Baño
Suicide-ArtNo dejando del lado tampoco este fic y para todos aquellos que disfruta del TaengSic como yo. Nuevo capítulo con la esperanza de no tardarme tanto como la otra vez. Muchas gracias por los comentarios, por leerme en ambas historias y por continuar conmigo, significa mucho para mí.
Capítulo 6
06 de Junio de 2013
Querida Yoona
A veces siento que no pertenezco a este universo corpóreo y que existe otro lugar, otro mundo donde yo no soy yo y alguien más es yo pero sigo siendo en esencia la misma. Es extraño que siempre me haga preguntas que nadie le importa una mierda pero ¿qué puedo decir? Sabes lo excéntrica que puedo ser, lo que me convierte en una persona molesta e intolerable. Sabes de sobra que jamás me he sentido del todo completa. De la nada aparece Jessica Jung y creo haber encontrado lo que tanto he estado buscando pero aún no entiendo el motivo de mi existencia o de muchos otros planteamientos que me tienen inconforme. ¿vivimos en un espejismo? ¿Podré alguna vez derribar el mito que tiene como trasfondo la historia? ¿Acaso soy la simple marioneta de alguien superior que controla mis movimientos, pensamientos, y sentires? ¿A caso yo no existo? No lo sé, quizás… nunca lo sabré.
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Eran las tres de la tarde. Jessica Jung apenas podía mover sus músculos en medio de aquella habitación vacía. Había dormido más de lo esperado pero no importaba porque lo necesitaba, ahora se podía dar los lujos que antes consideraba innecesarios. Ella se consideraba una adicta al trabajo, incluso se planteó la idea muchas veces de que era invencible pero lejos de la verdad, era tan humana como cualquier otro. El haber conocido aquella joven fotógrafa le hizo estremecerse un poco, sólo lo suficiente para tener una extraña ganas de vivir para completar algo que ella no entendía del todo. No sabía exactamente lo que era, lo que sí sabía es que se trataba de una suprema atracción que su cuerpo gritaba por seguir a su lado aunque ninguna de las dos había establecido términos en su relación.
Ahora estaba desnuda en la habitación de una mujer que apenas conocía pero poco le importaba porque por primera vez, no se sentía sola. Ella se sonrió, una ola de placer la invadió por completo pero le agradaba sobremanera estar con Kim Taeyeon. En minutos el picaporte se abrió para dejar ver a aquella fotógrafa que llevaba un par de bolsas, había hecho la compra y otras “acciones” mientras ella dormía.
– Tal parece que llegué a tiempo. – Dijo acercándose a Jessica semidesnuda.
– ¿Dónde estabas? – Le preguntó recogiendo su cabello enmarañado cubriendo sus pechos por las sábanas.
– De compras. ¿ Qué tal la larga siesta?
– Creo que me siento mejor ahora.
– Lo sabía. – le sonrió y ella se recargó en el hombro de Taeyeon, inmediatamente notó algo que no cuadraba en su olor, una esencia que no había percibido en días anteriores. – Tienes un aroma distinto ¿Es algún perfume particular?
– No precisamente… – Taeyeon trató de parecer neutral, intuyó que Jessica no sería engañada y tampoco esa era la intención. Jamás habían establecido un pacto donde implicara no ver otras personas.
– ¿Puedo preguntarte algo? – Ella dijo en un tono tan normal para que no sintiera que estuviera molesta, aunque en parte un desagrado se acrecentó en sus pensamientos. La fotógrafa asintió con la certeza de que sabría lo que preguntaría.
– ¿Tú tienes una relación con alguien? Ya sabes, alguna novia, quizá casada… – Jessica permanecía expectante por la respuesta pero Taeyeon le respondió con una sonrisa de oreja a oreja.
– No tengo novia, tampoco estoy casada pero sí hay una persona con la que he establecido una conexión ual un tanto necesaria. ¿ Eso te molesta? – Taeyeon pasaba la franja que dividía su franquesa entre el cinismo y esperaba que no obstruyera la relación más allá de lo carnal con su modelo.
