2 de Mayo 2002

Tiffany POV 

En la vida hay dos tipos de personas, las que esperan por oportunidades y las que van y las crean. 

Siempre me he considerado como una de las que crean oportunidades, soy decidida, cuando quiero algo lo consigo, si tengo algo que decir lo digo y de mi cuenta corre que sea escuchado, pero en esta vida siempre habrá cosas que te demuestren que no siempre será así, en mi vida la cosa tenia nombre. Kim Taeyeon. 

Frustración no empieza ni remotamente a describir todas mis emociones hacia esa persona que robó mi atención al abrir la puerta en aquella ocasión.

Habíamos pasado de compañeras de cuarto no deseadas a mejores amigas. 

En este año, 6 meses y tres días nos habíamos vuelto la única persona para la otra, inseparables, compañeras incluso en las sesiones de entrenamiento. Y aun así sentía que no estaba bien. Es decir, todo eso estaba bien, más que bien, pero sentía la necesidad de tenerla cerca siempre y, a veces cuando ella hacía o decía ciertas cosas me provocaba emociones de las cuales solo había leído en libros. 

De todas maneras, era la primera vez que experimentaba algo así y estaba decidida a hacer algo, a dejar pequeñas pistas de lo que sentía por ella, para ver si lo que sentía era correspondido, pero no importara que dijera o hiciera, siempre terminaba en momentos incómodos. 

Las únicas veces que se volvían más intimas era cuando hablábamos de nuestras vidas. 

Como murió mi madre. Ella me abrazó hasta quedarme dormida.

Como Taeyeon descubrió sus preferencias. Dándole una plática de como en Estados Unidos era normal.

Como tonta e inocentemente confesé a mis padres que me gustaba la niña de enfrente. Me pregunto sobre mi madre y le platiqué como ella reaccionó normalmente. 

Tantos detalles, tantas platicas, tantas cosas que podía tener la seguridad que solo yo sabía de ella, me sentía especial, pero aun así no lo suficientemente especial. Aun quedaban muchas cosas que decir, sabía que había más detalles de nuestras vidas que contarnos, pero más que nada esperaba algo más.

- "Fany" 

Parpadee rápidamente y enfoque mi vista en ella. Kim Taeyeon, ¿Qué me hiciste y qué tengo que hacer para que me mires? 

- "¿No te gustó la comida?"

- "Sabes que siempre me gusta lo que cocinas" 

Un ligero color en sus mejillas se formó y bajo su vista al plato, era tan linda. Di un suspiro inaudible. Estaba realmente perdida. 

- "Umm Fany"

Le di un pequeño 'Umm' de regreso y seguí comiendo.

- "En unos días será día del niño, este año no hemos ocupado nuestros días libres, digo, desde navidad que..."

- "Que no quisiste ir conmigo" 

Le lance una mirada de reproche y apreté mis labios. 5 meses y aun no superaba que me dejara sola y no aceptara mi invitación.

- "Sabes que no podía aceptar eso, es mucho. Pero me halaga que pensaras en mi para acompañarte en esa fecha tan especial, con tu familia" 

- "Aun así no fuiste conmigo" 

Vi en su rostro como se dibujaba una sonrisa nerviosa. 

- "Espero que no seas muy rencorosa conmigo, estaba a punto de invitarte a Jeonju" 

Kim Taeyeon, me acaba de invitar a Jeonju. A su hogar. Conoceré a la señora Park. ¡SI!. Actúa normal Tiffany Hwang, no lo arruines. 

- "Oh. ¿Celebras algo en estos días o...?"

Trate de mostrarme lo más desinteresada que podía pero creo que no dio el resultado que esperaba. 

- "Si no quieres ir no hay problema" 

Un tono un poco amargo y triste me hizo levantar la mirada justo a tiempo para verla retirarse de la mesa con su plato. 

- "Es decir, yo pensé que tal vez quisieras pasar el fin de semana un poco diferente" 

Soltó una risa un tanto triste. Y yo que pensé que ya habíamos hablado de esto, pero decidí dejarla terminar. 

- "Aunque Jeonju no es nada como Seúl, tal vez te aburras, olvida que lo sugerí"

Me puse de pié y agarre mi plato y fui hasta donde ella estaba, el lavaplatos. Deje el plato y la tome de un hombro para darle media vuelta. 

Esos ojitos de perrito, eran mis favoritos. 

- "¿Qué te dije de asumir cosas?"

Un rubor empezó a entrar en sus mejillas. Este tipo de reacciones eran por las cuales yo no me daba por vencida y me decía a mi misma que tal vez ella sentía algo por mí también. 

- "Claro que quiero ir contigo, solo que me sorprendió que me quisieras llevar. ¿Me presentaras a la señora Park?"

- "Claro, ya le he hablado de ti" 

Mi estomago hacia cosas. Le hablo de mí. A la persona más importante de su vida. 

- "Espero que cosas buenas, tratare de dar mi mejor impresión" 

- "No creo que tengas otra" 

Ahí estaba, esa reacción de correspondencia. Más nunca duraba. 

- "Entonces, ¿Quieres ir o no?"

Se dio media vuelta y empezó a lavar los platos que habíamos utilizado. Ahí estaba, la reacción que seguía. Estaba atorada en esta versión de ella donde no sabía que tenía que hacer para llegar al siguiente punto. 

- "Lavar eso es mi tarea"

Me puse a un lado de ella y le di un golpe de cadera a cadera. 

