Por orden médica Chaerin paso todo el día Domingo en cama, consentida por Minzy con quien limpio la pared y el desastre que había hecho; a pesar que su amiga le había asegurado que ella podía sola, la platinada se sentía avergonzada por todo lo que la rubia había pasado.  Agotada por el esfuerzo la mujer durmió un rato hasta que la voz de Dara, quien estuvo toda la mañana consolando a Bom, la despertó.

-Chaerin… Lee Chaerin… abre tus ojos… Chaerin – le había susurrado Dara en el oído, la platinada se despertó asustada, esa voz… era similar a la que escuchó alguna vez cuando estuvo en el hospital. La castaña se burló de la cara sin entender que ella al hablarle de esa manera, le produjo un recuerdo escalofriante de un momento triste en la vida de CL.

Después de unos momentos Sandara se disculpó por el susto y Chaerin comenzó a sentir como por su cuerpo la emoción se impregnada en un solo nombre. Para ella esa fue la mejor tarde de su nueva vida, discutieron, hablaron, se ganó unos cuantos almohadazos a causa de periodos en los que se perdía mirando a los ojos de la castaña tratando de decirle que ya se conocían, que ella era uno de sus cuatro ángeles guardianes, este despiste provocaba la ira de la mujer que debía repetir  lo que estaba diciendo.

Una de las cosas más memorables de la tarde fue que entre las dos compartieron un momento de complicidad, molestando a Minzy que se sonrojaba por los comentarios acerca de Amber. Chaerin  y Dara tuvieron que confesar que al principio pensaron que era un hombre, era demasiado andrógena, lo que llevo a que CL le preguntara directamente si ella no estaba muy lejos del tipo de mujeres con las que había andado en otras oportunidades; a lo cual Minzy respondió que le parecía encantador  el “andar galante” sin contar que gracias a ella, no había ocurrido nada serio. Fue entonces, cuando Sandara comprendió que el día anterior algo malo había ocurrido, pero ella no se atrevió a preguntar.

Sin embargo, los buenos momentos no cambian hasta que llega los segundos de la duda, dicha duda también tenía nombre propio y era Ji yong. Lo que comenzó como un desahogo de su propio odio termino convirtiéndose en la confesión a ojos abiertos de lo que parecía ser un asesinato, ganando  el premio gordo de las sorpresas de aquel día. ¿Qué fue lo que ocurrió aquella noche?,  unas horas después de que Dara se despidiera y ella estuviera dispuesta a dormir, se propuso recordar, aunque no quisiese, ella tendría que hacerlo; puesto que su ex novio le había dicho muy claro “Nada esa noche fue coincidencia”. Eso significaba que la misma llamada fue un plan.

Ella quería esperar a que tanto Tiff como Minzy estuvieran con ella para hablarlo, pero tenía que esperar hasta que las cosas se calmaran consigo misma y su sistema inmunológico no la traicionara, porque a pesar de su intento por revivir ese momento, ella se había quedado dormida.

-¡Ey Chae! ¿Para dónde vas? – le preguntó Minzy que caminaba al lado de ella y la miraba con cara de  “Estas loca”. Chaerin se despertó de sus pensamientos, volviendo a la realidad, el cotidiano vivir desde que había llegado a Corea y trabaja para una empresa de entretenimiento.

-Perdón, me distraje… - Minzy le sonrío y movió la cabeza de forma negativa – espero que por distraída no te cortes o le cortes un dedo a nadie.

Chaerin la miro, tratando de determinar que había olvidado ese día hasta que recordó que hoy debía ayudar a Yoona, por ello, alejo los ojos de Minzy para buscar a la actriz dentro del estudio a donde habían llegado sin que ella se diese cuenta. Eso era lo malo de tener una crisis, los días siguientes te sientes perdida y fuera de base, desde la operación ella tuvo que combatir con este problema día tras día hasta que alguien más… su cuarto ángel apareció para ayudarla; la platinada sacudió su cabeza, no era el momento de volver en el tiempo, ella debía concentrarse en su trabajo, el cual no era tan fácil como ella pensó en un principio.

Todos en la novela trabajaban bajo presión, debido al poco tiempo que se tenía entre grabación y grabación, los de escenografía habían creado un espacio que servía para prácticas y puestas en escena, la verdad es que lucía tan real que CL se sentía en una verdadera cocina.

A veces ella extrañaba el trabajo en el restaurante, la adrenalina dentro de una cocina, la carrera por servir  y cocinar lo mejor para un paladar, el trato que se le daba a la comida. No era que no se sintiese a gusto con su nueva vida, es más, se había dado cuenta de lo mucho que le gustaba enseñar  y escribir. Lo que sucedía, era que ella tenía una promesa guardada en su nuevo corazón, un sueño ajeno perteneciente a esa persona a la que tanto quería, quien le enseño el significado de la palabra dignidad…

“Dignidad: Cualidad del que se hace valer como persona, se comporta con responsabilidad, seriedad y con respeto hacia sí mismo y hacia los demás y no deja que lo humillen ni degraden”.

Chaerin tenía tan tatuada esa palabra en su cerebro, como en su cuerpo de tanto repetírsela a sí misma en un momento en que ella sentía que no valía ni un centavo.

-¡Chaerin-ah – la llamo una voz de bebe, suspiro al darse cuenta de Yoona que se burlaba de ella, la actriz sabía lo que a la platinada le avergonzaba que le hablara con ese tono tan chillón.

-¿Cómo alguien tan serio, puede tener la voz tan chillona? – le preguntó Minzy

-No lo sé… pero me gustaría que Tiff la conociera…

-La golpearía… lo cual sería genial, ve a trabajar, recuerda…

-si necesito algo te busco – afirmó Chaerin colocando sus manos en el hombro de la rubia y con tranquilidad lo apretó para confortarla – estoy bien Min, no te angusties… ve por Amber.

Minzy le abrió los ojos mientras la empujaba con fuerza. La platinada le dedico una sonrisa tierna, y se alejó de ella rápidamente antes que la golpeara para estacionarse al frente de Yoona que parecía concentrada estudiando su libreto.

-Debo de cortar cebollas… - le dijo cuando la tuvo al frente – las verduras lastimeras de la sociedad de las hortalizas.

Chaerin la miro de manera comprensiva, la cocina, el preparar alimentos, no se le daba a todo el mundo. Había mujeres que simplemente no tenían sazón y su gusto era casi nulo.

-Hay formas de cortar la cebolla sin llorar – Yoona le dedico una mirada llena de incredulidad combinada con admiración, desde que se habían conocido entre las dos se entablo una especie de amistad, por raro que pareciese o se sintiese, Chaerin la apreciaba porque la chica se comportaba de una manera sincera, no la juzgaba, ni le temía por su forma de ser; a comparación, de las demás personas que le rodeaban – si estas en casa procura que este en la nevera o en un sitio frio, eso evita que los gases que emanan…

Chaerin se detuvo a mitad de la oración, había tomado la cebolla entre sus manos y la pico en un dos por tres; a lo cual giró la cabeza para mirar si Yoona le prestó atención.

-Lo siento… fui muy rápida…

-Me fije como lo hiciste no te preocupes – le dijo la actriz agarrando su hombro y apretándoselo con suavidad.

-Sí, pero tú tienes que cortarla para la escena.

Yoona gruño por lo bajo.

-Ven – Chaerin se colocó detrás de la actriz que se dejó guiar con tranquilidad-primero debes tomar bien el cuchillo, que este muy afilado; parte la cebolla por la mitad,