– Yo, no sé, un poco. No quieres acostarte conmigo pero sí con esa persona ¿tengo algo yo de malo? – Cuestionó nuevamente, los ojos de Jessica parecían ansiosos como una niña que desbordaba infinita ternura y hubiese cometido algún error.
– No, no para nada nena. Eso sería imposible. Eres la mujer que más he deseado en mis veintiséis años. – le tomó de la barbilla y la hizo mirarme. – Pero tanto es mi deseo por ti que no quiero tocarte.
– Sigo pensando que estás demente. – se sujetó del cuello sintiendo el refugio de su cuerpo. – No me agrada mucho la idea de que me deseas pero prefieres estar con otra mujer en lo físico, cuando yo puedo dártelo.
– Apenas me conoces, no creo que sea buena idea que digas esas palabras tan cargadas. Puede que te arrepientas.
– Tú dices cosas muy estúpidas que nadie entiende y todos dirían que estás demente pero por alguna razón te entiendo sobre todo, quiero hacerlo. Entender el mundo como lo vez. Eres una esperanza en mi vida que estuvo mucho tiempo en tinieblas. – Jessica la abrazó como si fuese la primera o la última, el sentimiento afloró en ella porque era demasiado vulnerable para admitirlo y cuando estaba con Taeyeon hacía ver las cosas más fáciles aunque fuera totalmente lo opuesto.
– Por esta y mil razones me gustas demasiado Jessica Jung porque te gusta lo que ves en mí y porque a pesar de todo, sabes que no soy una buena persona y lo mejor es que lo disfrutamos. Estoy dispuesta a hacer lo que tú quieras para que ya no te molestes conmigo. – La joven fotógrafa podía ser muy condescendiente ante los deseos de su princesa.
–¿ Aquella persona es muy importante para ti? ¿Dejarías de verla si yo te lo pidiera?
Taeyeon no se sentía lo suficientemente lista para dejar a Tiffany debido a que no sólo era su amante sino que también eran amigas. Una amistad de años forjada no podía destruirse tan fácil y mucho menos cuando había hecho la promesa de no dejarla todavía. El predicamento estaba asentado.
– Es un poco difícil de responder a esto pero…
– Yo puedo convertirme en tu amante mientras dure todo este proceso, no necesitas a nadie más. – Taeyeon casi sentía los labios de Jessica siendo masajeados por el calor de su boca como una ovación a su propuesta jugosa.
– Hay algunas cosas que quizá no sepas sobre mí y todo lo que el o implica.
– Soy una mujer impaciente y curiosa. Logras colmar mis nervios. – se separó.
– Te puedes burlar de mí por lo que te voy a decir pero, mi apetito ual es algo complejo. Mi ansiedad sólo puede ocurrir una vez y sólo una vez. Así siempre ha sido.
– ¿Sólo lo haces una vez?
– Así es, sólo una. Por mucho que se preste el tiempo, la situación, la persona, sólo lo hago una vez… una larga y sustanciosa vez porque para mí cada vez que lo hago es como una obra de arte que no puedo desperdiciar. – Fue en ese momento que Taeyeon descubrió el cuerpo de Jessica para mirar su anatomía sin deseo, sólo con mera dulzura. Deslizó sus manos desde el hombro hasta la clavícula y con la yema de sus dedos pasó sus manos al contorno de los pechos de la modelo. Ella esbozó un leve gemido, era demasiada tortura para ella. – Eres como un diamante en bruto, de por sí sola eres como una pieza de arte y no quiero corromperte.
– Sigue hablando así y te golpearé. – la modelo estrelló sus labios con los de Taeyeon para acallarla y hacerle ver de lo que se perdía. Fue necesario que se sujetara de los hombros de Jessica para que no perdiera la razón y terminara cediendo ante sus instintos. Aquel beso era húmedo igual de intenso, con un sabor astringente pero humano repleto de belleza que pocos cuando tocan los labios del amado pueden degustar.
– Todavía no pierdo totalmente la razón. – Le sonrió. – Pero si te complace lo que te voy a decir no voy a ver a Tiffany por un largo tiempo ¿Eso te satisface?
– Se llama Tiffany… – Enarcó una ceja como apariencia de celos.
