« Wasurenai de »

 

J-Hope y Kai se miraron al mismo tiempo confundidos por la pregunta del joven castaño.

 

— ¿Quién? —Preguntaron al unísono.

 

Antes de que Ji Min pudiera responder, un grupo de voces se hicieron presentes irrumpiendo el momento como si no existiese un respeto a las conversaciones de los demás, ya no era la primera vez que alguien terminaba siendo interrumpido por otro chico de los dormitorios.

 

— ¡Aaaaaaaah! Estoy tan aburrido, que podría acabar imitando a una estatua. —Se quejaba Baek Hyun mientras avanzaba con otros dos chicos que iban detrás de sí y justo al acabar de decirlo, con total sencillez, se tiró al suelo mientras hacía una postura cualquiera y se quedaba de esa manera, quieto en su totalidad de no ser por sus respiraciones regulares.

 

— Jong In, ayúdame… —Suplicó Kyung Soo mientras se acercaba a los tres chicos que seguían reunidos. — Hazlo antes de que estos dos me peguen su aburrimiento. —Y al momento en que el chico señaló a sus compañeros.

 

Kai, J-Hope, Kyung Soo y Kai miraron en dirección de Baek Hyun que seguía tirado sobre el suelo e igualmente miraron a Chan Yeol que se encontraba jugando con sus manos a un par de metros de los demás.

 

— Aire… —Mascullaba el chico más alto mientras movía sus manos por delante de él como si hiciera ondas con sus dedos, poco después como si buscase algo más allá con sus manos, algo que evidentemente no había frente a él. — No hay nada. —Dijo mientras sonreía de manera algo tonta, parecía haber perdido el sentido común que podía quedarle por culpa del aburrimiento.

 

Ese par debía estar realmente aburrido para poner a entretenerse con fingir ser una estatua y con el aire que tenía frente a sus narices, de lo contrario ni siquiera habrían llegado a la sala común pues aquel trío se la pasaba haciendo locuras por todo el sanatorio o por lo menos Chan Yeol y Baek Hyun, D.O sólo se encargaba de mantenerlos a raya y evitar que hicieran un escándalo.

 

— Ayuda… —Se quejó Kyung Soo nuevamente, en la espera de que alguien tuviese una mínima piedad por él.

 

— En realidad quien necesita ayuda es Yoon Gi. No llegó anoche al dormitorio y me preocupa que vaya a estar lejos del clan. —Habló Ji Min, logrando captar la atención de los recién llegados debido a la extrañeza de sus palabras además de que parecía algo interesante… Al menos más que el aire y el fingir ser una estatua. — A este paso, el Maestro se enterara y se meterá en problemas si no vuelve. —Finalizó.

 

Esta vez Ho Seok fue quien suspiró de manera pesada ante las palabras del menor, comenzaba a ser extraño que hablara de una persona desconocida.

 

— Nadie conoce al tal Yoon Gi que mencionas, Ji Min. Así que deja de hablar de cosas extrañas. —Exclamó J-Hope antes de que Yeol y Baek se pusieran en pie lo más rápido que fue posible ante esas palabras, esta vez más interesados por escuchar acerca de lo que había comentado Ho Seok hacía poco.

 

— ¡Yo quiero oír de cosas extrañas! —Exclamó Chan Yeol mientras caminaba para acercarse a escuchar, así como el chico de l delicado delineado de ojos que no tardo en unírseles en el grupito.

 

— Yo igual quiero escuchar, si eso es capaz de matar mi aburrimiento. —Indicó por su parte Baek Hyun, recargando su cuerpo sobre el brazo de Yeol.

 

— No es ninguna broma… —Los labios del más chico se fruncieron antes de mirar a los demás. — Suga no volvió anoche y seguramente estará perdido en el bosque. —Aseguraba él.

 

¿Por qué se empeñaban en decir que estaba diciendo cosas extrañas y que nadie sabía de quién estaba hablando? Estaban actuando de una manera tan extraña que no sabía que pensar de ellos, seguramente le habían escuchado mal y pensaban que hablaba de alguien más o algo así.

