[¿Tyson?]

¿Un amor platónico o un amor de verdad?

—3—

 

POV Tiffany

 

Muerdo mi labio ante todas estas sensaciones que mi ser emana. Taeyeon ha sido la persona que me gusta desde hace años, incluso desde que comencé a encontrármela con más frecuencia.

Sus mejillas siempre adquirían un color carmesí al momento que mis ojos hacían contacto con los suyos y me estremecía al darme cuenta que tan solo me miraba a mí. Hoy después de tantos años aquellas sensaciones volvieron y con mucha más fuerza que antes, debo admitir.

 

-Flash Back-

NichKhun lleva aquí una semana. Él estudia en California y ha venido de vacaciones. Es la primera vez después de tantos años que lo vuelvo a ver aquí en Corea. Él tomó la decisión de ir con mamá a vivir a California, mientras yo decidí quedarme con papá.

Mis padres son divorciados, pero gracias a los buenos negocios y a la herencia de mis abuelos, papá es de una buena posición económica y a pesar de ello nunca le ha gustado despilfarrar o incluso aludir a todos esos millones que tiene. Los Hwang, siempre han sido de una dinastía de clase alta, tan alta que son muy conocidos por su dinero, por esa aristocracia que les precede.

Por fortuna, mi educación fue diferente. Papá siempre ha dicho que el dinero no lo es todo en la vida y las personas que nos rodean son nuestros iguales. Gracias a esas enseñanzas y al cuidado de papá al respecto de mi personalidad, soy lo que los de mi clase social llaman “una descarriada”. Prefiero eso a ser como ellos. Unas pirañas que despilfarran el dinero en cosas sin sentido e innecesarias.

Mis ojos se detienen al instante, justo cuando ella va pasando por mi salón de clases. Ella es hermosa, su tersa piel blanca contrasta con su grisácea mirada, una mirada llena de misterio, pero a la vez llena de temores.

Los murmullos aumentan a cada instante y se van volviendo sonidos sordos conforme mi enfoque solo queda en ella.

¿Quién es ella?

Ella es Kim Taeyeon, una alumna de esta institución. Ella va un grado más al mío y a pesar de eso es muy conocida por su bella voz. No parece muy sociable, pero las apariencias siempre engañan. Su amigable mirada siempre simpatiza a todos y aunque parezca que no responderá a alguno de tus saludos, lo hace.

A su lado siempre está él, alguien que en un principio era su mejor amigo y ahora se corre el rumor de que son novios. Él es muy simpático, su sonrisa nunca decae y en cada momento que puede hace sonreír a Taeyeon.

Mis privilegios son pocos y se escapan como agua entre los dedos cuando ella topa su mirada con la mía. Una corriente recorre por completo mi ser y no puedo evitar sentirme especial, pues en su rostro aparece ese rubor que me hace pensar que le importo. Una sonrisa, es lo que mis labios le muestran y es ahí cuando la conexión se pierde, ella se gira y continúa con su camino.

Esto es casi siempre, pero la verdad es que no puedo anhelar a más sabiendo que tiene un buen novio. Sabiendo que BaekHyun es alguien importante para ella y que a la distancia se puede ver esa conexión.

—Deberías bajar de tu nube —sonrió. Mi hermano se acerca a mí y me besa en la mejilla—. ¿Por qué tan perdida Mi Young? —Dice antes de insertan una paleta de cereza entre su boca.

Me encojo de hombros y no puedo hacer más que sonreír resignadamente. Él conociéndome a la perfección me abraza por los hombros.

—Sabes… —susurra contra mi coronilla—. Algún día llegara ese alguien y verás que ella, tan solo es un enamoramiento pasajero.

Me quedo en silencio, pues realmente no sé si eso llegue a suceder. Con nadie más me ha pasado esto, con nadie más me siento de esta forma, con nadie más puedo sonreír de la manera que le sonrió a ella.

Mire a mi hermano mayor. Él me sonrió con inocencia y entonces fui consciente que aun estábamos en el aula.

Entrecerré  los ojos y dije—: ¿Qué haces aquí?

Él me miro con una sonrisa nerviosa y saco la paleta de su boca.

—Papá está afuera esperando por nosotros —me guiño el ojo y me tomo de la mano.

-Fin del Flash Back-

 

Sigo enamorada de Taeyeon, aun cuando ella no se dé cuenta.

