A/N: Primero que nada disculpen por la demora!estos días he estado algo cansada y no he tenido tiempo para actualizar. Aquí les dejo otra actu que espero les guste. Además quiero agregar que esta historia ya va llegando a su final :( .... bueno eso espero, oren para que no se me ocurra alargarlo más!! kkkk

A las que siguen mis otros fics, déjenme decirles que también estoy trabajando en esas actualizaciones y que en estos días espero actualizar algo nuevo. Hay muchos dos fics más que están por llegar a su final y otros dos más que están en proceso de concepción, para lo cual les pediré su ayuda más adelante!

Oh y tambien quiero agradecer a Sayumi por la linda pic que hizo para este fic y como habrán notado cambie! y Gracias también a todas las que me agregaron al facebook y me dejan lindos comentarios!! ^^ .

Ya saben pueden encontrarme en facebook como Shinbella Shin.

Ahora si las dejo para que disfruten este nuevo cap!

Cinco días.

Fueron exactamente cinco días más los que tuvo que esperar Eric Mun para finalmente iniciar el proceso de mudanza a la nueva mansión que acababa de adquirir gracias al estupendo trabajo de negociación de su asistente Kim Bogeun.

Al inicio la negociación por la compra debió demorar por lo menos un par de meses, pero gracias a los contactos de Bogeun, la casa ya pertenecía a la familia Mun y en exactamente 15 minutos más, el auto de Eric Mun estaría atravesando el portón principal de la imponente mansión, llevando a su joven esposo y su ama de llaves dentro.

-hey cuidado con eso! – regañó Minwoo a uno de los trabajadores de mudanza, persiguiéndolo de cerca hasta asegurarse que dejara cada mueble en el lugar correcto.

La mansión aún no había sido del todo equipada pero la ansiedad de Eric por dejar el departamento de su amigo y empezar una vida a solas con su esposo, hizo que la mudanza se realizará en tiempo récord.

Ya tendría tiempo más tarde para preocuparse por los muebles.

-ya casi llegamos, te va gustar tu habitación – se dirigía Eric con tono alegre y rostro brillante a su joven esposo, quién trataba de memorizar el camino a través de la ventana

-es muy lejos… - oyó Eric susurrar a su esposo

-lejos? – repitió Eric

-de la universidad, no podré ir a pie… es muy lejos – explicó Hyesung, mirando por primera vez en todo el camino el rostro de su esposo

-claro que no irás a pie! Te llevaré todos los días y Andy te recogerá cuando no pueda hacerlo -rió Eric por las palabras del menor

-recogerme?... otra vez?... – la voz de HyeSung era clara, en una molestia por la noticia

Eric apretó los labios para no estallar y empezar a discutir.

En los últimos días, la pareja había discutido mucho sobre las nuevas reglas de Eric para el cuidado de HyeSung, que incluían no dejarlo cocinar ni hacer nada en la casa a menos que él esté observando, no salir solo a ningún lado sin la compañía de Andy y responder todas sus llamadas a cualquier hora del día.

Hyesung por supuesto argumentó contra tan tiránicas reglas y más fuerte se hizo la discusión cuando HyeSung mencionó que quería obtener su licencia de conducir. Eric por nada del mundo iba a darle un auto hasta que esté seguro que Hyesung estaba completamente enamorado de él. A pesar de los grandes pasos y el increíble acercamiento de la pareja, Eric aún tenía miedo de que su esposo huyera apenas tuviera una oportunidad. O peor aún que Junjin tratara de llevárselo.

-HyeSung, creo que está bien, así no estarás solo todo el tiempo y la casa es grande como para que puedas distraerte si quieres estar solo – intervino Andy desde el asiento de atrás, tratando de bajar el calor de las llamas

Hyesung dio un pesado suspiro derrotado. No sabía en qué momento su amigo se había aliado con su enemigo.

