Venenos

Suicide-Art

Cerramos con esta historia tan cruda pero hermosa. Para aquellas personas que lo esperaban,  y también va dedicado a cierta persona que me lo solicitó indirectamente. Por fin, damos término a este relato TaengSic. Gracias por acompañarme, por seguir aquí y por sus comentarios. Un abrazo, este pequeño fic se lleva una carga filosófica y agradezco que hayan llegado hasta aquí para terminarlo. Att. C.A

 

 



 

 

Capítulo final

 

Querida Yoona

 

Conoce las desventuras del romance. He tornado al inicio, al recuerdo, a la vida, a lo que fui y lo que no soy. Sentada sin decirte las palabras que realmente quiero que leas, porque me queda poco que contarte y mucho que expresar. Alguna vez me sentí estática, opacada por el mundo infame y glorioso por su monotonía. He habitado en un mundo descolorido, opaco, desgastado por las superfluas formas de existir y en cuyas paredes encontraba las rajaduras, recovecos donde habitaban telarañas y sabandijas venenosas. Nunca ha existido el color detrás de la pupila, al menos no en la mía. Crees que has vivido de todo, crees que lo demás carece de objeto y de repente, simplemente aparece ese alguien que le da sentido a todo lo que nunca le encontraste significado. Juegas a ser feliz y tristemente aceptas el sentimiento. La vulnerabilidad se acelera por todo el esqueleto y me agobia esa felicidad que me embarga cuando estoy al lado de ella: mi musa, la mujer que a la que le he prometido una muerte perpetua.

            Intentar parecer gozar de un día como cualquier otro, es la totalidad de una verdad maquillada. Desde el principio, nuestra relación jamás fue normal. Nunca lo será, por más que me esfuerce,  eso será imposible, pero hoy era uno de esos días en el que el sol brillaba y el mundo seguiría su clásica rutina marginal que se repite una y otra y otra y otra vez hasta el fin de los tiempos. La tomé de la mano, besé su mejilla, disfruté de sus labios,  gocé de la textura de su piel. Cada paso que daba, lo perpetuaba a través de mi cámara. La fotografía realzaba su belleza y menguaba su vivacidad. Las paradojas estaban siempre presentes, mientras más amaba a Jessica Jung, más terminaba matándola.

           

            Esa noche le preparé una cena, algo de mis particularidades culinarias. Una pizza vegana, es algo que ella deseaba y acompañado con una botella de mi mejor reserva. Dentro de ese lapsus, guardamos silencio, yo bebía del vino con sutileza y observaba la copa, esa copa tan especial. He disfrutado del vino, de la comida y de la compañía. Comienzo a sentir cansancio y como llega a mi cuerpo la sensación de vértigo; estoy mareada, al grado de que comienzo a ver dos hermosas princesas en vez de una.

            —¿Estás bien? —Yo la miro y asiento, pero ella se da cuenta de que le mentía. Me ayuda a levantarme, me sujeta, me abraza —¿Quieres ir a la recamara? —Yo asiento, sólo atino a dirigirle una sonrisa. Ese espacio era territorio peligroso para las dos e incluso sabía que si entrabamos a esa habitación, Jessica no me permitiría huir esta vez.

            Llegamos a mi cama, me tumba  sobre esta y la princesa se sienta del otro lado. Hay ocasiones en que las personas cometemos ciertas locuras por el ser amado, yo soy ese tipo de persona, soy de aquellas que preferirían sentir el dolor del agraviado, mientras que no le pase nada al ser por el que le da sentido a tu existencia. Esa noche, soy vulnerable, tengo fuerzas pero el torrente de mi sangre se envenena poco a poco.  Ella no sabe la valía que me causa la muerte, el despilfarro de la vida y observo cómo pasan los instantes efímeros que son tenues y espasmódicos. Jessica Jung es un ser divino tallado en mármol, luce maravillosa y preocupada. A mi amante le sonrío las veces que tenga que ser necesario para menguar sus tristezas.

           

            —No me mires así. ¿Sabes? Nunca he sabido bien lo que pasa por tu mente y eso me asusta —Yo me apaciguo, respirando hondo y tranquilamente la contemplo.

