Somnoliento

A dos notas de tu corazón

Las pequeñas manos de Changkyun sostenían su móvil con fuerza. No podía parar de revisar una y otra vez los mensajes que había intercambiado con Wonho desde el día que le dio su número de teléfono.

Ese mismo martes, el castaño le envió un mensaje por la tarde preguntándole qué tal estaba; Changkyun no se esperaba que le hablase tan rápido, y no le contestó hasta el día siguiente. Cuando reunió el valor suficiente, le respondió con un simple 'bien', y ahí se terminó la primera conversación.

Triste, pero cierto.

El jueves, Wonho tomó la iniciativa de nuevo y se interesó acerca de sus estudios, a lo cual el pelinegro volvió a contestar con un cortante 'todo bien'. Ese mismo día, se topó con él por los pasillos de la facultad y se puso tan nervioso que fingió no verle y pasó de largo.

Se mordió el labio y se riñó mentalmente; no pretendía ser tan frío, simplemente sus habilidades sociales eran nulas. No quería que Hoseok pensase que le caía mal y que debido a eso le trataba de aquella manera.

Y hoy, viernes, Changkyun temía que el chico le volviese a hablar y que él no supiese de nuevo qué contestarle.

—Aquí tienes.

La voz de la camarera le sacó de sus pensamientos y se apresuró a guardar su móvil en el bolsillo de su chaqueta; se colocó su carpeta llena de partituras bajo el brazo y cogió la taza de café humeante que la mujer mayor le estaba ofreciendo en la barra de la cafetería antes de retirarse caminando lentamente.

Pasó al lado de una bulliciosa mesa y tomó asiento en una zona apartada, cerca de las ventanas. Dejó su portafolios a un lado y colocó sus manos a ambos lados de la taza para entrar en calor.

Normalmente desayunaría con Kihyun y Hyunwoo, pero aquella mañana ambos estaban ocupados. Hoy al mediodía era la obra de teatro del su compañero de habitación, el cual llevaba en el salón de actos ensayando desde primera hora de la mañana. Se tomaba su interpretación muy en serio.

Y respecto a Hyunwoo, tenía entrenamiento en el estadio del campus; su grande amigo pertenecía al club de fútbol, y los viernes debían comenzar los calentamientos especialmente temprano ya que los fines de semana solían tener algún partido.

Sin embargo, la soledad no era algo que molestase a Changkyun. De vez en cuando, agradecía tener un rato a solas para estar tranquilo; especialmente agradecía tener un descanso de los sermones de Kihyun acerca de lo poco que se fiaba de Wonho y de que debía tener cuidado con una persona como él.

Aspiró el delicioso aroma del café y cerró los ojos: adoraba su amargo olor. Con una pequeña sonrisa, cogió la taza por el asa y sopló suavemente la superficie de la bebida caliente antes de beber un sorbo.

Qué rico estaba... Changkyun podría sobrevivir a base de café.

Cuando volvió a beber otro poco, la presencia de alguien a su izquierda hizo que alzase la mirada en esa dirección y dejase la taza de nuevo en el plato. Un chico muy alto y delgado le observaba con una sonrisa extraña; sus cabellos negros ligeramente ondulados estaban peinados hacia un lado, sus ojos estaban medio cerrados y parecía que se estaba muriendo de sueño.

El menor lo observó inquieto: por su aspecto somnoliento, tenía pinta de que se iba a caer redondo al suelo en cualquier momento.

—Hola —le saludó el desconocido con una delicada voz.

Changkyun dio un pequeño respingo sin despegar la vista del esbelto individuo.

—Ho...hola —respondió dudoso, sin saber todavía por qué esta persona que no conocía de nada se acercaría a hablarle.

—¿Lim Changkyun?

Él asintió débilmente con la cabeza, provocando que la sonrisa del contrario se ensanchara; sin pedir permiso, el extraño tomó asiento enfrente de Changkyun y entrelazó sus finos dedos encima de la mesa.

El pequeño se empezó a poner nervioso por la intensidad con la que estaba siendo observado.

—Perd...perdona, pero no sé qu...

El tartamudeo del menor fue interrumpido por la suave risa del contrario.

—Qué mono eres —comentó con naturalidad, apoyando el codo en la mesa y descansando la cabeza en la palma de su mano. Changkyun se quedó mudo ante aquello: no se esperaba que un completo desconocido le dijese tal cosa—. Perdón, ni siquiera me he presentado. Me llamo Chae Hyungwon y estoy en cuarto curso —explicó pausadamente, sin perder la sonrisa en sus carnosos labios.

A pesar de que Changkyun nunca había hablado con él antes, desprendía un aura de tranquilidad muy agradable que hacía que no se sintiese tan incómodo entablando una conversación.

—Soy amigo de Wonho, por cierto. Él me ha contado un par de cosas de ti... estás en el club de música, ¿no?

