Habían pasado 6 meses desde que deje Corea para reencontrarme ya que todo había sido tan difícil desde que Dara y yo terminamos, justo hoy se cumpliría un año de lo que pudo haber sido la relación perfecta, todo me resultaba tan raro, el hecho de ya no poder abrazarla ni poder besarla nunca mas, saber que podía estar con otra persona me resultaba imposible, se olvidaría de mi? Porque yo aun no lo conseguía pensé que el hecho de ir a otra ciudad me ayudaría pero solo consiguió que la extrañara mas.

Intentando sentirme mejor decidí bajar al bar que solía frecuentar desde mi primer visita a Tokio necesitaba una copa, por lo menos si no me hacia olvidar se me olvidaría por un rato, entonces me senté en la barra necesitaba pedir una copa, pedí un whisky en las rocas mientras observaba como el hielo se consumía lentamente en el alcohol, en eso alguien me saco del trance,  mas bien algo, empezaron a aventarme manís lo cual me hizo enfadar, así que tuve que voltear violentamente.

-          Que te pasa??? – dije muy molesta.-

-          Ahora me saludas así? – dijo la persona que me aventaba los manís.-

-          Hey, como has estado – le dije sonriendo.-

-          Hola extraña…

Era Minzy, como siempre se miraba hermosa, con una sonrisa tan feliz, como si nada le preocupara.

-          Hola enfadosa, la persona que menos imagine me la vine a encontrar aquí, como has estado?

-          He estado muy bien gracias, hasta cuando pensabas decirme que estabas aquí, por lo que veo ya llevas tiempo… - dijo mientras me llevaba de la mano a la mesa en la que ella estaba.-

-          Pues es solo que no quería que nadie notara mi existencia… - dije mirando al vacío.-

-          Hey que es lo que te sucede, te ves mal amiga… - dijo riéndose.-

-          Es solo que no he tenido una buena racha, realmente he pasado por un momento terrible…

-          Déjame adivinar, se trata de cosas del amor cierto? – me dijo buscándome la mirada.-

-          La verdad es que ya no se.

-          Conociéndote lo único que te podría poner mal a estar alturas del partido, seria algo como eso, te enamoraste y ahora te esta yendo mal – dijo mientras ponía su mano en mi hombro.-

-          Pareces tener toda la boca llena de verdad, pero si quieres que te diga algo, preferiría no hablar sobre ello, mejor cuéntame de ti que ha sido de tu vida, que tanto has hecho en mi ausencia – dije intentando bromear.-

-          Extrañarte – fue directa con su respuesta.-

-          Haha es en serio, cuéntamelo todo me muero por saber tus secretos!

-          Pues que te puedo decir, he estado trabajando en el blog, por cierto me han ofrecido una gran propuesta como editora de un periódico en corea – dijo alegrándose mucho.-

-          Tu y yo realmente somos contrarias, ahora que yo vengo tu te vas, que ilógico suena todo! – me reí.-

-          Aun no he dicho si iré así que puedes estar tranquila, vas a tener muchísimo tiempo de sobra como para pasar el rato juntas tu y yo, por cierto tu estas aquí para ayudarle a tu madre cierto?

-          Y tu como lo sabes, acaso eres investigadora o algo por el estilo? – dije intrigada.-

-          Que no sabes quien soy yo, recuerda soy Gong Minzy la enfadosa, se todo de ti – dijo haciendo una cara chistosa.-

-          Creo que ahora empiezas a asustarme, debería salir corriendo de aquí … - dije en tono de broma.-

-          Tranquila que no hago daño solo soy una indefensa maknae. – dijo siguiéndome la conversación.-

-          Me alegra tenerte cercas Gong Minzy, creo que voy a necesitar una amiga… - no pude evitar ponerme triste nuevamente.-

-          Tu puedes contarme lo que sea CL – dijo poniendo su mano sobre la mía.- creo que toda esta platica va a ameritar una botella – dijo mientras le hacia una seña a uno de los meseros.- cuéntamelo todo…

Después de que trajeron la botella la platica se extendió muchísimo platicamos de todo, de ella, de su vida, de sus sueños y de mi al igual que de mis cosas, pero todo lo que se mezcla con alcohol siempre termina mal, tanta tome que termine muy ebria.

-          Minyaaah por qué no me llevas a casa, creo que necesito dormir! – dije hablando entre cortado.-

-          Tranquila muchachita, creo que bebiste demasiado y si te tendré que ayudar a subir, así que espero que no estés tan pesada…

Como pudo la chica me ayudo a subir las escaleras, realmente la hice sudar, no es lo mismo ayudar a subir a alguien en un estado normal a un estado inconveniente, así batallamos hasta que por fin logramos llegar hasta la puerta del apartamento.

-          Minzy gracias… gracias por escucharme, eres como un ángel que siempre esta cuidándome las espaldas! – dije abrazándome de ella.-  

-          No te preocupes, siempre estar ahí, para eso estamos las amigas cierto?? – dijo entre medio de una risita nerviosa.-

Nos quedamos mirando fijamente, yo no intentaba nada malo con ella, simplemente estaba tan ebria que estaba apunto de dormirme, Minzy no me perdia de vista, entonces algo malo paso, nos besamos.

-          Minzy… yo… yo… no puedo, esto de Dara me esta matando y no quiero lastimarte, seguramente fue tanto alcohol, discúlpame… - dije despegándome de ella.-

-          No te preocupes, creo que las dos ya estamos mal, creo que debería de irme… - dijo sonrojándose mucho.-

-          Minzy es solo que tu no te mereces esto, no mereces ser el clavo que saca al otro clavo, aun recuerdo lo que te dije antes de irme la primera vez, y te respeto, por lo cual creo que no mereces esto, ninguna de las dos, así que perdóname si… - me sentía mal al respecto.-

-          Tranquila loquilla hare como que esto nunca paso si… - se acercó y me dio otro beso, pero esta vez en la mejilla.- descansa y hazme un favor, ya no sufras…

La chica se dio la media vuelta y se fue, como pude me metí a la casa, llegando hasta la cama, seguido me acosté quedándome completamente dormida, realmente estaba ebria. A las 4 de  la mañana volví a abrir los ojos, me sentía tan triste, echaba de menos a Dara, todo estaba muy reciente y ese beso solo removió viejas cenizas que quedaban, ojala ese beso se lo hubiera dado a ella.

Ya no pude conciliar el sueño. La pena me seguía consumiendo me quitaba el aire, ya ni siquiera había lagrimas solo ese terrible vacío que se resumía a angustia, ya no sabía cómo evitarlo ni como sentirme en paz estando lejos de ella, la seguía queriendo tanto… estuve a punto de llamarla para solo escuchar su voz, pero esta vez la razón domino al corazón preferí cerrar nuevamente los ojos para esperar que amaneciera nuevamente.

Ya mañana sería otro día…