Capítulo VIII: Grandes revelaciones.

Tao

         MinKi había cumplido las 8 semanas y aunque su pancita no se notaba todavía. Tuve que comprarle ropa nueva y muchas camisetas holgadas, por petición del mismo.  Lo había meditado un largo tiempo y llegue a la simple conclusión de informar sobre el estado de mi hijo y de suspender por un tiempo las sus clases en la agencia.

         Ya había informado a la escuela, sobre su estado y a pesar de los regaños que nos llevamos ambos, el director le permito continuar hasta que la especialista lo permitiese.

         Estaba en el café, terminado el informe semanal. Cuando el teléfono de la oficina se escuchó, descolgué el auricular. Era Amber la asistente de YiFan. MinKi había sufrido un desmayo.          

         Tome las llaves de mi auto, y salí del café no sin antes informarle a MinSeok. Conduje hasta la agencia.  Estaba preocupado, a pesar que ya habíamos pasado por esto, en casa y que la doctora nos calmara diciendo que eran normales. Aun me asustaba.

         Llegue a la recepción y rápidamente me dejaron pasar. Cuando llegue a donde se encontraba MinKi, ya había reaccionado, pero no le permitieron levantarse de donde estaba. Trate de acercarme pero YiFan me alejo del lugar para llevarme a fuerzas a su oficina.

         — tengo que hablar contigo. Este no es primer incidente, últimamente tu hijo no se ha sentido muy bien y no quiero pensar, que está haciendo algo indebido. Este negocio es competitivo y déjame decirte que yo no trabajo de esa forma. 

         Me mantuve en silencio mientras hablaba, dejaría que dijese todo lo que se le ocurriera antes de hablar seriamente con él. — No quiero decir que como criar a tu hijo, pero si él está haciendo algo que perjudique su integridad voy a tener que…

       — Esta embarazado.

       YiFan me miró fijamente — repite lo que acabas de decir.

       — MinKi esta embarazado ¡Demándame si quieres, pero eso es algo que no puedes cambiar!

         El cerro los ojos y tomo una bocanada de aire. Me mostró su sonrisa sínica esa que solo había visto una vez en mi vida. — Eres un ser irresponsable ¿Cómo permitiste que tu hijo se embarazara siendo tan joven?

       Comenzó a caminar por su oficina como león enjaulado. Se le notaba enojado. — ¿Qué clase de padre eres, dime? Tiene 15 años ZiTao, 15 años y esta esperado un bebé ¡Un bebé! 

       — Cállate.

       YiFan no dejaba de mirarme — No me pidas que me calles cuando has sido una persona tan irresponsable. ¿Qué clase de valores le enseñaste a ese niño para que terminara en esta situación?  

       — Cállate. No tiene ningún derecho de hablarme de esa forma.   

       Dejo de caminar de un lado a otro — Claro que no tengo derecho, pero es obvio que no has hecho bien tu trabajo, sino tu hijo no estaría esperado un bebé.

       — ¡Cállate Maldición! ¡No tienes derecho a hablar así! ¡Menos cuando no has estado presenta en la vida de tu hijo!      — Cubrí mi boca con mis manos cuando me di cuenta de indiscreción y me quede allí paralizado.

         YiFan dejo su lugar en algún momento entre mis palabras y el silencio que les siguió. YiFan me tomo de los hombros y me zarandeó pronunciando algunas palabras que al principio que costo comprender.

       — Por el amor que dices tenerle a tu hijo. Repite lo que acabas de decir. — Removí mis manos de mi rostro.

       — MinKi es tu hijo — dije en voz baja, casi como un murmullo. YiFan me soltó y se alejó, camino por su oficina sin creer lo que le dije. Aun en ese estado de incredulidad por lo que había revelado, abandone esa oficina y me lleve a MinKi lejos de allí.

         Sin saber lo que pasaría, solo de un cosas estaba seguro no regresaríamos a ese lugar jamás.                   

10765913. XONXO

         Con la sencilla excusa de acondicionar la casa que mi hermana tenía en Jeju para sus visitas, llame a Qia. Sé que los chicos perderían un par de clases, por habernos ido de improvisto un viernes y era consciente de eso en ese momento.

Pero no tenía cabeza para lidiar con esta situación. Necesitaba tiempo para pensar, mantenerme lejos un par de días para poder resolver lo que haría a partir de ahora. 

          Por su parte los chicos, no les pareció raro, tener un fin de semana largo y regresamos a la casa a mitad de la siguiente semana.

