El viaje entre nuestros departamentos se me hizo eterno por decir lo menos. Después de poner el código de seguridad en la puerta y escuchar el sonido del seguro correrse, empuje la puerta del apartamento y entré sin más.

 

- “Babe…”

 

Sentía como si el eco de mi voz se burlara de mi misma y que el silencio que siguió después era una continuación de lo mismo.

 

- “Fany… no está aquí”

 

Empecé a caminar hacia nuestra habitación esperando verla recostada boca abajo o como sus brazos y piernas desperdigados por toda la cama. Entré y era más que obvio que nadie había si quiera usado la cama para sentarse, todo estaba en el mismo lugar.

 

- “Fany”

 

Escuche a Soyeon entrar detrás de mí. Salí de ahí sin decirle nada y dejándola atrás, regresé a la sala y me deje caer en uno de los muebles, en donde había dejado mi bolsa, la tome y busqué mi celular.

 

No me regresó la llamada.

 

- “Fany, tal vez… salió”

 

- “¿A dónde So~?”

 

Mi tono denotaba que no me creería el cuento de ‘está bien’, al menos no hasta verla por mí misma.

 

Se sentó a un lado mío y justo cuando puso una mano en mi espalda en señal de apoyo, mi celular sonó.

 

Sin pensarlo dos veces lo saque y contesté sin ver quién era, pensando que podría ser ella.

 

- “¿Taeyeon?”

 

- ‘Tiffany, me puedes explicar ¿Dónde diablos y que está haciendo Taeyeon?’

 

- “¿Presidente? ¿Qué está pasando?”

 

De todos los años que llevaba trabajando para aquel hombre nunca lo había notado tan exaltado, incluso así de molesto, ni siquiera cuando las habían atrapado besándose y aquellas fotos.

 

- ‘Tiffany necesito que me confirmes que están tramando y por qué Taeyeon esta… así… en esas fotografías’

 

- “¿Qué fotografías?”

 

No entendía nada

 

- “No jodas”

 

Voltee a ver a Soyeon quien estaba con celular en mano y con la otra cubriéndose la boca mientras veía algo.

 

- “¿Quieres decir que no sabes dónde está? Marqué a su celular pero no contesta, mira no puedo hablar mucho ahora, necesito contestar llamada de la prensa preguntándome la veracidad de las fotografías, distraeré la atención pero tienes que encontrarla, llama a Dong para que te ayude.”

 

Y sin más me colgó. Quité el celular de mi oído, no entendía que diablos está hablando. Voltee a ver a So~ de nuevo y me estaba viendo con la boca abierta y los ojos de par en par.

 

- “¿Qué?”

 

Me extendió con una mano su celular y vi lo que la tenia así.

 

Al principio no vi nada fuera de lo ordinario, era una fotografía borrosa y movida de lo que parecía una motocicleta, justo cuando iba a preguntarle por qué me mostraba aquello me quede helada de pies a cabeza acercando lentamente la mano con el celular a mi cara.

 

- “Fany…”

 

Aquel mechón rosa entre el rubio cabello ondeante de la chica sentada en sentido contrario en el regazo de un motociclista era inconfundible, estaba segura que aquella chica era Taeyeon. Esa chica recargada en el pecho de aquel tipo que se había convertido sin más en mi enemigo número uno era ella.

 

- “Fany, aun no saben si es ella realmente”

 

- “Es ella So~”

 

Me sorprendí al escuchar mi propia voz, en lugar de sonar triste sonaba molesta, aquel estúpido tenía las manos de MI prometida en su cuerpo, una rodeando su cuello y otra su cuerpo, además que carajos hacia llevándola así, era peligroso, si le pasaba algo a SU Taeyeon le golpearía donde más le duele.

 

- “Tiffany despabílate carajo, sé que es ella pero el artículo no asegura nada, tenemos que encontrarla antes de que esto se haga escándalo.”

 

- “Lo voy a matar”

 

- “¡No sabes ni quien es!”

 

- “Exacto”

 

- “… Me das miedo”

 

Regresé mí vista al celular que tenía en mis manos y comencé a leer el artículo, Soyeon tenía razón, no aseguraban que fuera ella pero ya había muchos comentarios negativos sobre la intimidad de la pose en las fotos, tenía que encontrarla y rápido.