 

POV Taeyeon

 

Me siento flotar en la inmensidad de estas sensaciones, aun acostada en mi cama, puedo sentir el calor que hace unas horas tenia entre mis brazos. Muerdo mi labio ante el recuerdo de sus labios sobre mi cuello.

Me giro en la cama tratando de alguna manera poder conciliar el sueño, pero por más que lo intento no puedo dormir. Me abrazo a una de mis almohadas y cierro los ojos, inevitablemente un suspiro escapa de mis labios al ver su imagen en mi mente.

«¿Sigo enamorada de ella?». Es la vaga pregunta que ronda mi cabeza al abrir los ojos y al instante aquella caja atraviesa mi rango de visión. Mi curiosidad se activa, pero es demasiado tarde para estar de pie y aun cuando lo sé, mi cuerpo reacciona por sí solo, caminando hasta esa caja.

Mis manos tiemblan al tocar la fina envoltura y un sudor frío recorre mi frente, mi lengua sobresale al momento de que mis presurosas manos se mueven para quitar la envoltura. Todo está en silencio y el único sonido es el desgarre del papel.

Pero algo dentro de mí me detiene y todos mis movimientos cesan al instante.

«¿Qué es lo que esperas encontrar?». Es la pregunta que lanza mi subconsciente y rápidamente mi interior se sacude. «No es como si ella te hiciera una declaración de amor y adoración».

Sacudo la cabeza y me alejo por completo de la mesita de estudio. Llevo mis manos a mi cabello y lo peino en repetidas ocasiones. Mis pies me llevan al baño y mis manos mojan mi rostro sudado. Mi reflejo muestra las ojeras por no poder dormir, mi rostro se ve cansado y a pesar de sentir el cansancio, mi mente no me da tregua.

—¿Qué es lo que espero?

Formulo esa pregunta al aire en sí. Me siento cansada y a pesar de estas sensaciones que me llenan desde que la vi nuevamente, no puedo evitar pensar que todo lo estoy mal interpretando, que solo es una jugada de mi mente, que en todos estos años ella no ha dejado de ser mi manía.

Y aquí me encuentro nuevamente, con una camisa manchada de pintura, mi rostro lleno de sudor y mis furtivas manos moviéndose en sincronía para poder definir la figura…

 

—Taeyeon, cariño —me muevo inquieta—. Despierta… ya son las tres de la tarde —mis ojos se abren asombrados y miran a la persona a mi costado. Mamá acaricia mi cabello con suavidad y me muestra una de sus sonrisas maternales—. ¿Todo bien? —Me cuestiona con esa chispa de preocupación en los ojos.

Trago saliva, mi garganta se siente seca, tan seca que me hace recordar que no he bebido agua en toda la mañana. El interior de mis mejillas duele, debido a las múltiples mordidas por el ímpetu de trazar con perfección la pintura. Extrañamente me siento bien.

—Todo bien.

Le sonrió y alejo mi mirada de ella para enfocar mis ojos en la nueva pintura.

Anoche fue la primera vez, después de años lejos, que volví a pintar, que volví a derrochar todos estos sentimientos en una pintura y por primera vez no es ella la protagonista de estos sentimientos, si no que soy yo, con un millón de cuestiones en la cabeza.

—Alguien llamo preguntando por ti —regrese mi mirada a ella. Frunzo el ceño—. Un tal Carlos no sé qué… —me siento rápidamente en el sofá.

—¿Hace… hace cuánto?

La intriga me corroe, tanto que mis palabras tropiezan entre sí. Mamá me ve curiosa cuando me pongo de pie rápidamente.

—Ya hará cuatro horas —camino por el lugar de un lado a otro—. Solo dijo que estaría en el país unas semanas.

Me detengo y la observo con desespero.

—¿No menciono en que parte del país?

Mi desconcierto la altera.

—Seúl.

Resoplo y retomo mi camino, mordiendo la uña de mi dedo gordo con desespero.

Carlos Vázquez, es nada más y nada menos que uno de los accionistas interesados en mi trabajo. Nunca creí que su interés fuera grande, debido a que llamo a casa. Me hace pensar que soy una pieza fundamental en su nuevo proyecto. Cierro los ojos de impotencia, ahora me siento estresada por tanto. ¿Qué es lo que querrá?

 

Mis oídos trasportan la melodía de la música a través de los auriculares, por ellos se escucha la muy animada canción de Austin Mahone ‘Dirty Work’ mientras mis pies siguen el paso a través del amplio parque, mis pulmones oscilan por oxígeno, pero el calor acumulado en mis muslos me ayuda a despejar de todas estas cosas que bombardean mi cabeza.

