« Gensou Innocence »

Lilium

« Gensou Innocence »

 

 

Miró por donde se habían ido los cuatro chicos antes de oír el sonido de pasos por detrás de él, logrando que se girara de inmediato.

 

— ¿Algo te preocupa? Tienes una mirada triste. —Aquella voz seria y de cierta forma grave sin duda contrastaba con la apariencia que tenía el dueño de aquella voz…

 

Su mirada así como el porte que había mostrado al principio daban la impresión de tratarse de alguien misterioso, pero aquellas facciones en su rostro lo hacían ver como alguien más tranquilo, alguien a quien no debía temer además de que su mirada le daba un aspecto más como infantil que de alguien que pudiese hacer daño.

 

Ji Min le miró un poco antes de asentir, mientras sus manos subían de manera inconsciente a la altura de su pecho, una sobre la otra, sobando su mano derecha –ya que había quedado por debajo- y lo hacía debido a la preocupación que sentía en ese momento.

 

— Busco a una persona y no logró dar con ella. —Explicó por su parte antes de que notara de quién se trataba, uno de los vampiros que más evitaban a la gente a su alrededor y en todo el clan. — Pareciera que nadie más puede recordarle, como si nunca hubiese estado en el Clan, pero yo estoy seguro al cien por ciento de que él estuvo aquí. —Dijo en busca de convencerse más a sí mismo de que era así.

 

— Si no fuera real no le recordaría con la precisión que lo hago, nunca podría inventar a alguien así de un día para otro. —Explicó mientras el contrario tan solo se ocupaba de escuchar su relato. — En momentos quisiera creer que ellos tienen la razón pero yo sé que él existe y tiene que estar en algún lugar, me preocupa. —Afirmaba Ji Min cada vez más seguro, al menos hasta ver que el único que estaba hablando era él.

 

— ¿Y tú? ¿Hay algo que te preocupe? ¿O por qué siempre estás tan solo? —Preguntó, arrepintiéndose a los segundos por haber sido tan precipitado con sus preguntas. Ahora que lo pensaba bien, el chico era de su mismo dormitorio, si no mal recordaba su nombre se trataba de Kim Tae Hyung, un vampiro un tanto solitario, era más conocido como V y algunas veces le había visto leyendo o por ahí andando solo.

 

El menor se limitó a mirarlo durante un par de segundos antes de entrecerrar sus ojos.

 

— No me preocupa nada, y estoy solo porque quiero. —Comentó sin más.

 

— Pero… ¿no es muy solitario? —Preguntó sin entender la razón por la que alguien quisiera estar solo.

 

—  ¿Acaso tiene algo de malo estar solo? —Le devolvió la pregunta de manera que parecía atacarle.

 

Ji Min negó de forma rápida pues no se había dado a entender.

 

— Me refería a que… ¿no es algo triste no tener con quien compartir algo de tiempo? —Le miró esperando una respuesta.

 

— ¿Si de un día para otro olvidarás todo y a todos, de qué sirve crear lazos con otra persona? Si esos recuerdos serán desechados al final, tirados a algún sitio desconocido y los demás actuarían como siempre, como si nada pasara, prefiero entonces no tener que ver con nadie. —Explicó de una manera que solo confundió aún más a Ji Min. — Al final, los recuerdos son solo ilusiones. Estando solo… es la manera en que no habría porque sufrir por alguien a quien no recuerdan o porque alguien ya no es como antes. —Siguió hablando, haciendo que Ji Min abriese sus ojos de manera sorprendida, ya que aquella frase le traía a la mente a Yoon Gi de inmediato.

 

Y como si Tae Hyung hubiese adivinado su pensamiento, continuó hablando.

 

— Estás buscando a Suga, ¿cierto? —Preguntó.

 

— Tú… —Su mirada se mostró sorprendida y a la vez se sintió esperanzado, en una gran medida, por no ser el único que recordara la existencia del chico. Si V hablaba de él era porque lo conocía ¿cierto? — ¿Tú recuerdas a Yoon Gi hyung? —Le miró fijamente como si su vida dependiera de su respuesta.

 

— Sí. —Respondió al instante.

 

— ¿Y sabes dónde está? ¿Cómo puedo encontrarle? ¿Se encuentra bien? —Las preguntas llegaron una tras otra desde los labios del mayor, al paso que se iba acercando cada vez más, estaba ansioso y desesperado por saber algo.