         Días después durante la tarde del sábado, fui a buscar a Qia al aeropuerto, para llevarla a su casa a dejar sus maletas, le daríamos una bienvenida en casa. Había dejado a MinKi a cargo junto con DongHo. Dejo algunos regalos en mi auto y nos dirigimos a casa.                  

         Mientras conducía, simplemente me di cuenta que no me detuve a pensar como reaccionaria, Qia al enterarse de embarazo de mi hijo. Decidí dejar ese tema aún lado por un momento. Llegamos a casa y fuimos recibidos por los chicos.

XONXO

Ren

         Le dimos la bienvenida a la tía Qia, en cuanto llegaron a casa. Tía y yo pasamos al comedor, mientras DongHo y Pa trajeron algunos bocadillos.  Conversamos un buen rato sobre los viajes de tía Qia al extranjero y las anécdotas de los mismos.  Aun no le había dicho sobre mi embarazo a mi tía y tampoco sabía cómo reaccionaría. 

         Pa salió se retiró un momento en busca de una bebidas y aproveche la oportunidad de darle la noticia.      — Tía… ¿Recuerdas que me decías que sin gorrito no había fiesta? Tuve fiesta y no había gorrito.

        Ella se quedó en silencio, con la duda plasmada en el rostro.    — ¿De qué hablas pequeño?

       Le hice una señal a DongHo quien muy tranquilo salió de la habitación. Regreso con una bolsa de regalo y en silencio se la entregó a mi tía antes de retomar su lugar a mi lado. Ella tomo la bolsa y sustrajo el contenido de la misma.

         Tomo la camiseta y la desdoblo, sus ojos se abrieron al ver la imagen junto al texto impresos en la tela.  Ella no pronuncio palabra alguna, mientras sostenía la prenda entres sus manos      — Felicidades… futura tía…

   Tía Qia voltio su rostro hacia Pa, quien dejaba las bebidas sobre la mesa.        — Explícame que significa esto. ¿Cómo es eso que estás embarazado de nuevo? 

       Pa desvió su mirada hacia su hermana, señalándose con el dedo en el proceso — ¿Yo? No se dé que hablas Qia.

       — Tía, Pa no está embarazado… ¡Soy yo! — Tía Qia tomo una bocanada de aire, mientras alcanzaba uno de los vasos para beber de contenido. Ella respiro fuerte mientras su vista se paseaba sobre todos nosotros.

         Por un instante tía parecía hablar consigo misma   — Por el amor a… No de nuevo Tao. La historia se repite… — ella poso su mira sobre mí, y era abismal — ¿Quién es el padre?

         DongHo respondió por mí.  De la misma forma que los otros adultos ella nos dio un sermón. Pa la detuvo, y el resto de la tarde DongHo y yo pasamos el tiempo hablando con la tía Qia, calmándola.

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         Las cosas Con tía Qia, se enfriaron un par de días después. Últimamente alguien estaba realizado llamadas, a nuestra casa. Llamadas que Pa, sospechosamente no quería contestar. Era martes por la tarde cuando el teléfono se escuchó repicar, estaba fuera de mi habitación, estaba por bajar a la cocina cuando tía contesto el teléfono.  

         Pa había salido temprano del trabajo y se encontraba en casa. Llegue a la planta baja donde el silencio reinaba por corto tiempo. Tía y Pa estaban discutiendo en la cocina.

      Me acerque a la habitación sin ser escuchado. — Qia Cálmate. Voy solucionar esto…

       — Cómo quieres que me calme cuando ese hombre está cerca de ustedes ¿Él lo sabe? ¿Desde hace cuánto sabe que estas aquí?

       — Qia…

       — él lo sabe… ¿Wu YiFan sabe que MinKi es su hijo? Dime la verdad ZiTao.

       — Si…

         Me cubrí la boca con las manos, para no emitir sonido alguno. Las lágrimas se acumularon en mis ojos, subí las escaleras y me encerré en mi habitación. Desde adentro escuche a duras penas la puerta cerrarse y el silencio llenar la casa. Comencé a llorar ni bien llegue a la cama. Estaba dolido. ¿Por qué razón   sin importar la que sea mi madre me había ocultado la identidad de mí… padre?

         Entre sollozos, busque mi teléfono y llame a DongHo, quien se asustó al escucharme llorar, le pedí que apresura a llegar a casa y finalicé la llamada. Tome la maleta del armario. En completo desorden la llene cuanto pude. 

         DongHo llegó poco después confundido.  Aun llorando le pedio que nos fuéramos alguna parte, no quería estar en ese lugar, cuando ellos regresaran.