- "Tu cocinas yo lavo, ¿Recuerdas?" 

Me dio media sonrisa y se fue hacia su cuarto. Yo seguí lavando y al poco tiempo termine, pues solo éramos ella y yo.

Me seque las manos y fue a la sala cuando vi que Taeyeon salía de su habitación. 

- "En 3 días es día del niño, es la única fiesta que realmente importa en nuestra casa, estaba pensando en comprarles algo pero no se que"

Fue ahí cuando vi que traía su alcancía, que era una vaso grande de la cocina. 

- "Creí que ahorrabas para un celular" 

- "Lo sé, pero... Realmente quiero comprarles algo" 

En serio ella era... Tenía ganas de besarla. Sus cejas nada prominentes se juntaban al centro y tenía la expresión pensativa. 

- "¿Y si les compramos un pastel? A todo mundo le gusta el pastel" 

- "¡De Vainilla! A todos nos gusta ese... Espera, no, tu eres invitada Fany tu no debes pagar nada" 

Su cara paso de niño en navidad a Santa Claus no existe en segundos. 

- "Vamos, que solo es un pastel, si de verdad quieres que vaya debes dejarme pagar la mitad del pastel y los boletos del tren o autobús, lo que vayamos a tomar" 

- "Umm si gustas... podemos viajar en tren es más rápido" 

Y más caro. 

- "Pero tú siempre viajas en autobús"

No estaba siendo mala, solo quería que no se avergonzara por los recursos que tenia. Al contrario, debería estar orgullosa de saber que está aquí por sus méritos. Era algo que siempre le decía. 

- "Si, solo pensé que, tal vez no te guste esperar mucho"

- "Son solo 30 minutos más, por mi está bien" 

Creo que era suficiente, tampoco esperaba que ponerla incomoda con estos temas. 

- "¿Cómo es el plan? ¿Cuándo nos vamos?"

- "Pensaba que sería buena idea irnos mañana a medio día, después del entrenamiento, son 2 horas y media y podemos estar el fin de semana, pedí permiso para las dos el lunes así que..."

Ya lo tenía todo planeado, muy típico de ella. 

- "Ok, mañana entonces. Haré mi maleta" 

Estaba emocionada. Esto era más que una visita, ella me estaba dejando ver una parte de su pasado. Sonreí ante eso. 

- "No pensé que te causara tanta alegría un viaje así" 

Le di una sonrisa sarcástica mientras me paraba y disponía a ir a mi habitación a arreglar todo para el viaje. 

- "Si me hubieras acompañado a California conocerías el sentimiento" 

Le dije mientras caminaba alejándome de ella. Me detuve y di media vuelta, le saque la lengua y seguí caminando. 

- "En serio, ¿me acabas de sacar la lengua?" 

Alcance a escuchar dentro de mi habitación. ¿En serio quieres jugar a esto? Me regresé a la puerta y saque solo la cabeza. 

- "Mierda" 

La sonrisa burlona de su cara se borró completamente. Le lancé un guiño y me regrese a la habitación. 

Nueva habilidad: Imitar las palabrotas de Kim Taeyeon. 

---

No eran vacaciones pero era fin de semana, así que la central de autobuses estaba un poco saturada de gente. Taeyeon me recomendó no llevar muchas cosas así que solo empaque lo esencial y todo cupo en una pequeña maleta. ¡Incluso Totoro!

Un empujón me hizo perder levemente el equilibrio, pero la mano de Taeyeon me detuvo. 

- "Ouch"

- "Lo siento preciosa, ¿Estás bien?"

El aliento de este sujeto, quien ya se veía algo grande, era desagradable. Tabaco y alcohol. Por dios que le pasaba, no era tan tarde y ya no podía ni sostenerse. 

- "Estoy bien..." 

- "Vamos, ¿Cómo te llamas?"

Ok. Tipos como estos necesitaba menos el mundo. Me empecé a alejar tratando de ignorarlo.

- "Te estoy hablando jovencita"

Me tomó del brazo y me jaló bruscamente. 

- "¡Oye me estas lastimando!"

El tipo no entendía razones. Estaba a punto de tomar el gas pimienta cuando de repente sentí al tipo soltarme de golpe y caer al suelo. 

- "S-suéltala" 

Con los brazos extendidos hacia enfrente, Taeyeon lo había empujado y por su estado no pudo sostenerse. De reojo vi que se acercaban dos policías que vigilaban la estación. 

- "¿Se encuentran bien señoritas?"

- "Si, gracias"

Le conteste rápidamente, pues mi atención estaba en Taeyeon. Tenía aun los brazos en el aire extendidos, temblaba ligeramente y sus ojos estaban desenfocados. 

Me acerque por detrás y la rodee con mis brazos lo más delicadamente posible. Se sobresalto. 

- "Tranquila, soy yo, anda vamos" 

Le susurré. La tome firmemente de una mano y camine entre la gente que ya estaba de espectadora y solo se nos quedaban viendo. 

Nos sentamos en una banca y me puse de frente a ella.

- "¿E-estas b-bien?" 

Eso me hizo sonreír. Pero si esta temblando y aun así se preocupa por mí. Mi corazón y estomago dieron un vuelco. 

- "Estoy bien, gracias"

- "H-hombres" 

Se paró de golpe de la banca y suspiró. Me miro y trató de sonreír mientras me daba la mano. Veía lo que hacía, trataba de verse fuerte delante de mí. Que no le afectaba. Pero yo sabía que no era así, sin embargo por el momento, la deje. 