 

— Hablando de eso, ¿No lo habrán visto ustedes? Yeol hyung, Baek hyung, D.O hyung… —Preguntó esperando una respuesta positiva.

 

— Yo no sé nada de ese tal Yoon Gi que mencionas. —Respondió de inmediato Yeol mientras Kyung Soo tan sólo negó.

 

— Digo lo mismo que Channie. —Señaló Baek Hyun.

 

Eso no podía ser posible, ya que todos ellos deberían conocerle ya que habían pasado varios días compartiendo con él, se llevaban bien a pesar de que fuese algo serio y calmado a comparación, sin duda no se olvidarían de él. Incluso recordaba cómo Kai se pasaba todo el día hablando del cambio de actitud que ese chico presentaba cuando aparecía J-Hope por el dormitorio con tal de molestarle. Además de que Chan Yeol y Baek Hyun no dejaban precisamente de comentar de quién sería pareja cada quien, lo hacían con todos y cada uno, especialmente con Yoon Gi para molestarlo.

 

Eran cosas que no podían olvidarse de un día para otro ¿cierto?

 

Al menos eso era lo que quería pensar Ji Min, pero todos parecían estar con una mirada extraña cada que hablaba de él.

 

¿Le estaban jugando una broma?

 

— Yo no conozco a nadie con el nombre Yoon Gi en este clan. —Repitió Baek Hyun.

 

— ¿Seguro que no lo habrás soñado o es del lugar de dónde viniste, Ji Min? —Preguntó Kyung Soo.

 

— Estoy seguro que nadie sabe de esa persona de la que hablas, Ji Minnie. —Indicó Chan Yeol.

                                                                                                                                                   

— ¿Lo ves? Nadie conoce al tal Suga, Yoon Gi o como sea. Ese chico que mencionas no es conocido para nosotros, es más seguro que te lo hayas imaginado, que sea un sueño o alguien que conoces de donde viniste y te confundiste nada más, Ji Min. —Finalizó Kai mientras el mencionado parpadeaba un par de veces debido a que parecía mentira.

 

— ¿Es broma? —Preguntó pero al ver el rostro serio de los cinco se quedo realmente pensativo.

 

¿Qué estaba pasando?

 

¿Por qué de pronto nadie parecía recordar a Min Yoon Gi?

 

Al principio había creído que sería una broma por la repentina respuesta de todos de no conocer a Suga, pero conforme había estado mirándolos y les había preguntado insistentemente se dio cuenta de que era cierto: Todos se habían olvidado del chico, incluyendo a los mayores del clan.

 

Pero él no estaba mintiendo.

 

Sabía que Yoon Gi realmente existía, no era un sueño o un invento suyo.

 

— Estoy seguro que solo necesitas descansar, es probable que se deba a haber salido del clan ayer. —Indicó Kai.

 

Baek Hyun y Chan Yeol parecieron aburrirse de ver aquello y al suspirar al mismo tiempo supieron que era tiempo de moverse de lugar para buscar algo entretenido por hacer, de lo contrario sentían que sus cabezas explotarían de tanto aburrimiento.

 

— ¡Vayamos a cazar monstruos! —Gritó Chan Yeol mientras corría fuera del dormitorio, siendo seguido de cerca por Baek Hyun y muy por detrás por Kyung Soo que quería evitar que ese par fuese a hacer un desastre o quizás unírseles al mismo en caso de encontrarse aburrido.

 

Tras todo el show y ruido causado por el trío, finalmente la atención de Kai y Ho Seok volvió al menor.

 

— No fue por eso, hablo en serio. Suga hyung no aparece y estoy preocupado, es de los que menos sale del clan y claramente si salió estará perdido… y será un problema tarde o temprano. —Aclaró Ji Min.

 

Tanto Kai como J-Hope se miraron de nuevo y suspiraron pesadamente.