La mera mención del castaño bastó para que sus mejillas se sonrojasen. ¿Por qué Hoseok le había hablado de él a un amigo suyo?

Changkyun asintió en silencio y escondió la barbilla dentro de su jersey de cuello vuelto gris.

—Ah, también dijo que tocas muy bien el piano... aunque no sé si fiarme de su criterio. Ese chico tiende a exagerar las cosas.

El menor dejó entrever una leve sonrisa en sus labios: tan solo imaginarse a Wonho hablando maravillas de sus habilidades como pianista le causaba cierta gracia. Ni siquiera era tan bueno...

—¿Sabías que él también está en un club?

Aquello despertó la curiosidad del pequeño chico: ¿en qué club estaría Wonho? Seguramente en uno guay como el de fútbol... ese le pegaba mucho. Aunque si ese fuese el caso, Hyunwoo ya se lo habría dicho.

—¿De verdad? —inquirió Changkyun, tratando de disimular su interés.

Hyungwon asintió antes de pegar un gran bostezo.

—Dice que es el mejor club del campus... ¿te lo puedes creer? —respondió perezosamente—. En mi opinión, el club de yoga y relajación en el mejor que hay.

Changkyun pensó que ese club iba muy bien con el somnoliento muchacho; entonces, una vibración en su bolsillo hizo que metiese la mano en su chaqueta vaquera para sacar su móvil. Comprobó que se trataba de un mensaje de Wonho y su corazón se estremeció.

"Changkyun... ¿podemos hablar un momento después de clases?"

—Bueno... ya no te molesto más —dijo Hyungwon dando un suspiro—, solo tenía curiosidad por conocerte. 

—N...no fue ninguna molestia —respondió el menor levemente alterado, bloqueando su teléfono y volviendo a guardarlo en su bolsillo. Tenía los nervios a flor de piel por el mensaje que acababa de recibir.

El alto chico le sonrió y se levantó de su asiento. Hizo el amago de marcharse, pero se quedó en el sitio, agarrando el respaldo de su silla.

—Sabes... Wonho es muy sensible. Es una buena persona, pero se deja lastimar con facilidad por los demás.

La seriedad en la expresión de Hyungwon le asustó un poco; de repente, se acordó de la frialdad con la que había tratado al castaño y se sintió terriblemente mal consigo mismo: ¿le habría hecho daño sin querer?

Changkyun bajó la mirada con culpabilidad y se encogió en su silla; Hyungwon se dio cuenta de que su extrema seriedad había provocado ese efecto en el pequeño chico y volvió a sonreír para aligerar el ambiente.

—Perdón, no me hagas caso... no sé por qué estoy diciéndote todas estas cosas...

—¿Dónde está Wonho?

El esbelto muchacho le miró sorprendido por la cuestión.

—Creo que está en el aula de su club, pero...

—¿Y dónde está eso?

Changkyun se había armado de valor para plantear las dos preguntas; apretaba sus dedos contra sus rodillas con fuerza y sus mejillas estaban acaloradas. En los labios de Hyungwon se empezó a formar una amplia sonrisa de pura satisfacción: había conseguido que el chico tímido en el que su amigo estaba interesado fuese a verle.

Sí señor... definitivamente se merecía una medalla.

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Tras subir el último escalón que le llevaría a la tercera planta de la facultad, Changkyun apretó su carpeta contra su pecho y tomó aire.

"Final del pasillo del tercer piso, después a la izquierda y luego a la derecha..."

Recordó las instrucciones que le había dado Hyungwon para llegar al aula del club de Wonho y prosiguió su camino. Avanzó a través de los blancos corredores con el corazón golpeando su pecho por los nervios; ni siquiera la más mínima idea de lo que le iba a decir. 

No sabía por qué, sentía la necesidad de hacerle saber que su compañía no le desagradaba.

A medida que se acercaba a la puerta de madera con una estrella de papel pegada en su superficie, empezó a plantearse el darse media vuelta y marcharse por donde había venido.

Pero sus piernas no se detenían. La verdad es que Changkyun sentía una enorme curiosidad por saber en qué club estaba Wonho...

Empezó a aminorar el paso hasta detenerse frente a la puerta: estaba entreabierta y se oía una voz al otro lado. Parecía ser la de Hoseok, pero no estaba del todo seguro.

Changkyun se mordió el labio y finalmente, decidió asomarse a la estancia. Y lo que vio... se esperaba cualquier cosa menos eso.

Wonho estaba ataviado con un delantal verde fosforito y sostenía un muñeco con forma de bebé entre sus brazos; había un corro de chicas a su alrededor que escuchaba atentamente su animado discurso.

En el encerado del aula estaba escrito con letras gigantescas 'Club de salud y maternidad'.

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Comments

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Mika_cavallari #1
Chapter 9: Ay por dios, justo en lo Biased. Continúa que esto me ha dejado pero más que interesada ♡