Capitulo 16

10 Dias Para T (Adapt. TaeNy)

Oírle mencionar aquella palabra, tan inusual y pretenciosa en ella, hizo que un nudo se me atragantase.

 

—Adelante. Te estábamos esperando.

 

Mi padre y Leo abandonaron sus quehaceres respectivos para, después de los saludos de rigor, pasar al comedor todos juntos. Llamó mi atención la estudiada disposición en la pared de algunas fotos que nunca habían estado allí; en todas ellas aparecíamos Nick y yo, felices, en algún lugar de vacaciones o en nuestra época universitaria. Mi madre, sentada frente a mí, sonreía llena de orgullo mientras Leo trataba de disimular su cara de espanto y mi padre sentía, complaciente, antes de empezar a devorar un hojaldre de verduras. Durante un largo rato, algunas recientes novedades fiscales y diferentes aspectos de un contrato urbanístico monopolizaron la conversación en la mesa entre el patriarca Hwang y Nick hasta que, repentinamente, mi hermano Leo intervino.

 

—Oye, Nick, ¿quién es el señor Mclntire? — preguntó—. Es un invitado vuestro.

 

El abogado meditó unos instantes antes de contestar.

 

—Si te refieres a Gregory Mclntire, es un antiguo amigo del colegio.

 

Leo se quedó callado, expectante, reclamando más información con la mirada.

 

—Ahora vive en Delaware con su mujer. —se extendió Nick

.

—Entiendo. ¿Y éste, el señor Handiers? Mientras hablaba, repasaba con la vista una lista de boda que había desdoblado junto a su plato.

 

—Graham Handiers es uno de los socios de mi padre en la financiera. Llevan juntos muchos años.

La curiosidad de todos había ido en aumento hasta que la señora Hwang, incapaz de comprender remotamente la conducta de su vástago, le reclamó el motivo del interrogatorio. Leo se apresuró a explotar su estigma de oveja negra de la familia para justificar la poca información de la que disponía acerca de los invitados al enlace de su hermana y, en consecuencia, la horrible sensación de exclusión que ello le producía. A pesar de las serias dudas de mi madre al respecto, mi padre, comprensivo, le dejó hacer.

—Pregunta lo que quieras, hijo —afirmó—. Es bueno que tengas ese tipo de interés por adaptarte en los eventos sociales.

—Muchas gracias, papá —elogió mi hermano

—. Por cierto, a éste debes de conocerlo tú; el señor Brooks.

—Gabriel Brooks —asintió mi padre—. Es un proveedor con el que trabajamos desde hace un par de años.

A Leo, de pronto, pareció iluminársele la cara.

— ¿Qué edad tiene?

—Supongo que ronda los cincuenta.

—Sí, pero, ¿está bien conservado? ¿Dirías que tiene los cincuenta de Sean Connery, por ejemplo?

Todos parecían conmocionados, como si en algún momento de aquel partido de ping-pong hubiésemos traspasado la barrera del absurdo.

—Bueno, creo que ya basta —exigió mi madre ruborizada—. Déjalo para mañana.

Mi hermano, sin embargo, tenía que intentar jugar una última baza.

—Sólo uno más. Es un tal Giovanni.

—Giovanni Mancina es mi caddy —aclaró mi padre—. Es italiano y joven, por si te interesa. Hace poco que trabaja en el club de golf.

Leo asintió con una sonrisa y volvió a dejar caer su mirada sobre el plato para no volver a abrir la boca el resto de la velada.

Las copas después de la cena dilataron una noche en la que preferí no participar, a pesar de los exagerados intentos de mi madre por acercarme al regazo de Nick. Las puertas abiertas de la cristalera del salón mostraban un cielo de estrellas brillantes y, mientras la conversación se iba diluyendo a mí alrededor, me pregunté si Taeyeon estaría mirándolas en ese preciso momento. Suspiré hondamente y recordé nuestro primer beso en la playa de Santa Mónica, tan deliberadamente buscado y, de pronto, añoré la libertad que había sentido siempre junto a ella, un sabor exquisito e imposible de olvidar. Cerré un instante los ojos para concentrarme en antiguas sensaciones, pero la mano de Nick me sujetó por la muñeca, como una esposa de acero, devolviéndome al tedioso mundo presente. Hubiese salido corriendo de no ser porque faltaba poco, muy poco, para que todo aquel suplicio terminase.

Una hora después, antes de acostarme, visité con sigilo la habitación de mi hermano.

—Gregory, Graham, Gabriel, Giovanni. ¿Qué es lo que estás haciendo, Leo?

Se volvió soltando el mando de la consola con expresión de triunfo.

—Buscar tu T.

—No está en esa lista.

—Ya veremos.

—Leo, la persona que buscas no está ahí. — Supongo que está en Nueva York y que tiene que ver con Cate, ¿no?

—Ya basta. Déjalo.

— ¿Por qué, tiene algo de malo? ¿Acaso te avergüenzas?

—Leo, he tomado una determinación — anuncié—. He decidido hacer las cosas bien.

Se quedó callado un segundo temiendo preguntar.

— ¿Y qué vas a hacer?

—Voy a tomar el único camino que me queda —respondí deseándole después unas buenas noches.

 

 

 

 

Hola :D aaahhh que bien se siente regresar y saber que aun apoyan esta historia ^^ gracias x su paciencia estamos a 4 cap para darla x finalizada :c 

 

 

 

los veo en las otras adaptaciones los quiero Muak!!!

 

 

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Comments

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skincrisday #1
Chapter 17: Para cuando los ultimos 2 capitulos?
KazKaz18 #2
Chapter 17: OMG la leí otra vez..... yay esperando con ansias el siguiente :)
ailyn2111 #3
Chapter 17: por fin has vuelto
Skyth06
#4
Chapter 17: Ntp valió la pena esperar
SayAlover #5
Chapter 16: Seguimos esperando la actualización :(
KamJ95
#6
Chapter 16: Actualiza pronto!! Cada vez esta mas intenso. 7u7
LlamaAmerica #7
Chapter 16: Actualizaaaaaaa ahhhhh! T.T
Lari_sone #8
Chapter 16: :c ya mero terminara :´c
ailyn2111 #9
Chapter 16: muy cortoooo :c sigueeeee