 

Los dos chicos no parecían convencidos de las palabras de su dongsaeng, seguían creyendo que era posible que estuviese confundido debido a que ya tenían un cierto rato sin hacer nada y seguro el aburrimiento le había llevado a recordar cosas pasadas o incluso era probable que fuesen un sueño, tal vez hasta el haber salido del clan le había afectado y por eso veía cosas que no eran ciertas.

 

— No estoy bromeando ni fue inventado si eso es lo que están pensando. —Se defendió inmediatamente, justo en ese momento Kai iba a decir algo más pero D.O, Baek y Yeol volvieron haciendo un escándalo mayor que el de minutos atrás.

 

— ¡Waaaaaaaaaaa! —Gritaron los tres chicos mientras se escondían –literalmente- detrás de Ji Min, J-Hope y Kai, mirando al otro lado de la sala común, por la entrada, como si algo peligroso se estuviese acercando por ese lugar.

 

Tras el escándalo que habían hecho esos tres al llegar, las miradas de Jong In, Ji Min y Ho Seok se posaron en ellos, realmente curiosos de qué era lo que les pasaba a los chicos, pues tenían una cara de haber visto algo terrorífico y que no podían estar tranquilos sabiendo que –lo que sea que habían visto- podía llegar en cualquier momento.

 

— ¿Qué es lo que les pasa? —La voz de Ji Min fue la que irrumpió en ese momento, pues los tres parecían no querer hablar, estando presas del pánico.

 

— ¡¡Sung Jae!! —Exclamaron los tres al mismo tiempo mientras se escondían, nuevamente, detrás de los tres vampiros que habían permanecido en la sala.

 

— ¿Y qué tiene él? —Preguntó Ji Min ya que él apenas mantenía cierto contacto con los dos chicos a su lado, además del grupo de tres que había llegado de regreso con aquel ruido y escándalo al por mayor.

 

— ¡Es un damphir! —Exclamó Baek Hyun de manera dramática.

 

— ¡Damphir! —Gritaron al mismo tiempo Yeol, Kai, D.O y J-Hope antes de mirar al chico que les acompañaba que parecía recién comenzar a entender por qué había sido todo aquel escándalo.

 

— Oh Dios mío, un damphir, eso es malo porque es un… es un… Esperen… —Comentó Yeol deteniéndose un momento. — ¿Qué es un damphir? —Preguntó finalmente dejando a todos con la cara de “¿Hablas en serio?” antes de que Kyung Soo suspirara de forma pesada por tener que estar recordándole a aquel chico lo que era un damphir cada día de sus existencias.

 

— Los damphirs son los hijos de un vampiro y un humano, sangre mezclada. —Le respondió Baek Hyun antes de que Yeol hiciera una expresión de haber recordado finalmente de qué se estaba hablando.

 

Los damphirs eran la raza de más bajo nivel dentro de los vampiros, incluso por debajo de los vampiros impuros, como eran conocidos los humanos que eran convertidos mediante una mordida.

 

Según su escala, el nivel iba de Trumps a damphirs.

 

TRUMP » Vampiro de sangre pura » Vampiro de sangre impura » Vampiro convertido » Damphir

 

Los damphirs eran constantemente atacados por su naturaleza híbrida, siendo tratados como abominaciones, monstruos y muchas veces eran menospreciados por los demás vampiros. Cosa que muchas veces hacía que éstos se sintiesen fuera del mundo de los vampiros, se sentían totalmente rechazados por ser lo que eran.

 

Yang Sung Jae, más conocido como Sung Jae o sólo Jae, era uno de los que demostraban esta característica tan poco aceptada. Era un damphir, peor aún siendo hijo de madre humana, y por lo tanto era la víctima principal de muchos de los maltratos de todos los dormitorios, especialmente sus propios compañeros del lado norte aunque también su mirada tenebrosa no les permitía acercársele más de lo necesario.