-eso es arriba… déjelo cerca a la ventana!... en la habitación de la derecha! – indicó Minwoo una vez más al hombre de la mudanza

-das miedo con esa actitud, cualquiera pensaría que es tu casa – salió Dongwan de la cocina, sosteniendo un bowl de helado en manos

-sólo quiero lo mejor para mi niño, Eric va traer a HyeSung a éste lugar y aunque se parezca en algo a la mansión en Boston, no es lo mismo – observó el pequeño abogado

Dongwan se encogió de hombros, tomando asiento en el sofá que acababan de colocar los hombres de mudanza

-hey ten cuidado con eso! – amenazó Minwoo al ver a su novio a punto de apoyar el bowl de helado en uno de los brazos del sofá

-aish! Peor que mi madre! – se quejó Dongwan poniéndose de pie de regreso a la cocina

Minwoo estaba a un paso de ir en búsqueda de su novio, cuando el sonido de un auto estacionándose llegó a sus oídos. El abogado inmediatamente salió a recibir a los nuevos habitantes de la mansión.

-hey llegaste!! – corrió Minwoo al auto, abriendo la puerta del copiloto para Hyesung

-gracias por el buen recibimiento – se quejó Eric con un tinte de celos, al ver al abogado ahogar a su esposo en un fuerte abrazo

-wow! Es enorme – elogió HyeSung maravillado, viendo más de cerca la imponente mansión.

Los ojos de Eric se llenaron de orgullo ante la reacción de su joven esposo.

-y aún no has visto tu habitación!... pasé dos días escogiendo todo! – Minwoo tomó la mano del muchacho, llevándolo a paso apresurado dentro de la mansión

Dentro de la enorme habitación, el joven y ahora solitario Shin HyeSung, se encontraba recostado en su cama, envolviéndose con las mantas, tratando de hacer a un lado el terrible sonido de los relámpagos causados por la gran lluvia que caía fuera de la mansión.

HyeSung no podía evitar temblar y asustarse cada vez que un nuevo relámpago rompía el silencio de su habitación. Y menos aún si esto impedía su capacidad auditiva para notar los otros ruidos a los que debía estar alerta.

Era la 1a.m. y el joven heredero y esposo de Eric Mun, abrazaba con todas sus fuerzas su cangrejito de felpa, esperando que su temor y su llanto no despertaran los espíritus dentro de la habitación.

Finalmente una luz que penetró por la ventana de la habitación a causa del relámpago que rompió como si algo estuviera explosionando en sus oídos, hizo que dejara su lugar seguro en la cama y corriera en busca de auxilio.

-HyeSung?... qué haces acá? – habló un somnoliento Eric Mun luego de ser despertado por el abrupto golpe de su puerta al ser abierta con fuerza y rapidez.

-y-yo… - Hyesung permanecía de pie en la puerta, petrificado por el ruido de la lluvia que caía y el pensamiento, que estaban persiguiéndolo.

Eric observó confundido a su esposo unos segundos hasta que un nuevo relámpago se hizo resonar dentro de la habitación y el joven muchacho dio un salto sobre la cama al lado de su esposo.

-estás bien?... son sólo relámpagos… - consoló Eric acariciando la espalda de su esposo que estaba completamente encogido sobre la cama temblando.

-nunca me gustaron las tormentas… las odio! Y… ese espíritu aparece en medio de las tormentas – lloró HyeSung, acurrucándose él mismo dentro de las sábanas

-espíritu?... qué espíritu?... – repitió Eric con máxima confusión

-déjeme dormir con usted… por favor… si regreso ese espíritu me atrapará… - seguía llorando Hyesung, envuelto entre las sábanas.

Eric se olvidó de su pregunta inicial al oír la petición de su esposo. De alguna manera el comportamiento de HyeSung le era divertido y adorable.

-está bien, duerme acá si te hace sentir mejor – Eric volvió a recostarse, trayendo a su esposo dentro de sus brazos.

HyeSung no lo pensó dos veces para acurrucarse y aferrarse a los brazos protectores de su esposo.

Esa noche Eric sintió que muchas cosas buenas estaban por venir.

En un departamento en la zona residencial de la ciudad, dos hombres disfrutaban de su primera noche solos después de dos semanas de su convivencia con sus queridos amigos.

