La mañana se iluminaba con unos leves rayos de sol que golpeaban contra el verde césped, el olor de las flores y los árboles alrededor daban una sensación de paz y tranquilidad. El grupo,  que llevaba 30 minutos caminando entre el majestuoso lugar se detuvo de repente tras la indicación del hombre que caminaba delante de ellos con una cesta de comida en las manos.

-creo que este es un buen sitio – giró Eric, dirigiéndose a los demás hombres que esperaban por el fin de la caminata.

-por fin! – exclamó Minwoo, dejándose caer sobre el verde prado

-Andy ayúdame a colocar las cosas – Hyesung tomó la cesta de manos del ama de llaves, sacando un enorme mantel que extendió sobre el césped con ayuda de éste.

Eric observaba a los dos menores, preguntándose mentalmente si estaba haciendo lo correcto al seguir los consejos de un libro escrito por un autor anónimo.

Minwoo y Dongwan se sentaron sobre el mantel, una vez que los menores terminaron de colocarlo. Dongwan recostó su cabeza confortablemente sobre el regazo de su novio, que sonreía, tomando un poco de fruta de uno de los cestos de comida.

-el clima es muy bueno – mencionó Andy, colocando los demás contenedores de comida al centro del mantel

-muy bueno para un picnic, te dije que funcionaría Eric – agregó el Dr. Kim, dejando que su novio lo alimentara con algunas fresas

Eric permanecía silencioso, observando por momentos a su joven esposo que compartía algunas palabras con Andy.

Después de la noche que habían pasado juntos, HyeSung decidió volver a su ser normal y actuar como si la noche anterior no hubiera existido. Eric por su parte, no sabía cómo lidiar con los cambios de humor de su joven esposo. A veces el comportamiento de HyeSung era muy difícil de descifrar.

-HyeSungie prueba esto – la voz de Minwoo atrajo la atención de Eric, nuevamente al grupo sentado sobre el mantel degustando la exquisita comida preparada por los menores, minutos antes de salir de la mansión.

Minwoo colocó en boca del bello muchacho unas verduras. Todos los demás sonreían y compartían la comida.

Todos menos Eric que no veía el momento de pasar un tiempo a solas con su esposo.

-HyeSungie, mañana empezaremos con las clases, tengo un pequeño manual en casa que te puede servir para el examen escrito – habló Minwoo, regresando a su posición sobre el mantel

-gracias… siempre quise aprender a conducir pero mi abuelo se negaba a dejarme intentarlo, decía que para eso estaban los choferes – respondió HyeSung, trayendo cierto semblante de melancolía sobre su rostro ante la mención de su abuelo.

-has pasado toda tu vida controlado… nunca has hecho nada de lo que has querido? – esta vez el Dr. Kim intervino en la breve conversación

-estudié letras porque lo elegí… esa ha sido una de las pocas cosas que pude hacer por mi cuenta… - nuevamente el tono de tristeza de melancolía que empezaba a hacerse más intenso.

-quieren cambiar de tema?, están haciendo que se ponga triste – decidió intervenir Eric finalmente, tomando asiento al lado de su joven esposo

HyeSung bajó la mirada, evitando la intensa mirada de su esposo.

Sentado en la soledad de la oscura sala, una copa de whisky en su mano derecha mientras que en la otra mano sostenía la fotografía que fue tomada hace dos años. La  fotografía de cuando aún vivía momentos felices, momentos del inicio de un amor que pensó lo curaría todo.

Park Junjin llevaba semanas sin ver a su novio o mejor dicho ex novio.

Desde que Andy abandonó el departamento que solían compartir, Junjin lo buscó desesperadamente en cada rincón posible de la ciudad, sin embargo su paradero le era aún desconocido. Andy no tenía familiares en Seúl y era muy difícil pensar que pudo regresar con sus padres por lo que Junjin no tenía la certeza si su novio estaba ocultándose de él o algo más grave pudo haberle acontecido.