El sudor recorre mi frente, al igual que mi camisa se apega a mi espalda debido al sudor y de pronto, como si todo a mí alrededor diera vuelta, caí al piso.

El golpe me hace fruncir el rostro, el dolor en mis sentaderas sube hasta mi cabeza y la punzada no se detiene, siento algo líquido escurrir mi ceja y no creo que sea el sudor del ejercicio. Mis jadeos incrementan cada vez más en busca de llenar mis pulmones de oxígeno.

Mi mano temblorosa llega hasta aquel lugar que no deja de doler y al ver mis dedos, el vértigo vuelve. «Sangre». Aprieto mis ojos y respiro profundamente, tratando de calmar mis nervios. Los ladridos sordos de un perro taladran mis oídos y a pesar del bullicio, no puedo centrarme en nada, el reproductor sigue andando y trato de ponerme de pie.

Elevo mi mirada al sentir la presencia de alguien más y la sorpresa crece cuando la veo a ella, con esos castaños ojos llenos de preocupación, inspeccionando cada una de mis extremidades y al llegar a la causante de mi dolor, lleva una de sus manos a la boca para contener un grito.

Justo en ese momento el mundo se detuvo y la música de fondo no hacía más que acelerar aún más a mi corazón. Sus labios se movían y no comprendía lo que decía, mi ceño fruncido la hizo sonreír aun con la preocupación en sus ojos y poco a poco se fue acercando hasta a mí.

—Lo siento —veo la culpa en sus ojos—. Realmente no creí que la rama golpear a alguien.

Frunzo el ceño y sigo sin comprender. Los ladridos son más claros ahora y mis ojos miran al causante. Ahora me he podido sentar y puedo ser más consciente de lo que ha pasado.

El perro en su hocico lleva una rama y mueve su cola animoso a la espera de que la vuelvan a lanzar para ir tras ella.

En cambio Tiffany no ha quitado los ojos de mi ceja y su labio se tuerce en desconcierto. Se a la perfección que la sangre no ha cesado en absoluto y eso parece que la alarma. Me giro para poder verla, ella lleva ropa deportiva que se ajusta muy bien a su figura, su cabello castaño va recogido en una coleta alta con algunos mechones libres por su rostro.

Unas gotas de sudor recorren su rostro y aun así ella sigue viéndose hermosa. No sé cuánto tiempo es el que me he quedado viéndola, solo sé que me está sonriendo de esa manera que altera a todo mi ser. Paso saliva.

—Es mejor que curemos ese corte —su suave voz eriza mi piel—. Vamos —me tiende la mano—. Ponte de pie —titubeante, observo su mano y después la observo a ella.

Y sin más estrecho mi mano con la de ella para ponerme de pie. Sacudo el polvo de mis sentaderas y apago el reproductor.

—Descuida… le diré a mamá que lo cure o puedo hacerlo yo sola.

Ella esta desconcertada y de un momento a otro. Sus manos tomaron las mías, enviando corrientes por toda mi espina dorsal. Su suave contacto me hace desvariar y sé que ella también lo sintió por ese gesto placentero en su rostro.

—Por favor —sus ojos suplicantes me escrutaron—. Déjame hacerlo a mí.

De pronto mi respiración se acorto. No puedo negarme ante esos hermosos ojos que tan solo me provocan seguir viéndolos. Al final termino aceptando. Para cuando llegamos a su casa, estaba completamente sola y es cuando me pregunto dónde está su familia.

Mis ojos vagan por el lugar y no puedo evitar curiosear por unos segundos, ella se pierde en las habitaciones y regresa con una pequeña bolsa de tela blanca. Sus movimientos son sutiles y delicados, pasa el desinfectante por mi herida con tanto cuidado que me hace pensar que no quiere dañarme. Aprieto mis manos en puños cuando el alcohol escuece en mi piel y muerdo mi labio para contener el ardor.

—Lo siento —le oigo susurrar—. No era mi intención golpearte —recalca. Automáticamente sonrió.

—No pasa nada, Tiffany —le aseguro. Ella termina con su labor y pone un curita ahí.

—Esto está listo.

Asiento y nos quedamos en silencio, tan solo observándonos la una a la otra.

