제 5 장

Grandes Esperanzas (Adaptación)
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No sé por qué dicen que Nueva York es precioso, hermoso y todo eso. Está lleno de gente que empuja, pisotea, insulta y es irrespetuosa. Yo no me quedaba atrás, pero es que no estaba acostumbrada a todo aquel ajetreo. Los edificios eran altos, más que los de París o cualquiera de los que haya visto hasta ese momento. En el aeropuerto me recibieron los hijos de Yunho, quien se encontraba enfermo. Eran dos muchachos de cabello castaño que resaltaba de entre todos los pasajeros que entraban y salían de la sala principal del aeropuerto. Había visto un par de veces a Junmyeon pero muy pocas palabras habíamos mantenido.

—Yuri, ¿verdad? — Preguntó el de la derecha, a lo que asentí —¡Mucho gusto! Yo soy Siwon y el…

—Ya me conoces — lo interrumpió el de la izquierda –Nos vimos un par de veces en la casa de mi padre, en Paris hace tiempo… ¡Y eso que no cambiaste nada Kwon!

—¡Ah! Malcriado, ¡todos me fastidian eso! — me quejaba sonrojada. Ambos eran muy amistosos y se confiaban en seguida — ¿Que le sucedió a Yunho?—

—Gripe — respondió Siwon –Pero nos envió a nosotros.

—Ven, mujer, que quiere hablarte de unos asuntos.

Lo primero que todos decían al verme es: ‘‘Tu cabello!’’ o ‘‘Hija, no has crecido nada’’ pero Yunho no lo hizo. Me recibió con una sonrisa, alegre de verme de vuelta. El pobre estaba bajo bastantes cobijas, con un termómetro en la boca y con el rostro rosado. Se incorporó lentamente y Junmyeon se apresuró a acomodarle una de las almohadas para que pudiera sentarse cómodamente. Me invitó a que me sentara a su lado, en una silla y así lo obedecí, mientras se aclaraba la garganta para proseguir en su explicación:

—Bueno, Yuri, tus pinturas están aún en Paris, pero podrás crear otras. La exposición será más grande que la pensada en Francia y esta, será solamente de tus pinturas. Algunos artistas de buena mano te ayudarán y eso la hace interesante. Estoy seguro de que tu trabajo llamara la atención— decía —Y tengo otras cosillas que contarte, pero debes estar ansiosa por conocer la ciudad… Siwon y Junmyeon te llevaran a dar un paseo. Luego te mostrarán una habitación para que te hospedes hasta que consigas un lugar donde vivir.

—No es necesario, Yunho— decía yo, viendo la cara de fastidio fingida de Siwon.

—Oh si, morena, vas a venir con estas locas, ¿sabes? Ay de mí, ¿cómo esperas que cargue toda la ropa que compré con mis delicadísimamente frágiles manos? — Siwon fingía una voz de afeminado —Vamos, vamos querida, que las tiendas me esperan y a ti te tocará cargar las cajas.

Todos nos ahogamos en carcajadas y salimos animados. Siwon, era mayor que Junmyeon por cinco años, pero parecía al revés, ya que Siwon se comportaba mas como un niño como todo joven de su edad. Trataba su enorme automóvil deportivo de un rojo furioso como si fuera una mascota. Pero lo manejaba como si fuera una bestia. Yo iba bastante pálida en el asiento de atrás y Junmyeon iba lo más tranquilo, debía estar acostumbrado a esa manera que tenía el mayor de conducir.

—Siwon…. ¡Siwon! Estaciona aquí, mira ¡la pobre morena ya parece copo de nieve de lo pálida que esta!

—Ah por favor, ¿cómo es posible que su tono de piel pueda cambiar? — se quejaba, pero una mirada asesina de Suho, como prefería que lo llamase (porque decía que era corto) lo hizo callar —bueno, bueno, entiendo.

Estacionó en el único lugar libre que encontró cerca del parque. Por suerte era día de semana y no estaba desbordante de gente. Suho me explicó que aquel era el Central Park, famoso por las películas que se han filmado allí. Tenía muchos lagos artificiales, pistas de patinaje sobre hielo, muchas áreas verdes, numerosos monumentos, ¡incluso un castillo de estilo victoriano! ¡El parque era enorme!

—No, no lo recorreremos todo, perla— ¡Cada vez que se dirigían a mi lo hacían con un apodo diferente! —Preferiría hacerlo mañana, hoy está algo agitado. Además, tenemos todo el tiempo del mundo y Nueva York es enorme. Vamos a llevarte a casa, necesitas descansar.

