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Sus miradas conectaron unos segundos que parecieron horas. Taeyeon mantenía una sonrisa mientras que Stephanie se mantenía inexpresiva asimilando toda la información que había sido dicha por la castaña en su historia. De pronto las piezas encajaron en su lugar y la pelinegra parpadeo repetidas veces comprendiendo lo que según ella había tratando de hacer la mujer castaña.

—Oh.Por.Dios —dijo impactada sacudiendo su cabeza a los lados— Te me estas insinuando…

—¿Qué? —Taeyeon reaccionó mirando con extrañeza y estupefacción lo que acababa de decir la americana.—¿Cómo rayos llegaste a esa loca conclusión?

—¡JA! —Stephanie bufó— Es obvio. “Yo soy la joven que está a punto de comprometerse y no puede resistirse a una atractiva extraña”. ¡Oh! ¡Vamos! Es tonto.

Taeyeon seguía observándola, ahora sintiéndose divertida por la divagación de Stephanie. Definitivamente esta chica no dejaba de sorprenderla.

—Espera… ¿Qué? —esta vez preguntó con risa y Stephanie la encaró.

—¿En verdad creías que eso podía funcionarte? —interrogó con una ceja levantada con arrogancia.—Además te recuerdo que tengo un N-O-V-I-O. ¿Entiendes? Un hombre, no juego para el otro equipo.

Ante la innecesaria aclaratoria, la castaña paró de reír pues no le parecía que la chica se hiciera una idea equivocada de algo que era absolutamente imposible. ¿Ella insinuándose? ¡Por favor! Ni en sus más locos sueños. Volviéndose al frente con la mirada al paisaje explicó.

—No te hagas ilusiones querida,  la historia es cierta. —Regresó su vista al rostro de la pelinegra y frunciendo sus cejas dijo— Pero definitivamente, esto no se trata sobre ti. Así que, deja los delirios de princesa para quien esté verdaderamente interesado.—su cara cambió ante el gesto confundido de la Stephanie y sonrió de lado—Además, ¿Quién dijo que tu eres mi tipo? Es cierto que si me interesan las mujeres, pero créeme que no las de tu tipo.

Stephanie quedó inmóvil por un momento. ¡Vaya! No pensaba que la castaña aceptara lo que había dicho sobre su orientación ual tan fácilmente. Solo lo había mencionado para darle credibilidad a sus sospechas respecto a la insinuación a través de su historia. Esperaba que lo tomara como ofensa de alguna manera, pero no que lo confesara tan relajadamente.

La pelinegra no sabía si sentirse más impresionada por la audacia de la castaña ante la seguridad y confianza que denotaba  sobre sus preferencias o por el hecho de que ella Stephanie Hwang no era de su tipo. ¡Ella era el tipo de cualquiera! Mujer u hombre.

—¿No? —pregunto y no podría definir si era respecto a la insinuación o sobre ella no siendo capaz de estar entre los estándares de la pequeña.

—Nope —dijo y la castaña de nuevo sonrió con malicia—Eres muy arrogante y…

Taeyeon iba a decir algo más pero prefirió no hacerlo en vista de la mirada incendiaria que recibía por parte de la pelinegra. Volvió su rostro al frente evitando su mirada e intentó no estallar en una carcajada pero no pudo evitar responder cuando la mujer pregunto sobre lo segundo.

—¿Arrogante y exactamente qué más?

— Oh, bueno. Esa es difícil… ¿Y también Americana?

Stephanie iba a responder las falsas acusaciones de la castaña, pero cuando estaba por responder se escuchó el sonido del tren que a la distancia avisaba su llegada a la estación.

—¡Demonios! ¡Es el tren!

—Step…—Taeyeon iba a decirle que tuviera cuidado al bajar pues en sus altos zapatos era peligroso ir tan deprisa por el sendero, pero Stephanie solo estaba preocupada por no perder el tren que la llevaría hasta su novio.

—Espere…¡Tengo un boleto! ¡Espere! —gritaba la pelinegra mientras bajaba a toda prisa  por el sendero.

Taeyeon rápidamente seguías sus pasos detrás de ella y sin pensarlo mantenía extendidas sus menos  por si la pelinegra resbalaba.

Siendo el clima tan impredecible como lo es en Irlanda, la lluvia no se hizo esperar mientras las dos mujeres seguían su carrera camino abajo. Stephanie en un momento de cordura se retiró sus zapatos para evitar alguna caída una vez notó que el camino se volvía cada vez más  difícil con la fuerte lluvia que caía sobre ellas.

—Tenias que llevarme ahí arriba ¿No? — espetó enojada a la castaña que trataba de seguirle el paso y sin ella detener su rápido andar—¡Una de las siete maravillas de Irlanda!

Taeyeon puso sus ojos en blanco, pero sin perder el ritmo. De un momento a otro y aun con todo el empeño que había tenido la castaña en mantenerse cerca de la pelinegra para  no pudo evitar que en el apuro de Stephanie aumentara su velocidad tomando una buena distancia de ella por lo tanto cuando la americana piso un pedazo de tierra blanda y resbaló cayendo de espaldas  al lodo y rodando camino abajo, Taeyeon no pudo hacer nada para evitarlo.

—¡Oh, No! — dijo con preocupación y corrió con más fuerza.

—¡Rayos! —gritaba la pelinegra mientras seguía rodando sin control —¡Taeyeon!

 Stephanie detuvo al fin su descenso cuando choco de frente a un charco de lodo el cual llenó todo su rostro de tierra.

Taeyeon se detuvo al llegar junto a ella y observo que no se quejaba de ningún dolor por lo que sintió como la preocupación abandonaba su cuerpo para dar espacio a la incontrolable risa que se generaba en su interior al ver el deplorable estado de la arrogante americana, pero logro contenerse lo suficiente para mantener su rostro lo más neutro posible.

—Bueno… Al menos eso te ayudo a bajar más rápido ¿no? —dijo sin intenciones de molestarla pero sin poder evitar el tono burlesco con el que salió esa frase de su boca. Extendió su mano a la pelinegra para ayudarla a levantarse —Aquí, déjame ayudarte.

Stephanie le dedicó una mirada enfurecida a la pequeña castaña frente a ella y rechazó su ayuda echando a un lado la mano que le ofrecía.

—¡Te odio! —dijo mientras se levantaba y acomodando un poco su ropa que había quedado arruinada continuo su camino hasta la estación.

Taeyeon sintiéndose un poco herida pues solo trataba de ayudarla se quedó en silencio y volvió a tomar sus pasos detrás de ella observándola con el ceño fruncido.

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Lamentablemente cuando las dos mujeres por fin lograron llegar hasta la estación, solo lograron llegar lo suficientemente a tiempo para observar como el tren ya se alejaba de la salida dejándolas sin oportunidad de tomarlo.

Taeyeon no lograba entender el sentimiento de malestar que le embargaba mientras observaba  a la pelinegra de pie con la vista fija en la parte trasera del tren que se alejaba cada vez más. Tal vez no haya sido la mejor de sus ideas haberla incitado a conocer aquellas antiguas ruinas, pero era Stephanie quien había decidido a la final unírsele.  Se quedo mirando aquella mujer empapada y con la ropa sucia por aquella desafortunada caída. Se sentía mal y no sabía exactamente por qué.

Por otro lado, Stephanie trataba de contenerse para no explotar en un ataque de ira pues había perdido su última oportunidad de llegar a Dublín ese día y todo por haber tomado la estúpida decisión de conocer aquel estúpido castillo en ruinas. Se sentida molesta consigo misma y aun más molesta con aquella mujer por haberle metido la tonta idea sobre subir la col