 

— Claro que no. —Respondió de una manera más cortante que antes ya que no quería hablar de un tema como ese justo cuando por fin había decidido acercarse aunque fuese por un momento.

 

— Pero tú recuerdas a Suga, eso es algo bueno porque… quiere decir que en verdad existe y los demás tienen que creerme. —Aseguró.

 

Se giró un poco para quedar de frente al chico mientras esbozaba una sonrisa ya que había encontrado a alguien que pudiese ayudarle a buscar y que no le juzgara, estaba seguro de que con su ayuda los demás tendrían que creerle que no estaba loco y que en verdad estaba hablando de alguien real.

 

— Los demás piensan que enloqueciste por hablar de él, por recordarlo, ¿no es cierto? —Preguntó a lo que el de cabellos castaños asintió de manera algo lenta. — Entonces… Quiere decir que también me consideraran extraño por recordar a Yoon Gi. —Señaló antes de que su expresión cambiara como si acabara de darse cuenta de algo que no había pensado. — Es posible que ambos estemos sufriendo por la crisálida y por esa razón somos los únicos que conocen a esta persona, Ji Min, lo cual quiere decir que tendríamos que ir con los prefectos. —Habló de manera algo apresurada antes de que en el rostro del mayor se dibujase una expresión de disgusto.

 

Quizás por el hecho de que estaba diciendo indirectamente que Suga era una alucinación.

 

— No, yo estoy seguro de que él existe y sería mucha coincidencia que dos personas recordemos a una misma persona que todos suponen que no existe, ni siquiera la crisálida podría hacer algo como eso. —Comentó antes de mirarlo. — Ya que tú y yo somos las únicas personas que lo recordamos, quizás sería buena idea que ambos lo busquemos. ¿No lo crees? —Le preguntó con cierta esperanza de que respondiese que si a su propuesta.

 

Tae Hyung suspiró pesadamente antes de mirarle con cierta preocupación.

 

— Si no quieres que nada cambie, deberías dejar de buscarlo. —Espetó de manera inmediata, logrando sorprender a Ji Min ante aquella contestación, había sido rechazada su propuesta de que lo buscaran y en cambio le pedía que dejase de buscarlo también.

 

— ¿Me estás pidiendo a que le abandone a su suerte? —Negó varias veces para hacer énfasis a que no pensaba dejar de buscar hasta encontrar al mayor. — No creo que nada cambie, las cosas están mal pues nadie le recuerda así que necesito encontrarlo antes de que le pase algo malo. —Repitió como si se tratase ya de una costumbre tener que decir que debía encontrarlo.

 

— Si no pudieras hacer algo por él sería mejor hacer como todos, como si no existiese. —El rubio le miró. — Si existiese una forma de hacer que alguien olvidara todo, ¿cómo te sentirías? ¿Qué sentirías si fueras tu a quién se lo hicieran? —Le preguntó el contrario, esperando una respuesta que fuese válida para él.

 

¿Olvidar todo? ¿Qué tenía que ver eso con el asunto de Suga?

 

Esas preguntas rodaron algunos minutos en la mente del más bajo antes de mirar a Tae Hyung.

 

— Si existiese algo capaz de eso… quizás me sentiría mal, porque no reconocería a la gente ni tendría recuerdos de nada. Sería como tener una sensación de vacío. —Le respondió y, antes de tener tiempo de volver el tema a Suga, escuchó a V.

 

El más alto dejó escapar un suspiro ante esa respuesta y se acercó hasta el de cabellos rubios.

 

— Si te hace sentir mal… entonces deja de buscar a Yoon Gi, por el bien de todos, por tu bien. —Explicó por su parte antes de mirarle de manera más fija que antes. — Siempre han estado cual pequeños niños, todos viviendo de manera que no conocen el sufrimiento, sin necesidad de tener que ensuciarse nunca. —Ji Min le miró ante aquella forma en la que SuHo comenzaba a hablar. — Han estado jugando siempre, divirtiéndose, viviendo un sueño dentro de otro sueño, como si nada pudiera hacerles daño… Sin conocer la tristeza. —Susurró el menor.

 

La mirada del mayor se fijó en aquel chico, V notó que Ji Min parecía estar completamente confundido.

