The One Temp.2 (Fanfic) Capitulo 62: ¿LIO O TRIO? 

POV | Taeyeon

Salí casi corriendo a la calle con la respiración a mil. Miré mis manos, estaba temblando.

¿Qué diablos hiciste?

Me pregunté a mi misma, esperando encontrarme con la respuesta indicada. Miré mi teléfono.

3:14AM.

Estoy muerta.

Estiré mi brazo y detuve un taxi.

–Universidad DaeJeon. ––Apenas pude hablar.

Todo aquello se venía a mi mente y estaba torturándome. Estaba volviéndome loca.

¡Ya cálmate!

¡No hiciste nada!

¡No!

Era cierto, no había pasado nada. Cuando SoEun se había acercado para besarme me retiré, la evité… salí corriendo por las escaleras, prácticamente huí de ella y su… su…

Mierda, me calienta. Me calienta muchísimo.

Tienes novia.

La amas.

Lo sé.

Me calienta.

¡Basta!

Una vez en DaeJeon troté un poco para liberar la presión que tenía en mis caderas, subí hasta mi piso e ingresé al cuarto con una sola idea en mente.

Ducha, Ducha, Ducha…

–Buenos días.

Mierda.

Me congelé a pocos pasos del baño, la silueta de Tiffany con los brazos cruzados me observaba desde la cama.

–¿Se te hizo tarde? “cariño”

–Algo. ––Tragué saliva.

–¿Dónde estabas? ––Su tono cambió, estaba jodidamente enojada.

–Yo Ahm… Tuve que ir a dejar a mi amiga en su cas…

–Cállate.

–Okay.

–¡Dime!

–Pero te estaba diciendo y tu…

–¡Cállate!

–¡Ves!

–¡Dime la verdad!

–Ughm… ––Seohyun se quejó desde su cama colocándose la almohada sobre la cabeza.

–¿Podemos hablar de esto en otro lugar?

–Claro, salgamos al pasillo. ––Tiffany se levantó de golpe.

Mierda.

Bajé la cabeza y acabé por arrastrar los pies hasta salir de la habitación.

–Bien, te escucho. ––Se cruzó de brazos.

–Aquí no… Seohyun igual escuchará.

–Por el amor de Dios. ––Se tensó, se estaba controlando demasiado.

–Okay, solo… cálmate. ¿Vale? No pasó nada… Solo, una amiga estaba en problemas y fui a ayudarla, si se me hizo demasiado tarde. Sé que la hora apesta y el haberme ido de esa manera también pero…

–¿Quién es ella?

–No la conoces.

–No pregunté eso.

–Es una chica.

–Eso tampoco.

–De los Sibals, ya te dije que no es importante, Tiffany.

–¿Por qué tiemblas? ¿Por qué sudas?

–Venía preocupada, sabía que te enojarías.

–Mientes.

–No lo hago.

–Que sí.

–Que no.

–¡Taeyeon!

–Tiffany. ––Me fui sobre ella y liberé la presión de mis manos apretándole los lados de la cadera.

–¡Aléjate! ––Me empujaba con sus manos el pecho.

–¿Crees que te engañaría? ¿Uh? ––Respiré contra sus labios, mi respiración se aceleró de nuevo.

–¿Qué tienes? ¿Por qué te pones así? ––Ella seguía forcejando conmigo.

–Te deseo… ––Hablé dentro de sus labios e introduje en seco mi diestra dentro de su pijama.

–¡Tae-Taeyeon! ––Sus ojos se abrieron como platos. –¡Que haces! ¡N-No! ––Parecía exaltada, pero estaba susurrando.

–Hagámoslo aquí. ––Gemí dentro de su boca y comenzamos a besarnos.

Lo sentí venir. Esa adrenalina de hacerlo en lugares públicos. Sentí que estaba volviendo a mis raíces. Extrañaba eso. Lo estaba extrañando muchísimo.