            —No hay complejidad en esa respuesta porque ya lo sabes…, lo único que pasa por mi mente, eres tú.

            —¿Me amas? —Pregunta temerosa de que le responda negativamente. Yo me alegro de notar el rubor de sus mejillas, me alegro de habérmela topado en ese parque, me alegro de saberla perfecta, idílica y portentosa. La sujeto de los hombros, me dejo gobernar por el brillo de sus pupilas que poco a poco disipaban resplandor. Comenzaba a asustarme la idea de que si esa noche era la noche cerraremos nuestros ojos y una de las dos jamás los abriría, pero más que un presentimiento, lo percibía como la peor de las realidades.

            —Sí. —No voy a contestar otras palabras, ni ornamentaré la respuesta, porque es un sentimiento concreto. No hay más detrás de eso. —Tengo todo para ti, soy toda tuya y sí, te amo. —Ella se aferra nuevamente a mis brazos y me sentí transgredida, jodida, maleable, ahora era un trapo sin motivos, pues mi motivo era mi Princesa. Ese día comimos, bebimos, caminamos, corrimos; nos tocamos, nos besamos, dijimos todo lo que sentíamos, hicimos lo que otros no contemplaban como correcto, y así llenaré esta página de pleonasmos y abundantes redundancias, pero así es esto, así es como concibo nuestro sentir, nuestro momento juntas.

            Nada en nuestra relación se parecía a algo correcto. Yo soy  una asesina y ella, una masoquista. Las combinaciones entre nosotras desfavorecen la cordura para la gente indulta, carente de criterio. Pero yo no amaba otra cosa que no fuese ella. Mi mundo se minimizó a Jessica Jung, antes era paradójicamente tan grande y ahora se ha remontado a una sola persona. Observo su sonrisa (es perfecta), cuando la delineo con mis dedos, puedo sentir su textura y como ella saliva por la ansiedad de ser besada. Yo no me detengo, acerco mis labios con cautela,  atrapo su boca, la poseo, embona perfectamente y su sabor me embriaga. Estoy a la deriva, la he besado antes, pero no como si fuese la última vez. Ella no se domina y permito que se libere, que extienda sus brazos sobre mi nuca y que profundice nuestro contacto.

             Me gusta estrecharla entre mis brazos, me gusta sentir que no hay nadie más que pudiese observarnos, me gusta sentir que me gusta, me gusta el dolor que siento cuando pienso en perderla... Y pienso y disfruto de lo poco que me resta porque este momento es sólo nuestro y la amo, la amo con desesperación. Es hermosa la forma tan sublime en que suplica más contacto, puedo sentir como ella se acerca hacia mí, puedo sentir la ansiedad de nuestra sangre al más mínimo contacto, puedo sentir el lívido crecer, ya no quiero contenerme; sólo logro sentirme atrapada tras sus caricias. Me detengo para observarla, para buscar su aprobación.

            —¿Esto está pasando? —Me sonríe melancólica. Yo poco a poco voy descendiendo el soporte de su camisa, quiero que se dé cuenta de mis deseos, de mi ansiedad, del último suspiro que tendremos esta noche, de las maravillas olvidadas y de la muerte que se acerca. Por ella sé que no puedo contenerme más.

            —Sí —la contemplo y dejo que ella baje el cierre de mi chaqueta. —, te deseo como nunca y como siempre ha sido. —Ella aprueba mi sentir, desea ser tocada, yo deseo tocarla, y agobiarla con caricias. La beso, pero esta vez demuestro mi hambruna, esa sed contenida que me invade hacia sus labios. —La atraigo hacia mí, siento su respiración, introduzco mi lengua en su cavidad y ella me da la bienvenida, me corresponde, me disfruta y nos perdemos. Estoy sobre ella, dejo que me desnude, me permite desnudarla, pasa por mi cuerpo la electricidad circular  cuando toco su piel, puedo comparar el sentimiento con el roce de las nubes de los cielos más prodigiosos.

            En poco tiempo, tengo la vista más espectacular de todas. Sus pechos me llaman, están desnudos, su textura es agraviante, me corrompe la necesidad de hacerlos míos en ese intervalo. Jessica Jung es traviesa, quiere contribuir a que este momento se estanque en nuestras memorias; se cuelga de mi cuello, me da la vuelta y cambia de lugar conmigo. Al montarse sobre mí, puedo sentir que goza del control, yo sólo quiero delinear su cuerpo con mis dedos por cada curvatura existente.

