Eric tomó el acta en sus manos y se dirigió hacia el abogado Yoon. HyeSung cayó al suelo apenas Eric lo soltó. Solo Minwoo corrió en su auxilio.

-muy bien abogado, ahí lo tiene el acta de matrimonio, es oficial –Eric tenía una sonrisa arrogante impregnada en toda la extensión de su bien parecido rostro

-así es Sr. Eric, pero debido a que no me ha dejado hasta el momento terminar la lectura del testamento, me temo que aún faltan otras condiciones para que la herencia pase a sus manos –informó el abogado

La sonrisa en el rostro de Eric desapareció.

-que está diciendo!

-para que el matrimonio sea válido, la pareja deberá compartir el mismo techo por lo menos por dos años, hasta en entonces las empresas serán entregadas a modo de concesión, si en este período alguno de los contrayentes decide abandonar al otro, las propiedades pasaran al resto de accionistas para ambas empresas

Todos en el salón se quedaron estáticos.

-me está diciendo que tengo que conservar a este mocoso conmigo hasta que pasen esos dos años?! –estalló Eric

-son las cláusulas –repitió el abogado

-no, eso no –susurró HyeSung mientras era sostenido por Minwoo

-porqué no lo dijo antes! Pudimos haber detenido esta absurda boda! –reclamó la Sra. Mun

-no, está bien….las empresas pasarán a mi nombre cierto? –consultó Eric al abogado tratando de contener la calma

-a nombre de cada uno –respondió el abogado

-pero como me casé y tengo la tutoría de ese mocoso, manejaría las dos empresas, cierto? –volvió a consultar Eric

-es correcto Sr. Mun –afirmó el abogado

-Eric que estás pensando! –intervino Minwoo

-solo tengo que conservar a este mocoso conmigo por dos años y me libraré de esas cláusulas estúpidas –dijo Eric para sí mismo

-así es, pero si uno de ustedes deja al otro, perderán todo –agregó el abogado

-de eso no se preocupe, este mocoso se quedará conmigo por esos dos años –respondió Eric

-que!! NOOO!!! –HyeSung perdió fuerza en las piernas. Minwoo tuvo que usar todo su poder para mantenerlo aún de pie

-tú te callas mocoso! Ahora estamos casados y más te vale obedecer!!

-hijo, que harás con ese niño, no te puedes mudar a Boston por dos años necesitas hacerte cargo de la compañía –intervino la Sra. Mun

-de eso no te preocupes madre, las oficinas principales de Automatic Company están en Seúl, nunca pensé en quedarme en Boston más que lo suficiente, este niño se vendrá con nosotros a Seúl –respondió Eric

-NO, NO, NOOOO!! –HyeSung entraba cada vez más en estado de pánico

-Eric estás loco! Él vive acá hace años, no puedes interrumpir su vida así nada más! –Minwoo trató de defender al inocente muchacho

-ves esto? –señaló Eric el anillo de oro que llevaba en el dedo –esto me da el derecho de llevarme al mocoso a donde se me dé la gana y si digo que nos vamos a Seúl, así será!!  -Eric abandonó el salón seguido de su madre y su joven asistente

-trae al muchacho contigo Minwoo –ordenó la Sra. Mun antes de dejar el lugar

-no quiero irme, no quiero…. –susurraba HyeSung con la mirada perdida

-descuida, trataré de sacarte de esto –afirmó Minwoo

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Minwoo trató lo mejor que pudo para tranquilizar al muy asustado HyeSung, todo parecía una terrible pesadilla. Un día estaba gozando de una hermosa mañana como lo hacía habitualmente en el campus de la universidad y en cuestión de minutos se vio envuelto en una maraña de situaciones extrañas.

HyeSung no entendía nada. Como es que su mayordomo aceptó firmar ese documento y entregarlo a ese ser tan despreciable. En qué momento se volvió tan débil y se dejó amedrentar por las amenazas de Eric. Cuál sería el destino que le esperaba al lado de esa cruel persona?

-piensas que tengo todo el día –Eric ingresó de nuevo al salón, solo para llevarse a HyeSung ante las quejas de Minwoo

-a dónde te lo vas a llevar? –el pequeño abogado seguía de cerca a su amigo

-nuestro vuelo sale en un par de horas, necesito que este mocoso haga sus maletas –respondió Eric aún arrastrando a HyeSung por el edificio

-Eric deja de cometer mas estupideces!! No te lo puedes llevar!