 

— No rompas lo que a creado el Uroborosu. Esta realidad perfecta, en la que nadie sufre… Esta utopía. —Comentó antes de continuar con su explicación. — Una ilusión de inocencia, una en la que no se permite que los corazones de otros se llenen de la oscuridad, dejando que la luz siempre esté con ellos aunque sea una ilusión, una farsa en su totalidad. Pero que al ser descubierta la mentira, la oscuridad se apodera de ellos… —Tae se detuvo de momento antes de mirar al mayor aún con aquella preocupación. — Así que por favor, mantente puro para que no tengas que sufrir… —Susurró mientras pasaba su mano por la mejilla del rubio de una manera lenta, como apenas una caricia sutil.

 

Ji Min sólo le miró parpadeando sin comprender gran parte de sus palabras.

 

¿Mantenerse puro? ¿Por qué hablaba como si hubiese un misterio detrás de lo que decía?

 

— Hay veces que es mejor no despertar del sueño, aunque éste sea una pesadilla, pues la realidad puede ser peor de lo que imaginas. —Su mirada bajó al igual que su mano. — Deja de buscar a Yoon Gi y olvídalo. —Dijo de forma tajante y como manera de finalizar con su conversación.

 

Antes de que el mayor pudiera hablar al respecto, que reclamara o preguntase algo, V se retiró de aquel pasillo perdiéndose entre otra de las habitaciones del dormitorio, dejándole con todas las dudas y sobre todo más perdido que antes, además de que con la esperanza pendiéndole de un hilo.

 

La mirada de Ji Min le siguió entre los pasillos, apenas podía entender parte de lo que el chico le había dicho.

 

¿Viviendo un sueño dentro de otro sueño? —Repitió en pregunta para sí mismo y en voz baja.

 

¿Era eso alguna clase de metáfora, acertijo o algo así? ¿Y el Uroborosu? ¿Acaso tenía algún sentido con la desaparición de Yoon Gi? Era muy complicado comprender cada una de esas palabras.

 

No lograba comprenderlo, pero era más pesado para él que la única persona que recordaba y podía ayudarle a buscar a Suga le dijera con mayor fuerza que los demás que tenía que dejar de buscarlo, se sentía más apesadumbrado que antes pero, el hecho de que Tae Hyung recordara la existencia de Yoon Gi le daba un alivio, le decía que él existía.

 

Ji Min no estaba enloqueciendo.

 

Estaba sumido en esos pensamientos que no supo en qué momento había llegado hasta aquel sitio el damphir que había conocido hace poco: Sung Jae.

 

No se dio cuenta, sino hasta que le escuchó hablar.

 

— Es mejor que te mantengas alejado de Tae Hyung. —Comentó en voz algo baja pero lo suficiente para ser escuchado por el único chico en aquel pasillo, así que de inmediato Ji Min ya se encontraba mirándolo de frente, extrañado por las palabras de aquel chico. — Ese hombre solamente trae sufrimiento a dónde sea que vaya. —Indicó mientras le miraba de forma fija, se podía ver preocupación en su mirada.

 

— No entiendo porque te preocupa tanto que haya hablado con él. —Respondió.

 

— No digo que no le hables, es decir… soy la persona menos indicada para prohibirte algo como eso. —Dijo Jae hablando de manera apresurada, como si de pronto se hubiese puesto nervioso. — La razón es que… pues la verdad.…  Cuando veo a Tae Hyung tan cerca de ti siento como si… como si… si algo malo vaya a pasar. —De un momento a otro aquel hablar tan rápido y atropellado se volvió más lento, mientras el cuerpo del damphir comenzaba a temblar, tal vez por el miedo que empezaba a experimentar sin razón aparente.

 

El temblor desapareció tan pronto como había llegado, solo miró a Ji Min, pasando sus manos a la altura de su pecho.

 

— Sólo… No te acerques a él, ese hombre te traerá sufrimiento. —Comentó acercándosele. — Por favor… —Suplicó, aunque al estar tan cerca, Ji Min le tomó de sus manos mirándole con preocupación ya que Sung Jae estuvo a punto de caer al suelo, la mirada extraña del contrario le hizo pensar que había algo mal.

 

Jae miró a las manos de Ji Min, nunca antes alguien le había tomado de las manos.

 

— ¿Estás bien? —El mayor no había prestado atención del todo a sus palabras puesto que había notado algo extraño en el comportamiento de aquel chico, como si tuviese alguna clase de problema, a lo que imaginó que se trataría de la crisálida, era peligroso dejarlo así.

 

— ¿Qué si estoy bien? —Preguntó mientras se reía y daba varios saltos alrededor. —Yo estoy tan feliz que… —Y de pronto su voz se apagó y casi se tiraba al suelo de manera dramática. — Que quizás es mejor que muera. —Comentó con voz apagada, depresiva.

