwon se encarga de su caballo no logrando creer lo que acaba de suceder, ella levanta la vista y ve a su padre sonreír antes de adentrarse, baja saliva, eso no debió haber sucedido, no se siente bien, le duele ese beso, le duele que sus labios se hayan encontrados con otros que no fueran los de Tiffany, necesita quistarse ese sentimiento de culpa, desliza sus dedos bruscamente por sus labios tratando de retirar algo de ese beso pero es inútil, se mueve presurosa por el castillo, los sirvientes le hacen reverencia a su paso, repasa ese maldito beso una y otra vez torturando a conciencia su mente, cuando entra a su habitación la ve de espaldas con su ropa de dormir en manos, se lanza a ella en una creciente necesidad, la arrincona en su cama en un raudo movimiento, la pequeña parece ausente, su pecho siente arder, jamás había sentido algo así, no solo unos ojos marrón vieron la escena anterior, para su infortuna la esperaba desde que se marchó, su vista se clavó en el ventanal de su habitación en busca de su llegada, no puede creer que lo haya besado, ¿Qué ha sido ella acaso? Algo para su disfrute, ¿y su corazón qué?... a ella no le importó, está dolida como nunca, la rabia se apodera de su pequeño cuerpo haciendo que arda su rostro, su sangre hierve por su piel haciéndose insoportable… saben, ustedes los humanos son tan volátiles ante el dolor de un corazón roto, siempre serán de mi completo interés, todos reaccionan diferente, y verlas moverse en esa cama, tratando de vencer el dolor con el placer, sí… es interesante para alguien que no percibe ni conoce de sentimientos más allá de lo que es capaz de presenciar.
-Te necesito… te necesito. -Jessica desliza sus manos con dureza por su pecho y para molestia de Tiffany despiertan ante su estimulo, no comprende ese poder sobre ella pero en estos momentos lo odia, los sentidos de Jessica solo desean perderse en ella para purificar ese dolor que DongHae dejó en sus labios, el corazón de las dos está roto y los sentimientos de esas dos mujeres que ahora se enredan en la cama luchan por colisionar.
-No… -Trata de negarse al sentir como Jessica ya posiciona sus manos en su intimidad, sabe que si sigue así será presa de su propio deseo, ese “no” es ahogado, casi inaudible para su señora que ahora no pretende detenerse, su pulgar la estimula al punto de humedecerla.
-Shhh. -Retira la saya de Tiffany torpemente, sus ojos se recorren su desnudez, cuando choca con esos ojos pardos sabe que algo no anda bien.
-Mi señora es libre de tomar lo que desea, siempre ha sido así, solo estoy para saciar su apetito. -Termina de hablar acomodando su cuerpo en la cama en una posición sumisa fijando la vista en una de las paredes de la habitación, si es solo un cuerpo con el que ella disfruta ¿por qué no hacérselo saber?… sí, la rabia de Tiffany ha formado las palabras exactas para que el corazón de Jessica termine de derrumbarse.
-¿Qué? -Se retira ágilmente colocándose en pie, deber haber un error, debe ser así, ella no puede decirle eso, ¿acaso todo fue mentira? Su corazón se contrae antes de acelerarse dolorosamente, Tiffany ahora la ve fijamente, sabe que la está lastimando pero no puede detenerse, ella la lastimó primero, es justo que también sienta dolor.
-¿Acaso no ha sido así?... solo he cedido ante sus pretensiones para congraciarme. -Jessica recoge su ceño, respirar es algo que sus pulmones se niegan a hacer, así que todo fue mentira, estos años ella no sintió nada.
-Vete… ya no es necesario que vuelvas a rebajarte a estas labores. -Termina de dar la orden con voz firme, Tiffany acaba de crear un gran hueco en el alma de Jessica que jamás permitirá que alguien vea, le señala la puerta antes de posicionarse en el ventanal, aprieta sus manos clavando sus uñas, no existe dolor mayor al que ella acaba de sumirla, todo su cuerpo ahora está absorto en una increíble rigidez, rigidez que solo es vencida cuando escucha la puerta cerrarse.
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