-por qué sonríes? – interrogó Minwoo a su novio

-por nada – sonrió Dongwan más ampliamente, tomando un sorbo de la bebida que degustaba en compañía de su novio, disfrutando la lluvia que caía por fuera de su ventana

-tú hiciste algo no? – insistió Minwoo mirando acusadoramente a su novio

Dongwan mostró su más pícara sonrisa, dejando el vaso que tenía en manos para luego tomar a su novio entre sus brazos.

-sólo digamos que le hice un favor a Eric – habló el Dr. Kim, besando el cabello del abogado

-qué hiciste? – Minwoo se soltó del abrazo de su novio, enfrentándolo con mirada severa

-sabías que HyeSung le tiene miedo a las tormentas? – respondió Dongwan con tono divertido

-sí y no creo que hayas causado esta tormenta a propósito

-no, no hice eso… pero sabías que HyeSung cree en los fantasmas?

Minwoo abrió los ojos como platos, no queriendo creer lo que su novio le estaba insinuando

-qué le dijiste a HyeSung? – presionó el abogado una vez más

-nada grave, sólo que en su habitación hubo un asesinato hace varios años y el espíritu de esa persona sigue rondando la habitación en busca de su siguiente víctima… sobretodo los días de tormenta – rió Dongwan pícaramente.

Minwoo quedó estático por un par de minutos, imaginándose lo asustado que debería estar HyeSung en esos instantes

-te volviste loco!! De dónde sacaste ese disparate!! – regañó Minwoo a su novio

-no lo ves?... HyeSung tendrá tanto miedo que correrá a la habitación de Eric por protección – se defendió el Dr. Kim, moviendo ambas cejas de arriba abajo con una expresión divertida.

-YAH!! sabes lo que hará Eric si HyeSung se mete en su cama voluntariamente!! – estalló Minwoo buscando las llaves de su auto

-Eric no va hacer nada… no va ser tan estúpido de arruinarlo – trató de calmar el Dr. Kim a su novio

-eso espero Wannie… o mañana serás hombre muerto – amenazó Minwoo, regresando a la cama.

A la mañana siguiente, tres hombres se miraban fijamente compartiendo una taza de café en la terraza de la mansión de la familia Mun.

-…y por tercera vez, prometo no volver a contarle historias de fantasmas a HyeSung – repetía Dongwan una vez más el juramento, para tranquilidad de su amigo que a pesar de haber pasado una noche agradable sosteniendo en brazos a su joven esposo, no compartía la idea de asustarlo con cuentos de fantasmas.

-es en serio Dongwan…. Sabes que HyeSung me pidió que trajera un cura para que exorcizara su habitación?!

-sólo quería ayudar… no pensé que se lo fuera a tomar tan en serio – rió Dongwan divertido, colocando su taza de café sobre la mesa

-y que tienes planeado para hoy?, sólo te queda este fin de semana antes de que HyeSung empiece la universidad – cambió el tema Minwoo, probando un trozo de los pastelitos recién hechos por Andy

Eric miró en dirección del jardín, fijando su mirada en su joven esposo que caminaba muy alegre en compañía de Andy.

-no lo sé… creo que a estas alturas lo mejor es que sólo permanezcamos acá dentro viendo algunas películas – habló Eric en un solo suspiro

-y por que no un picnic? – propuso el Dr. Kim, robando una cucharada del pastelito de su novio

-picnic?... entre nosotros? – repitió Eric con ironía

-pueden ir a algún parque cerca, el verano ya se está acabando y será una buena ocasión para que respiren aire fresco – explicó Dongwan, robando otro bocado del postre de su novio

-no sería mala idea, nosotros iremos con ustedes – apoyó Minwoo a su novio, golpeando su mano ligeramente, alejándolo de su delicioso postre.

-aún así no creo que quiera salir conmigo… sigue molesto por lo del auto y su licencia – habló Eric, dirigiendo una mirada lamentable al jardín

-sigues rehusándote?... crees que HyeSung va cruzar la frontera y llegará a América en auto? – respondió Minwoo

-no sé qué cosas no haría si accedo a eso… ya ven lo que pasó en la universidad

-pero volvió por ti, por que le importas… si quieres hacer que te diga que te ama, empieza por confiar en él y darle algo más de libertad – intervino Dongwan, con voz serena y firme

-más libertad de la que ya le he dado?