Le di la mano y nos dirigimos a comprar los boletos. 

2 horas y media después. 

Con los ánimos menos tensos y más relajadas íbamos llegando a la estación de Jeonju. Realmente era mucho más pequeño que Seúl pero era más verde y campirano, el aire era agradable y no había tanto movimiento.

Caminamos, siguiendo fielmente el rumbo hacia el orfanato, no sin antes comprar el pastel claro. Fue un trayecto muy ameno donde Taeyeon me explicaba cada detalle y sus aventuras. Hablar era una de mis cosas favoritas, pero hablar de Kim Taeyeon y sus anécdotas era maravilloso. 

Así sin más llegamos a una casa, no muy grande, no muy pequeña, pintada de un azul obscuro y en una pared había huellas de manos hechas con pintura, de diferentes tamaños y colores. 

- "La azul es mía" 

Voltee a observar su mirada rápidamente, brillaba, era como si estuviera en su lugar feliz. Regresé la vista a la pared y una pequeña mano azul, la pintura ya muy tenue por el paso de los años, estaba justo a bajo de la gran mayoría de las huellas.

- "Vamos adentro, solo la señora Park sabe que venimos así que prepárate" 

Ni si quiera cuando cantábamos en el estudio se veía así de feliz. 

Entramos a la casa y se escuchaban pequeñas vocecitas. 

- "Señora Park hoy no es día de puertas abiertas, ¿Por qué tenemos que vestir así?" 

- "Ah Seungho-ya para de hacer preguntas y déjate peinar querido que ya eres el último, todos esperan por ti" 

Nos asomamos sigilosamente por la puerta y ahí los vi, 3 niñas y 3 niños sentados en un gran sofá rústico y uno, el pequeño Seungho, junto a la señora Park, suponía yo. Todos tenían alrededor de 6 - 8 años. 

- "De todas formas no me puedo ensuciar, es la ropa bonita señora Park" 

- "En un momento más se pueden cambiar, no desesperes" 

Taeyeon se adelanto y entro al cuarto e inmediatamente a los 6 pequeños que estaban sentados se les iluminó el rostro. 

- "Taeyeon unnie" 

- "Noona" 

Todos la rodearon, incluso el pequeño Seungho. Pero ella se dirigió a la señora Park, dándole un gran abrazo. 

- "Te extrañé querida, ¿Cómo estás?" 

La señora Park se veía más joven de lo que imaginé, no sé, esperaba a una viejecilla con cabellos blancos pero esta señora Park no creo que rebasara los 40 años. 

- "Bien señora Park, ¿Cómo esta todo por aquí?"

Soltó una sonrisa torcida y miró acusadoramente a los niños quienes rápidamente se pararon cual soldaditos y se planchaban las arrugas de sus coquetos trajecitos, las niñas intentando peinarse. 

- "Mmm pues que te diré Taeyeon" 

La señora Park dejo un gran suspiro al aire haciendo que los niños bajaran las miradas al suelo. 

- "S-señora P-ark yo" 

Una pequeña, me atrevería a decir la mas chica de las 3 niñas hablo tímidamente y levanto una mano. 

- "¡Sunhee! Ya hablas" 

Taeyeon se lleno de alegría e inesperadamente, para mí, levanto a la pequeña y la abrazó dejando pequeños besos en los cachetes regordetes de la pequeña quien reía muy despacio. La soltó y la miro directamente a los ojos, como si hablara con una persona de su misma edad.

- "Estoy muy orgullosa de ti" 

De repente sentí... Un jalón en mi pantalón. Mire hacia abajo y ahí, junto a mí, estaba otra niña, un poco más grande que Sunhee. 

- "Oh por cierto, les tengo que presentar a... Yangmi ¿Qué haces?"

Levante mí vista hacia dentro de la habitación para ver todas las miradas puestas en mí y la pequeña niña. 

- "Que irrespetuosos que somos, Taeyeon pasa a tu amiga, que pena señorita"

- "Tiffany adelante, Yangmi deja que entre" 

- "Lo siento, tu reloj, es bonito unnie"

La niña se soltó de mi pantalón y corrió hacia la sala a sentarse, donde los otros niños empezaban a hacerlo también. Taeyeon me alcanzo a mitad de salón y me ayudó con el pastel. 

- "Perdón, Yangmi es exactamente como tú, tiene una cosa por el color rosa, por favor contente y no empeores su caso" 

Le di una sonrisa a la pequeña niña que no dejaba de ver mi reloj. 'Una mini yo, ya tengo una amiga y acabo de llegar, genial'. 

- "Tú debes ser la famosa Tiffany, es un gusto por fin conocerte" 

La señora Park se acerco y me estrecho fuertemente. Tal vez no por la edad, pero el calor y sentimiento que desprendía era totalmente maternal. 

- "Así que soy famosa jaja, el placer es mío" 

- "TaeTae noona habló de ti la otra vez"

Un pequeñín con lentes fue el valiente.

- "Hyunki... Jaja niños, les traje pastel" 

Una muy colorada Taeyeon dijo. De repente todos tenían caras de felicidad. Lo que un simple pastel podía hacer. Maravilloso. El corazón se me salía del pecho a ver a estos niños brincar y pedir por favor una rebanada de pastel a una señora Park que les decía que aun no. 

