[Regreso a casa]

¿Un amor platónico o un amor de verdad?

—1—

 

El viento ondea mi cabello al momento de que mis pies tocan el firme piso de concreto a las afueras del aeropuerto, en mi interior se está llevando a cabo un remolino de emociones y no puedo evitar sentirme tan nerviosa.

Hacía años que no regresaba a mi país natal, a mi ciudad, a esta ciudad que me vio nacer y crecer. Ahora, después de tanto estoy de regreso. Soy alguien diferente, alguien que ha crecido mucho internamente y ahora puede enfrentar sus miedos.

Mi brazo se extiende de manera que logre llamar la atención de un taxista, mis lentes oscuros me ayudan a protegerme de la fuerte resolana que se está dando esta mañana, mi otra mano sostiene con firmeza mi gran maleta y espero ansiosa hasta que aquel vehículo color amarillo estacione frente a mí.

Las calles se ven tan diferentes, tanto que me pregunto si le abre dado la dirección correcta al conductor hacía mi casa. Mis manos se sienten temblorosas y sudadas debido a los nervios crecientes en mi interior. La emoción forma parte de ellos y la nostalgia no deja de atenazarme el corazón.

Hace más de cuatro años que no piso Jeonju, la última vez que estuve aquí fue para decirles a mis padres sobre mi orientación ual. En un principio pensé que se decepcionarían de su única hija, pero me equivoque, su apoyo me ha ayudado a crecer y a creer más en mi misma.

—Hemos llegado señorita.

Aquella profunda voz me saco de mis profundos pensamientos. No sabía que no estaba parpadeando hasta que mire a aquel hombre a través del retrovisor.

—Sí… —respondí titubeante—. Gracias —dije vagamente.

Mis ojos se fijaron en la nueva fachada de la misma casa en la cual crecí. «Todo tan diferente».

Baje del coche, estirando mi cuerpo y esperando a que aquel buen hombre bajara mi equipaje. Pague la tarifa y con temor camine hasta abrir la cerca de madera que ahora tenía un estilo más moderno, el césped estaba recién podado y esta vez había rosales a los costados de la entrada.

Todo se veía tan tranquilo, ni la sombra de los vecinos se divisaba. Mis pies caminaron hasta la puerta principal y mi mano se elevó hasta que se volvió un puño para poder golpear suavemente la puerta.

La voz amortiguada de mamá a través de la puerta acelero a mi corazón. Y sin esperar más la puerta se abrió, dejando a la vista a una mujer de algunos cuarenta y cinco años de edad, el cabello recién pintado de un color chocolate con una pañoleta atada a él, sus manos secándose en su tan amado mandil con las letras grabadas ‘Mamá es la mejor’. No pude evitar que mis ojos se cristalizaran al verla y al instante se formó una sonrisa cuando mi madre cayó en la realidad de que estaba frente a ella.

Sus ojos me revisaban de pies a cabeza, el shock en ellos era visible y la confusión también. Su cristalina mirada se fijó en mis grisáceos ojos y una enorme sonrisa adorno su rostro.

—¡Taeyeon! —Sus brazos me rodearon de inmediato, envolviéndome en un furtivo abrazo—. Hija —su voz se quebró y no pude hacer más que abrazarla de regreso, sintiendo como los años me habían quitado el gran anhelado calor materno.

Se siente tan bien abrazarla de esta manera. Realmente la había extrañado en todos estos años, tanto que en ocasiones pensaba que era mejor dejar todo lo que había logrado para poder regresar a mis raíces, pero todo el esfuerzo está valiendo la pena.

Sé que todos estos años han sido de lucha, tanto de mi familia como mía y sé que será recompensada.

Al ingresar a mi hogar, el cual extrañe por mucho tiempo, pude al fin respirar con tranquilidad. El lugar se veía con más vida y eso me alegraba, mis ojos vagaron al que alguna vez fue mi santuario.

—Aun es tuyo.

Escucho la suave voz de mi madre. La observo a mi costado, sé que ha estado observando todas mis reacciones y esa sonrisa maternal no se ha borrado de su rostro, sus brazos los mantiene cruzados por debajo de su busto y mira en la dirección que miraba yo.