 

- “Lo importante aquí es ¿Por qué coños la enana no contesta su teléfono?”

 

- “Oh no se So~ tal vez porque… ¿¡Que carajos no ves que está ocupada sentada en las piernas de este pendejo montando su moto!?”

 

- “Fany cálmate no sabemos qué es lo que realmente está pasando”

 

Le regresé el celular de mala gana y me fui a sentar a la sala, la sangre me hervía de solo recordar cómo iba sentada Taeyeon con aquel inepto. 

 

- “Te voy a decir que está pasando, aquí estoy yo preocupada por ella y ¿qué hace ella? Andar por las calles de Seúl con ese hombre…”

 

Se hizo el silencio y mi corazón se aceleró.

 

- “Mierda…”

 

Me paré y caminé rápidamente hacia mi bolsa.

 

- “¿Qué?”

 

- “No puede ser”

 

Sentí sus pasos tras los míos.

 

- “¿Crees que no pueda ser ella?”

 

- “Es ella pero no puede ser posible”

 

Buscaba entre mi bolso, porque carajos cargaba demasiadas cosas y donde estaba mi celular.

 

- “Se te soltó algo en tu cerebro o que coños me acababas de decir que si es ella y yo también lo creo”

 

Tomé el celular, después de haber vaciado todo el contenido de mi bolsa en el mueble, y comencé a marcar. 

 

- “Es ella solo que no puede ser que vaya con él por decisión propia”

 

Mierda, si le tocaba un pelo lo dejaba sin familia.

 

El celular dio tono y empezó a sonar. ‘Por favor babe’ Tenia los nudillos blancos y estaba entre enojada y preocupada.

 

- “Hola”

 

El tono grave de aquella voz al otro lado de la línea me erizó la piel.

 

- “Quiero hablar con Taeyeon”

 

Demande con un tono de voz que no había escuchado antes en mí.

 

- “Lo siento… es que ella no puede esta… indispuesta”

 

- “… ¿Cómo que indispuesta? ¡Pásame a mi novia!”

 

Soyeon me pedía que me calmara pero en serio, como podía calmarme. ¡¿Quién coños era este sujeto?!

 

- “Indispuesta… está dormida”

 

Me pare tan rápido que Soyeon se sobresalto.

 

- “Mira imbécil, tócala y te parto tu…”

 

- “¡Espera! Escucha… necesitas ayudarme”

 

 El nerviosismo en su voz me puso los nervios de punta.

 

- “Yo… la lastime y… necesito que me ayudes”

 

Me quede helada. ¿A qué se refería con que la lastimo?

 

Sentí como el celular dejo mi mano y no reaccione, a lo lejos escuche la voz de Soyeon hablando con él.

 

- “Fany”

 

Su mano en mi hombro me hizo salir de aquel estúpido trance. Cuando mire el celular en su mano, lo tomé rápidamente solo para notar que ya había colgado.

 

- “Me ha dado su dirección, vamos”

 

Su tono era tranquilo.

 

- “¿Te ha dicho que ha pasado? ¿Cómo esta?”

 

Salíamos a toda prisa hasta llegar a la calle, nos paramos de una.

 

- “Mierda Fany, ¿Por qué coños no tenemos un carro?”

 

Hablarle a Dong podría salir contraproducente, no sabía que ocurría y el, al ser trabajador de la empresa, tenía que rendir cuentas de todo, no podía pedir que mintiera por nosotras pues lo pondríamos entre la espada y la pared pudiendo perder el trabajo.

 

- “La dirección que me dio es un poco lejos, vayamos hasta la calle principal, pidamos un taxi y mandare a mi manager la dirección para que nos alcance allá.”

 

Me alegraba que Soyeon estuviera conmigo y que su cerebro no estuviera en el mismo estado que el mío.

 

- “Vamos Fany despabílate que tenemos que llegar y solucionar esto por la enana”

 

- “So~…”

 

Sentí mis ojos llenarse de lagrimas mientras caminábamos, prácticamente corríamos, para llegar a la calle principal donde pasaban taxis a toda hora.

 

- “Yo sé Fany pero puede que no sea tan grave”

 

Sabía que solo lo decía para tranquilizarme y que realmente ella compartía mi idea de que todo esto estaba de la mierda y no sabíamos qué rayos pasaba con Tae. 