 

— Será mejor que vaya por Nam Joon hyung o Jin hyung, necesitas de la medicina. —Habló mientras le soltaba para poder ir a buscar a los dos chicos para que pudiera ayudarle, pero en el momento en el que se dio vuelta, una mano le detuvo de poder avanzar.

                                                           

— ¿Por qué? ¿Por qué es que te preocupas por mí, Ji Min? —Preguntó el chico mirándolo sin entender.

 

— Porque… somos amigos ¿no? Me preocupo por mis amigos. —Respondió a su vez, intentando llevarle a la enfermería. — Vamos, necesitamos pedir más medicina para ti. —Indicó nuevamente.

 

— No. Yo estoy bien… —Habló aquel chico mientras jalaba al rubio para quedar abrazado a él, de manera que podía apoyar su cabeza en el hombro ajeno. — Solo quédate. —Pidió.

 

Aquella acción había tomado por sorpresa al de cabellos más claros, de forma que apenas reaccionó cuando se encontraba ya siendo rodeado por ambos brazos del chico de cabellos castaño rojizo. Parpadeó varias veces puesto que no entendía el actuar de Sung Jae, solo sabía que era necesario traer la medicina que le hacía falta.

 

— Hey, Jae, insisto en que deberíamos ir por tu medicina. —Habló, ignorando lo que el aludido intentaba hacer.

 

— No hace falta… —Se apoyó de manera que quedaba sobre el hombro ajeno, mirando hacia la pared. — De verdad, no hace falta. Simplemente… déjame estar así un poco más, porque no hay nada más que querer hacerte feliz. —Habló en susurro mientras había girado su cabeza y acercado sus labios al cuello ajeno, dejando a la vista sus colmillos.

 

Estaba a casi a nada de poder clavar estos sobre la piel blanquecina de Ji Min, pero el sonido de algo similar una campana o a un chirrido agudo se hizo presente, retumbando en los oídos del mayor y provocándole que terminara empujando al damphir, apartándolo de él en un acto involuntario.

 

¿Por qué es que su cuerpo se había movido sin él tener la consciencia o la decisión de hacerlo?

 

— Lo siento. Yo no sé qué… —Iba a seguir hablando cuando un chico al que no conocía hizo presencia, casi como si se fuese a caer, al parecer se encontraba debilitado y eso le impedía mantenerse en pie como había pasado con Jae antes.

 

— Waaaaa… Creo que necesito medicina para esta anemia. —Se quejó por su parte aquel joven, un par de años menor a los presentes, antes de agarrar a Ji Min por el brazo, impidiendo que Sung Jae pudiera acercarse de nuevo.

 

— No podré caminar solo al parecer… será que… ¿podrías llevarme a la enfermería y hacerme compañía? —Preguntó en un tono casi insinuante mientras sonreía de lado y se acercaba –en demasía- al rostro del vampiro de cabellera rubia que solo se quedo confuso ante la situación. — Discúlpanos, pero me lo llevaré por ahora, nos vemos luego. —Le dijo al damphir y, sin dar tiempo de nada más, se llevó consigo al joven confundido que tenía tomado del brazo.

 

Sung Jae solamente pudo ver de pronto la espalda de ambos chicos que se habían alejado de él. En su rostro se había dibujado una expresión de enojo, ¿por qué diablos se ponían en su contra en ese momento?

 

Lo único que él quería era evitar que algo malo ocurriese, quería evitar la tragedia en el clan.


»«-»«-»«-»«-»«-»«-»«-»«
 

Aquel chico arrastró a Ji Min durante largo rato antes de que éste se soltase del agarre en un momento en el que el ajeno se encontraba distraído con algo que el rubio no alcanzó a distinguir.

 

— ¿Se puede saber por qué me has jalado hasta aquí? —Preguntó con cierta molestia puesto que alguien desconocido se había tomado todas esas libertades a la primera de verlo. Primero le hablaba con aquel tono; segundo, le tomaba del brazo y se acercaba a su rostro de manera tan inquietante; tercero, le llevaba a otro sitio sin siquiera decirle; cuarto, ni siquiera sabía su nombre ni de dónde había salido.

 

— Todavía que te salvo la vida y así me hablas. —Dijo el chico mientras ponía un rostro de sentirse “triste” por el actuar de Ji Min.