Las lágrimas empezaron a caer por su rostro, recordando los primeros momentos que ambos compartieron juntos. Cada palabra, cada mirada, cada roce entre sus cuerpos. Andy fue su salvavidas; el salvavidas que lo hizo renacer de esa miseria donde se hundió al regresar con la cabeza abajo a la ciudad, a casa de sus padres. Para Junjin su intento de supervivencia en América no fue un fracaso ya que lo hizo una persona más independiente, capaz de sacrificar su propia felicidad por el bien de alguien más.

Mientras más lo pensaba, Junjin se hundía más en su dolor. El dolor de estar solo y saber que ésa persona nunca volverá. El dolor de haber lastimado una vez más y tener la certeza que esta vez nada volverá a ser lo mismo.

Un nuevo sacrificio que tenía que hacer, dejar ir y recuperarse. Dejar ir y tal vez nunca más volver a amar.

-Andy, vamos a dar una vuelta? – llamó HyeSung a su amigo, poniéndose de pie para estirar las piernas luego de haber terminado la deliciosa merienda

Andy levantó la mirada al muchacho cuyos ojos brillaban a la par que el hermoso sol que resplandecía detrás de él.

-yo iré contigo – se puso Eric de pie tomando la mano de su joven esposo

Hyesung se quedó estático por unos segundos, sorprendido por la repentina acción de su esposo; sin embargo se dejó llevar y en cuanto menos se dio cuenta, su grupo de amigos se encontraba fuera de su vista.

-estás muy callado – rompió Eric el silencio, caminando a paso lento entre la esplendorosa arboleda

-no tengo mucho que decir – respondió HyeSung, tratando que la sensación de la mano de su esposo envolviendo la suya, no  afecte sus latidos

-te gusta esto no?... la naturaleza, caminar al aire libre – empezó a hablar Eric con cierto tono incómodo

-sí… me recuerda mucho a mi casa… a la universidad… aquellos días que pasaba con mi abuelo… - el tono de tristeza en la voz de HyeSung alertó a Eric

-por que siempre hablas de tu abuelo con esa melancolía?... por lo que he oído, él no fue muy diferente de un tirano; te envió a estudiar fuera en tus primeros años, te mantenía encerrado en esa enorme mansión, seleccionaba tus amigos y te prohibía un sinfín de cosas… incluso obligó a Junjin a dejarte… por qué entonces…

-es la única familia que conocí… sé que no era perfecto pero era mi abuelo después de todo… todo lo que hacía lo hacia por que quería protegerme… a pesar de ser tan controlador me llevaba con él de viaje en vacaciones, me daba todo lo que le pedía y aún antes de que se lo pidiera… fui muy feliz a su lado… era más que un abuelo para mí…

-él te metió en todo esto, lo sabes no?

-en sus últimos días trató de arreglarlo y dejó un seguro para mí… no cree que eso es amor y sacrificio?

-por que le ves el lado bueno a todo?

-y usted por qué insiste en verle el lado negativo a las cosas?... acaso no sufrió cuando su abuelo murió?

-ese viejo me dejó muchos dolores de cabeza… incluyendo el bendito testamento! – habló Eric con amargura, haciendo que algo dentro de su joven esposo saltara por el impacto de sus palabras

-entonces soy un dolor de cabeza para usted? – replicó HyeSung con tono pausado

Eric giró sobre sus talones, dándose cuenta de la dirección de sus palabras

-no, yo no dije eso

-dijo que su abuelo le dejo varios de cabeza incluyendo el testamento que lo obligo a casarse… conmigo…

-no, no me mal entiendas… mi abuelo y yo nunca nos llevamos bien…

-usted siempre pensará en su empresa antes que en cualquier otra cosa… absurdo – se dijo HyeSung las últimas palabras para sí mismo, retornando su camino de regreso hacia sus amigos

-HyeSung espera! – Eric fue detrás de su esposo, queriendo arreglar lo que acababa de decir

Minwoo y Dongwan retozaban calmadamente sobre el mantel gozando de la tranquilidad de la tarde que caía sobre sus rostros. Andy leía un libro, sentado bajo un árbol a muy pocos metros de distancia.