Mis dedos buscaron entre sus labios inferiores ese pequeño punto y comenzaron a juguetear con él mientras mi lengua se daba un banquete con la ajena. Tiffany comenzó a gemir dentro de mi boca con mucha sutileza. Se aferró a mí y levantó la pierna un poco. La tenía acorralada. Era completamente mía. Puso ambas manos sobre mis senos y los apretó sobre la ropa. Mordí su labio, jadeó mi nombre. Cuando mis dedos comenzaron a dibujar círculos en su intimidad su cadera comenzó a vibrar. Dejó caer la cabeza hacia atrás y mis dientes mordieron la piel de su cuello. Era delicioso. Era jodidamente excitante estar a mitad de pasillo de esa manera.

–Ya v-voy… Ya… ––Cerró los ojos, se mordió los labios y yo me deslicé por su cuerpo retirándole con la acción la parte baja de la pijama. –¡No! ¡Taeyeon! Es demasiado… deten…detent… ––Su voz desvarió cuando al arrodillarme entre sus piernas posé mi endurecida lengua en medio de sus labios inferiores y comencé a degustarla con ella. –Tae-Taeyeon… ––Se contrajo y arqueó, supe lo que venía y no estaba pensando en detenerme.

Había algo activado en mí. Algo que estaba tomando el control de mis acciones. Era esa lujuria que me hacía sentir como una poseída. Me encantaba.

Tiffany tiró de mi cabello con fuerza. Incluso cuando alcanzó el éxtasis no me detuve. No tuvo control de sus piernas, la estaba llevando a su límite. Ahora los gemidos no eran sutiles ni bajos, estaba hincándole las uñas a la pared a su espalda.

–¡Bast… Basta! ––Se mordió el labio con fuerza. Levanté apenas un poco mi rostro para verla y no me detuve. No podía. No quería.

Volvió a contraerse esta vez con más fuerza. Su cadera se levantó y tuve que apretar mis brazos alrededor de sus muslos.

Jodida gloria.

Poco a poco fui bajando la velocidad de los movimientos de mi lengua hasta detenerme por completo.

Dejé caer mi agotada cabeza estando arrodillada frente a ella y subí mi rostro un poco para verla.

–Dios mío… ––Se estaba peinando el mojado cabello hacia atrás.

Sonreí.

–Mi turno. ––Agregó después y mi sonrisa se desvaneció.

Mierda.

Me tomó de la chaqueta no sin antes levantarse el pijama y me estampó contra la pared.

–Tiffany… ¿Es en serio?

–Esto es excitante… Quiero hacértelo. ––Sus ojos se bañaron en un negro profundo, sus manos rápidamente forcejeaban con mi ajustado jean.

–Vayamos adentro.

–¿Con Seohyun allí?

–No creo que sea mucha diferencia, esos gemidos fueron inhumanos.

–Entonces vayamos adentro. ––Se levantó de golpe y susurró dentro de mi boca.

Me sentí más que dominada por esta nueva Tiffany, fiera como siempre. Me haló de la chaqueta nuevamente hacia el interior de la habitación y se colgó de mi rodeando sus piernas por mi cadera, avancé de espaldas hasta mi cama y me dejé caer oscilando en la misma.

–¡Maldita sea! ¡¿Es en serio, Taeyeon?! ––La voz de Seohyun se levantó con el cabello desordenado y apenas pude ver su silueta entre la oscuridad.

Tiffany se acomodó sobre mis caderas frotándose mientras se retiraba la parte superior del pijama y yo ladee una sonrisa acariciando con ambas manos sus piernas a mis costados. La noche apenas estaba comenzando.

**

POV | Tiffany

El reloj de Taeyeon sonó temprano esa mañana, mis ojos ardieron un poco cuando la luz se infiltró en ellos. Mi desnudo cuerpo estaba atrapado entre los brazos de Taeyeon y apenas pude estirar mi brazo para detener el molesto sonido despertador.

–Ughm… ––Taeyeon se quejó a mi lado, sonreí.

–Tenemos clases… ––Susurré sobre sus labios dejando un beso en los mismos segundos después.

No habíamos dormido nada. De hecho nuestra “salvaje” noche había terminado a no menos de 40 minutos. No había podido dormir nada.

Me estiré lo suficiente y me levanté rodeándome el cuerpo con la sabana de la cama, curiosam