 

Justo cuando los chicos iban a volver a hablar, el mencionado damphir hizo aparición pues iba de paso hacia otra de las salas del sanatorio, sin embargo apenas caminó y quedó de frente a Chan Yeol, Baek Hyun y Kyung Soo, ignoró su presencia aunque igual no era un mal educado. — Lo siento. ¿Podrían permitirme el paso? —Apenas susurró.

 

Aquellos tres hicieron un escándalo igual mientras lo miraban.

 

— ¡Un damphir! ¡Ataquen! —Exclamó con fuerza Kyung Soo puesto que realmente no estaban de humor para tratar con el chico.

 

Apenas dijo esas palabras, los demás comenzaron a lanzar cualquier cosa a la mano que por suerte no eran hirientes, excluyendo a Ji Min que apenas y entendía de qué iba la situación.

 

— ¡Hey, paren! —Gritó el rubio debido al desconcierto que le había causado esa situación, todos se detuvieron de momento mirando al chico que les había pedido que pararan.

 

— ¡¡Sigue vivo!! —Exclamó esta vez Baek Hyun al tiempo que arrojaban cosas por segunda vez y cuando Ji Min planeaba detenerlos nuevamente, esta vez habló aquel chico damphir.

 

— No hace falta que lo hagas… Ya estoy acostumbrado a esto. —Comentó con cierta desgana, casi parecía temer hablar también.

 

Justamente en ese momento Nam Joon y Seok Jin hicieron aparición en la sala común, todo debido al excesivo ruido que les habían avisado varios vampiros de las otras salas y el cual se había formado desde unos minutos atrás, exactamente desde la primera aparición del trío liderado por Chan Yeol.

 

— Dejen de hacer escándalo ahora mismo. —Fue escuchada la voz de Nam Joon de inmediato, formándose el silencio, todos sabían lo peligroso que podía ser que RM se enojara, pero peor aún si era el mismo Seok Jin quien se molestara.

 

— En menos de cinco minutos tenemos lecciones, así que a prepararse pues también toca la hora de la medicina. —Habló Jin mientras que Nam caminaba por delante viendo a los chicos que estaban en el dormitorio.

 

— A prisa, porque no tenemos todo el día y… Ho Seok, ¿qué haces en este lado del sanatorio si tu área es la del oeste? —Preguntó Jin mientras el chico solo reía de manera graciosa y nerviosa al mismo tiempo.

 

— Ah sí… bueno… Yo… me voy ya. —Indicó mientras salía del dormitorio, evitando a Jae en todo momento.

 

— Nosotros vamos a prepararnos. —Mencionó D.O tomando las manos de Yeol y Baek Hyun, llevándoselos consigo, también procurando evitar siquiera mirar al chico damphir que permanecía en la habitación.

 

Jin y Nam Joon salieron de inmediato cuando todos comenzaron a moverse.

 

Cuando solo quedaban los tres chicos, Ji Min miró al damphir mientras se acercaba un poco. — Oye, ¿estás b… —Ni siquiera terminó la pregunta antes de que Sung Jae saliese corriendo de la habitación sin mencionar palabra alguna.

 

— Vámonos ya, Minnie. —Indicó Jong In tomando al rubio del brazo y llevándoselo consigo. Había visto su intención de entablar alguna clase de empatía con aquel damphir y esa no era buena idea.

 

Prefería mil veces llevárselo.

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 “Ji Minnie.”

 

El nombre del de cabellera dorada quedó esparcido en el aire en un tenue susurro.

 

Había querido llamar al contrario, pero aún no era conveniente acercarse, simplemente él seguiría observando desde las sombras, no haría nada… No mientras no fuese absolutamente necesario ayudarlo.

 

Aquel vampiro solo se llevó las manos a los costados y miró la palma de una de ellas con cierta impotencia. Cerró su mano antes de seguir mirando el camino por donde había sido llevado Ji Min por el otro chico de mayor estatura, esperaba que aquellos amigos pudieran ser lo que necesitaría ahora mientras él no podía acercarse.

 

Tenía que ser paciente si no quería arruinar las cosas.