 

— No puedo tratarte de otra manera cuando ni siquiera sé tu nombre. —Replicó el mayor antes de que su mirada se fijara en el chico, si había aparecido en el pasillo quería decir que tenía que ser alguien del sanatorio, quizás no de su dormitorio puesto que existían cuatro en total, uno por cada punto cardinal: norte, sur, este y norte; pero si de alguna parte.

 

— Ah, mil disculpas. —Comentó el chico mientras volvía a sonreírle a Ji Min, tomó su mano a modo de saludo antes de sonreír. — Mi nombre es Jeon Jung Kook. Pero me llaman Kookie. Un gusto conocerte, hyung. —Respondió ante la duda que había tenido el chico, mientras hacía una reverencia única.

 

— De cualquier forma ¿qué fue todo ese show de antes? —Se quejó antes de mirarle.

 

— Lamento lo de minutos atrás, pero estabas corriendo un gran peligro ahí. —Comentó con un tono serio.

 

— ¿Eh? —Ji Min olvidó de momento que apenas y había conocido al chico debido a la palabra “peligro”.

 

Aquel sonido que había salido de sus labios bastó para que Jung Kook se diera cuenta de que el chico no tenía ni la más mínima idea de lo que estuvo a punto de sucederle, de manera que se le acercó de nuevo.

 

— Ese chico estaba tratando de morderte. —Explicó mientras admiraba el perfil de aquel joven.

 

— ¿Y eso que tiene de importancia? —Preguntó Ji Min un poco a la defensiva, parecía que todo mundo encontraba peligro en las cosas que él hacía y no tenía la menor idea de ello.

 

— ¿¡Qué!? ¿Acaso olvidaste lo peligroso que resultaría para cualquier vampiro dejarse morder por otro? —Dijo un poco alterado Kook, ya que era un tema que no podía tomarse a la ligera. — ¡Perderías tu iniciativa! —Exclamó como si se tratase de lo más peligroso, no estaba tan lejos de ser verdad después de todo.

 

— ¿Mi iniciativa…? —Ji Min parpadeó varias veces antes de que el recuerdo de aquella clase en la que les explicaron que era la iniciativa volvió a su mente.


»«-»«-»«-»«-»«-»«-»«-»«
 

— ¿Iniciativa? ¿Qué es eso? —La voz de un chico había resonado en el aula de clases ya que era uno de los recién ingresados al clan o al menos eso recordaba.

 

—  La iniciativa es como tu voluntad, tu mente. En otras palabras es como tu alma, si la pierdes estás obligado a hacer todo aquello que la persona que haya tomado tu iniciativa desee que hagas. —Había explicado Seok Jin mientras hacía una presentación actuada con dos de los chicos del dormitorio.

 

— Por ejemplo… Si Jong In tomase la iniciativa de Kyung Soo, él estaría obligado a hacer cualquier cosa que Jong In le dijera. —Al ir explicando, Kai y D.O actuaban lo que Seok Jin explicaba, fingiendo así como si Kai hubiese mordido al contrario, al tiempo que éste solo hacia un rostro de queja puesto que el moreno en verdad había aprovechado para jalar un poco la piel ajena entre el juego, claro que sin morderle en realidad.

 

— Con la mordida, Jong In obtendría la iniciativa de Kyung Soo, algo así como si fuese una marioneta. —Añadió Nam Joon. — Obligado totalmente a obedecer todo lo que le diga aquel que sea su “amo”, pudiendo negarse a peticiones de otros si lo desea pero nunca a las de quien posea su iniciativa. —Haciendo un gesto se ocupo de que hicieran la demostración de ello.

 

— Kyung Soo, haz una pirueta. —Pidió Seok Jin, mientras que D.O negaba ya que no pensaba hacerlo, no porque la representación era así, si no porque en efecto no quería hacer una pirueta frente al dormitorio entero y se negaba a hacerlo.

 

— Abre la puerta. —Pidió esta vez Nam Joon, mientras que el chico volvía a negar con su cabeza. Acto que no le permitió ver la sonrisa que se había dibujado en el rostro de Kai.

 

— Kyung Soo, siéntate en el suelo. —Habló el moreno, era obvio que estaba disfrutando esa clase pues, aunque no tuviese la iniciativa real de Kyung, lo que le pidiera hacer mientras durara la demostración tendría que hacerlo, aunque con normalidad Kai era un chico tranquilo esta vez estaba tomando algo de ventaja ya que el más bajo a veces solía pasarse un poco con las bromas que mandaba hacer con Chan Yeol por molestarse con él.