-dejarlo ir a la universidad y caminar por las calles en compañía de Andy, no es precisamente una completa libertad… déjalo hacer algunas cosas por su cuenta, que vea que confías en él – habló Minwoo

-está bien… consideraré lo del auto –se rindió Eric finalmente

-como… ahmm… cómo has estado? – habló Hyesung con voz incómoda a su amigo y ama de llaves

Andy sabía perfectamente a que se debía la incomodidad en el tono de voz del muchacho.

-estoy bien, mi relación con Junjin no tenía ningún futuro; creo que estoy mejor solo y dedicándome a trabajar y estudiar luego – respondió Andy con voz serena

Los dos muchachos se encontraban dando vueltas en el extenso jardín de la mansión, alejados de los mayores que disfrutaban de un poco de café en la terraza.

Lo cierto era que Hyesung estaba disgustado con su esposo por negarse una vez más a dejarlo obtener su licencia de conducir, y había estado evitándolo el resto del día, luego de la discusión.

-Jinnie es buena persona, estoy seguro que sólo está…

-confundido?... si así es, entonces que éste tiempo le sirva para pensar y despejar sus ideas. No pienso seguir arriesgándome a que me rompan el corazón con esperanzas absurdas – estableció Andy firmemente.

-que fue lo qué pasó?... creí que ya lo habían resuelto cuando estuvimos en su departamento

Andy pensó detenidamente su respuesta. No sabía si decirle a Hyesung que la razón de su ruptura con Junjin, fue él. La certeza de saber que Junjin aún guardaba sentimientos por él, podrían sólo confundir a HyeSung y acabar con la última luz de esperanza de Eric Mun.

Lo mejor que podía hacer Andy era callar.

-necesito a alguien que me dé seguridad y preste su atención en mí las 24 horas; Junjin es de esas personas que se obsesionan fácilmente y se dedican casi el 90% a su trabajo, últimamente ya no teníamos tiempo de vernos ni de hablar mucho… no pude resistirlo – mintió Andy a medias, pues en cierta parte lo que dijo era muy cierto. Junjin no se había preocupado por él lo suficiente desde que HyeSung apareció nuevamente en su vida.

-el Jinnie que conocí en Boston no era así… era una persona que lo entregaba todo… alguien capaz de hacer muchos sacrificios… - el tono de voz de HyeSung se hacía más melancólico conforme sus palabras morían en sus labios

-tú… aún sientes algo… por… Junjin? – Andy titubeó un segundo en hacer su siguiente pregunta

HyeSung dirigió una sincera y dulce sonrisa al ama de llaves antes de responder

-no… lo de Jinnie fue hace mucho tiempo. Sentí mucha admiración por él en ese entonces pero nada más; cuando me enteré que había partido, no sentí mucho dolor y lo asimilé fácilmente

La simpleza, rapidez y firmeza en las palabras de Hyesung, hicieron que Andy respirara tranquilo y se diera cuenta que el único confundido en toda esta situación, era su ex novio.

-te sentirías mejor si te presento a alguien? – bromeó HyeSung, distrayendo al ama de llaves de su melancolía

Andy sonrió, golpeando traviesamente el brazo del menor.

Hyesung en respuesta, golpeó el brazo de Andy, alborotando luego su cabello para después salir huyendo.

El jardín de pronto se llenó de risas y una divertida persecución entre dos jóvenes que sólo querían dejar atrás los tormentosos recuerdos de una relación que moría para uno y renacía para bien para otro.