            —No puedo permitir que te eches para atrás. No puedes retractarte…

            —Jamás… —Le respondo con las mejillas rojas, la sangre hirviendo y esa inherente necesidad de hacerla mía. —Sería la peor de las torturas si nos detenemos.

            —No nos detengamos.

            —Ya no puedo, —Le sonrió, quiero que lo note, que este momento es igual de alucinante  y me mira coquetamente. Ahora es ella quien con rudeza, ataca mi boca, me muerde, y mientras yo me dejo hacer, ella desabotona mis pantalones para que quede expuesta una parte de mi ropa interior. Yo sonrío, mi mano libre se dirige hacia su trasero, puedo sentir que le gusta saberme una ertida de su cuerpo. —te haré mía, Princesa de hielo…

            Todo se detuvo, logré comprobar que redimía de mi tiempo con el placer que estaba a punto de producirle. Ella se arremolinaba sobre mí, yo sujetaba su cintura, me senté para que ella pudiera descansar sobre mis piernas que ahora no tenían ningún tipo de protección. Nuestras respiraciones se acompasaron, abrasé su espalda con mis manos y hundí mi boca en sus pechos. ¡Qué placer tan excelso! Sus pezones, erectos por la rudeza de mis caricias, eran consumidos por el calor de mis labios, por el tacto pagano de mi lengua. Jessica Jung, arqueó la espalda, reprimió un gemido de placer y se dejaba malear por mis caricias. Era intenso, nunca antes había matado con tanto placer a una persona y jamás creí que gozaría de este sentimiento mortuorio. Ahora lo comprendía todo… la boté sobre la cama con fiereza y tiré de sus bragas. En pocos instantes, ya tenía a una hermosa princesa totalmente expuesta.

            —Abre las piernas —Le digo nublada por la sensación imprudente de poseerla —, quiero probarte… —Ella obedeció y aún así, el compás de sus piernas se extiende para dejarme ver su o. No estoy segura si debiese fotografiar ese instante, pero sí que lo ameritaba. Era hermoso:  cada parte, cada vello, cada partícula, el inicio de su monte, el color de esos labios, su pequeño botoncito de placer, su carne expuesta y libre para ser devorada por una depredadora. Realizo magnificentes trazos por los muslos y compruebo que son caminos de fuego indómitos, que anexan poco a poco el funesto sentir. Le gusta, lo confirmo por su rostro perdido, me enamora su vulnerabilidad y ella espera que avance. No lo pienso más y me llevo a la boca su sabor. Su humedad me produjo excitación y el saber que se estaba liberando para mí. ¿Cómo? ¿Cómo lo hacía? Me siento afortunada de prodigarle placer, de que gima, de que la posea con mi lengua.

            Yacía hipnotizada por una mujer tan endeble y fuerte a la vez, tan hermosa… Nunca fui buena para el tacto, el o siempre fue un escape necesario para acallar esa parte oscura. Ahora trataba de proferir poesía a través de caricias, quería saborear, palpar e impregnarme de todo lo que Jessica me ofrecía. Mis dedos temían pero al mismo tiempo morían por adentrarse y explorar el interior de mi mujer.No puedo más, no quiero esperar más.

            —Por favor… —Esa súplica atrapada en su garganta y esa necesidad de sentirse corrupta. He aprendido que también se puede ser adicta a las personas, soy adicta a ella y no a otra droga. Las personas pueden llegar a convertirse en nuestra perdición, en la última gota de dolor que sangramos y que paradójicamente nos consume. Así era Jessica Jung…

            —Sí… — Y sin contemplaciones, la ultrajo con mis dedos, la poseo con mi manto, la profano hasta que escucho el suspiro de placer que tanto aguardaba. Ella sonríe por la satisfacción de saberse abducida por mí, por mis dedos y los hundo en su interior. No es la única que lo disfruta, incluso creo que soy yo la que en estos instantes me desprendo en el idílico instante  en que siento su calor, pero soy una desgraciada por torturarla. Quiero sentir el néctar de su cuerpo una vez más, llevo a la boca el sabor de su esencia, un sabor, inclusive más delicioso que cualquier manjar —Mía…sólo mía. —Lo agradezco a quien me haya colocado en su camino y no lo dudo más, la profano una vez más, pero esta vez el impacto es más fuerte. Ataco y ataco, me hundo en ella una y otra y otra y otra vez. Las estocadas se sintonizan y la escucho gemir tan alto, siento sus manos  que quieren tocarme y al mismo tiempo, ansía que no me detenga.