– Tranquila Princesa, no vayas a querer matarla si te digo su apellido.
– Quizá la peligrosa en este cuarto no eres tú. – Taeyeon le sonrió nuevamente divirtiéndose. Con ella podía permitirse sentir más que con cualquier otro.
– Será mejor que te vistas. Hoy tenemos mucho que hacer tú, Lily y yo.
– ¿No me dejarás ir a casa? – se levantó y expuso su desnudo por completo. A Jessica le gustaba ser totalmente provocativa pero Taeyeon sólo tragó saliva sin perder de vista cada detalle.
– Sólo si tú quieres. Pero antes de que te vayas quiero que tengas un baño muy especial. – le guiñó el ojo y se dirigió a la salida.
La menor optó por ponerse algo de lencería mientras esperaba exactamente las instrucciones de la fotógrafa. No importaba el cómo, o, o sin o; siempre había experiencias únicas al lado de Kim Taeyeon. Le hacía vivir al máximo como si no fuese un mañana, en tan poco tiempo, se convirtió en una persona necesaria.
Taeyeon tenía un baño privado con un piso de madera de caoba, amplio sobre el cual se observaba un jacuzzi igualmente grande. El plan era sencillo, retratar a Jessica en un relajante baño que postergaría otro momento efímero entre ellas dos. Sin esperarlo, la modelo estaba envuelta en una bata, temerosa por las ideas excéntricas de la fotógrafa por un lado sentía temor pero por el otro se sentía excitada por lo que conllevaría.
– ¿Alguna vez has tenido un baño de vino tinto? – La modelo enarcó una ceja, definitivamente ella gozaba de sorprenderla.
Taeyeon había preparado el Jacuzzi con suficientes botellas de vino para llenarlo hasta la mitad, la medida esperada para apreciar cada perímetro que expusiera su princesa. El dinero para ella no era problema, por eso se permitía esas ideáticas formas de inmortalizar.
– No he llegado precisamente a ese extremo. Simples baños de esencias con aceites y algunas flore exóticas.
– Te has consentido demasiado. El vino es muy bueno para la salud, bueno para la piel, rejuvenece, ayuda al corazón…
–¿Estoy en medio de una terapia?
– Estás en el escenario de la inmortalización. – le extendió la mano para que ella se acercara sin miedo. – Yo estaré aquí, tú sólo debes ser tu misma como las anteriores ocasiones.
Jessica podía sentir la fortaleza del líquido fluir por su cuerpo, como si el vino penetrara en cada parte de folículos, músculos, huesos y venas inundándola en la soberbia manera de morir. Con cada foto que que Kim Taeyeon robaba de la modelo, más podía sentir la muerte y la vida como la dicotomía inefable de dos mundos. Justo lo que la fotógrafa buscaba, dar vida a través de la muerta. Inmortalizar momentos íntimos y diferentes para que su alma poco a poco, gota a gota le extrajera la esencia.
– Eres una diosa. – le recriminó por ser tan sugestiva en las imágenes que tomaba.
– Me gusta que me mires así. – recargó sus manos sobre su cabeza y estiró las piernas para jugar con ellas. Taeyeon continuaba retratándola sin perder de vista cada instante pero por cada momento que ella actuaba voraz, la mayor lo disfrutaba. – Como si no existiese nada fuera de mí.
La fotógrafa hizo a un lado la cámara y se cruzó de brazos viendo jugar a su musa en medio de un baño de vino tinto.
– No existe nada fuera de ti. Lo demás es simple complemento.
– Ven conmigo. – Le dijo la modelo insinuándose totalmente. – Acércate a mí.
Ella fue abriéndose paso dentro del vino para que Taeyeon pudiera sentirse nerviosa por su presencia. Tomó sus pies descalzos con delicadeza jalándola hacia el jacuzzi con todas las fuerzas que pudieron darle los brazos. Irremediablemente, Taeyeon cayó encima de la modelo gozando de sus juegos malévolos. Ambas reían como niñas pequeñas en medio de la rojiza humedad, embriagadas por la absoluta necesidad de sentirse en un contacto más profundo.
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