-si tan sólo pudiera reír así cuando está conmigo… - Eric suspiro pesadamente, observando a su esposo jugar con Andy en el jardín

Minwoo y Dongwan se dirigieron miradas cómplices, tomando el último sorbo de su taza de café

-lo que tú necesitas es ganarte a Sungie desde cero – trajo a Eric de regreso a ala conversación, el Dr. Kim

Eric dirigió una mirada confusa a sus amigos

-has oído hablar de los siete pasos del buen conquistador? – agregó Minwoo, ganando una mirada más confusa del presidente de Systematic Company

-de qué rayos hablan? – recuperó Eric el habla

Minwoo arregló su postura en su silla, enderezando su columna para luego reclinarse sobre la mesa en dirección a su amigo

-cuando no sabía cómo declararle mis sentimientos a Wannie, leí un libro sobre técnicas para conquistar – susurró el abogado lentamente en oídos de su amigo

-no hay necesidad de susurrar tonto! Leí ese libro al día siguiente en tu casa – habló Dongwan con tono molesto

Minwoo giró el rostro, dirigiendo una sonrisa pícara a su novio que no pudo evitar sonrojarse al recordar después de qué día leyó aquel libro en casa del abogado.

-un manual para conquistar?... me estás hablando en serio?... TU usaste un manual para seducir a Dongwan? -  se dirigió Eric a su mejor amigo, con mirada incrédula

Minwoo sonrió tontamente mientras que el Dr. Kim quería que se lo tragara la tierra. Parecía que no fue tan buena idea contar sobre la existencia del manual a su amigo.

-lo único que tienes que hacer es leer el libro y listo! Sungie te dirá que te ama en lo que menos te des cuenta! – exclamó alegremente el abogado

-ni lo pienses… usar ese tipo de cosas no va conmigo – respondió Eric

-quieres que te recuerde que pasaste todo un día viendo doramas para obtener ideas de cómo confesarte a HyeSung? – contraatacó el abogado con una limpia sonrisa victoriosa

Era el turno ahora de Eric para sonrojarse ante el bochornoso recuerdo de la mirada extraña de su amigo cuando lo encontró en su oficina revisando cada página de doramas existentes.

-está bien, cuando puedas dame ese dichoso libro – se rindió Eric

-de hecho acá lo tengo – respondió Minwoo, sacando el pequeño libro del bolsillo interno de su saco

Eric se quedó sorprendido con el exceso de confianza de su amigo, en que terminaría aceptando el uso de aquel libro para conquistar a su joven esposo.

-sólo tienes que seguir los pasos puntualmente y verás los resultados! – animó Minwoo a su amigo que se encontraba ojeando rápidamente las páginas del pequeño manual

-Los 10 Pasos del Buen Conquistador, autor anónimo… por que no me sorprende – susurró Eric, leyendo la portada del libro

-tienes que seguir cada paso tal como lo dice el libro – repitió Dongwan, como un profesor explicándole un difícil problema matemático a su alumno

Eric asintió levemente con la cabeza, guardando el pequeño libro en el bolsillo de su chaqueta.

Después de haber sido completamente convencido que no había ningún fantasma viviendo en su habitación con intenciones de asesinarlo, Shin HyeSung el joven muchacho de 20 años, se encontraba casi preparado para dormir por primera vez por toda una noche en la enorme cama que estaba preparada sólo para él.

La tarde fue amena y divertida, gracias a la presencia de Andy que lo hacia olvidar de sus rencillas actuales con su esposo. A veces HyeSung se preguntaba si estaba haciendo bien en darle una oportunidad a Eric. Aunque tampoco era como si le estuviera dando una oportunidad, HyeSung sólo quería mantener la fiesta en paz, sin ningún incidente de por medio hasta que llegara el tiempo en que su libertad estaría asegurada con la anulación del matrimonio, una vez realizada la transferencia y fusión de las dos empresas.

Aunque Hyesung tenía que admitir que habían ciertas cosas en el comportamiento de Eric Mun que lo hacían dudar sobre la obtención de su libertad. Ni el mismo podía explicarse qué fue el sentimiento que lo hizo correr de regreso con su esposo aquel día. Su corazón era una mezcla de sentimientos inexplicables que se negaba a resolver. Su debate interno no lo dejaba tranquilo por las noches, cuando las luces se apagaban y no tenía a Andy o sus amigos para distraer sus pensamientos.