            —Taeyeon… —Te escucho, escucho mi nombre que se desgarra con el sonido de tus gemidos y entiendo la súplica. No lo haré mi Princesa, detendré el tiempo pero no tu punto de placer y sentiré como te contraes, como reprimes y te comienzas a liberar más y más. Antes de que te nubles, me paras en seco, detengo las estocadas.

            —¿Qué ocurre? —Te pregunto.

            —Juntas, ¿sí? —Entonces me tumba nuevamente, recorre su boca hacia mis labios, me deja expuesta al sentir que desliza el inicio de mi slip. No la contradigo y observo la vehemente forma que tienen sus pupilas, era una mujer mordaz e imponente y me contraigo en cómica necesidad. Ella también quería contribuir y así sería, soy de ella como ella es de mí, así siempre seremos de nosotras mismas, entonces, sólo dejo que continúe.

            Sus besos son apasionados, cargados de un delicioso sabor, su sabor. Saberme desnuda, gobernada por ella, aumenta mi necesidad de sentirla. Soy humana, estoy caliente, estoy necesitada de más, ella lo sabe, es por eso que quiere acariciarme en la escala que yo lo he hecho. Siento sus manos delinear el centro de mi pecho desnudo, las líneas que dan forma a mi abdomen y su lengua juguetea con esa zona. Parece que le gusta mucho porque sus dedos hacen énfasis por grabar la curvatura y su imagen. Suspiro de gusto, pero pronto me doy cuenta de lo poderosa que puede ser esa mujer experta. Sus cabellos descienden, su frente tiene nítidas gotas de sudor, me complace la forma en que se esfuerza por demostrar su dominio y me ataca con la delgadez de sus dedos. Apunta a mi centro, no sin antes detenerse a torturarme con pequeños besos y mordeduras al inicio de mi ingle, me descoloca, saca lo peor de mí, para finalmente ser ella quien desliza su pulgar para sentir la humedad que ha desprendido mi cuerpo, me contraigo, pero sé que todavía faltaba lo mejor y finalmente la siento dentro.

             ¡Ah! Es una sensación indescriptible, mi hermosa Princesa opaca y tira por borda el reconcomio que me embarga.  Es mejor de lo que imaginé, mucho mejor que cualquier otra fantasía, porque ahora es real, tan verdadero como que este mundo carece de significado y ha sido ella quien se lo da con cada estocada proferida. No la dejo sola, no me atrevo a dejarla con este fulgor, nos miramos cómplices, nos besamos con lujuria y con hambre. Ya es tarde para retornos y estamos a tiempos compactos. Conocemos el sentimiento de sabernos unidas por una fuerza cohesionaría, la química es la ciencia de nuestros cuerpo y la física es el pedestal de nuestro deseo. La hago mía una vez más, la poseo como nunca y nuestros corazones se acompasan en un sonido monocorde. Estoy en un sueño, en la mejor fantasía, pero sé que estoy en la más prudente realidad porque sé que estoy a punto de terminar.  Gozo de la sensación que cohabita en Jessica mientras se contrae contra mí, la siento perderse y me estoy perdiendo. Su punto máximo de placer, no se compara a lo que sentí momentos más tarde. El paraíso, simplemente el paraíso que fue culmen del torbellino que arrasó con mi esqueleto. Así fue que nos fundimos en esa ola de placer y así fue como todo terminó en silencio.