-es mi esposo, hace lo que yo quiero –respondió Eric metiendo a HyeSung a su auto una vez más.

A HyeSung aún le costaba asimilar lo que le estaba pasando. Casado y con la persona más despreciable que haya conocido, eran hechos muy difíciles de afrontar.

Eric ingresó al auto, conduciendo lo más rápido que podía de regreso a la mansión de la familia Shin.

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Minwoo estaba empezando a desesperarse. Había visto a su amigo antes hacer locuras y cometer atropellos a otras personas, pero nunca algo como lo que estaba haciendo ahora. Obligar a ese inocente niño a casarse con él, pagar a su albacea para que acepte firmar el permiso y peor aún alejar a HyeSung de su hogar solo para conservar una empresa. Eric había rebasado sus propios límites.  Pero Minwoo estaba dispuesto a hacer lo necesario para impedir que su amigo siguiera cometiendo esos errores.

-Bogeun,  necesito que me des el teléfono de casa de la familia Shin y del mayordomo Myung –Minwoo abordó al joven asistente, sabiendo que éste tenía la información que él necesitaba

Bogeun, también lo lamentaba por HyeSung y estaba dispuesto a ayudar en cuánto le fuera posible. Nadie mejor que él conocía lo cruel que podría llegar a ser su jefe. Y un niño inocente en manos de Eric Mun, era suficiente motivo para que el joven asistente no dude en por primera vez, traicionar a su jefe y desobedecerlo.

-aquí Hyung –el joven asistente alcanzó a Minwoo un diminuto papel, con mucha cautela de no ser visto por la Sra. Mun.

Minwoo tomó el papel y  se dirigió al lobby del hotel donde esperaban por Eric. Una vez ahí empezó a  marcar los número alcanzados por el joven asistente, pero no tenía éxito. Nadie contestaba.

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El auto de Eric se detuvo frente a la puerta de la mansión Shin. HyeSung tenía la mente en blanco, rehusándose a aceptar su nueva realidad. Eric bajó del auto y abrió la puerta del lado de HyeSung, tirando de su brazo para sacarlo y dirigirlo hasta dentro de la mansión.

-a-amo HyeSung? –preguntó atónita una de las empleadas de la mansión, al ver al muchacho llegando en estado zombi llevado tan bruscamente por la persona que un día antes había intimidado a todos en la mansión

-llama a todos los empleados muchacha, quiero a todos aquí mismo ahora –ordenó Eric a la muchacha

-qué sucede Alice? –una mujer de avanzada edad se aproximó hacia donde se encontraba la muchacha. Eric reconoció a esta mujer como el ama de llaves de la mansión

-llame a todos los empleados, necesito darles unas ordenes –volvió a ordenar Eric

-disculpe señor pero nosotros sólo recibimos órdenes del amo HyeSung y el mayordomo Myung –respondió educadamente la mujer

-así? …. Ve esto…. –Eric alzó la mano de HyeSung mostrando el anillo que llevaba en su dedo anular –tengo uno igual, ahora estamos casados y por lo tanto yo soy el nuevo administrador de todas sus posesiones así que no me haga perder más el tiempo y llamé a todos los empleados!!!! –Eric perdió la paciencia

La anciana mujer y la muchacha quedaron en shock. Su joven amo a quien siempre habían considerado como el principito de la mansión, casado?....y con ese cruel y despiadado hombre?. Ambas sabían que había algo extraño en todo eso.

-que no oyen!! Llamen a todos!!! –volvió a ordenar Eric casi al borde de perder los papeles

La muchacha salió corriendo en busca de todo el personal

-debo llamar al mayordomo Myung –la mujer trató de retroceder en busca de un teléfono

-usted no se mueve de aquí, si quiere pruebas aquí está –Eric lanzó unas copias del permiso firmado por el mayordomo y el acta de matrimonio celebrado minutos antes.

-lo ve ahora, es real…..  –Eric dio una sonrisa que mandó escalofríos por todo el cuerpo del ama de llaves

Los demás empleados llegaron casi con la misma expresión de sorpresa que la anciana mujer al ver a su joven amo siendo llevado del brazo por la persona que menos pensaban que volverían a ver.

-necesito que recojan todas las cosas de este niño en menos de 30 minutos –ordenó Eric apenas vio a todo el personal de la mansión reunido.