 

Kyung Soo le lanzó una mirada casi asesina a Jong In para que cambiara sus palabras, cosa que no consiguió, haciendo que sólo suspirara antes de verse obligado a seguir en su actuación. Se sentó en el suelo con una cara de pocos amigos que cualquiera en la clase podría haber notado.

 

— Kyung Soo~ acuéstate y da un par de vueltas. —Kai sonrió de manera maliciosa, debía aprovechar mientras tuviese vida suficiente para usarla a beneficio propio, sabía que acabando la clase estando fuera de la vista de Seok Jin y Nam Joon, Kyung Soo sin duda le daría una paliza por pedirle que hiciera cosas como esa en la representación.

 

La mirada avergonzada del chico paso a ser una de resignación ya que tenía las miradas de los demás encima de él, es decir que tenía que hacerlo. Por segunda ocasión se sintió apenado pero se recostó en el suelo comenzando a girar a un lado y luego al otro antes de detenerse ya que había oído las suaves risas de algunos.

 

— En teoría, esto es lo que podría pasar, podrían perder mucho si dejan que alguien más obtenga su iniciativa. —Dijo Seok Jin dando por terminada la presentación. — Por esa razón no deben olvidar que entre vampiros no podemos mordernos, es un peligro demasiado alto. —Dijo de manera seria, esperando que quedara grabado en el consciente de todos los demás.


»«-»«-»«-»«-»«-»«-»«-»«
 

— ¡Ya me acorde! —Exclamó consternado y a la vez nervioso el de cabellos rubios antes de mirar a Jung Kook por lo que había dicho. — Yo… ehem, bueno… gracias. —Susurró Ji Min antes de pasar su mano varias veces sobre su cabello, la verdad estaba algo avergonzado por haber olvidado algo que se suponía ser tan importante como la iniciativa.

 

— ¿Sólo gracias? —Se quejó el contrario antes de mirarle, de la misma manera que antes.

 

— Si. —Respondió al instante. — Además… ¿Por qué razón podría haber querido hacer eso Sung Jae? Dudo mucho que tenga una intención de hacerlo realmente. —Se quejó.

 

— Bueno, podría ser porque… ¿Te encuentra lindo? —Insinuó mientras se acercaba de la misma forma antes de recibir un golpe en la cara y ser alejado por Ji Min, logrando que Kook se quejase varias veces por el golpe en su rostro.

 

—¿Li-lindo? ¿Y-Yo? —Inmediatamente se encontraba totalmente sonrojado, no pudo evitar pensar en de qué manera le estaría viendo el damphir minutos atrás, cosa que hacía que ahora entendiera gran parte de lo que habían hablado.

 

— ¿Acaso crees que miento? —Preguntó mientras que volvía a acercarse, logrando que Ji Min reaccionara. — Será acaso que… ¿Eso te causa pena y por eso estás sonrojado? —Bromeó el chico, haciendo que el ajeno se alejara, pero antes de poder perderle de vista, Kook ya había hecho un par de pasos por delante.

 

Justo antes de permitírselo, con su brazo le cortó el paso.

 

— ¡C-Casi estabas a diez centímetros de mi cara! —Se quejó nuevamente. — A-Además… estás invadiendo mi espacio. —Al momento de ver que Jung Kook se acercaba por tercera o cuarta vez -ya había perdido la cuenta- se dispuso a golpearlo por segunda vez.

 

— ¡Duele! —Se quejó por su parte el agredido.

 

Y antes de que alguien más dijese algo, lo que ya parecía costumbre en aquel clan de vampiros, alguien hizo aparición solamente para interrumpir la plática que estaban teniendo aquellos dos en el pasillo y de una forma bastante escandalosa para ser honestos.

 

— ¡JI MIIIIIIIIIIIIN! —Se pudo oír con claridad aquel gritó mientras Jong In se tiraba casi a los pies del menor de una manera un poco dramática.

 

— ¿Pero qué…? —No pudo acabar de hablar en ese momento, antes de mirar al chico.  — ¿Qué tienes, Kai? —Preguntó.

 

— ¡Júrame que no tengo olor a rata! —Pidió éste.

 

— ¿Eh? —Apenas pudo pronunciar aquello cuando el trío conformado por Chan Yeol, Baek Hyun y Kyung Soo había aparecido.

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!

Comments

You must be logged in to comment
yourstrulyjungkook
#1
van a escribir una secuela?