La tarde era serena y sublime y los tres hombres disfrutaban de la tranquilidad que los rodeaba. Tranquilidad que se vio interrumpida cuando el joven casado regresó al lugar del picnic con el rostro visiblemente desencajado y la mirada caída.

-quiero irme… Andy me llevas a casa? – se acercó HyeSung al ama de llaves, arrodillándose a su lado

-que pasa?... te sientes mal?, estás enfermo?! – se alarmó Andy, empezando a revisar algún signo de malestar en el rostro del muchacho

HyeSung evadió el escrutinio de su amigo, asegurándole que se encontraba bien de salud y sólo quería regresar a casa a descansar para su inicio de clases en la universidad, al día siguiente.

Minwoo y Dongwan del otro lado, observaban con mirada sospechosa la actitud del menor y sus sospechas fueran concretadas cuando Eric alcanzó al grupo con el rostro en pánico.

-HyeSung… - llamó Eric a su esposo que le daba la espalda, concentrado en convencer a Andy de regresar a casa

Andy observó a su jefe con la mirada confusa.

-llévame a casa por favor… ya no quiero estar aquí… - HyeSung se puso de pie, empezando a ordenar todos los utensilios sobre la pequeña manta extendida sobre el césped.

-HyeSung, escúchame…

-ya lo oí Señor Mun… no se preocupe que cumpliré mi parte del trato con respecto a las cláusulas de la herencia – respondió HyeSung con voz fría a los llamados de su esposo

Eric quedó de pie, congelado por el duro trato que acababa de recibir por parte de su joven esposo.

-qué hiciste? – interrogó Minwoo una vez que los menores desaparecieron en dirección del auto

-no hice nada! – se defendió Eric

-HyeSung no está así por nada… qué hiciste Eric Mun?

-está bien… cometí un grave error… dije algo que no debía…. – bajó Eric la mirada, avergonzado por su elección de palabras con su esposo

Minwoo y Dongwan miraron severamente a su amigo, esperando por la continuación de su relato de los hechos.

-le dije que mi abuelo me había dejado varios dolores de cabeza… incluyendo la herencia y el matrimonio… - habló Eric en voz baja pero lo suficientemente audible como para que sus amigos lo oyeran

-le dijiste eso!!! …. Te volviste loco!!! – exclamó Minwoo, casi golpeando con sus palabras a su amigo

-por qué no puedes controlar esa bocota que tienes! – regañó esta vez Dongwan.

Al día siguiente y con la mente más despejada, HyeSung despertó en su habitación por primera vez solo después de haber pasado una difícil noche tratando de evadir a su esposo que buscaba una oportunidad para disculparse y enmendar su error.

HyeSung salió de su habitación, completamente listo para salir a la universidad y comenzar una nueva etapa en su vida. Una vez más.

En el camino hacia la cocina, HyeSung se encontró con el rostro sereno de su esposo que ya lo estaba esperando listo para llevarlo a la universidad.

Eric llevó a HyeSung hasta su auto en completo silencio, no cambiando la situación en todo el trayecto hasta el centro de estudios. El Presidente de Systematic Company no sabía cómo iniciar la conversación y redimirse por el daño y pésima elección de palabras del día anterior.

-no tiene por que venir a recogerme… le pedí a Andy anoche que viniera por mí – habló HyeSung en tono frío mientras abría la puerta del auto.

-espera… - sujetó Eric el brazo de su joven esposo, impidiendo su huida

-no tiene que preocuparse… esta vez no cometeré ningún error – HyeSung alzó su mano izquierda, haciendo ver el anillo que resplandecía en su dedo anular

Eric jaló nuevamente el brazo de su esposo al notar que éste trataba una vez más de huir de él.