            —Te amo, TaeYeon… —Me dice finalmente y se escucha la melodía de su voz perdiéndose. Ella lo sabía, lo supo en el momento que sus huesos ardieron, la boca pedía a gritos disipar la sed y los pulmones buscaban con desespero aliento de vida. Ella lo sintió al pensarlo un instante y ese momento la llevó a un juicio nada erróneo. La verdad, ella iba a morir. Un instante ácido pero increíblemente placentero se cruzaba en nuestras miradas cómplices y ansiosas. Ella a la derecha y yo  a la izquierda, como una unión inquebrantable que no requería de palabras para indicar toda una historia en tres segundos.    

            Yo me agobio en el frío de las agujas que me perforan por dentro.  Jessica llora y me mira como si ya todo se perdiera en el abismo, pero ella no lo sabe, no sabe todo lo que he hecho y jamás me perdonará por lo que hice. La abrazo, la reconforto en mi regazo, nuestros cuerpos desnudos (aún cansados) nos descolocan por esa necesidad de perdernos en el sueño. Me tiembla la voz, estoy a punto de sangrar por el dolor que me carcome las entrañas y aún así me regocijo y le hablo con dulzura.

            —Antes de ti, no había una razón por la cual yo encontrara sentido a mi existencia. Antes de ti, yo era lo que soy ahora, “caminaba por las mismas calles y comía las mismas cosas”, antes de que lo supieras, yo ya estaba enamorada de ti. —Hundo mis dedos en su cabello, siento su aliento contra mi pecho y mi piel siente el caer de sus lágrimas, yo susurro por el sufrimiento de mi cuerpo en descomposición. —Ya te amaba antes de conocerte y antes de conocerte, ya  te extrañaba. Gracias, Princesa de Hielo….

 

 

Querida Yoona

 

Comencé por contarte el cómo conocí a una mujer singular a quien muchos conocían como la Princesa de Hielo y que ella pudo haber sido todo menos eso, así pues, terminé convirtiéndome en el demonio captor de su alma. He finalizado con un maleficio, ya no tengo punto de partida porque no buscaré un final a su lado. Muchas gracias por acompañarme en esta odisea por la muerte, sé que no estás aquí y que hace mucho dejaste de compartir este espacio terrenal. Ahora te sigo y charlamos, estamos juntas, caminando en un prado de mundos paralelos.No me cuestionen ni me juzguen, ya que cada uno de nosotros hemos hecho lo que hemos querido desde el principio de los tiempos. Me ahogo en el mar de venenos y sé muy bien que no me lo perdonará nunca.

            Si estás leyendo esto es que estás aquí… en este mundo y que no te irás, vivirás lo que tienes que vivir, porque serás eterna y yo efímera. Solía soñar que te quedabas, aunque sé que sólo un poder sobrehumano logró ese milagro. No te preocupes, no dolió; el dolor espiritual puede convertirse en placer, así que no me odies por eso. Recuérdame como alguien que no es emblemático ni glorioso porque sólo soy una más en este espacio infinito. Sin embargo, mi legado se quedó perpetuado en las caras que me conocieron y me amaron o me odiaron, pero un poco de algo he dejado. Habrá muchos que consideren este acto como la peor de las cobardías o incluso algunos puede que lo alaben como el arte del suicidio, pero finalmente, como yo lo considero: es sólo una aventura, evento que tarde o temprano vamos a transitar y no importa la edad, o o  clase social, la muerte siempre viene por nosotros, sólo que yo me he atrevido a buscarla. Los milagros existen, tú te quedas pero yo, ya no estaré…

 

 

 

 

 

 

                                      

 

 

 

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Comments

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Bihter
#1
Chapter 10: Un artista cobra relevancia, al menos la mayor parte de las veces, después de muerto, el suicido hace la obra de Taeyeon trascender y con ello a Jessica, su musa, volviendo a esta última inmortal. ¿Es eso o entendí mal el final? En ese caso me gustaría que me corrigieras. Disfrute mucho tu historia, las personalidades de Jessi y Tae y la locura y oscuridad que desprenden sus personajes. Me tomó unas cuantas horas, hacia lo posible por no terminarla tan pronto, pero no tuve mucho éxito. De nuevo, gracias por escribir esta historia.
Bihter
#2
Se ve prometedora, diferente de los Taengsic que hasta ahora he leído en esta pagina además de que no todos los días te encuentras con uno en español y que sea interesante. Lo seguiré leyendo, y gracias por escribir.
key-k09
#3
Chapter 10: Hasta hoy pude terminar este fic, ¿por qué? Primero encontré tus historias algo tarde, segundo me daba algo de miedo leerlo. Termine hoy aunque ya lo había iniciando semanas atrás.