- "Tenemos que esperar a los demás chicos, ¿Que les parece si suben a cambiarse y comemos el pastel para la cena?"

Gritos y aplausos se dejaron escuchar en aquella habitación.

- "Bueno, pero antes de que se vayan, saluden debidamente a Tiffany y preséntense, que se vea que son niños bien educados."

Como si lo tuvieran ensayado rápidamente se formaron, del más pequeño al más grande, sin empujar y así empezaron las introducciones. Me puse de rodillas para estar a su altura. 

- "H-hola, mi... Mi, s-soy S-unhee"

- "Hola Sunhee, mucho gusto ¿Me das un abrazo?" 

Siempre había sido un poco mala tratando con pequeños pero ellos, se ganaban el corazón de cualquiera en segundos.

Después de Sunhee, Seungho, Hyunki, Yerin, Yoongjo, Daesun y mi nueva amiga Yangmi, se acabaron las presentaciones y subieron por las escaleras a sus habitaciones para cambiarse. 

La señora Park me dio un pequeño recorrido por el jardín trasero, la cocina, la sala y finalmente... Las habitaciones. 

- "Y aquí son las habitaciones de los pequeños, junto a la mía, al otro extremo están las habitaciones de mis pequeños adolescentes. Por suerte tenemos una habitación desocupada"

Mis ojos trataron disimuladamente de no salirse de su lugar mientras la señora Park abría la puerta de la que, supongo yo, sería mi habitación durante mi estadía. De reojo vi como Taeyeon abría y cerraba la boca ligeramente. 

- "Las sabanas están limpias y la recamara de Taeyeon es la que está justo a un lado, si necesitas algo se lo puedes pedir a ella"

Claramente mi cerebro no había procesado la parte donde estábamos en casa de Taeyeon y no compartiríamos, como habíamos venido haciéndolo desde aquella navidad hace más de un año, una habitación y mucho menos una cama. Por la expresión que tenía Taeyeon podría asegurar que ella tampoco. 

Todo a partir de ahí fue un abrir y cerrar de ojos. Las presentaciones con los 3 adolescentes. 2 chicos y una chica, igualmente de educados como los pequeños y muy amables. La cena, el equipo lavar los trastes contra el recoger la mesa. Las buenas noches con beso de cada uno a la señora Park y entre sí. 

Ahora estaba tirada en la cama, mirando hacia arriba en la obscuridad.

- "Totoro... Tal vez Yangmi tenga espacio en su cama para nosotros" 

Abracé fuertemente a Totoro contra mí, si había algo o alguien no dudaría en usarlo. 'Lo siento Totoro es tu vida o la mía'. 

No estoy segura cuanto tiempo paso ni de cuantas vueltas me di en la cama, pero era obvio que no iba a conseguir dormir aquella noche. Ya resignada a mi cruel destino, me quede quieta en una sola posición. 

Un rechinido de la puerta me sacó de mis pensamientos. Apreté a Totoro fuertemente. Sentí como la cama se movió de un lado y escuche el mover de las sabanas. 

Estaba a punto de lanzar el proyectil que tenía entre mis brazos cuando de pronto... Lavanda. Ese olor tan peculiar. 

- "Fany" 

Me gire rápidamente para quedar de frente a Taeyeon. Aunque realmente no la veía, sentía su presencia. 

- "Taeyeon, ¿Qué haces?"

- "Perdón si te desperté, es que... No puedo dormir" 

Pagaría lo que fuera por ver esa cara, pues por el sonido de su voz, era totalmente sus ojos totalmente adorables.

- "¿No se supone que las personas duermen mejor en su cama? Ven aquí" 

A tientas nos movimos en aquella cama, hasta quedar en la posición que habíamos adoptado como 'normal' para dormir. Taeyeon apoyada en mí mientras yo la rodeaba con mis brazos. Me encantaba dormir así, pues me permitida estar toda la noche sosteniéndola y oliendo su sedoso cabello con esencia de lavanda. 

- "Hasta mañana Fany" 

- "Descansa TaeTae" 

- "Ugh" 

Su cara se hundió en mi cuello y mi sonrisa burlona desapareció. Sabía que era por el sueño y cansancio porque Taeyeon normalmente era más tímida para esto. Incluso de tener más del año durmiendo así, nunca hacia este tipo de cosas.

- "¿En serio me llamaras así?"

Sentí el frío contacto de su nariz recorrer mi cuello para después recibir el choque de temperatura con su cálido aliento. Cerré los ojos, y la abracé un poco más fuerte, pasando mi nariz por su cabello. Mis emociones por todos lados. 

- "Si es muy personal y muy familiar o te molesta que te diga así yo..."

- "Tu me puedes llamar como tú quieras, no me molestaría"

Contuve la respiración, porque tal vez no veía, pero esa sensación, tan cálida, húmeda. Eso era nuevo. Labios. Un beso. Oh dios. Toda mi piel se erizó, como sintiendo celos de esa parte de mi cuello que era la que había recibido aquel roce tan especial. Apreté aun más los labios y deje de respirar. Cuando volví en sí, todo me daba vueltas, pero poco a poco mi pulso se regularizó y los ronquidos tan singulares de Taeyeon llenaron mis oídos. Se había dormido profundamente.

Suspiré. Y susurré a su cabello. 

- "¿Cómo yo quiera?... ¿Qué tal llamarte mía?" 

El olor me embriago y caí en un profundo sueño. Lavanda. 