 

Llegamos y esperamos los 10 minutos más largos de mi vida, empezaba a odiar a los taxis. Le dio la dirección que el tipo le había dado y mando un mensaje de texto, supongo que a su manager.

 

‘Si no te hubiera dejado sola…’

 

La mano de Soyeon en mi rodilla me hizo voltear a verla. Con sus ojos me señalo, disimuladamente, al conductor quien de vez en cuando nos divisaba por el retrovisor.

 

‘No llores, ya se dio cuenta quienes somos’

 

Leí sus labios. Respire profundamente y me tranquilice lo más que pude.

 

Llegamos a un vecindario muy… humilde, por así decirlo. La verdad estaba todo muy obscuro y daban escalofríos solo de estar ahí.

 

Pagamos el taxi y esperamos a que se fuera para caminar, era normal ya que no sería la primera vez que se nos espiara, más que nada como medida de precaución y evitar rumores.

 

- “Su casa es la número 190”

 

 Voltee a ver la casa de mi costado y decía 186.

 

Entendiendo mi gesto comenzamos a caminar, ya sin correr, no porque no siguiéramos preocupadas, si no que aquel ambiente nos hacia tomar precauciones.

 

187… 188… 189… 191… ¿Qué?

 

Voltee a ver a Soyeon y tenía el mismo gesto que yo.

 

- “¿Qué mierda?”

 

Nos regresamos y esta vez, más despacio.

 

- “No quiero sonar… engreída, pero ¿es esa su casa?”

 

Un cuarto de bodega era más grande que aquella… vivienda.  Apenas podíamos distinguir la entrada y el “190” en pintura ya desgastada.

 

Llegamos hasta aquella puerta y nos miramos la una a la otra.

 

- “Fany…”

 

La puerta se abrió de golpe y un chico de mediana estatura con una sonrisa que, se podría decir, era la versión masculina de la mía.

 

- “Tiffany-ssi, es un honor…”

 

- “¿Dónde está mi novia?”

 

La sonrisa abandono su rostro al escuchar mi tono de voz nada amigable, incluso amenazante, salió de la casa cerrando la puerta a sus espaldas.

 

- “Veras… yo puedo explicarles todo”

 

Su voz nerviosa y cara de preocupación hacia que quisiese estampar mi puño en su cara.

 

- “Pues empieza a hablar de una vez y déjanos ver a Taeyeon”

 

Soyeon compartía mi sentir al menos.

 

Logramos ponerlo más nervioso de lo que ya estaba y empezó a articular y balbucear rápidamente.

 

- “Soy repartidor, uso una motocicleta, ella estaba ahí. No puedo ir a la cárcel”

 

No esperé mas y lo aparté de golpe con mi hombro, entré apresuradamente a lo que parecía ser un solo cuarto donde estaba todo amontonado, al final una pequeña cama con un bulto.

 

- “Babe”

 

Corrí hasta donde estaba la cama. Era una camita individual con sabanas blancas, aunque un tanto gastadas, limpias, un bote blanco junto a ella.

 

- “Camino sobre el carril de las motocicletas en la avenida, no pude frenar”

 

- “Amor”

 

Aparté el cabello de su rostro y tenía pequeños, casi imperceptibles, rasguños en su rostro.

 

- “Y ¿Por qué coños no la llevaste al hospital? ¿Tan duro fue el golpe para desmayarla?”

 

- “El golpe no la desmayo… de hecho”

 

Me paré y voltee a verlo tan pronto escuche aquello salir de su boca.

 

- “¿Eres imbécil? Necesita un doctor, probablemente tenga una contusión si el golpe fue fuerte”

 

- “No podía llevarla por dos razones. Una, iría preso y no puedo. Dos… no sabía si fuera conveniente por su…”

 

- “BUAGHHH”

 

Me voltee a verla medio colgando de la cama hacia el bote blanco a un lado de la cama y por los sonidos, me di una idea de lo que estaba haciendo.

 

- “estado… no creí conveniente que la vieran así de mal”

 

Me senté en la cama y pase mi mano por su espalda varias veces.

 

- “Ok no estás tan imbécil”

 

So~ y su dulzura al hablar.

