Capítulo 2
Corazón DelatorChaerin se llevó una mano al pecho, sintiendo un corazón que no era el suyo. Bajo la blusa podía palpar con sus manos la pequeña cicatriz que aún poseía tras muchos intentos de borrarla con láser.
Veía por la ventana de su coche, las hermosas luces de parís brillando hacía ella. Dándole una perspectiva de la ciudad más hermosa de lo que realmente era sin tanta fantasía y a la luz del día. De igual manera, esa estética que un tiempo atrás le llenase de calma hoy le daba decepción y desolación. Dos sentimientos demasiado familiares en su vida.
-Cuando me dijiste que viniera de vacaciones contigo no me imagine que estaría espiando a tu novio en un carro – le dijo Minzy sentada frente al volante sin mirarla.
-Ex novio desde ahora… tampoco me lo imagine.
-¿Tanto lo amas?
-No, lo quiero, pero no me esperaba esta traición
-¿Estas segura de todo esto?, no puedo creer que Teddy sea una persona tan despreciable.
-Yo tampoco lo creía hasta que lo escuche “hablando” con ella… es cierto que cuando una persona sin talento anhela poder, hace lo que sea por obtenerlo.
Minzy la miro con preocupación, tratando de introducirse en la cabeza de su mejor amiga, pero le fue imposible. Chaerin era de hielo o eso era lo que todo el mundo decía, la verdad es que desde la cirugía y transplante ella no fue la misma; se volvió indiferente, no sonreía, desconfiaba, no era grosera pero tampoco amable, no amaba con pasión, solo se dejaba arrastrar por un deseo y una consecuencia. Ella ya no era ella, porque debajo de un bisturí había perdido su esencia, una ladrona que le había robado el alma a alguien más. Sobreviviente de hielo.
A pesar de ello, de no poder demostrar lo que sentía. El engaño que descubrió por parte de su novio le dolía y le causaba picor en todo el cuerpo; aunque, no lo amaba profundamente la confianza dada a alguien no es un regalo para dejar tirado o vender por internet, esta era una enseñanza que había aprendido desde muy joven gracias a otra persona, a la que perdono pero por la que en parte, nunca pudo volver a confiar en nadie.
Teddy llego a la vida de Chaerin directamente de Corea a la escuela de cocina en Francia, donde se conocieron. Su encuentro no fue amor a primera vista, más bien se produjo como un intercambio de gustos, ingredientes, recetas, alimentos, necesidad y soledad; el encanto por competir los hizo permanecer juntos durante mucho tiempo trabajando en un prestigioso restaurante Francés donde Chaerin aplicaba para ser la Chef principal.
Sin embargo, las diferencias entre ellos eran notorias y Teddy en el fondo resentía el talento que le sobraba a Chaerin por los poros. A él le faltaba la magia que ella tenía en las manos gracias a la intuición y a unos prodigiosos sentidos educados después de su operación. Su segundo nacimiento.
A veces Chaerin se preguntaba si esto se debía a ese corazón desconocido que llevaba dentro de ella, ese musculo que la empujaba a no seguir a los demás sino hacer cosas diferentes. Cuando era pequeña, ella era una chica obediente que no se saltaba ni una sola regla. Un manual de convivencia y decencia que sonreía, ante el peor chiste o perdonaba todo tipo de agravios. No obstante un latido nuevo lo cambio todo se cubrió con una máscara. ¿De quién era este corazón? ¿Qué ocurrió en él para que ella se volviera así? Ella no lo sabía. Quiso saberlo, pero su familia lo impidió.
Lo que si sabía es estaba en frente de un lujoso restaurante con su mejor amiga de la infancia que había venido con ella después de graduarse para pasar unas vacaciones con ella y a la que había arrastrado hacía allí para observar como su novio cenaba con la hija del dueño del lugar donde trabajase.
-Hoy renuncie…
Minzy salto asustada en el asiento, después de tanto silencio sumida en sus pensamientos el escuchar la voz de su amiga casi
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