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Debían tomar hasta la última gota que les era ofrecida en aquel contenedor, por fortuna estaba mezclado con sangre, lo cual hacía más fácil la ingestión de la medicina que les hacían tomar día con día.

 

En cuanto todos hubieron acabado, les guiaron a sus respectivas aulas.

 

— Muy bien, chicos. —Comenzó a hablar Jin mientras la lección de aquel día comenzaba. — Escuchen bien porque saben que no lo repetiré dos veces, así que presten toda la atención. —Indicó mientras miraba a todos los chicos del dormitorio norte.

 

El grupo contestó un “Sí” al unísono, aunque sonaran algunas voces resignadas a tener que prestar atención a pesar de que algunos, por no decir la mayoría, ya sabían de qué iba la lección, después de todo recibían clase todos los días y esa explicación parecían saberla ya hasta de memoria, claro que había uno que otro vampiro recién llegado así que tenían que ver ese tema de nuevo.

 

— Como saben, los vampiros vivimos separados de los humanos por diversas razones, pero sobre todo por aquello que más suele llevarnos fuera de nuestro control personal. Eso es aquello que conocemos como la “Crisálida”. —Siguió dando la instrucción el chico antes de que se escuchara las voces de aquellos vampiros nuevos.

 

“¿Crisálida? ¿Qué es eso?”

 

Ya se esperaban esa pregunta que no tardo en responder Nam al ponerse al frente de todos.

 

— Es un estado similar al de los humanos, ese que ellos conocen como la “adolescencia”, el proceso para dejar de ser niños y convertirse en adultos, siendo así que la crisálida es algo parecido a esto, se preparan para dejar de crecer totalmente y pasar a la etapa de vida prolongada. Pero la diferencia radica en que en los vampiros es un proceso mucho más complicado. —Explicaba por su parte.

 

— La crisálida es como la adolescencia, pero la diferencia es que en los vampiros puede causar un desorden emocional y de pensamiento más intensificado que en los humanos o incluso problemas en su duración de vida. En resumen, un vampiro con crisálida puede llegar a atacar a otro vampiro por sus desordenes. Incluso tratar de lastimarse o actuar de maneras extrañas. —Comentó de inmediato Seok Jin para que quedara más claro que tan peligroso podría resultar esta “enfermedad”.

 

— Los humanos y los vampiros tuvieron conflictos a raíz de esta condición, incluso hubo guerras, matanzas de vampiros y ataques a los seres humanos, pero el Consejo de Sangre logró llegar  a un acuerdo, creando sanatorios como nuestro querido Clan, para ayudar a los vampiros con la crisálida, pues es más sencillo de esta manera para todos los vampiros y para evitar más problemas con los humanos. Ya que aquí les brindaran la medicina que tomaron hace un rato, eso es lo que controla sus síntomas. —Comentó de manera seria, después de todo era una indicación y obligación de todo vampiro el tomar su medicina  y reportar si veían problema con alguno de los demás vampiros que no la hubieran tomado o que no le hubiese hecho el efecto correspondiente.

 

— De esta manera, saben que está terminantemente prohibido que traten de evitar la medicina. No es posible hacer algo como esto, pues es necesario para su proceso de estabilización para que puedan volver a sus casas pronto. —Continuaba con la explicación antes de ver que había acabado la hora de la clase.

 

— Bueno, llegamos hasta aquí por hoy, pueden salir pero saben que está prohibido salir del clan, estar hasta tarde fuera del dormitorio o rondar por la oficina del Maestro. —Parecía casi una restricción totalmente prohibida debido al tono de voz de Nam Joon. Incluso su mirada se dirigió unos segundos hacia Ji Min por haber sido precisamente la persona que había roto dos de esas prohibiciones el día anterior.

 

Todos partieron a hacer sus debidas labores, mientras que Kai se había quedado esperando a Ji Min, puesto que éste último se había quedado un momento pensando pues a pesar de todos sus intentos por encontrar a Yoon Gi durante la noche anterior y la mañana de ese día, no había logrado nada aún.