-HyeSung tenemos que hablar…

-no quiero hablar con usted… usted ya lo dijo todo ayer y me queda muy claro cómo son las cosas… - respondió Hyesung, retirando la mano de su esposo de su brazo.

-no quise decir lo que dije ayer… cometí una estupidez… - habló Eric rápidamente antes que su esposo terminara por salir del auto

-no… el que cometió una estupidez fui yo al creer que usted podría cambiar – respondió Hyesung, cerrando la puerta del auto con fuerza.

Eric se resignó a ver a su esposo desaparecer entre las puertas de la universidad.

Andy se encontraba en la sala de la mansión, terminando de dar las últimas instrucciones al personal que se encargaba de la limpieza y orden de la inmensa mansión. El teléfono celular que sonaba dentro del bolsillo de su pantalón, lo distrajo por un breve instante de sus deberes.

“me haces falta….<3”

Leía el mensaje que acaba de recibir el ama de llaves en su teléfono celular.

-terminen primero con las habitaciones y luego sigan con la planta baja – terminó de ordenar Andy, ignorando el mensaje que acababa de recibir

“necesito verte…<3<3<3”

Leyó Andy otro mensaje, decidiendo finalmente mantener apagado su teléfono hasta que llegara la hora de recoger a HyeSung de la universidad.

A Andy aún le costaba superar su ruptura con Junjin, pero no iba a dar su brazo a torcer y sumergirse de nuevo en esa dolorosa relación. No hasta que Junjin haya decidido qué hacer con sus sentimientos.

-y cómo te fue?, hablaste con él? Aclararon las cosas? – asaltó Minwoo a su amigo, tomando su acostumbrado asiento en la silla frente a su escritorio

Eric bajó la mirada, ignorando el interrogatorio de su amigo, lo que le dio una idea a Minwoo de la respuesta muda del presidente de Systematic Company.

-tú y tu bocota… qué esperas para aclarar las cosas? – regañó el abogado, apoyándose sobre la mesa con los brazos cruzados

-no quiere oírme… esta vez metí la pata hasta el fondo! – exclamó Eric, recostándose contra el respaldar de su silla con pesadez

-y la metiste bien!... cómo se te ocurre decirle que es un dolor de cabeza para ti?!... – volvió a regañar Minwoo con energía

-no me dí cuenta de lo que estaba diciendo! Estaba molesto por que mencionó a mi abuelo y sabes que ese viejo y yo no nos llevábamos para nada bien! – se justificó Eric

-aún así debiste pensarlo mejor antes de hablar… esto puede ser crítico para ti Eric… si HyeSung se hace la idea equivocada sobre tus sentimientos…

-no tienes que decírmelo!... sé muy bien que cometí un gran error… y tengo que arreglarlo antes que llegue a mayores

Eric cayó sobre su escritorio, apoyando ambos codos sobre la mesa mientras masajeaba sus sienes buscando comfort para su adolorida cabeza.

El día fue tranquilo y sin incidentes para el joven Shin HyeSung, las clases habían sido lo que él esperaba y mantenerse callado y alejado de sus demás compañeros, le había ganado tiempo para pensar en su debate interno. Un debate que parecía no tener fin a pesar de saber que su esposo estaba manteniéndolo a su lado únicamente por las cláusulas del testamento de sus abuelos.

HyeSung no sabía si sentir dolor o coraje por las palabras usadas por su esposo el día anterior, o simplemente ignorarlas y continuar con su vida, haciendo planes para su regreso a casa en tan solo unos meses. Unos meses que pasarían volando y entonces el joven estudiante podría volar de regreso a su hogar. Solo.

Su separación de Eric Mun estaba con los días contados. Una separación para la cual tendría que prepararse, no permitiéndose desarrollar ningún tipo de sentimiento hacia el hombre que aún lo mantenía en cierta forma cautivo. No después de saber que su esposo hacia todo lo que hacia, por la herencia.

