-Espera, no dispares...tu...tu, eres uno de ellos de...de...B.A.P, ¿cierto?-pregunto la princesa algo nerviosa.

Junhong se insultó mentalmente, bajó y guardó el arma lo más rápido que pudo, ¿como no la había reconocido?, seguramente ahora pensaría lo peor de el, sería más difícil acercarse a ella ahora.

Pero a diferencia de lo que el pensaba la princesa no estaba nada asustada, sabía que debía de estarlo, pero por alguna razón no lo estaba, lo había estado siguiendo sin ninguna razón, casi como si su cuerpo tuviera voluntad propia que la guiara hacia el.

-No, yo no soy un matoki o al menos no como ellos-respondió tratando de acercarse a ella.

-¿Qué eres entonces?-pregunto la princesa mientras también trataba de acercarse.

-Zelo

-¿Zelo?¿qué es un Zelo?

-Yo-contesto el joven ya estando bastante cerca de ella, sonrió y acaricio la mejilla de la joven.

Ambos sintieron una corriente eléctrica pasar por sus cuerpos, aquel siemple contactó había hecho que sus corazones se aceleraran a tal punto de hacer que su pecho doliera, él estaba apunto de retirar su mano de la mejilla de la princesa, pero esta lo detuvo y puso su mano sobre la de él para que lo la quitara. Lo volteo a ver y entonces recordó el sueño que había estado teniendo regularmente...podía ser que él...

-Wolgwang ¿qué haces aquí?-dijo una voz familiar que hizo que la joven se sobresaltara y se separará automáticamente del joven.

Ambos voltearon a ver en dirección a la voz y vieron a Kwangmin que estaba justo a la entrada del laberinto con una mirada de pocos amigos. Sin decir nada tomó la mano de Wolgwang y comenzó a caminar lejos de Zelo, quien se quedo ahí un momento maldiciendo al mayor mientras esperaba a que ellos entrarán para entrar el.

-Kwangmin ¿qué te ocurre?, suelta me, me haces daño-dijo la princesa una vez que llegaron a uno de los balcones antes de entrar al salón de la fiesta.

-¿Que hacías sola con ese tipo?-pregunto el joven sin esconder su enojo y celos.

La princesa no sabía que contestar, pues ni ella tenía idea de que había pasado y porque hizo lo que hizo

-Solo me lo encontré, además no tengo prohibido hablar con el o con cualquiera otro, ¿porqué te comportas así?-le contesto la joven aún enojada.

-No me gusta verte con otro tipo...yo...-Kwangmin estaba a punto de confesar su amor a la princesa, pero se detuvo, aquella no era la manera correcta de hacerlo, así que respiro y trato de controlarse- mejor vamos a bailar.

La princesa solo asintió y entro junto con el para comenzar a bailar, ya era bastante tarde, no sabía que había perseguido tanto tiempo a aquel chico llamado Zelo, cuando comenzaron a bailar era casi el final de la fiesta,por lo que bailaron dos canciones juntos sin ningún inconveniente olvidando lo pasado. Pero al llegar el último baile toda la calma de fue.

Yesung y Zelo, se acercaron a la pareja que bailará alegremente y ambos pidieron bailar con la princesa al mismo tiempo, la princesa no sabía que hacer realmente, este si era un problema para ella, estaba a punto de aceptar bailar con Zelo y disculparse con los demás, pero entonces su aparente salvación llego de la nada.

-Disculpen caballeros, pero el último baile ya esta reservado para mi-dijo Niel acercándose a la escena tomando súbitamente a Wolgwang de la mano atrallendola hacia sí.

-Niel-dijo ella acercándose a el rápidamente mientras recordaba la promesa que le había hecho, acepto bailar con el con gusto y se disculpó de los demás con amabilidad. 

-Parece que te salve-dijo Niel con una sonrisa mientras comenzaba a bailar.

-Algo así, gracias-contesto la princesa un tanto aliviada de lo que había pasado, pero también algo triste al no poder bailar con aquel chico que despertaba en ella varias emociones sin siguiera conocerlo.

Mientras tanto dos de los tres jóvenes rechazado estaban furiosos y se retiraron rápidamente a otra parte del salón, pero Zelo se quedo en el mismo lugar sin moverse, estaba realmente sorprendido e intrigado por lo que había visto.

Sabía que Kwangmin siempre había estado enamorado de la princesa por lo que no le sorprendía su reacción, pero en los ojos de Yesung y el tal Niel se notaba algo inusual, algo extraño pasaba y tenía que descubrir que era.

-Así que tu también lo notaste-dijo alguien detrás de el.

El joven se giró y vio a su padre junto con los demás miembros de b.a.p,estuvo apunto de contestarle, pero su padre solo negó con la cabeza he hizo un ademan para que lo siguiera.