---

5 de Mayo, día del niño en Corea, era especial para todo pequeño. Era el día de fiesta, de regalos, de dulces, sin embargo estos niños eran especiales. 

- "TaeTae creo que el mío está quedando mal" 

El pequeño Daesun se quejo y veía tristemente su mano de obra. 

- "Déjame ayudarte" 

Taeyeon lo auxilió mientras que los otros tres adolescentes ayudaban a los demás niños. 

- "Si el nuestro no vuela al menos es lindo" 

Regrese mi mirada a la pequeña Yangmi que estaba a un lado mío observando nuestra obra de arte rosado.

- "Ustedes dos son tal para cual" 

Volteamos al mismo tiempo para ver a la señora Park. Salir de la casa. 

- "Bueno niños, tomen sus cometas y vamos al parque" 

Inmediatamente todos se pusieron de pie con sus pequeños cometas en mano y formaron una fila. Era una ternura ver como se organizaban entre sí. 

Salimos de la casa, dirigidos por los mayores rumbo al parque, que no estaba lejos de ahí. Había muchas familias con sus niños, corriendo y jugando. Tomamos una parte del parque, la que estaba menos concurrida y nos sentamos, los tres jóvenes estaban en su mundo, muy alejados de nosotras, pero de vez en cuando dando una revisión a los pequeños. Los 7 niños corrían, intentando elevar sus cometas. Bueno, 7 más 1, ese uno un poco más grande y... Hermosa.

- "Siempre ha sido así" 

Me sobresalte y mi mirada dejo a Taeyeon para encontrarme con la sonrisa burlona de la señora Park. 

- "¿Ah sí?" 

Intenté sonar despreocupada y ocultando mis mejillas. 

- "Si, tiene espíritu de niño, es muy noble ¿Sabes?" 

Mi vista inmediatamente se fue a aquella persona, solo para ver como daba un bailecillo por haber elevado el primer cometa. 

- "Todo esto que hace es muy noble de su parte" 

- "Gracias, ellos... son mi adoración, mi vida" 

- "Debe ser muy difícil verlos partir"

Me vio a los ojos tristemente y de igual manera me dio una sonrisa. 

- "No pasa a menudo" 

- "¿No? ¿Por qué?" 

Dio un largo suspiro y miró al cielo. 

- "La gente aquí es muy cerrada, la adopción aun es un tema no bien aceptado, además, mis niños ya son grandes, las pocas parejas que adoptan prefieren bebés, es una lástima, ellos tienen tanto amor para dar. La gente de aquí no le llama orfanato sabes, es como una casa hogar" 

Aun cuando su tono era triste sus ojos denotaban el gran orgullo que sentía por aquellos pequeños. 

- "Debo ser sincera, esperaba a alguien mayor, usted luce aun muy joven"

- "Gracias querida, viniendo de alguien como tú me siento halagada"

De vez en cuando volteábamos a ver a los niños, solo para estar seguras de que estuvieran bien. De todas las veces Taeyeon estaba ahí al pendiente, haciéndolos reír.

- "Debió empezar esto a una edad muy pequeña, eso demuestra su gran corazón"

- "O mi egoísmo" 

Voltee a verla solo para ver su rostro llenarse de preocupación. 

- "¡Sunhee no te alejes demasiado linda!" 

Gire mi rostro rápidamente, pensando que algo había pasado, pero solo vi a la pequeña Sunhee un poco retirada de los demás. Taeyeon giro igual que yo para buscar a la pequeña y cuando la vio la trajo hacia el grupo. 

- "Lo siento, me vuelvo un poco paranoica con los pequeños" 

- "Entiendo"

Un silencio un tanto incomodo se posó entre nosotros. No sabía cómo continuar. 

- "Puedes preguntar, aunque creo que eres demasiado educada para hacerlo."

Me regalo una mirada y palmeo mi mejilla. 

- "La idea de una familia era todo para mi, mis padres habían fallecido cuando tenía 17 años, era hija única así que fui la única beneficiaria de su herencia, solo debía esperar a ser mayor de edad para disponer de todo, 1 año más. Me casé muy joven... Mi novio en aquel entonces, buscaba lo mismo que yo, una familia, él estuvo conmigo durante todo el periodo de depresión por lo de mis padres" 

Su sonrisa no era de tristeza, si no de... ¿Incredulidad? Tal vez. 

- "Nos casamos cuando teníamos 19, sabes, teníamos dinero, Las Vegas, éramos felices. Hasta que, a los 20 años, me dijeron que era infértil."

La diferencia en su tono era clara. Eso aun le dolía y le pesaba. 

- "Tan pronto supo, me dejo. Llevándose la mitad de todo lo que me habían dejado mis padres. Creo que eso era lo que más me dolía." 

- "Que infeliz"

- "Infeliz fue. Lamentablemente para él. Murió a los 8 meses después. Al parecer se involucró con las personas equivocadas, no sé. El punto clave fue que aun estábamos casados."

- "Sus cosas... ¿Todo?" 

Asintió

- "La vida es justa al parecer" 

Rió armoniosamente y vio mi rostro. 

- "Al menos reaccionas menos... Mal habladamente que aquella pequeña" 

Nos reímos juntas al saber a quién se refería.