Sonrió y asiento—. Llevare mi equipaje a la habitación.

Le menciono y me agacho para poder sostener la enorme maleta. Ella asiente y espero hasta que la pierdo de vista en la cocina.

“Los cambios siempre son buenos”. Eso es lo que mi padre siempre ha dicho y creo que él tiene toda la razón. “El que no arriesga, no gana”. Fueron palabras que me animaron a aceptar la beca en Londres. Todo fue genial en mi estadía por aquel país, tanto que por fin pude experimentar las sensaciones que todo humano quiere experimentar. Conocí personas que no juzgaban mi ualidad e incluso tuve una novia, ella se llama Romina, toda la relación fue maravillosa, pero desafortunadamente ella nunca lleno ese vacío que aún seguía en mi corazón.

En cambio Hee Yeon. Ella es diferente y la conocí en una de mis vacaciones en Paris, al momento de hablar hubo una conexión indescriptible.

—Taeyeon —parpadee un par de veces y mire lo que estaba haciendo. No sé cuánto tiempo llevo de pie frente a mi puerta, sin siquiera ser abierta—. ¿Estás bien? —Giro mi rostro para poder ver a mi madre, quien me observa con cierta curiosidad.

—Eh… —rasco mi nuca nerviosamente—. Sí, mamá. Es solo que se siente extraño —y realmente me siento una extraña dentro de mi hogar.

—No tienes por qué sentirlo así, esta es tu casa.

Giro mi rostro, observando la puerta frente a mí.

—Lo sé —susurro y abro la puerta al fin. Miles de recuerdos me bombardean y un remolino de emociones me golpean—. Desempacare —le comunico e ingreso a la habitación.

Todo parece estar en su lugar, a excepción de la ropa de cama que ha sido cambiada. Mis ojos enfocaron en una caja sobre mi escritorio. Yo no recuerdo haber dejado eso ahí.

Me encojo de hombros y dejo caer la maleta sobre el colchón para poder desempacar.

Una vez termino, tome una relajante ducha, me vestí y baje a la cocina, donde mamá ya tenía un plato de comida para mí. Sonreí y deje a mis papilas degustarse del sabor único y casero de mamá.

—¿Has visto el paquete? —Pare de mascar para poder ver a mi madre, quien me observaba con un brillo en los ojos. Negué y continúe comiendo—. Pobre… —le escuche decir—. Lleva esperando ahí todos estos años —dice con nostalgia.

La curiosidad siempre ha sido mi amiga y me es inevitable cuestionar quien lo envió.

—¿Quién lo ha traído?

Mi madre me observa de reojo mientras lava la bajilla.

Sé que está sonriendo, lo sé porque en su mejilla se forma un olluelo. Se encoje de hombros y mira su bien cuidado jardín a través de la pequeña ventana que esta sobre el fregadero.

—Una muchachita vino en una ocasión. Fue al día siguiente de que te habías ido a Londres, claro, después de la última vez que viniste a visitarnos.

Aquello lo sentí como un reproche y al instante sentí una opresión en mi pecho.

—Lo siento, mamá.

Era lo único que podía decir en esos momentos.

—Descuida, cariño —medio giro el rostro para verme y me brindo una sonrisa—. La muchachita es muy simpática —volvió a enfocar su atención a los trastos que lavaba—. ¿Fue tu novia? —Aquella pregunta me tomo por sorpresa.

Alce una ceja y deje el vaso vacío sobre la mesa. Enfoque mis ojos en la espalda de mi madre.

—¿De quién me habla?

—Oh, cariño —dice y se gira para verme—. ¿No la recuerdas? —Negué rápidamente, pues aquí nunca tuve novia—. Se llama Mi Young —aquel nombre me sonaba y jugaba en mi mente para dar con la cara de ese alguien—. Ahora es maestra de pre-escolar. Tu hermanita es su alumna —pero la verdad es que ningún rostro perfilaba a ese nombre.