-tú anciana, toma a las personas que necesites contigo y empiecen a empacar todas las cosas de este niño, los demás se quedarán aquí hasta que la anciana haya terminado

-empacar sus cosas?......pero qué piensa hacer? –la mujer estaba a punto de sufrir un colapso

-necesito darle explicaciones a la servidumbre? ….obedezca ahora sino quiere que la eche a patadas! –amenazó Eric a lo que la mujer quedó callada

-Alice, Nicole y Sara síganme –después de un minuto la anciana decidió obedecer llevándose a las tres mucamas a la habitación de su joven amo

Grace Mun era una mujer fría, quizás más que su hijo pero estaba consciente del gran error que éste estaba cometiendo y de alguna forma también lo sentía HyeSung. Era difícil entender a la Sra. Mun. Proveniente de una de las familias más prestigiosas de Seúl, la Sra. Mun era de esas mujeres capaces de hacer lo que sea por conservar su estatus social. Esa era la única razón por la que no ponía impedimentos a su hijo. Sabía que estaba cometiendo un error, sabía que ese muchacho al que acababa de forzar a firmar los papeles del matrimonio, saldría muy lastimado pero si era el precio para mantener su bien acomodada forma de vida, ella estaba dispuesta a aceptarlo.

-Sra. Grace, se lo pido por última vez, ayúdeme a detener a Eric –Minwoo entró a la habitación de la Sra. Mun nuevamente suplicando su ayuda

-nada me gustaría más que ayudarte Minwoo pero no hay nada que pueda hacer, ese matrimonio era necesario –respondió fríamente la mujer

-pero Eric le va arruinar la vida a ese niño! Se imagina si las cosas fueran al revés? Si fuera su hijo el que fuera forzado a contraer matrimonio y dejar toda su vida sólo porque un ser malvado y sin escrúpulos quiere conservar una estúpida fortuna –intentó Minwoo de convencer a la mujer

-estoy segura que si ese fuera el caso, Eric entendería que en esta vida hay ciertos sacrificios que debemos hacer para conservar algo por lo que tanto hemos luchado

-sí, pero la víctima del sacrificio no es ninguno de ustedes, sino un niño que apenas conocen hace un día! –Minwoo salió furioso de la habitación

La Sra. Mun de verás lo sentía por HyeSung, pero era su única manera de conservar la empresa y su posición en la sociedad.

-qué haremos Sra. Brady? No vamos a dejar que ese hombre se lleve al amo HyeSung cierto? –preguntó una de las mucamas preocupada por el destino de su joven amo mientras terminaban de empacar las cosas de HyeSung

-tenemos que buscar la manera de hablar con el mayordomo Myung, claro que no voy a dejar que ese hombre saque de aquí al niño

-tomé, aquí…..yo traje mi celular –otra de las mucamas alcanzó su teléfono al ama de llaves

-niña, porque no lo dijiste antes …

-lo siento, estaba tan asustada que lo olvidé

La mujer tomó el teléfono y empezó a marcar el número del mayordomo pero no obtenía ninguna respuesta más que la casilla de voz.

-está apagado……-susurró la mujer, el miedo creciendo más dentro de ella

-qué haremos ahora –otra de las muchachas empezó a llorar de la frustración

-terminaron con su reunión? –la voz grave de Eric interrumpió a las mujeres

-lleven todas las cosas al auto –ordenó Eric al grupo de hombres desconocidos que estaban de pie tras de él.

-qué va hacer con el amo HyeSung? –preguntó la ama de llaves

-eso a usted no le importa….. –Eric regresó al salón principal de la mansión donde esperaba HyeSung custodiado por otro grupo de hombres que Eric había contratado para llevar sus pertenencias hasta el aeropuerto.

Todos los empleados de la mansión permanecían reunidos en el salón principal, esperando que ocurriera un milagro y ese hombre extraño desapareciera para siempre.

-vámonos… -Eric tomó a HyeSung del brazo poniéndolo de pie y empezando su camino fuera de la mansión.

-por favor no se lleve al amo HyeSung! –una de las mucamas, Sara, corrió y se colocó delante de Eric de rodillas

-que pasa contigo chiquilla? – Eric se sentía irritado por el comportamiento de la muchacha

-no se lo lleve Señor, se lo pedimos todos, deje que el amo HyeSung se quede en la mansión –el ama de llaves se unió a la suplica de la mucama

-jajaja! Que ridículos son todos ustedes, que no saben cuál es su lugar en esta casa?, aquí mando YO!,  quién se creen que son para decirme lo que tengo que hacer?