HyeSung caminó unos pasos más hasta la puerta principal del campus, esperando encontrar el rostro amable y sonriente de Andy, listo para llevarlo de regreso a casa. Mas su sorpresa fue grande cuando lo que encontró fue el rostro sereno de su esposo esperando al lado de su auto, vestido con ropas casuales.

-daremos un paseo, sube – habló Eric, entrando al auto

HyeSung dio un pesado suspiro, siguiendo a su esposo dentro del auto.

Eric se mantuvo silencioso durante el camino. Sin embargo era un silencio que parecía confortable para la pareja.

Luego de varios minutos, el auto se detuvo. Eric salió del auto y HyeSung hizo lo mismo, dándose cuenta a dónde lo había traído su esposo.

-ven – Eric tomó la mano del muchacho, guiándolo camino abajo por las arenosas vías.

-por qué me trajo aquí? – cuestionó HyeSung sintiendo un pequeño escalofrío recorrer su cuerpo

-por que quería hablar contigo en calma sin que huyeras a esconderte detrás de un árbol – sonrió Eric cálidamente a su joven esposo

Con el sonido de las olas detrás de ellos, Eric y HyeSung caminaban en silencio, gozando de la calma y paz que el mar les brindaba.

-lamento mucho lo que dije ayer – el primero en hablar fue Eric con la mirada fija en la arena bajo sus pies

-no tiene por qué… no es nada que no me haya imaginado…

-no, estás equivocado… no quise decir lo que dije… fui un idiota al dejar salir eso sin darme cuenta… estaba muy molesto de tan solo pensar en mi abuelo que dije cosas que no debía – se justificó Eric, enfrentando a su esposo a los ojos

Hyesung decidió huir de la mirada de su esposo, concentrando su vista en las olas que rompían no muy lejos de ellos

-Hyesung… de no haber sido por ese testamento no te hubiera conocido… ni hubiéramos pasado por todas estas cosas… creo que al final debo agradecer al viejo necio de mi abuelo por no haber corregido ese testamento – Eric dio una sonrisa ácida a la mención de sus últimas palabras

-usted sólo se siente comprometido conmigo… entiendo eso y

-no!... no hago esto sólo por las cláusulas… lo hago por ti!... HyeSung, casi acabé con mi vida por que no resistí la idea de seguir viviendo sin ti a mi lado, morí de celos cuando me enteré que Junjin fue tu novio y casi enloquecí cuando vi a ese chiquillo acosándote en la universidad… no entiendes que te amo?... no entiendes que te amo más que a mi propia vida?... te amo tanto que no me conformaré con estos dos años… te quiero para siempre HyeSung… no estoy dispuesto a dejarte ir!

Eric tomó a su esposo entre sus brazos con fuerza, sintiendo su frágil cuerpo temblar ligeramente al contacto con el suyo.

El corazón de HyeSung dejó escapar un latido, sintiendo el mareo que hizo que todo a su alrededor girara a una velocidad de 360°. La noche estaba cayendo, el viento corría con fuerza y las frías olas alcanzaban ya sus desnudos pies.

-te amo HyeSung… por favor dí que también me amas… no me hagas esperar más por esas palabras – susurró Eric a oídos de su esposo, casi como una súplica

Mas el muchacho estaba inmerso ya en el mareo que empezaba a afectar el balance de su cuerpo.

-Hyesung! – se alarmó Eric, al sentir el cuerpo de su esposo cediendo entre sus brazos, hasta caer de rodillas sobre la arena húmeda

Eric tomó el rostro de su esposo entre sus manos, sintiendo el intenso ardor en sus mejillas y notando la mirada desfalleciente en sus ojos.

Pero Eric no tuvo tiempo de reaccionar cuando una enorme ola cayó sobre él y su joven esposo, empapándolos completamente de pies a cabeza, casi dejándolos tumbados sobre la arena

-oh por Dios! Hyesung! – exclamó Eric al notar el desfalleciente cuerpo de su joven esposo retorciéndose de frío sobre la arena.

Eric tomó a su esposo en brazos, llevándolo rápidamente hasta su auto.