Cierto. Mamá luego de mi partida, me llamo eufórica a la semana para comunicarme que tendría una hermanita. Ji Eun ahora tiene cuatro años de edad y a pesar de que los médicos le dijeron los riesgos de tener un bebé a esa edad, mamá nunca accedió al aborto que le sugerían, ella continúo con el embarazo y aunque en esos nueve meses estuvimos pendiendo de la cuerda floja por la preocupación, todo salió de maravilla.

—Mamá —la llame—. Yo no tuve ninguna novia antes de irme —le confesé—. Mi primera novia está en Londres o eso creo —me encogí de hombros—. Y la que perfila a serlo, vive en Seúl.

Mi madre no se veía convencida, pero no insistió más, si no que miro su reloj de muñeca.

—Como digas —fue lo que me respondió. Comenzó a quitarse el delantal y acomodo los platos—. Iré por Ji Eun, ¿Quieres venir?

Sus ojos curiosos esperaban una respuesta de mi parte y aquella sonrisa parecía ansiosa ante mis palabras. No estaría mal acompañarle, si me quedo en casa no haré nada y la verdad es que me encuentro perdida en la ciudad. Soy yo u olvide cosas del lugar, o es que tan solo ha cambiado tanto la ciudad.

—Está bien, mamá. La acompañare.

Me pongo de pie y llevo mis trastos al fregadero.

 

El camino en coche fue súper rápido, tan rápido que cuando menos lo espere ya nos encontrábamos en el estacionamiento de la estancia donde mi hermanita se encuentra. El celular de mamá comenzó a sonar y me suplico bajara yo para ir por Ji Eun. Ciertamente no pude negarme ante aquella mirada suplicante de sus pardos ojos.

Con desgano camine por el camino que me llevaría al interior, nunca antes había estado aquí y me siento perdida. ¿En qué aula se supone está Ji Eun? Mamá nunca menciono a donde debía dirigirme y mucho menos con quien debería dirigirme para recoger a Ji Eun. Tal vez si encuentro padres a las afueras esperando.

Mala suerte, pues ni un alma a la vista.

Mis pies caminaron por el largo pasillo, observando por las pequeñas ventanillas para mirar si encontraba a la pequeña, pero mis pies se detuvieron en seco cuando mis ojos se fijaron en aquella figura femenina, bastante conocida para mí, debo admitir.

El torbellino de sentimientos, la oleada de recuerdos y los tantos años de nostalgia, hacían estragos en mí en estos momentos. Había olvidado como sonreía, como acariciaba su cabello, como hacia esos movimientos al hablar. Mi mundo se detuvo cuando aquellos ojos castaños me miraron a través del cristal y aquellos blanquecinos dientes fueron mostrados en la más perfecta sonrisa.

Sí.

Ahí estaba.

Ella.

Mi más grande manía.

Después de tantos años, es hoy que la veo por primera vez, es hoy que descubro que es más bella de lo que recordaba y que nuevamente quiero seguir sus pasos.

—Hija —la mano de mamá, me hizo salir de aquella ensoñación—. Veo que diste con el aula, se me olvido decirte cual era y por eso he venido.

No sabía que había dejado de respirar, pues al momento de que mi madre toco mi hombro, inhale profundamente.

—S-s-sí…

No sabía que decir. Tan solo quería irme de ahí, pero algo muy dentro de mí me decía que no corriera. Creí haber superado esto, creí que ella ya no me afectaría y sobre todo, creí que podría olvidarla. El estruendo de la puerta me provoco escalofríos, pues sabía que ella había salido a nuestro encuentro. Una corriente fría recorrió todo mi cuerpo al momento en que sus ojos se fijaron en los míos.

—Muy buenos días —su suave voz traspaso las barreras de mi corazón y no pude hacer más que observar sus profundos ojos—. Hola —no se en que momento el tiempo se detuvo y me congelo con él—. Taeyeon —y eso fue un disparo a mi corazón, que lo dejo con miles de latidos sin control.

¿Cómo sabe mi nombre? ¿Acaso también se volvió una acosadora? ¿Acaso los papeles cambiaron?

Su sonrisa tan deslumbrante y sus ojos tan brillantes. Ahí estaba esa sonrisa, esa que tan solo me hace imaginar que me la muestra a mí.

—T-Ti-Tiffany.