 

- “Estaba esperando que marcaras de nuevo a su celular para poder contestar”

 

Eso me lo decía a mí pero estaba más preocupada por Taeyeon que por lo que balbuceaba él.

 

- “¿Por qué no la llamaste tu?”

 

Gire la cabeza hasta donde estaba parada. Mis cejas mostrando que hablaba idioteces.

 

- “… Que bruta eres Soyeon”

 

Sus ojos mostraban incredulidad… todavía con eso.

 

- “Bueno… obviamente no tengo el número de Tiffany-ssi y el teléfono de Taeyeon-ssi está bloqueado”

 

- “oh…”

 

Ignore la estupidez de mi amiga y mire a Taeyeon fijamente, buscando señas de dolor. Estaba sudando mucho, tenía algunos cabellos pegados en su frente. Su tez parecía entre pálida y verdosa, aun tenia asco.

 

Gire mi vista hacia donde estaban… estaba el sujeto, Soyeon hablaba por celular junto a la puerta. Me le quede viendo y en ese momento recordé que no sabía ni su nombre. Al parecer me entendió el gesto.

 

- “Jinki…”

 

- “Si… disculpa ¿de casualidad tienes galletas saladas?”

 

Me miro como si hubiera dicho algo del otro mundo pero aun así asintió y camino hacia la pequeña micro cocina que estaba justo a unos pocos pasos de ahí. Giré nuevamente y vi que junto al bote blanco había un vaso con agua y lo tome.

 

- “Vamos TaeTae enjuaga un poco tu boca”

 

Lo hizo en modo zombi, por como estada no creo que si quiera notara que era yo quien le estaba auxiliando.

 

- “Aquí tiene”

 

Tome la galleta y partí un pedazo. Tantos años de vivir con Taeyeon me enseñaron ese pequeño truco. Cuando ella vomitaba, necesitaba de algo salado que le cortara el sabor de su boca para así dejar de hacerlo.

 

- “Come esto babe”

 

Del mismo modo que con el agua se comió la galleta y se volvió a recostar. Ahí fue cuando, por fin y sin estar exaltada, me llego el olor a alcohol que emanaba de ella.

 

- “¿Esta ebria?”

 

- “Al parecer sí, no estoy seguro… ella se comportaba un tanto… extraño”

 

- “¿Extraño?”

 

- “Uggghhh Santa… te odio”

 

El silencio duro por unos cuantos segundos.

 

- “Esta ebria”

 

Soyeon regreso mientras guardaba su celular.

 

- “Fany, mi manager está afuera, le he explicado toda la situación, podemos confiar en él. Le pedí que llamara a una clínica pequeña para que la revisen sin llamar la atención, está en eso.”

 

- “Mil gracias So~ no podemos llamar la atención, tengo que hablar a la agencia y ver que han dicho sobre las fotos, además Taeyeon esta ebria, tendrán que ponerle una intravenosa o suero o yo que se para que se le pase rápido.”

 

Tomé los tenis de Taeyeon e intente ponérselos mientras ella seguía tirada y murmurando cosas. Terminé, amarrando las cintas lo más rápido que pude.

 

- “Tú iras con nosotros, necesitamos tener una coartada y que nos expliques a detalle para poder decir algo a la prensa ya que piensan que la enana engaña a Tiffany contigo”

 

- “¡¿Qué?! Pero si trate de que nadie la viera, incluso nos saque rápidamente de ahí”

 

Los escuchaba detenidamente pues cualquier información me servía para tratar de mejorar las cosas en la prensa.

 

- “No les tomaron el rostro solo… el perfil, pero la gente rumora que es ella, tenemos que saber que decir para mentir, ¿de acuerdo?”

 

- “Esta bien, iré con ustedes, pero… ¿No llamaran a la policía cierto?”

 

Comencé a levantar a Taeyeon de la cama, baje sus piernas por un costado mientras ella a duras penas se sentada, recargada en mi cuerpo. Pasé mi brazo por detrás de su espalda, rodeando su cintura y tomándola del brazo derecho.

 

- “AGHH”

 

La solté de inmediato y voltee a ver a los demás, otro hombre estaba dentro, supongo que el manager de So~ quien fue el que hablo primero.