Hay una cosa que no entendí bien o fue que entendí mal y espero si lees mi comentario puedas responderme es... ¿quién muere? Al final Taeyeon habla de que su cuerpo se está sólido y se pudre, le dice unas cuantas palabras a Jessica pero creo que era una despedida. El fic termina con una carta a Yoona donde dice que están juntas y ya la última frase es: "Los milagros existen, tú te quedaste pero yo, ya no estaré..." esas cosas más el título del capitulo me hacen pensar que Jessica no murió o tal vez seguirá viva por algún tiempo pero ese día la que cayó ante la muerte fue Taeyeon, ¿es así? Si no espero puedas decirme porque la intriga me mataría hahaha.

Desde que leí tu primer fic, que fue The Mysterious T me he enamorado de como narras, te expresas, cada palabra... todo haha. ¡Amo tus fic! Espero seguir leyéndote.

Atte: K ♡
TaengGeneration #4
Chapter 10: No lo entiendo el final, muere Jessica?
DollySweet
#5
Chapter 10: Waohhh! ! Maravilloso; tienes una pulcritud con la narración. Amo el taengsic y en este fic las luciste! Recién descubrí tus historias así que las leeré! Me gustó mucho la forma de describir todos los sentimientos y lo diferente de la historia. Felicidades; gracias por escribirlo! :)
anastasiadany
#6
Chapter 10: Encontré la historia creo yo un poco tarde, y desde el título supe que seria diferente. Ciertamente pocas historias se me han quedado grabadas, han sido pocas que recuerdo con cariño y que podría leer y seguir leyéndolas y no me cansaría... Con tu historia, he encontrado una nueva favorita. La forma de narrar me cautivo y desde un inicio supe que no terminaría bien, pero fue simplemente asombroso como supero mis expectativas. Desde un inicio supe que Yoona estaba muerta, y tuve la ligera impresión que desde ese día en el parque de San Francisco, Taeyeon dejo huella en Jessica, y mientras mas fotos sacaba, robaba pizcas de vida... Así la inmortalizaría. No soy buena expresando mis sentimientos, pero te puedo asegurar que tu historia quedo grabada y ha sido de lo mejor que he leído.
Comenzaré a buscar mas de tus escritos, y prometo leerlos todos. :)

Y por sobre todas las cosas, Gracias por compartir tan increíble historia.
Jou0602
#7
Chapter 10: No encontrare ni encontraria las palabras perfectas para describir este fanfic.
As que solo gracias, lo leeria una tras otra vez, y aun asi seguiria impactandome.
sonehdz
#8
Chapter 10: Wow, simplemente, fue magnifico, no se que mas decir, este fanfic me hizo soltar una lagrima, es uno de los mejores y creeme esto es genial
Sone_Yuuki
#9
Chapter 10: Fui una lectora silenciosa hasta ahora. Quise esperar al final para comentar. Yo amo las historias con finales felices pero ésta es la excepción, no me imagino este fic con otro final. Desde un principio sospeché que Yoona estaba muerta y a lo que entendí estaba en lo correcto. Me recordó un poco a "Las ventajas de ser invisible" por el uso de narrar la historia en cartas hacia un amigo que se sospecha muerto. No puedo evitar sentir empatía por Taeyeon. Amar tanto a alguien que te conviertes en su verdugo solo para absorber su dolor y evitarle el sufrimiento, amar tanto a alguien al grado de preferir pudrir tu alma solo para que esa persona se transforme en un ser de lo más puro. Así es como yo percibí el fic y de verdad que lo amé. La escena ual, más que a yo la vi como una transición del alma de ambas. Una que se preparaba para partir y la otra que se preparaba para soportar la partida de la otra. La verdad no sé cómo expresar todo lo que este fic me hizo sentir. Solo me queda decir, GRACIAS, por crear esta hermosa historia.
marielakalafina #10
Chapter 10: Sabes soy uno de esos lectores k leen en silencio me gustaría darte las gracias por este fic