 

— Tengo que encontrar a Suga hyung cuánto antes. —Mencionó en un susurro, al menos esperaba no lo suficientemente alto para ser escuchado por Kai, aunque fallando en el intento.

 

— ¿Vas a seguir con eso? —Le preguntó el chico mirándole fijamente, ya tenía todo el día con ese tema y realmente comenzaba a preocuparle que fuera una alucinación a causa de la crisálida, podía ser posible ¿no?

 

Resultaría un problema serio si Ji Min seguía hablando sobre el tema de ese chico desconocido.

 

— Si. Aunque no me crean, yo sé que no es un sueño, tengo que encontrar a Yoon Gi hyung. Quizás esté perdido y no puedo perder el tiempo esperando a que ustedes me crean que estoy diciendo la verdad. —Comentó un poco molesto por el hecho de que nadie del Clan le creyera, pues incluso los prefectos de su dormitorio –Seok Jin y Nam Joon- no le creían absolutamente nada de lo que había dicho, lo había notado en sus miradas.

 

— Deja de insistir, Ji Minnie, nadie conoce a esa persona de la que hablas y tampoco parece ser alguien nuevo pues si no habría estado en clases ¿no te parece? —Kai aún quería hacerlo entrar en razón aunque tuviese que hacerlo mediante regaños para que entendiese un poco y cayera en la realidad.

 

« Esa persona no existía. »

 

— Entiende, Kai… No es una mentira ni nada eso, ¿Y si estuviera en peligro? No puedo quedarme quieto. —Exclamó mientras pensaba retirarse, pero nuevamente el grupo de tres apareció nuevamente, esta vez liderado por Baek Hyun que no le daba tregua a los chicos que le seguían de cerca.

 

— Aagh… Espera un poco, Baekkie. —Se quejaba Kyung Soo puesto que el chico le había hecho caminar constantemente por todo el dormitorio oeste y norte, puesto que estaba en su momento “hiperactivo” y por lo tanto no se detenía en ningún segundo. Cosa que ya lo tenía agotado.

 

Aunque Baek Hyun parecía animar aún más a su acompañante a que siguiese en su tarea de correr por todos lados.

 

— ¿Qué les pasa ahora? —Indagó Kai antes de mirarlos, nuevamente interrumpían en un pésimo momento.

 

— Nos aburrimos, así que jugamos carreras. —Sonrió Chan Yeol antes de jalar consigo a Baek Hyun mientras su sonrisa se ampliaba. — ¡Ahora juguemos a ser peleadores de sumo! —Gritó animadamente mientras tomaba la mano de D.O para llevárselo consigo también.

 

Finalmente, Jong In creyó más conveniente matar el tiempo con el trío que dejando que Ji Min buscase a alguien que todos aseguraban que no existía, así que se fue detrás de ellos tres jalando a un pequeño rubio algo molesto.

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Finalmente la clase había dado fin así que tenían tiempo de sobra para hacer lo que les placiera, razón por la que Nam Joon y Jin volvían a su habitación compartida.

 

Al ser los prefectos del dormitorio norte tenían muchas más tareas y deberes a cumplir, por lo que debían aprovechar los pequeños lapsos de descanso antes de volver a sus actividades de siempre: vigilar y estar al pendiente de que todo estuviese marchando en orden y de acuerdo a las peticiones del Maestro.

 

— Vaya, vaya… Qué bien verles. ¿No es difícil para ustedes tener que cuidar a vampiros con crisálida cuando ustedes también la tienen? —Habló una voz que de inmediato fue reconocida por el de facciones más finas.

 

— La crisálida hace susceptible a los vampiros que lo sufren y es más difícil que se confíe en personas ajenas, por ello es que este clan se maneja con su propio autogobierno, como ya deberías saber, Ho Seok. Después de todo eres un prefecto también. —Habló Seok Jin inmediatamente antes de que el mencionado hiciese aparición por detrás de ambos chicos, con una sonrisa que parecía no borrársele nunca de su rostro.