 

- “Su brazo esta lastimado”

 

Se acerco he hincó frente a nosotras y lentamente tomo la manga de la sudadera que llevaba puesta y cubría hasta la punta de sus dedos. Con mucho cuidado, mientras yo la sostenía firmemente por la cintura, comenzó a elevar la manga, se empezaron a ver los dedos pero cuando llegó a los nudillos se veía como estaba un poco inflamados.

 

- “UGH no… duele”

 

- “Tenemos que apresurarnos para que la revisen. Déjame llevarla.”

 

Se acercó aun mas, la solté de la cintura mientras él pasaba un brazo bajo sus piernas y otro en su cuello.”

 

- “La voy a levantar, por favor mantén su brazo firme a su cuerpo”

 

Lo ayude, y pronto tenia a Taeyeon en sus brazos mientras ella se quejaba un poco.

 

- “Soyeon abre la camioneta”

 

So~ salió corriendo mientras su manager y yo caminábamos con precaución hacia la salida. Jinki a un lado de nosotros, nervioso.

 

- “No noté lo de su brazo. Perdona”

 

Sabía que no era un mal tipo y realmente no podía culparlo por nada, Taeyeon se le atravesó, por lo poco que sabía. Además, bien o mal la ayudo. Le ofrecí una ligera sonrisa y nos siguió, cerrando la puerta de su casa con llave mientras yo me subía al asiento trasero de la camioneta para recibir a Taeyeon.

 

- “¿Segura que la puedes llevar? El camino será movido, debes mantener su brazo lo mas inmovilizado posible.”

 

Asentí una vez firmemente y lentamente me dejo a Tae en las piernas.

 

- “Rodéala con tus brazos, trata de no tocar el suyo… así, exacto”

 

Las cortas piernas de Taeyeon colgaban mientras yo la sostenía en mi regazo.

 

- “Chico tu iras al frente conmigo, Soyeon-ah, asístelas ahí atrás”

 

- “Claro oppa”

 

Y así pronto estábamos en camino.

 

Debido a los baches y topes, el cuerpo de Taeyeon se movía y dejaba escapar ligeros quejidos.

 

- “No te preocupes Tiffany”

 

Alcé mi vista y, por el espejo retrovisor de la camioneta, vi como el manager de So~ me dirigía la vista de vez en cuando.

 

- “Su brazo a lo mucho estará, fracturado, que lo dudo muchísimo. Creo que lo más preocupante aquí es lo de la prensa. Les recomiendo tengan una buena coartada.”

 

No importaba que dijera, la prensa me valía un comino, no iba a dejar de preocuparme incluso aunque fuera simple intoxicación la que tenía.

 

Nos detuvimos en un semáforo en rojo y aproveche para quitar uno de mis brazos de su alrededor y apartarle algunos cabellos de su rostro. Tenía el gesto torcido y aun así, ebria y pálida, se veía adorable. Agache mi rostro y le di un beso en la frente.

 

- “Fany…”

 

Regresé mi brazo a su cuerpo al ver la luz verde.

 

- “Oppa ¿está lejos la clínica?”

 

- “Si Soyeon-ah, escogí esa porque es una de las mas retiradas y ahí trabaja un amigo, nos hará el favor de revisarla sin dejar expediente.”

 

Después de aquello se hizo el silencio en la camioneta. La verdad no me preocupaba si fuese incomodo o no, mi atención estaba en Taeyeon, quien seguía balbuceando incoherencias.

 

- “¿Cuándo entenderá que el alcohol no es su fuerte?”

 

Gire un poco mi cabeza para ver a Soyeon recargar su barbilla en el respaldo de mi asiento, viendo a Taeyeon por arriba de mi hombro.

 

- “Se lo he dicho mil veces.”

 

Estiró su brazo, pasando por encima de mi hombro y le dio ligeros golpecitos en la frente con su dedo.

 

- “Alcohólica Taeyeon” 

 

Pero aquello produjo un efecto un tanto… extraño. Sus cejas se juntaron y su expresión se torno triste.

 

- “Señor Hwang… soy…buena… lo soy”

 

Suspire y me acerque a ella, con mucho cuidado de no lastimar su brazo y posé mi frente con la suya. Era una posición incómoda para mí pero en este momento era lo que necesitaba, ella, cerca.