- "Estaba sola Tiffany, necesitaba amor y compañía. Pensé ¿Por qué no? Tenía los recursos y nada que perder. Así que al cumplir los 22 años acondicioné la casa, arreglé todo legalmente, sabía que podía, quería ofrecerles esperanza a los pequeños. El primer angelito llegó incluso antes de inaugurar"

Se rió ella sola, como si se tratase de un chiste personal, uno amargo tal vez. 

- "Entonces desde que empezó esto ¿No ha tenido que ver partir a ninguno?" 

- "Solo a tres... Bueno cuatro pero... Tres" 

- "¿Disculpe?" 

Suspiró muy pesadamente. 

- "Digamos que no ha sido sencillo, entendí que estos angelitos dependen de mi en muchas áreas."

Vi como trataba de formular sus próximas palabras. 

- "El proceso de adopción es un paso muy importante, ver que los padres en prospecto sean personas de bien, la primera vez que una pareja llego y pregunto por trámites de adopción yo estaba feliz, por fin uno de mis angelitos se iría y tendría una familia, el matrimonio escogió, fue muy rápido, una firma aquí otra allá, les apoye en todo para que fuera lo más rápido posible, yo estaba encantada" 

Sus ojos estaban perdidos en un punto lejano, recordando aquello. 

- "Ese proceso vino nuevamente y todo salió a la perfección, eran matrimonios llenos de amor y con hogares estables. En aquel entonces no había muchos pequeños, pero entre ellos estaba una niña. Tremenda. Mi adoración. Yo la veía, cada que era día de puertas abiertas, transformarse de pequeña traviesa a disfrazarse de princesa, era algo que no le quedaba" 

- "Taeyeon" 

Nuestras miradas se dirigieron a aquella persona quien, aparentando ser un ave, movía sus brazos de un lado para otro simulando volar y haciendo reír a los 7 niños que corrían tras ella con sus cometas elevados. Sonreí. 

- "Siempre fue así, atrevida, se ensuciaba, trepando árboles. Pero ese día cambiaba, ella quería encontrar una familia y tenía esa idea que si no era como todas las niñas nadie la elegiría. Me partía el alma verla. Hable con ella, le dije que no tenía porque cambiar, pero ella aseguraba que sí. Así que me propuse encontrarle una familia."

Después su semblante se oscureció.

- "Poco tiempo después se presento una pareja, parecían amables así que no puse trabas, querían adoptar. Les di la fecha del próximo día de puertas abiertas pero ellos no querían pues 'No tenían tiempo', por miedo a que se fueran y no regresaran hice una excepción y les dije que podían entrar a ver a los niños, me dijeron 'Esta bien, cualquiera está bien, solo queremos darle amor' tontamente me ilusioné."

Suspiro y me vio a los ojos. Culpa, tristeza y dolor. 

- "Les di a Taeyeon. Ella iba tan feliz, totalmente emocionada y yo me sentía tan bien por ella, pero algo dentro de mi no me dejo. Un mes y medio. Tarde un mes y medio y me maldigo desde entonces. Les di una visita sorpresa. Solo que la sorprendida fui yo." 

Contuve la respiración, no sé porque, sentía miedo. Sus ojos se llenaron de lágrimas y dentro de mí sabía que aun después de tantos años aun no lo superaba. 

- "Mi niña, siempre supe que sería diferente, no hablo de su ualidad, hablo de su grandeza, ella iba a ser grandes cosas en la vida. Pero nunca me imagine verla así. La tenían amarrada a una cama, de sus pequeños brazos, de pie. Cuando la vi no lloraba, simplemente tenía el rostro... Como cuando regañas a un niño por hacer algo mal. ¿Sabes que es lo primero que me dijo?"

- "¿Qué?" 

Mi voz se quebró, la historia me tenía demasiado sensible. 

- "Me pidió disculpas. Por ser como era. ¿Entiendes como me sentí? Ese hombre la insultó, por no ser la princesa que él buscaba."

Sentí un dolor inexplicable. Yo sabía que Taeyeon había sufrido, pero nunca pensé que tanto. 

- "Intenté quitárselas, el proceso iba a ser largo, yo lo sabía y estaba dispuesta, algo que me sorprendió mucho era que la esposa estaba dispuesta a regresarme a Taeyeon, pero el hombre estaba loco."

Suspiró y miro sus manos. 

- "Fueron dos meses, pero no iba a descansar hasta quitárselas. La lastimo mucho, mentalmente. La insultaba constantemente, por su forma de ser. Después de eso y de por fin tenerla nuevamente en la casa, con una orden del juez, fue todo un shock. No era ella, seguía con miedo, intentando ser alguien que no era. Verla así me dolía, me sentía culpable, así que hice algo totalmente egoísta de mi parte."

Sus ojos fijos en Taeyeon, con un brillo maternal, no había duda cuán importante era todo esto para ella.

- "La adopte." 

- "¿Qué?" 

Sus ojos llenos de amor se encontraron con los míos, que estaban abiertos de par en par. 

- "No lo pensé dos veces. No sé si fue lo mejor, pero lo sentí apropiado. Ella tenía 7 años yo tenía 28." 

- "Espera, si tenias 28 y Taeyeon 7 significa que..." 