Susurre en un hilo de voz, pues mi voz no quería salir.

—Mi Young, querida —mi madre como si la conociera de toda la vida, se acercó a ella y beso su mejilla—. ¿Cómo se ha portado mi pequeña?

No supe en que momento Ji Eun se paró al costado de ella.

—Se ha portado muy bien, Carol —alce una ceja. ¿Desde cuándo se conocen?— Solo que ha estado muy inquieta, deberían dejar de darle tantos dulces.

Suelta una risita tan delicada como ella misma.

—Hablare con su padre, que es quien la consiente demasiado —mi madre extiende la mano hacía mi pequeña hermana y esta la toma enseguida—. Cariño. ¿No saludaras a tu hermana? —Dice con suavidad.

Ji Eun me observo por largo tiempo, analizándome de pies a cabeza, frunciendo el ceño de tanto en tanto y formando una diminuta sonrisa en sus delicados labios. Ella es muy bonita, su cabello es castaño, lo lleva recogido en dos coletas que la hacen ver adorable, sus mejillas sonrosadas por el calor y esos enorme ojos pardos que ha sacado de mi madre, tiene algunos rasgos que hacen notar el parecido con mi padre y aquella timidez con la que muestra sus diminutos dientes, me hace recordar a una mini yo.

En definitiva es una Kim.

—Hola.

Le escucho decir con un tono cohibido que tan solo me hace sonreírle cariñosamente. Ella no me ha visto en años y es normal que sienta cierta timidez hacia mí, pero se a la perfección que mi madre se ha encargado de mantenerme en su vida a través de fotos y anécdotas. He hablado con ella en unas ocasiones y su timbre de voz siempre alegraba a mi corazón, es tan inocente y dulce que haría cualquier cosa por ella. Aun en la distancia aprendí a amarla.

Le sonrió y me pongo en cuclillas para poder estar a su altura.

—Hola —agito mi mano de un lado a otro—. ¿Sabes quién soy yo?

Me señalo fingiendo confusión y al instante veo en ella un asentimiento de cabeza energético.

—Eres Taeyeon.

Su pequeña vocecita sale risueña. Asiento en apreciación y le muestro una sonrisa.

—Me alegro mucho —le respondo—. ¿No me quieres dar un abrazo?

En primera instancia la veo titubeante. Su mirada vaga de mi madre a Tiffany y de esta última a mí. Una enorme sonrisa adorna su rostro y el brillo en sus ojos pardos me ínsita a abrir mis brazos a la espera de su abrazo. Sus pequeños piececitos, presurosos se precipitan en mi dirección y sin más sus pequeños, y cortos brazos rodean mi cuello en un apretado abrazo.

Me fue inevitable reír ante el tierno acto. Mi corazón se siente contento de que ella este en mi vida. La aprieto contra mí aún más y dejo que este momento se guarde en mis memorias.

—Son tan tiernas.

Aquella voz me desarma por completo y aun con mi pequeña hermana en brazos me pongo de pie. Observo a mi madre para después observarla a ella.

No puedo negar el alboroto que tiene mi corazón con su tan sola mirada y estos nervios que no hacen más que crecer con su cercanía. No tengo palabras para poder expresarme o incluso para poder entablar una conversación, estar cerca de ella me vuelve muy torpe.

—¿Entonces vendrás a casa esta noche, querida?

Rápidamente mi cabeza giro para ver a mamá. ¿De qué habla? ¿Invitación? ¿Acaso quiere que me dé un ataque?

—No lo sé, Carol —volví a observarla, se veía nerviosa y tallaba su cuello—. No creo que sea cómodo para tu hija. Digo… acaba de volver y es mejor que estén en familia.

Frunzo mi ceño y no sé de dónde me salió el valor.

—P-por mí n-no hay ningún p-pro-problema.

Al instante me arrepentí de decirlo, pero al ver aquel brillo en sus ojos toda cordura se fue.

—Vamos, querida… también eres parte de la familia.

Aquella declaración me descoloco. ¿En serio? ¿Desde cuándo mamá es cercana a Tiffany?

—¿Segura que no hay problema… Taeyeon?