 

— Eso es cierto, por ello es que es increíble ver que sigan en buen estado a pesar de todo. —Hablaba con cierta gracia en sus palabras, más porque quería divertirse molestando un poco, aunque lograr que el rostro serio de Nam cambiara era algo casi imposible durante los últimos días. — Aunque el mal humor momentáneo y también la histeria son síntomas de Crisálida, estimado Jin hyung. —Comentó mientras se cruzaba de brazos y caminaba detrás de ambos.

 

— Pues sí, la diferencia es que a pesar de eso no invado dormitorios y yo si te he visto invadir muchas veces en el nuestro, ¿qué haces siempre metido aquí? —Preguntó Jin nuevamente, ya que parecía que Nam Joon estaba indispuesto a hablar con J-Hope, en realidad parecía indispuesto a dirigir palabra alguna a quien fuese, estaba sumido en sus propias ideas, además estaba cansado y eso podía notarse en su rostro, justo por debajo de sus ojos, en aquellas negras ojeras.

 

— Pues yo… —Ho Seok se quedó callado por unos segundos, cayendo en la cuenta de algo. — ¿Por qué vine aquí? —Se preguntó en un susurro aunque fue claramente escuchado por ambos mayores. — Siento que olvido algo. —Mencionó mientras parpadeaba varias veces confundido.

 

— Creo que el que tiene problemas de crisálida es otro. —Habló finalmente Nam.

 

— ¡Ah! —Aquel sonido, o mejor dicho grito, provenía de un chico que recién entraba a los dormitorios haciendo algo de escándalo, mientras se tiraba al suelo y poco después, haciendo un esfuerzo exagerado –en cuanto a su situación de sentirse mal- por agarrarse de J-Hope. — Ah, disculpen eso… creo que me he movido mucho últimamente y me siento débil, probablemente sea anemia. —Susurró antes de jalar del brazo al chico al que había tomado de bastón de apoyo.

 

Escena que se veía muy graciosa siendo que Jung no era demasiado alto, así que Jung Kook hacía aprovecho de eso para poder sostenerse justo por el hombro del mayor.

 

— No me sorprende. —Nam miró en dirección de Jin quien buscaba algo entre las cosas que cargaba.

 

— En fin… —Susurró Seok Jin sacando a los pocos segundos después una especie de carta que estiró hacía el chico recién llegado. — Jeon, tienes una carta del Maestro, así que date prisa a leerla y dejen de jugar en nuestro dormitorio. —Les reprimió el mayor mientras dirigía su mirada seria a ambos chicos que no pertenecían a aquel dormitorio.

 

— Ah, gracias. —Dijo el mencionado mientras tomaba la carta y la revisaba por todos lados, como si aquella carta tuviese realmente algo interesante.

 

— ¡Ah! ¡Se nos pasa la hora de la medicina en el dormitorio! —Exclamó con fuerza J-Hope mientras jalaba a Jung Kook consigo, no llegarían a tiempo si no se apuraba y se suponía que ellos debían poner el ejemplo por ser los prefectos del dormitorio norte.

 

Nam Joon y Jin solamente vieron como ese par se alejaban, dejándoles finalmente libres de otra distracción para irse a descansar.

 

— Oye… ¿Qué es tan importante que el Maestro tiene que mandarte una carta? —Preguntó Ho Seok con cierta curiosidad mientras avanzaban a paso rápido hacia su propio dormitorio.

 

El de cabellera más oscura miró la carta por segunda vez, antes de alzar los hombros restándole toda importancia a la carta para acabar lanzándola por una de las ventanas de la edificación y dejando que se mojara con la lluvia que había afuera.

 

— ¡¿Pero qué acabas de hacer?! —Exclamó J-Hope con cierta preocupación.