Me sonrió

- "Que inteligente eres. Si, Taeyeon, fue el primer bebé que recibí, tenía apenas un año. Aun recuerdo como pasó todo. Estaba lloviendo a mares pero yo estaba feliz porque por fin habían aprobado los papeles. Todo estaba listo para abrir aquel lugar. De repente, en medio de mi celebración, escuche un golpe en la puerta. Se me hizo muy extraño, nadie me visitaba y como te dije aquel lugar no estaba abierto aun. De todas formas corrí a abrir la puerta solo para encontrarme a un tipo, totalmente ebrio, con un bebé en brazos. Prácticamente me lo arrojó a las manos, en lo que acomodaba al pobre pequeño vi como tiraba una bolsa al piso, se dio media vuelta y nunca volvió."

- "¿Así? ¿Sin más?" 

Asintió ante mi perplejidad. 

- "Me quede helada por un momento, hasta sentir como el bebé se quejaba. Estaba empapado. Me agache para levantar lo que tiro y vi que era un sobre con todos sus documentos y una carta, supongo lo metió en la bolsa por la lluvia, no sé. La cambie con una ropa que tenia ahí, por primera vez mi obsesión por la ropa de bebé servía de algo."

Su risa sonaba tan... Llena, amorosa. Ahora entendía el lazo entre ambas. 

- "Sabes fue algo muy gracioso, su padre me la entregó en ropa azul así que pensé que era un niño, tome la ropa azul que tenia para cambiarla y... O sorpresa" 

- "Jajaja ahora veo de donde empezó su amor por el azul"

- "Algo así, aunque mas fue por la ropa cómoda, siempre odió los vestidos" 

Un silencio nos inundo, pero no era incomodo. Ambas veíamos al centro de nuestra conversación.

- "¿Sabes porque te cuento todo esto Tiffany?"

Regrese la mirada y mi atención hacia ella.

- "Porque sé que eres importante para ella, tanto como para armarse de valor en la noche y entrar a tu habitación a dormir."

OMG... Mis mejillas se enardecieron incluso mis orejas, mi boca se abría y se cerraba. 

- "Jajaja no te avergüences, no es reproche, simplemente me causo mucha impresión, ella no es de iniciativa" 

No podía articular palabra, mi mente se congelo. Era como ser descubierta por tu suegra... ¡Y aun no éramos nada! 

- "El hecho de que haya sido ella quien te buscó habla mucho de cuanto le importas. Por eso quería tener esta conversación contigo" 

No sabía a dónde iba esto pero su mirada era de suplica.

- "Ella te quiere y se ve que tu también y eres muy noble, pero si no puedes comprometerte a luchar por ella o a ofrecerle lo que ella busca en ti, te pido que no la hagas sufrir mucho."

Dio una pausa y dudo un poco, pero aun así continuó. 

- "Que su padre la abandonara por que su madre murió al darla a luz y Taeyeon le recordara el hecho cada que la veía era suficiente, digo, al menos la registró y me entrego todos sus papeles en orden, sin embargo ella ha seguido encontrando gente en su vida que la hace sufrir, yo me incluyo en eso, así que te pido por favor, que tu no lo hagas."

- "Señora Park, no creo que Taeyeon la considere una persona que le ha hecho daño, al contrario. Y... Para lo demás, yo... Cuidare de ella"

Sabía que indirectamente le estaba diciendo que Taeyeon no me era indiferente, el rubor en mis mejillas aun presente.

- "Magnifico. Solo, tenle un poco de paciencia, ella puede ser un poco desesperante, incluso no estaría mal que le ayudaras un poco" 

Mi nivel de 'genial' quedaba en ser amiga de Yangmi, recibir consejos de la que podría llegar a ser tu suegra era incomodo. 

Entendió mi silencio y se puso de pie, sacudió su ropa y se alejo hablando con los tres chicos adolescentes y llamando a los pequeños, era hora de irnos. 

Taeyeon regreso corriendo hacia mí y se tiro donde hace algunos momentos estaba la señora Park. 

- "Estoy muerta, los diablillos no paran" 

Tenía las mejillas coloradas, estaba sudorosa y sin aliento. 

- "Tu eres igual que ellos"

Me regalo una sonrisa torcida que dejaba ver ese hoyuelo. Gracias al cielo estaba sentada, me temblaban las rodillas cada que lo veía. 

- "Espero que la señora Park no te haya aburrido, vi que conversaban"

- "Hablábamos de ti"

Se me hacía justo decírselo, pues no me parecía hablar de alguien a sus espaldas, pero en el momento que lo dije se puso tensa y rígida. Sus ojos denotaban miedo e inseguridad. 

- "Chicas, nos vamos, los pequeños están cansados" 

Y fue así como la ida al parque se terminó. Regresamos a la casa y todos nos dimos un baño, cada quien ayudándole a la señora Park y turnándonos a los niños. 

Taeyeon no me dirigió la palabra, no sabía porque, pero estaba intranquila. La cena paso sin reproches y nuevamente fue hora de dormir. 

Me había resignado a dormir sola esta vez, Taeyeon estaba molesta y no habíamos cruzado palabra desde el parque. 

- "Totoro esta noche somos tu y yo" 

Le di una mirada solo para encontrarme con la risa tiesa de siempre. 

'Tonto, por eso Taeyeon no te quiere' le saque la lengua. 

- "Le sigues sacando la lengua a un peluche" 

Sobresalto fue poco, mi corazón se salía y una mano cubría mi boca. Su sonrisa burlesca pero con un toque de miedo dibujado en su rostro. Golpee su mano para retirarla de mi boca. 

- "Me asustaste, ni si quiera te escuche entrar" 

Puse una mano en mi pecho y cerré los ojos, tratando de controlar mi respiración y pulso. 