Un nudo se atravesó en mi garganta y tuve que bajar saliva para que la voz pudiera salirme, pero fue inútil, pues en mi intento falle. Tan solo asentí y puedo asegurar que mis mejillas estaban rojas. La sonrisa que mamá mostraba era deslumbrante y en ella se ocultaba sorna. En cambio Tiffany sonreía de esa manera que me alteraba en todos los sentidos.

Volví a pasar saliva.

—Se-será… mejor irnos —digo entrecortadamente. Mi madre alza una ceja y me escruta con la mirada.

—Taeyeon… cariño.

Antes de que pudiera dar un paso más. Mamá me detuvo al llamarme.

—¿Sí?

La observo pidiendo piedad. ¿Acaso mamá disfruta esto?

—Despídete correctamente de la Srta. Mi Young.

Mi cuerpo tembló al instante. Baje a Ji Eun de mis brazos y me acerque temerosa a Tiffany. Mis manos temblaban y comenzaban a sudar de los nervios.

—Mi Young, querida. Esta es mi inculta hija Taeyeon —miro a mi madre aparentando molestia, pero realmente me muero de los nervios—. Taeyeon. Ella es Mi Young.

Su sonrisa es socarrona y ahora es que mi cabeza hace conexión a la conversación de esta mañana. Mis ojos la observan curiosos, pues realmente no puedo imaginármela yendo a mi casa para dejar un paquete dirigido a mí.

Carraspee un poco—. Un gusto Srta. Mi Young —al instante la vi fruncir el ceño—. Espero volver a verle —y le sonreí cortésmente.

—Por favor… llámame Tiffany —pidió—. Y el gusto es mío. Taeyeon.

Mi nombre saliendo de sus labios fue tan cautivante que no me cansaría de escucharla decirlo.

No sé en qué momento comenzó abrazarme y mucho menos fui consiente cuando sus labios se estamparon en mi mejilla. Todo mi ser se paralizo y mis ojos muy abiertos por la sorpresa, y las miles se sanciones que me recorrían, no dejaban de verla.

Como una idiota mi mano se posó en mi mejilla, tocando esa área que ella había besado hace unos segundos. Los latidos se mi corazón estaban locos por ese contacto y aquella hermosa sonrisa que me estaba mostrando.

¿Qué es lo que tienes Tiffany, que haces sentir de esta manera?

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Thank you!
DorkyKawaii
Actualización del día de hoy. Será el lunes.

Comments

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ana2381 #1
Chapter 14: Había olvidado esta historia. Simplemente me encanta?
TUCKY93 #2
Chapter 13: Amo como escribes TuT
Sería genial que cada one shot sea como el inicio de cada historia que hagas :)
3chiqui #3
Chapter 13: Me fascinó la historia gracias!! :D
3chiqui #4
Chapter 12: Já! Me encantó el comentario final, más la parte de porque no tiene drama. Yyy me sorprendió el capitulo corto pero esta buena la historia!!
3chiqui #5
Gracias por hacer la continuación del One-Shot!
key-k09
#6
Chapter 13: Me encantó la historia.
StarbuckInBubblewrap
#7
Chapter 13: Me gusto la historia pero siendo honesta esperaba otro final.
El TaeNy cute.
GogoBit
#8
Chapter 13: yo... no entendi :c me perdi ;----;
con quien está ahora?, y el sueño donde le decian que fany estaba con otro y ella estaba obsesionada... fue solo un sueño?, el mensaje al final tampoco lo entendi :c
(estoy agotada mentalmemte, por eso no entendi :'( podrias explicarme :( ??? )
Tiffany1889 #9
Chapter 13: OHHH! POR DIOS!! ME HA ENCANTADO LA HISTORIA, ES QUE LA HE LEIDO EN TODA LA NOCHE XD ¿PORQUE NO PUEDO TENER UNA FANY ASÍ? ASKDÑASKDÑASKDÑASKDÑAKLSDÑLASKDÑSADSD *-* FUE HERMOSO <3 <3 AMO AL TAENY! , TE AMO A TI! ADSPAJSDASPJDOASDASD
(taldos infinitos xd).
yoonaddic
#10
Chapter 13: Hermoso :3 me encanto