Su mirada es tan profunda que siento que me desnuda el alma y siento como si ella supiera mi más grande secreto. Me siento torpe, pero la primera en alejar la mirada, es ella. Sus mejillas están teñidas de un ligero rubor que tan solo me provocan las más grandes de las admiraciones. En todas sus facetas no deja de ser hermosa.

Los ladridos vuelven a mis oídos y al girar mi rostro vuelvo a ver a ese perro. Él parece un labrador, su pelaje negro es tan brillante y sedoso, su lengua sobre sale de su hocico y mueve la cola emocionado.

—Ya te daré tu comida, Tyson.

Menciona con una amplia sonrisa. Yo también sonrió al ver su hermoso perfil, pero esa sonrisa desaparece al instante.

—¿Tyson? —Pienso en voz alta, llamando la atención de Tiffany—. ¿Él es tu hijo?

Ella arruga la nariz y después ríe fuertemente.

—¿De qué hablas?

Siento el calor subir por mis mejillas y sé que al hablar me tropezare con las palabras.

—B-bueno… —paso saliva—. Papá… él… él había mencionado… —vacilo bastante en decirlo. Mis manos sudan de los nervios y comienzo a tartamudear.

Ella me muestra una cálida sonrisa y después toma una de mis manos.

—Se podría decir que lo es —sonríe—. Lo adopte hace mucho y aunque es muy travieso, es mi más fiel compañero ¾pasa sus dedos por el dorso de mi mano, sacándome un suspiro al instante—. Tu familia lo conoce muy bien y Ji Eun se lleva muy bien con él —asegura.

Me quedo sin aliento con sus caricias en mi dorso.

—Ti-Tiffany —tartamudeo. Ella detiene sus movimientos y al instante los extraño, pero lo que más extraño, es el calor de su cuerpo entre mis brazos—. ¿P-por qué… haces todo esto?

Ella suelta mi mano y su mirada se ensombrece. Tal vez no comprende mi pregunta, pero me duele que sus ojos no me muestren la alegría de siempre.

—Lo siento —le oigo decir. Su mirada esta clava en sus manos.

—Hey —trato de llamar su atención—. Todo está bien —le aseguro y así fue como mi torpeza se ha ido—. Solo me pregunto… —rasco mi nuca—. ¿Por qué tanto interés?

Ella suelta un largo suspiro.

—No has abierto el paquete —al instante la culpa me invadió—. Taeyeon —ella alza la vista llena de valor y toma mis manos entre las suyas—. Me gustas —y ahí fue cuando el reloj se detuvo.

«Le gusto»

Es lo que mi mente reproduce sin cesar.

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DorkyKawaii
Actualización del día de hoy. Será el lunes.

Comments

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ana2381 #1
Chapter 14: Había olvidado esta historia. Simplemente me encanta?
TUCKY93 #2
Chapter 13: Amo como escribes TuT
Sería genial que cada one shot sea como el inicio de cada historia que hagas :)
3chiqui #3
Chapter 13: Me fascinó la historia gracias!! :D
3chiqui #4
Chapter 12: Já! Me encantó el comentario final, más la parte de porque no tiene drama. Yyy me sorprendió el capitulo corto pero esta buena la historia!!
3chiqui #5
Gracias por hacer la continuación del One-Shot!
key-k09
#6
Chapter 13: Me encantó la historia.
StarbuckInBubblewrap
#7
Chapter 13: Me gusto la historia pero siendo honesta esperaba otro final.
El TaeNy cute.
GogoBit
#8
Chapter 13: yo... no entendi :c me perdi ;----;
con quien está ahora?, y el sueño donde le decian que fany estaba con otro y ella estaba obsesionada... fue solo un sueño?, el mensaje al final tampoco lo entendi :c
(estoy agotada mentalmemte, por eso no entendi :'( podrias explicarme :( ??? )
Tiffany1889 #9
Chapter 13: OHHH! POR DIOS!! ME HA ENCANTADO LA HISTORIA, ES QUE LA HE LEIDO EN TODA LA NOCHE XD ¿PORQUE NO PUEDO TENER UNA FANY ASÍ? ASKDÑASKDÑASKDÑASKDÑAKLSDÑLASKDÑSADSD *-* FUE HERMOSO <3 <3 AMO AL TAENY! , TE AMO A TI! ADSPAJSDASPJDOASDASD
(taldos infinitos xd).
yoonaddic
#10
Chapter 13: Hermoso :3 me encanto