 

— No hay de qué preocuparse, ni que el Maestro fuese un monstruo. Oh, y si… —Ho Seok se detuvo de pronto antes de mirar hacia su compañero. — Y si el Maestro en verdad no se deja ver porque fuera un ¡Monstruo! —Al decirlo, prácticamente había gritado al costado del mayor, picando cerca de su costado derecho, haciendo que brincase de la impresión.

 

Y del susto también.

 

— Oye, no hagas eso de nuevo. —Se quejó mientras tomaba aire. — Será lo que quieras, pero en verdad dudo que sea un monstruo, solo es un haragán que no se deja ver por flojera de presentarse en el Clan. Por ello se comunica con nosotros con esas cartas como la que acabas de tirar por la ventana. —Se quejó nuevamente antes de suspirar.

 

Sabía que con Jeon Jung Kook no podía esperarse que fuese a hacer algo que le ordenaran, mucho menos por alguien a quien no veía y ni siquiera le conocía la cara, pero no podía quejarse ya que él también era un desastre como prefecto, aún se preguntaba por qué razones le habían elegido, ellos no eran responsables como Nam Joon y Seok Jin.

 

— Bueno, es posible… O quizás está entre nosotros y nadie sabe. —Alzó los hombros despreocupadamente antes de mirarle de lado y jaló del brazo al mayor de ambos. — Bueno, vamos que ya vamos demasiado tarde a tomar la medicina. —Le recordó antes de que ambos comenzaran a correr hacia el dormitorio norte.

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— ¡Yoon Gi hyung! ¡Yoon Gi hyung! ¿Dónde está? —Preguntaba una y otra vez mientras caminaba por los pasillos del refugio para vampiros. Llevaba varias horas buscando al susodicho pero no lograba verle en ningún lado, Ji Min empezaba a desesperarse por aquello.

 

— Yoon Gi hyung, sal de dónde estés… No es un juego. —Volvió a repetir antes de que apareciera cerca Jong In.

 

— ¿Sigues con eso? —Le dijo en tono reprobatorio antes de negar varias veces. — Deberías parar ya con eso, Ji Min, nadie caerá en tu juego. —Continuó hablando antes de que le mirara fijamente, ya todos en el Clan empezaban a aburrirse también del teatro que el rubio se tenía armado con la búsqueda de una persona que ya todos habían confirmado que no existía.

 

Bueno, si es que aquellos cinco y los prefectos contaran como todas las personas del clan, cosa que no era así.

 

— No es un juego. —Dijo haciendo un puchero antes de mirarle. — No voy a dejar de buscar a hyung hasta que no tenga una pista de su paradero o pueda encontrarlo. —Se quejaba nuevamente el de cabellos castaños claros antes de volver a mirar alrededor. — Suga ¿A dónde fuiste?… —Susurró con cierta pesadumbre.

 

¿Dónde podría haberse metido aquel chico?

 

— Mira Minnie, soy paciente pero realmente deberías de parar todo esto porque si no… —La voz de Kai se vio de pronto opacada por el sonido de gritos nuevamente.

 

Siendo la fuente de éstos la misma de siempre. Chan Yeol, Kyung Soo y Baek Hyun habían aparecido interrumpiendo, por segunda vez, un momento importante.

 

— ¡Hey, Kai! Tienes que venir a ver esto. —Exclamó el de ojos más grandes, sin darle tiempo a responder nada más antes de tomarle del brazo.

 

— ¿Eh? ¿Qué…? ¡Chicos, esperen! —Solamente pudo oírse aquello antes de que aquellos tres se llevaran consigo, dejando nada de rastro de Kai y dejando solo a Ji Min en el pasillo del dormitorio. El menor se encontraba más confundido que antes y con más ansias de encontrar a Suga a toda costa para que pudieran recordarlo.

 

Miró por donde se habían ido los cuatro chicos antes de oír el sonido de pasos por detrás de él, logrando que se girara de inmediato.

 

— ¿Algo te preocupa? Tienes una mirada triste. —Aquella voz seria y de cierta forma grave sin duda contrastaba con la apariencia que tenía el dueño de aquella voz…