Sin importarle estropear sus elegantísimos asientos de cuero, Eric introdujo a su joven esposo a su auto, manejando a toda velocidad de regreso a la mansión. Ambos esposos estaban empapados y ni la calefacción del auto podía ayudarlos a entrar en calor. Eric dio una breve mirada a su esposo en el asiento del copiloto, notando su rostro que lucía ligeramente colorado y la expresión completamente desfalleciente.

Unos minutos más y Eric Mun llegó a la mansión, llevando a su esposo en brazos escaleras arriba hasta su habitación. Las mucamas y demás empleados de turno, se alarmaron al ver a los esposos llegar completamente empapados de pies a cabeza.

-dónde está Andy?! – interrogó Eric a una de las mucamas que lo seguía, concerniente del joven muchacho que lucía medio inconsciente en sus brazos

-el Sr. Andy salió, dijo que tenía que buscar algo en la biblioteca y no regresaría hasta tarde – respondió la muchacha

Eric entonces recordó que esa tarde le había dado permiso a Andy para que se tomara el resto del día mientras él pasaba tiempo de calidad con su joven esposo, siguiendo las instrucciones en el libro, regalo de su mejor amigo.

-maldición! – exclamó Eric, entrando a la habitación de HyeSung, llevándolo inmediatamente hasta el baño.

Después de una ducha caliente y la muda a ropas secas y cómodas, Eric llevó a su joven esposo hasta la cama, acomodándolo entre las mantas para que entrara en calor y detuviera ese temblor en su cuerpo.

-tienes fiebre… traeré algo de medicina – Eric se puso de pie, saliendo de la habitación.

HyeSung quedó recostado en la cama, luchando por que la pesadez en sus párpados no gane contra su voluntad de permanecer despierto y alerta a los siguientes movimientos de su esposo. Minutos después, Eric regresó con una bandeja de comida, colocándola en la mesita de noche

-levántate… tienes que comer algo antes de tomar la medicina – habló Eric mientras ayudaba a su esposo a acomodar su espalda entre las almohadas

-Andy… dónde está Andy? – preguntó HyeSung aún sintiendo el mareo en su cuerpo

-no está… le pedí a una de las mucamas que prepara algo de sopa para tí… – respondió Eric, evitando la mirada de su esposo mientras colocaba el plato de sopa caliente sobre su regazo

HyeSung tomó la sopa lentamente con ayuda de su esposo, quién insistía en darle cada cucharada él mismo.

-ahora la medicina – colocó Eric una píldora en la palma de la mano del muchacho

HyeSung tomó las píldoras de un solo golpe, acomodándose luego nuevamente entre las mantas.

-lo siento… no era mi intención que enfermaras… no debí llevarte a la playa… ayer hizo algo de frío por la noche… debí suponer que amaneciste algo resfriado… y lo empeoré llevándote a la playa – se disculpó Eric, acariciando el cabello de su joven esposo

-hace frío… - murmuró HyeSung, envolviéndose más entre los cobertores

Pasaron varios minutos y HyeSung aún no dejaba de temblar, su rostro se veía pálido y sus labios casi azules. Eric, al lado del joven e inocente muchacho, lo observaba tratando de hallar una manera para detener ese temblor en su cuerpo.

Y Eric no pudo tener mejor idea. A los segundos, Hyesung sintió que su respiración se detenía, al ver a su esposo alzando las sábanas hasta acomodarse entre ellas y traer su frágil cuerpo contra su pecho, luego de haber desabotonado la camiseta de sus pijamas. 

Eric envolvió a HyeSung entre sus brazos con tanta fuerza, que el muchacho empezó a luchar por un poco de aire.

-no te voy a hacer nada… sólo quiero que entres en calor… prometo no hacer nada – susurró Eric, acariciando levemente la espalda de su joven esposo, mientras lo mantenía aún aprisionado contra su pecho

El corazón de HyeSung empezó a bombear con rapidez al sentir el calor y calidez que emanaban del cuerpo de su esposo.