HyeSung no quería enamorarse. Desde el primer día, se prometió ser paciente y esperar a que todo termine para volver a casa. Pero ahora todo parecía estar mezclándose en más y más confusiones.

Cómo te enamoras de alguien que te causó tanto daño?. Qué te garantiza que esa persona no vuelva a cambiar y terminarás más lastimado que al principio?.

Cómo proteges tu corazón del inevitable sentimiento que va creciendo día a día?.

-HyeSung? – Eric asomó ligeramente su cabeza por la abertura de la puerta, escaneando la habitación de lado a lado en busca de su joven esposo.

HyeSung oyó el llamado de su esposo, retirándose del balcón donde había estado los últimos 40 minutos divagando en su propio debate interno.

-qué haces allá afuera?... hace mucho frío, te vas a enfermar – Eric entró a la habitación, tomando una sudadera que yacía sobre la cama, colocándosela a su joven esposo como si estuviera vistiendo a un niño

-está bien, puedo solo – HyeSung colocó sus manos sobre los bordes de la polera, terminando de colocarla sobre su cuerpo

-podemos hablar un momento? – pidió Eric, tomando ligeramente la muñeca de su esposo, recostándolo en la cama

HyeSung se acurrucó entre las sábanas, buscando el confort para su congelado cuerpo.

-estuve pensándolo y… dejaré que Minwoo te dé clases para que puedas sacar tu licencia – habló Eric con tono sereno, observando a su esposo directo a los ojos

La sonrisa en el rostro de HyeSung iluminó la oscura habitación. Era la sonrisa que Eric deseaba ver, la sonrisa de felicidad que hacía que su corazón se acelerara.

Sin darse cuenta, Eric empezó a acariciar la mejilla de su joven esposo.

HyeSung cerró los ojos, sonriendo aún por la buena noticia que le acababa de dar Eric. La sensación de la mano en su mejilla, le daba una paz que jamás  se había imaginado.

Hyesung se sentía querido en ese instante. Por un momento las sombras del Eric severo y sin escrúpulos, desaparecieron de su memoria, dando lugar a un sentimiento que hacía que su corazón saltara de alegría.

-me encanta verte sonreír, quiero hacerte sonreír así todos los días de mi vida – oyó Hyesung la voz muy cerca de su oído.

Instintivamente, después de percibir el calor del cuerpo que yacía a su lado, HyeSung enroscó un brazo alrededor de la cintura de su esposo, dejándose dominar por ese instante del sentimiento que no debía nacer.

-gracias… gracias – susurró levemente el muchacho, cerrando los ojos que ya se sentían pesados, entrando a la tierra de los sueños dónde sólo por esa noche dejaría atrás su debate interno y se entregaría a la sensación de amar y ser amado.

-te amo Hyesung… te amo – Eric colocó sutilmente sus labios, sobre los labios de su joven esposo en tierno y dulce beso.

HyeSung sonrió por un segundo, embriagándose de la dulzura que producía los labios de Eric sobre los suyos.

A la mañana siguiente, Hyesung despertó solo en su habitación; mientras que por otro lado, un decidido Eric Mun, daba lectura al mágico libro entregado por sus amigos el día anterior.

Después de la estupenda noche que Eric había pasado durmiendo al lado de su esposo como si el mundo no existiera, el presidente de Systematic Company estaba decidido a tomar todos los riesgos y obtener las tan anheladas palabras de labios de su joven esposo.

-veamos librito que tienes para mí – Eric abrió el libro leyendo el índice cuyos títulos le parecieron demasiado extraños para su gusto.

Los 10 Pasos del Buen Conquistador

Paso 1: Picnic

Paso 2: Paseo en la Playa

Paso 3: Poema

Paso 4: Cine

Paso 5: Viaje de Fin de Semana

Paso 6: Noche de Club

Paso 7: Parque de Diversiones

Paso 8: Comida Hecha en Casa

Paso 9: Cena romántica

Paso 10: Regalo Sorpresa

Después de leer los títulos, Eric Mun se colocó de pie firmemente en medio de su habitación, decidido a tomar todos los riesgos por conseguir las tan anheladas palabras de labios de su joven esposo.