Problemas en el planeta Mato

Interestelar

 

-enhorabuena, no esperábamos menos de un prodigio como usted teniente...disculpe, general Yongguk-dijo un hombre alto y corpulento mientras apretaba fuertemente la mano de un joven de tez blanca,alto, cabello negro, que mantenía una expresión sería en su rostro y vestía un uniforme militar de un diseño camuflajeado color negro,gris y blanco; de una sola pieza que cubría todo su cuerpo, además también llevaba una mascarilla roja con dos tubos a cada lado en la parte frontal y en su otra mano tenía un casco de un diseño algo extraño.

-Solo hacia mi trabajo, gobernador-respondió Yongguk con una voz grave,en un tono seco y formal.

-Y vaya que estoy complacido, sólo espero que puedas perfeccionarlo y poder producirlo en masa-dijo el hombre soltado la mano de Yongguk y haciéndole una señal para que caminaran.

El joven general suspiró pesadamente, para luego comenzar a caminar al lado del gobernado que seguía tratando de convencerle,pero ese tema ya lo tenía más que harto, tanta insistencia sobre lo mismo comenzaba a irritarlo, pues por más que les explicará a todos que era imposible construir más unidades como la CBJAHP1004 o Zelo, como el lo llamaba, nadie parecía escucharlo o prestarle atención, aunque siendo sincero consigo mismo sólo podía dar explicaciones superficiales sobre el porque no lo podían reproducir, pues las verdaderas razones eran demasiado delicadas como paras ser difundidas. Se culpaba a sí mismo por no haber cuidado más el secreto de la existencia de Zelo, pero también culpaba a HyoSung, la hija del gobernador,por no haber mantenido su promesa de guardar el secreto e ir directamente hacia su padre para informarle de su descubrimiento, pero por más que quisiera estar molesto no podía, porque sabía que lo había hecho para ayudarlo a avanzar en su posición militar y vaya que lo había hecho, pues paso de ser un teniente a general después de la noticia.

-¿Yongguk me estas escuchando?-pregunto el gobernador sacándolo de sus pensamiento.

-No se puede perfeccionar la perfección, además le aseguro que mi vida llegara a su fin y no habré terminado ni la mitad de lo que me pide, pero aunque lo hiciera...no serviría de nada solo construir las máquinas...-comenzó a explicarle pero fue interrumpido por un sonoro suspiro del gobernador.

-Yongguk, siempre has sido el mejor, desde que entraste al ejército fuiste el mejor demostrando tu gran potencial y ahora has superado mis expectativas-lo interrumpió el gobernador quien se detuvo en seco y se giró hacia el joven general para quedar frente a él mientras una sonrisa burlona aparecía en su rostro- además creo que serias un buen capital general.

-Tengo entendido que el puesto por derecho le pertenece a su sobrino, el general Himcham- respondió inmediata y automáticamente Yongguk.

-Es cierto, el tendrá ese puesto cuando yo ya no este, pero recuerda que mi hija es la futura gobernadora, el poder político será de ella y por tanto su esposo será el capitán general, pero el poder militar será de Himcham mientras mi hija no contraiga nupcias. 

Yongguk solo frunció el ceño en señal de confusión y desaprobación, pues aunque no lo reconociera, Himcham era su amigo,su compañero y hasta hace pocos días su superior, además estaba seguro de que el no sabia sobre la existencia de eso datos, pero más importante aún no sabía porque el gobernador había cambiado tan radicalmente el tema, a menos que...

-No me mires como si no supieras de que hablo, hace años se lo que pasa entre tu y mi hija-dijo el gobernador con una sonrisa en el rostro antes de retomar su camino y alejarse del lugar, no sin antes recordarle que la conversación quedaba pendiente.

Yongguk se había quedado completamente paralizado con la cabeza gacha por la sorpresa que le causó lo que acababa de pasar, sentía que la sangre le subía al rostro, su corazón se había acelerado rápidamente y sus manos comenzaron a sudar; no se había esperado que él supiera sobre su relación con HyoSung, aquellas últimas palabras del gobernador lo habían puesto nervioso, un sentimiento que pocas veces experimentaba por lo que era raro e incómodo para él.

De repente sintió que alguien lo tomaba del brazo y comenzaba a jalarlo hacia adelante obligándolo a caminar, se había unido tanto en sus pensamiento que no se dio cuenta de la presencia del que ahora lo arrastraba por el pasillo.

-Yah, sueltame- dijo soltando se de aquel agarre y volviendo a su carácter habitual-quítese el casco y la máscara soldado, se lo ordeno.

El soldado se dio la vuelta para quedar frente a Yongguk , llevaba un traje igual al de el pero era completamente negro y tenía muchas marcas grises distribuidas: una línea de marcas grises en su pecho de forma horizontal y marcas grises que le cubrían los brazos pero estas no llegaban a sus manos; tenía un casco negro que abstractamente se parecía la cabeza de un conejo y tenía una una pequeña marca gris en medio de la frente, los orificios de los ojos del casco que llevaba eran blancos ovalados y tenia una mascarilla rosada encendido que en medio de esta tenía seis agujeros.

Inmediatamente Yongguk lo reconoció al ver su uniforme y la mascarilla, pues cada guerrero de Mato recibía un uniforme militar que se adaptaba a las necesidades y habilidades de cada uno, por lo tanto ningún uniforme era igual y todos eran fáciles de reconocer.