Cuando decía ‘‘casa’’ pensé que se refería al departamento de Yunho, pero recordé que me tenían una habitación reservado en algún enorme edificio. Esta vez Suho condujo y lo hizo de una manera más tranquila. Estaba perdida en mis pensamientos, tan concentrada que no me fijé en el paisaje que pasaba a mi lado por la ventanilla del automóvil. El menor de los hermanos estacionó cerca de un enorme edificio de ventanales también grandes. Tomamos el elevador y quedamos en el quinto piso. Siwon sacó una pequeña llave con el número 5 y la introdujo en la ranura para poder abrir la blanca puerta. El interior me sorprendió: consistía de una habitación con una gran cama, un baño seguido de esta, una cocina y, en el fondo, un espacio de grandes proporciones que estaba vacío. Vacío y todo, tenía su encanto, de pronto el silencio se hizo presente, los hermanos estaba discutiendo en otra habitación, me acerqué al gran ventanal para deleitarme con el paisaje. Las luces de Nueva York eran un poco irritantes, pero le daban un toque de belleza a los edificios, a los cuales deje de considerar un gasto innecesario.

—Bueno, papá ya ha enviado las… eh tu maleta— anunciaba Siwon trayendo mi pequeña y única maleta.

—Que descanses, morena— decía Suho detrás de su hermano, arrastrando las palabras de este.

Me encantaba hablar con aquellos hermanos, porque cuando uno terminaba una oración, el otro hermano acababa con otra que coincidía completamente. Eran parecidos físicamente, pero en cuanto al carácter… Bueno, Siwon era un niño y Jun—myeon era un ‘hombre maduro’ (cuando físicamente era lo contrario) pero sin perder ese sentido del humor que tanto les favorecía a ambos. La primera noche que pasé en Nueva York no fue una de sueño completo, despertaba a cada momento nerviosa, al ser la primera vez en un país tan lejos de mi tierra natal. Pero lo mejor de todo fue la mañana, cuando al despertar el aroma a café inundo mis sentidos, haciéndome relamer los labios y que mi estómago rugiera. Mi ojos se entreabrieron y bostezando me incorpore.

—Ah! — me quejé, mala noche, ropa incómoda. Había olvidado mi pijama, además, estaba muy cansada como para cambiarme.

—Huh, ¿estás bien?—

—¿Te duele algo?

La voz de Siwon me hizo sobresaltar, pero más me sorprendió la de Jun—myeon. ¿Qué hacían esos dos en mi piso, en la mañana, y preparando café?

—Hey, ¿que hacen aquí?

—Estamos haciendo el desayuno— respondió el mayor

—No queríamos levantarte— dijo a su vez Suho —Levántate, desayunaremos y luego te daremos un tour de la ciudad… Eso sí, tienes que pagarnos.

—¡No hacemos las cosas gratis!

El desayuno fue ligero, pero delicioso. La ciudad nos esperaba y yo estaba más ansiosa por conocerla. Sin embargo, no estaba preparada para otra de las ‘carreras’ que Siwon corría en su auto deportivo. Me di cuenta de que la ‘Gran Manzana’ es interesante si se la estudia a fondo. Más allá de que sea una ciudad con los mejores medios de comunicación, una gran influencia política, educación excelente, el mejor entretenimiento y la moda más reciente, sus paisajes son profundos y expresivos, siendo Central Park el parque con más verde y más hermoso que haya pisado en toda mi vida. Después del bosque de mi pueblo, claro. Al ver la Estatua de la Libertad, me vi incitada a dibujarla, puesto que inspiraba tanto poder y se veía tan imponente….

Pero, por alguna razón y aunque tratara de pasar el tiempo dibujando, el tiempo, cruel, no avanzaba. Los días pasaron lentamente y los hermanos se me hacían cada vez más simpáticos y divertidos, parecían mis hermanos más que mis amigos o los hijos de Yunho. Sé que nadie podría reemplazar a mi hermano, HyukJun, pero ellos llenaban el vacío. En las noches, cuando todo estaba en silencio, buscaba en mi maleta, apenas deshecha, las fotos que había sacado de la habitación de papá cuando estaba de visita en mi pueblo. En una de las fotografías, mi hermano posaba sonriente y abrazaba a un bebe recién nacido entre sus brazos. Yoochun me dijo que ese bebé era yo y que esa foto la había tomado mi madre, apenas unos días antes del accidente.

HyukJun tenía solo 21 años. Mamá y el habían salido esa tarde para conseguir medicamentos que hacían falta en casa, yo había enfermado y desde aquella vez he sido delicada de la garganta. En ese entonces mi hermano había podido conseguir un auto por los trabajos que había hecho con mi tío. Según Yoochun, HyukJun era un descontrolado cuando conducía, pero lo irónico es que no falleció sobre el auto, falleció… Mejor dicho, fue asesinado antes de entrar en él. Los medios dijeron que mamá se había resistido a un asalto, y mientras mi hermano corrió en su ayuda, le dispararon a ambos. Fue un 5 de Diciembre.

Desde que tengo uso de razón y mi tío me lo explico como para que lo entendiera, no he ido a visitarlos al cementerio ningún 5 de Diciembre. Cuando vivía aun en mi pueblo, era el único día en el que no pensaba en ellos, porque sabía que me iba a doler demasiado. Yoochun nunca quiso que me sintiera culpable, pero lo cierto es que luego de comprar los medicamentos, HyukJun decidió comprar un obsequio para mí… En la tienda donde quisieron robarle.