-aire… necesito aire… - logró articular HyeSung, entre los fuertes brazos que lo envolvían.

Eric debilitó unas décimas la fuerza en su agarre, permitiendo a Hyesung obtener algo de aire para sus pulmones.

-lo siento por lo de ayer… hablar de mi abuelo siempre es un tema molesto para mí… - habló Eric casi en un susurro, tranquilizando los latidos de su joven esposo que se sentían contra su pecho.

-por qué?... por que no le gusta hablar de su abuelo? – preguntó Hyesung, controlando al fin el ardor en sus mejillas

Eric soltó un pesado suspiro, antes de empezar a hablar.

-ese hombre fue muy duro conmigo… nunca nada de lo que hice para que se sintiera orgulloso de mí parecía ser suficiente para él… siempre obtuve buenas calificaciones, fui un gran deportista, gané algunos premios… pero nunca jamás vi esa mirada de orgullo en sus ojos… para él siempre era que aún no llegaba al máximo… nada le alcanzaba… - respondió Eric con evidente tristeza en su tono de voz

-mi abuelo no fue un hombre perfecto… muchos decían que de hecho era malo conmigo por haberme tenido en internados y lejos de él por muchos años… pero la verdad no era así… mis padres murieron en un accidente aéreo, traicionados por uno de sus mejores amigos… mi abuelo tenía miedo que algo me ocurriera y para protegerme me envió a estudiar lejos de él… creía que era mejor tenerme seguro en esos internados que en cualquier escuela pública, expuesto a peligros… aunque a pesar de eso, siempre me llevaba con él de viaje en vacaciones; conocí varios sitios hermosos con él cuando era niño… cuando le pedí que me dejara volver… me dijo que tenía miedo si algo me ocurría más adelante… así que le prometí que sería cuidadoso y no hablaría con nadie en la escuela… todo lo que él hizo… lo hizo por protegerme, a pesar que los demás pensaran que era cruel y demasiado controlador… todo siempre tuvo una razón de ser…

-tu abuelo te amaba… de lo contrario no te hubiera dejado asegurado con tu herencia

-sin embargo lo hizo poco tiempo antes que falleciera… quizás si hubiese actuado antes… ese testamento pudo haberse anulado…

-te estás quejando de tu abuelo?

-no, sólo le estoy diciendo que no juzgue a su abuelo sin saber lo que realmente había detrás de todo lo que ocurrió…

-él no era tan perfecto como tu abuelo…

-las cosas que le conté… me las contó el mayordomo Myung días después del funeral de mi abuelo… por unos días guardé cierto rencor hacia él por haberme alejado de su lado durante muchos años y cuando murió no sabía qué hacer… pensé que por culpa de él había quedado completamente solo… pero luego supe que lo que hizo, lo hizo por que me amaba… me mantuvo con vida por muchos años…

Eric guardó silencio unos segundos, tratando de entender las palabras de su joven esposo. Reflexionando dentro de su corazón, si valía la pena seguir sintiendo tanto odio hacia el abuelo que tantas lágrimas le causó.

-por qué insistes en verle el lado bueno a las personas?

-se lo dije antes… todos tenemos derecho a una segunda oportunidad, todos tenemos derecho a enmendar nuestros errores y hacernos dignos de confianza

-tengo una oportunidad?... tengo una oportunidad para ganar tu corazón? – Eric apretó ligeramente sus brazos alrededor de la cintura de su joven esposo

-… sino no estaría aquí… - susurró HyeSung quedamente, enterrando el rostro aún más en el pecho de su esposo.

Y lo que sorprendió a Hyesung en ese instante, fue el sobresalto en el pecho de Eric, sintiendo los latidos que empezaban a descontrolarse.

Una persona puede fingir con la voz, puede fingir con el rostro, puede fingir con  sus actos… pero nunca puede fingir con el corazón.

Y el corazón de Eric no lo estaba engañando.