- "Perdón" 

Abrí los ojos pues su tono me sorprendió. Era triste pero con culpa. 

Me gire para sentarme de piernas cruzadas y quedar frente a frente, pase mi mano por su cabello. 

- "Debí haber sido yo la que te contara eso" 

- "No te preocupes, solo espero que no te molestes con nosotras, no fue en forma de chisme o hablar a tus espaldas"

- "Lo sé, es solo que..."

Había algo mas, su forma de actuar me lo decía y ahora lo entendía, solo que tenía que darle tiempo. La tome de un brazo y la jale, entendió y nos acomodamos en la cama, como siempre.

El silencio era normal, nada incomodo. 

La rodee con mi brazos y sentí como apuñaba la parte de arriba de mi pijama. 

- "No quería que supieras que todos me han abandonado. Me... Me incomoda"

Ok. Eso no lo esperaba y me confundía.

- "¿Por qué?"

- "No se... Tal vez... Pensarías que hay algo mal en mi" 

Su voz sonaba tan frágil, ¿Cómo había sido la vida tan difícil para ella? 

- "No hay nada malo en ti Taeyeon, las personas que te abandonaron son las culpables"

- "Hombres" 

Su tono era de odio puro. Poco a poco todo tenía sentido. 

- "¿Es por eso que te incomodan?"

- "No puedo confiar en ellos, simplemente ningún hombre en mi vida ha sido bueno" 

Caímos en silencio nuevamente. Sabía que ella estaba inquieta pero había algo que de verdad quería preguntarle. 

- "Taeyeon alg..."

- "Él me dijo... L-lesbiana... Por primera vez. Me golpeó muchas veces, pero sus palabras me dolían aun más. He ido a psicólogos, la señora Park habla conmigo sobre eso casi siempre y aun así no puedo... Yo..."

Mi corazón se desmoronó. Su voz, tan dolida, se quebró y yo no encontraba palabras para hacerle ver el gran ser humano que se perdieron. 

- "Aun me duele, esa palabra. No me avergüenzo, es lo que soy y he aprendido a aceptarlo, es solo que esa palabra... Me trae esos recuerdos."

- "¿Qué es lo que te duele más?"

- "Creo que... El hecho de que me diera pena el ser como era... Más que nada. ¿Cómo pude sentirme mal por ser como era?" 

- "Eras pequeña Taeyeon, incluso para definir tu ualidad, vamos ¿Cuantos años tenias? ¿6, 7 años? Que tu actitud fuera más brusca no significa nada" 

- "No sé, creo que una vez coquetee con la vecina de 9 años" 

- "YAH!"

Risas llenaron la habitación. Y un suspiro. 

- "Estaba asustada. Pensé que pensarías mal de mí" 

- "Nunca, para mí ya eras perfecta, ahora más que nunca" 

Deje las inhibiciones salir por la puerta. Las palabras de la señora Park presentes. Taeyeon ya había hecho su parte, ahora era mi turno. 

- "No lo soy" 

Despegue me cuerpo al de ella y mis manos buscaron a tientas su rostro. 

- "Dije que para MI lo eres" 

Aquí va mi parte Taeyeon. Mis pulgares marcaban la comisura de sus labios. Me acerqué lentamente y, aunque no veía nada, cerré los ojos al mismo tiempo que pose mis labios con los de ella. Sentía el corazón palpitar como si hubiera corrido un maratón. Moví mis labios para empezar el beso. Sabia a... Pasta dental. Pero mejor, mucho mejor. Capture su labio inferior, madre santa, las manos me temblaban en su rostro y fue ahí cuando me percaté, que Taeyeon no se movía. Oh no... No. Lo arruiné. Entre en pánico. Me alejé de ella lo más que pude. No. 

- "Perdón... Taeyeon, no. No..."

Es el fin. ¿Qué hice? Sentí lagrimas inundar mis ojos. Puse la base de mis manos en mis ojos intentando detener las lágrimas. Mi respiración se entrecortaba. 

Unas manos rodearon mis muñecas y apartaron mis manos. Sentí unos dedos temblorosos limpiar mis mejillas. Estaba a punto de pedir perdón y rogarle por nuestra amistad cuando lo sentí. Un rozar, tímido, sigiloso y casi imperceptible, sus labios temblorosos se posaron sobre los míos. Un vaivén comenzó, torpe, espontáneo. Sus manos rodearon mi cuello y las mías su cintura. Era la posición más incómoda para nuestros cuerpos, estábamos sentadas con las piernas mal dobladas, pero nuestros labios estaban en el cielo.

 

 

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Autor: 

Hola. 

Capítulo largo, lo suficientemente largo como para dañar mi cerebro. 

Hay partes del capítulo que tal vez les parezcan aburridas, pero como parte de la historia se me hacen importantes para complementar a los personajes. 

Young - Tiffany POV

Star - Taeyeon POV

No se cuando vean a Young 2. Eso no esta planeado. Espero les guste el cambio. Escribir esto me hizo pensar mucho. 

Debo confesar que soy de las lectoras que no les gusta mucho el uso de palabras coreanas romanizadas dentro de una historia, pero por mas que le di vueltas a mi cabeza, unnie, noona, etc no encontre forma de traducción sin perder el sentimiento que buscaba en la relación de los niños Taeyeon, no se si me explique. 

Muchas gracias por sus comentarios, me ponen muy de buenas, no saben cuanto.