A veces me pregunto si Jessica tendrá padres o algún familiar, porque Jung Ryu Won la considera una sobrina, pero no le veo nada parecido. Pero… No, si tienen algo parecido. RyunWon posee esa crueldad en los ojos, esa ironía, ese deseo por lastimar y la mirada de Sica, mas aventurera, posee las mismas características, pero en menor magnitud.

—Yul… Yuri… ¡YURI!—

— ¿Ah? ¿Qué pasa? —Pregunté medio dormida, respondiendo al llamado desesperado de Siwon, que daba vueltas por el piso acelerado— ¿Como entraste?—

—Dejaste la puerta abierta, como siempre— respondió. –¿Por qué tienes cajas de cereal vacías en toda la cocina?

—La costumbre—respondí simplemente —Cuando era niña la mayoría de las veces, en la mañana, solo tomaba leche tibia. Por eso no me gusta mucho la leche, solo me gusta el cereal.

— ¿En qué pensabas, Mercurio? — interrogó Suho, mirándome fijamente, luego de un rato largo de silencio.

—Nada—contesté, sonriendo para quitarle importancia. Mercurio es el planeta rocoso de color café, qué gracioso Suho, siempre haciendo bromas de mi tono de piel —Ya estoy grande, puedo hacer mi desayuno sola.

—Ah no, canelita, la última vez que dejamos que te hicieras tu propio desayuno terminaste en el hospital por intoxicación.

Los hermanos prácticamente vivían conmigo en aquella habitación. Llegaban por la mañana, pero no se esforzaban en tratar de despertarme, siempre lo hacía a eso de las once de la mañana, a veces al medio día. Pero Siwon nunca dejaba que pasara un día sin desayuno, fuese la hora que fuese.

—Pero dime, ¿en qué pensabas? —repitió el menor

—Debes estar pensando en ella, otra vez— decía Siwon

—¿Qué? — dije en un gemido de sorpresa, ¿cómo sabían que era ella?

—Si dejaras de hablar en sueños…— reía el mayor.

—Nada de eso— respondí sin más –Solo pensaba en todo lo que pasé en mi pueblo, en la mansión de Jung Ryu Won—

Siwon dejoó lo que estaba haciendo de repente, Suho se atragantó con la bebida. Ambos tomaron un temple serio, mostrándome unas expresiones que nunca había visto en sus rostros. ¿La conocían? ¿O sospechaban? Quizás no les caía bien el hecho de que me gustara una chica.

—Yuri… Voy a hablarte de Jung RyuWon— anuncio Siwon —Fue una niña mimada, su madre murió cuando era joven y su padre nunca le negó nada. Este era un fabricante de cerveza rural, seguramente habrás visto esa gran fábrica que conecta a la casa. Era un hombre muy rico, pero le dejó casi todo a la señorita Jung, ya que su hermano heredó una parte de la fortuna, mas este lo derrochó gastándolo en tonterías—

—Ambos hermanos tenían muchas diferencias, y creo que él la odiaba. Pero una vez, en un baile de la alta sociedad antigua, RyuWon vio a un hombre que la conquistó con su sola mirada. Al poco tiempo de haberle profesado su amor, le pidió que se casara con él— continuó Suho –Ella lo adoraba y él se aprovechó de eso. La fecha de la boda se fijó, el equipo de casamiento se completó, la novia estaba lista… Pero el novio envió una carta diciendo que no se presentaría…

—A las nueve y veinticinco, lo sé. Todos los relojes de la casa están parados en esa misma hora—

—Ignoro la hora… Fue un plan que ideó su hermano y uno de sus amigos. Venganza. Es cierto que está un poco loca, pero es muy astuta. Crió y educó a Jessica, su protegida, como si fuera suya, mas no lo es— decía Siwon

—Pero, debes tener mucho cuidado con Jung Jessica, canelita— me advirtió Suho muy seriamente, ¿cuánto la conocería? —En fin

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Comments

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Kkomofam #1
Chapter 12: Beautiful
Eriika
#2
Chapter 12: Me gustó, me partió el corazón pero me dio esperanza jaja, amo el Yulsic
Eriika
#3
Chapter 4: Tengo la vibra de que esto no termine nada bien
Eriika
#4
Chapter 3: Me deja untriga
Eriika
#5
Chapter 1: Es genial, muy buena la redacción
Eriika
#6
Veamos
DubuKawaii
#7
Chapter 12: Que final, pero siento que Jessica la tuvo muy fácil. Yuri es un ángel y pero tampoco debería perdonar tan rápido, aún sea en el nombre del amor
DubuKawaii
#8
Chapter 11: No entiendo a Jessica -_- aunque Yuri creció creo que no a tomado desiciones del todo correctas
DubuKawaii
#9
Chapter 10: Wow Yuri creció en todos los sentidos, pero se convirtió en una persona triste
DubuKawaii
#10
Chapter 9: ¡Me encanta esta historia! Al fin un YulSic que no se desarrolle en una escuela