-No hace mucho que eres mi superior y ya comenzaste a darme órdenes-dijo el soldado quitándose el casco.

-No sabía que eras tu Himcham, mianhae, por lo que veo has escuchado toda la conversación-respondió Yongguk.

-No toda, sólo la parte en la que prácticamente te nombro capitán general y ofreció la mano de Hyosung, no estoy enojado...bueno,si pero no por lo que tu crees.

Himcham se encogió de hombros, se giró y comenzó a caminar en dirección a la salida, Yongguk se fue detrás de el, sabía que estaba molesto, era lógico, pues el puesto que desde pequeño había querido para sí ahora le era arrebatado de sus manos y el primer candidato para reemplazarlo era él. Ellos siempre habían luchado por ver quien era el más fuerte,valiente,rudo y hábil, pero Yongguk jamás se había puesto a pensar en ocupar el puesto de capitán general,pero ahora la posibilidad existía y sabia que en cuanto su amigo se enterara se enfadaría,pero no había esperado que admitiera su enfado tan tranquilamente. Durante todo lo que duro la caminata al edificio en el que estaban sus dormitorios ninguno de los dos dijo ni una sola palabra. Al llegar a la puerta del edifico Himcham se detuvo.

-estoy enojado contigo porque tienen en frente todo lo que siempre quisiste y lo rechazas solo por no querer producir más de tus perfectos robots-dijo Himcham de repente, haciendo que Yongguk se detuviera.

-¿tu también? No,no es tan simple como todos cree-dijo Yongguk con un tanto de furia

-Si no lo es ¿porque no lo explicas? Estoy seguro que se pude solucionar cualquier obstáculo  y si no...al menos explicármelo a mi-dijo Himcham en un tono irritado.

Ya estaba realmente harto de toda la situación, no podía con tanta presión. Se llevo una mano al rostro y respiro pesadamente mientras hacia un gesto de dolor. Hizo una señal con la mano a Himcham para que lo siguiera y comenzó a caminar en dirección a su dormitorio, los dos seguían sin decir nada y caminaron todo el trayecto en un silencio absoluto hasta llegar a su destino.

-¿Me lo vas a explicar todo de una vez o te lo tengo que sacar a golpes?-dijo Himcham cerrando la puerta del departamento de un solo golpe.
  
Yongguk caminaba de un lado al otro de la habitación sin responder a la pregunta, movido por la desesperación Himcham lo tomo del brazo para que parara y lo volteara a ver, cuando giró por completo el joven general impulsivamente le propino un fuerte puñetazo en el rostro, de lo cual se arrepintió casi de inmediato pues sabía cual iba a ser la reacción de su amigo y sabía que a pesar de su entrenamiento como militar jamás podría ganarle en una pelea. Pero al contrario de lo que esperaba, Yungguk sólo lo miro sorprendió, se limpió la sangre que le brotó del labio mientras le sonreía con una pizca de diversión y enfado. Camino hacia las ventanas y comenzó a cerrarlas mientras la seriedad volvía a su rostro igual que la sangre a su labio.

-Si tanto quieres saber asegúrate que no haya nadie cerca que pueda oír, cierra con seguro la puerta y siéntate, esto será largo -dijo yungguk tapando las ventanas con las cortinas.

Himcham obedeció, encendió las luces del cuarto y se sentó en un sofá mientras miraba nervioso como su ahora superior caminaba de manera un tanto nerviosa por la habitación, pasaron unos minutos en los que el silencio solo fue sustituido por pasos y respiración un tanto acelerada.

-Jamás pensé que algo así pasaría-dijo yungguk sentando en el sillón frente al de su joven general-debes prometer que esto tiene que quedar en secreto, pero no te preocupes no es nada que afecté a Mato.

Himcham estaba a punto de hablar cuando de afuera se escucharon gritos, los dos generales se miraron y sabían que tenían el mismo pensamiento. Salieron rápidamente del departamento y bajaron corriendo la escaleras del lugar. El lugar de donde se escuchaban los gritos venía desde la parte donde se encontraba la planta de energía que desafortunada mente estaba lejos de los dormitorios. 
Corrieron lo más rápido que pudieron pero al llegar quedaron helados con lo que vieron  el pájaros Eu-ak, la fuente de vida y energía de todo Mato,estaba fuera de su lugar habitual, unos soldados estaban tratando de controlarlo y regresarlo a su lugar.
 Se dirigieron al lugar donde tenían al Eu-ak y pidieron un informe de lo ocurrido, un joven cabo reporto que había habido una crisis los últimos días pues la energía no circulaba, por lo tanto el gobernador había ido a la planta pero algo paso y el pájaro Eu-ak ataco, saliendo se de control y ahora que había sido reinstalado en su puesto su energía ya no fluía, así que se activaron las reservas. Luego cuando ambos preguntaron sobre el paradero del gobernador el chico solo agacho la cabeza y señalo un lugar a lo lejos en los que se observaba una figura femenina sentada en el suelo junto a un cuerpo, ambos generales corrieron hacia ellos al reconocer esas figuras y sus corazones se llenaron de angustia. 

Al llegar junto a ellos lo que temían se hizo realidad, en el suelo con una herida que le cruzaba por todo el pecho se encontraba el gobernador rodeado de su propia sangre y quien lo acompañaba era Hyosung arrodillada llorando desconsoladamente sobre el cuerpo inerte de su padre.

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Hola, este es el primer finc que escribo así que perdón por cualquier error que pueda tener. Espero que les gusté la historia!!

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