-al menos díganos a donde lo llevará, así estaremos seguros de que va estar bien –insistió la anciana

-eso no es algo que les importa, si me lo llevo al fin del mundo, ese es mi problema. Ustedes son solo unos empleaduchos entrometidos y si siguen interfiriendo me aseguraré que sean echados de esta casa y nunca más vuelvan a encontrar empleo en otra parte! –Eric amenazó a los empleados con voz enérgica.

Los pobres trabajadores sabían que estaban tratando con alguien que no sería fácil de convencer. Sabían que su lucha sería en vano, que tendrían que permitir que ese hombre, se llevara al principito de la casa, el principito que muchos de ellos habían visto crecer y  con el que otros habían crecido juntos.

-larguémonos de aquí –Eric terminó por sacar a HyeSung de la mansión e introducirlo de regreso a su auto para finalmente desaparecer con él.

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-se está tardando demasiado…….-la Sra. Mun se encontraba esperando dentro de su auto en el hangar donde esperaba el avión privado contratado por el joven asistente Bogeun, para llevarlos de regreso a Seúl

Minwoo se encontraba dando vueltas aún tratando de comunicarse con el mayordomo Myung y ponerlo en aviso de los planes de Eric.

El auto del presidente de Systematic Company se dejó ver en cuestión de minutos, deteniéndose al lado del auto donde esperaba su madre.

-hijo que te tomó tanto tiempo? –interrogó la Sra. Mun saliendo de su auto

-algunos empleaduchos igualados –respondió Eric sacando a HyeSung de su auto

-lleven sus cosas dentro del avión –ordenó Eric a los hombres que lo habían escoltado durante el camino al aeropuerto

-Eric detente, es la última vez que te lo pido –Minwoo se aproximó a su amigo apenas notó su presencia en el hangar

-me alegra que sea la última vez, porque no pienso dar marcha atrás, este niño es mi seguro para que la empresa sea mía y no voy a dejarlo acá –respondió Eric arrastrando a HyeSung dentro del avión donde ya esperaban su madre y el resto de sus acompañantes

-no…..no por favor, déjame ir! Por favor déjame ir! –finalmente HyeSung reaccionó, al verse frente a ese enorme avión y ver sus cosas siendo llevadas dentro. HyeSung entró en pánico,  empezando a llorar por su libertad.

-Eric, no le hagas esto! No le hagas dejar su vida! –insistía Minwoo yendo detrás de su amigo

-no hagas berrinche mocoso! Súbete ahora mismo! –Eric continuaba arrastrando a HyeSung por la cintura en el camino hacia el avión

-por favor! Le prometo que no haré nada! No huiré! Le firmó un poder, lo que quiera pero no me obligue a subir a ese avión! –HyeSung estaba al borde de la desesperación

-no me sirves si te quedas acá y yo estoy en Seúl, que no oíste al abogado? Tenemos que vivir bajo el mismo techo y de ninguna manera pienso mudarme a Boston! –Eric dio un último tirón del adolorido brazo de HyeSung, terminando por  introducirlo dentro del avión

Minwoo sabía que ya todo estaba perdido. No tenía más opción que asegurarse que Eric no siguiera cometiendo más errores en Seúl. Y menos aún que siguiera lastimando a HyeSung.

-siéntate ahí y no te muevas! Si te atreves a moverte un milímetro te encadeno a ese asiento! Entendiste? –amenazó Eric mientras colocaba a HyeSung en uno de los asientos del avión

HyeSung lloraba y temblaba. Pasó cinco maravillosos años de su vida en Boston al lado de su abuelo y ahora tenía que dejarlo todo, dejar a sus amigos, su casa, sus estudios. Su vida. Su felicidad. No era suficiente con no haberse recuperado aún por la perdida de su abuelo, ahora tenía que vivir otro infierno. un infierno al lado de su ahora esposo.

-tómate esto y deja de lloriquear –Eric ofreció un vaso de agua al inocente muchacho.

Por un momento HyeSung pensó que la persona que tenía al frente no podía ser tan cruel ya que se estaba preocupando muy a su manera por él, ofreciéndole un poco de agua para calmar sus nervios. Nada más equivocado porque a los minutos HyeSung sintió los párpados pesados, su cabeza daba vueltas, su visión se hacia nublosa y en lo que menos pensó, cayó profundamente dormido.

Unos minutos después, el avión despegó rumbo a Seúl.